Un Duelo Apasionado
Muchas noches más Ranma seguía soñando con su odiado rival. Qué le empezaron a salir grandes ojeras. Muchas veces lo pescaron durmiendo en clases y lo castigaban.
–lo qué me faltaba –dijo parado contra la pared.
Le ganó el sueño y se le cayeron los baldes.
–¡Ranma! –gritó su profesora.
Ranma se fue corriendo para evitar escuchar más regaños, de su profesora. Cuándo se chocó contra alguien y se cayó de trasero.
–¡fíjate por dónde caminas imbécil! –gritó una voz varonil.
–¡Ryoga! –exclamó Ranma.
– tenías qué ser tú Saotome –recriminó Ryoga.
– ¿qué haces aquí cerdo? –preguntó Ranma sin mirarlo de frente.
–estaba buscando la casa de Akane –explicó Ryoga.
–cerdo desorientado –suspiró Ranma.
–¡no soy ningún cerdo! –dijo Ryoga queriendo golpearla con su paraguas.
Ranma saltó para ponerse a salvo. Los dos empezaron a pelear por toda la escuela.
–Ranma no tiene remedio –suspiró Akane molesta al verlos pelear.
Llegaron hasta el patio de la escuela, Ranma cansada de la pelea, mojó a Ryoga con una manguera.
–¡kuik, kuik! –protestaba P-chan.
–vete de aquí cerdo –dijo pateándolo.
Ranma se fue a su salón, pues otra profesora entraría para la siguiente clase. En la cafetería pidió agua caliente, para volver hacer varón.
–«esperó a no volver a verlo otra vez» –deseó Ranma.
Las clases transitaron tranquilamente.
Cuándo sonó el timbre de salida, Ranma y Akane regresaron juntos a casa. En el camino se encontraron a P-chan, que iba jalando con sus dientes una pesada mochila.
–¡P-chan! –dijo Akane cargándolo.
–¡kuik, kuik! –chillaba P-chan de felicidad.
–otra vez ese cerdo apestoso –bufo Ranma molesto.
–¿a dónde te habías ido amiguito? –preguntó Akane acariciando su cabeza.
Ranma los miraba con sumo desagrado y aceleró el paso.
–espérame Ranma – Akane.
En el camino Ranma y P-chan se miraban con odio. Akane se reía de la cara qué ponía Ranma.
–Ranma no debes ponerte celoso de P-chan –se burló Akane.
–¡jamás lo estaría! –negó Ranma molesto.
El primero en llegar a casa fue Ranma, fue directo a su habitación.
–sabes P-chan te extrañé mucho –confesó Akane.
P-chan sonreía ante su comentario y la miraba embelesado.
Volteó su cabeza al ver qué ella se cambiaba. Mientras tanto Ranma renegaba, por la presencia de Ryoga.
–ese cerdo tiene qué largarse de aquí –pensaba Ranma furioso.
No lo quería volver a ver, después de aquellos sueños, que no lo dejaban en paz. Ranma miraba mortificado a P-chan, en todo el almuerzo.
–«si Akane supiera qué ese cerdo, en verdad es Ryoga» –pensó Ranma.
Ranma pasó toda la tarde queriendo botar a P-chan, pero el gran mazo de Akane, se lo impidió más de una vez.
–¡déjalo en paz Ranma! –gritó Akane dando un portazo.
–rayos –dijo enojado.
Ranma se fue a su cuarto a mirar revistas, hasta qué fuera la hora de la cena.
–ya está lista la cena –avisó Kasumi a todos.
Uno a uno iban aparecieron todos en la sala. Akane miraba muy molesta a Ranma.
–buen provecho a todos –dijo Soun.
–esto está delicioso –añadió Genma.
Genma intentó robarle su comida a Ranma, pero él le propinó un manazo.
Todos se rieron ante la escena.
–la cuenta de la luz ha bajado, gracias a que están siendo conscientes Genma –dijo Soun contento.
–pero sería mejor si ayudarán a pagar la cuenta de luz –señaló Nabiki.
Genma y Ranma tosieron muy nerviosos.
–Nabiki tiene razón –asintió Akane.
–tío Genma deberías buscarte un trabajo –sugirió Nabiki.
Genma sudo frío, como si una katana muy filuda estuviera en su cuello.
–podrías trabajar en un circo –dijo Ranma riéndose.
Genma enterró la cara de Ranma, en su plato de comida.
–qué insolente eres mocoso –lo regaño Genma.
–¡grrr viejo! –rugio Ranma furioso.
Los demás pusieron a salvo sus platos,
pues padre e hijo iban a empezar a pelear como siempre.
–¿cuándo aprenderás a respetar a tú padre? –preguntó Genma.
–¡nunca! –respondió Ranma desafiante.
–mira un gato –señaló Genma astutamente.
–¿dónde? –preguntó Ranma horrorizado.
Genma aprovechó esa pequeña distracción y lo lanzó hacía el estanque.
–¡eres un viejo tramposo! –gritó Ranma furiosa saliendo del estanque.
–no seas tan confiando hijo –dijo Genma burlón.
Ranma lo agarró del brazo y lo lanzó al estanque. Rápidamente salió un gigante panda furioso del estanque.
–estos dos no tienen remedio –suspiró Nabiki.
–bueno vayamos a descansar –dijo Soun bostezando.
Ranma y Genma seguían peleando, como dos niños pequeños.
–lo dejamos para otro día viejo –dijo Ranma pateando a su padre en la cara.
El panda quedó tendido en el pasto, siempre perdía ante Ranma.
–eres un mal hijo –decía el cartel de Genma.
Ranma se fue al baño y se mojó con agua caliente.
–esperó qué ese cerdo se pierda –bostezo Ranma, echándose en su futón.
Rápidamente se quedó dormido, pues estaba muy cansado. Su padre volvió después de media hora, pues se había dado un baño.
–Ranma eres un mal hijo –dijo rociándolo con agua fría.
P-chan esperó a qué Akane se quedará dormida, para poder escabullirse. Abrió la puerta con su hocico y se dirigió hacía el baño. Aprovecho qué aún había agua caliente en la ducha y se lanzó.
–ah por fin voy a poder bañarme –suspiró Ryoga.
Estuvo como 20 minutos en la ducha.
–tendré qué dormir en el cuarto de Ranma y su padre –pensó Ryoga resignado.
Se confundió de cuartos, pero por suerte no despertó a nadie.
–al fin –dijo viendo tendida a Ranma.
Entró al cuarto de Ranma y cerró la puerta lentamente, para no despertarlos. Buscó una colcha en uno de los cajones, para taparse.
–supongo qué es mejor, qué dormir en mi carpa –murmuró.
Se tapó y estuvo un rato pensando en muchas cosas, hasta quedarse dormido. Cuándo sonaron las doce, un anciano salió de la casa.
–ya esa hora de ir por mis tesoros –dijo Hapossai saltando en los techos.
Genma roncaba plácidamente, mientras Ryoga dormía tranquilo. En cambio Ranma empezaba a soñar nuevamente.
En el sueño de Ranma chan :
Ranma estaba sentada frente al televisor, mirando una película.
–Ranma llegó una carta para ti –dijo Akane.
–¿de quién será? –preguntó Ranma sorprendida.
–no lo sé –contestó Akane.
Ranma empezó a leer la carta, donde decía lo siguiente :
–Ranma te retó a un duelo a las 6 de la tarde, detrás de tu escuela. Si no bienes sabré qué eres un cobarde.
–ja, yo no soy ningún cobarde –dijo Ranma molesta.
–¿vas a ir? –preguntó Akane.
–por supuesto qué iré, nadie llamará cobarde a Ranma Saotome –respondió orgullosa.
–pero no sabes de quién se trata –señaló Akane.
–eso no importa – Ranma.
Ranma esperó a qué dieran las 6 de la tarde.
–ya vengo –avisó Ranma a los demás.
Ranma salió de la casa, a ritmo apresurado.
–¡aquí estoy! –gritó al llegar a sitio acordado.
Pero nadie le contestó, parecía qué estaba sola.
–seguro fue un imbécil haciendo bromas –dijo fastidiada.
–después de todo no eres un cobarde Saotome –dijo Ryoga saltando de un árbol.
–otra vez tú cerdo idiota –dijo Ranma aburrida.
–mide tus palabras niña –dijo hiriente.
–yo no soy ninguna niña –negó Ranma molesta.
Ryoga caminó hacía ella y la miró desafiante.
–yo solo veo a una niña tonta –dijo Ryoga burlón.
–¡ya me cansaste maldito bastardo! –dijo Ranma furiosa.
–te ves tan hermosa molesta –dijo Ryoga mirándola fijamente.
Ranma enrojecio ante su comentario. Furiosa empezó a atacarlo, con todas sus fuerzas. Pero Ryoga se defendía bastante bien, qué Ranma terminó de espaldas en un árbol.
–no tienes escapatoria Ranma –dijo Ryoga mirándola con astucia.
–eso lo qué tú creés –respondió Ranma engreída.
Pero Ranma no vio llegar el siguiente, movimiento de Ryoga. Él se agachó a su altura y le plantó un beso. Los ojos de azules de Ranma se ampliaron. Ryoga la agarró por la cintura y con la otra mano sostenía su cabeza. Ella trataba de empujarlo, pero él la sostenía fuertemente.
–«¿qué demonios estás haciendo desgraciado?» –decía Ranma.
Ryoga tenía los ojos cerrados mientras la besaba, parecía disfrutar del beso. De pronto Ranma sintió la caliente lengua de Ryoga, recorriendo la suya. Entrando en pánico, golpeaba con sus manos, su fuerte pecho. Pero Ryoga no se inmutaba y seguía en lo suyo.
–«asqueroso cerdo» –gritaba Ranma.
Ryoga abrió sus ojos y dejó de besarla. Se apartó un poco, de sus labios bajaba un hilo de saliva.
–¿te gustó Ranma? –preguntó Ryoga en tono pícaro.
–¿cómo te atreviste hacer esto? –gritó furiosa.
–porqué me dio ganas de besarte –respondió tranquilamente.
Ranma se puso más colorada qué antes y su corazón latía con violencia. Ryoga le sonrió y acercó sus labios a su cuello.
–no hagas eso –lanzó un chillido Ranma, al sentir la lengua de Ryoga.
–eres deliciosa –dijo Ryoga en tono ronco.
–no digas eso tarado –se quejó Ranma.
Ryoga bajó una de sus manos, a su pecho y lo apretó.
–¡kyaaaaa! –gritó Ranma sorprendida.
–son tan suaves, siempre quise tocarlas –confesó Ryoga.
Ranma lo miró avergonzada, notó qué Ryoga no la miraba con odio. Veía en su mirada lujuria.
–Ryoga detente –rogó Ranma.
Pues él le apretaba sus pezones, haciéndola gemir en contra de su voluntad. Ryoga levantó su camiseta, exponiendo sus rosados pechos. Ranma se cubrió avergonzada, pero Ryoga levantó sus manos. Bajó a uno de sus pechos y lo empezó a chupar con avidez.
–¡ahhh no lo hagas! –gimió Ranma.
–son tan deliciosas –dijo Ryoga mirándola provocativo.
Turnaba sus pechos y los succionaba, como si estuvieran llenos de leche.
–«no sabía qué fueran tan sensibles» –pensaba Ranma.
Ranma jalaba del cabello a Ryoga, tenía las mejillas enrojecidas. Ryoga se alzó y la beso con pasión. Acariciando su espalda, Ranma se encontraba aturdida, ante tales sensaciones. Pará su sorpresa Ryoga bajó su mano, a su partes nobles.
–vas disfrutar mucho esto Ranma –dijo Ryoga en su oreja.
Ryoga metió dos de sus dedos en su vulva.
–¡haahhh! –chillo Ranma.
Ryoga metía y sacabas sus manos como un experto. Ranma empezó a temblar, ante tales caricias. La mano de Ryoga empezó a humedecerse.
–Ryo..ga por favor detente.. –gemia Ranma.
Ryoga qué no estaba muy lejos de Ranma, se despertó al escuchar una voz femenina.
–Ryoga no me toques ahí –gimió Ranma.
Ryoga se acercó a Ranma y la miró detenidamente. Vio qué ella hablaba entre sueños y se movía intranquila.
–«Ranma está soñando conmigo» –pensó Ryoga sorprendido.
–Ry...ga no.. mnm... –gemia Ranma con la boca bien abierta.
Ryoga se puso colorado, al escucharla decir su nombre con voz tan lujuriosa. Qué empezó a acercarse cada vez más a Ranma, inconscientemente. De pronto fue abrazado por ella.
–Ryo...ga.. para.. –gemia Ranma.
Ranma apretaba la cara de Ryoga, entre sus pechos. Escuchando su voz lasciva y sintiendo sus pechos, tuvo una gran hemorragia nasal.
–¡Ryogaaaaa! –chillo Ranma.
Ryoga sintió qué ella convulsionaba, por unos minutos.
–Ranma –murmuró Ryoga avergonzado.
Ranma se volteó abrazándolo y se durmió tranquilamente. Ryoga aún seguía conmocionado, por lo sucedido.
–¿qué fue eso? –se preguntó confundido.
Pensaba y pensaba, pero no encontraba respuestas lógicas. Sus párpados empezaron a cerrarceles. Poco a poco se quedó dormido y entre sueños movía su cara, en los pechos de Ranma, con una gran sonrisa.
–Ranma –dijo Ryoga entre sueños abrazándola.
Bueno este es un nuevo capítulo. Espero les guste. Gracias por sus votos y comentarios. 🐰👋🏻
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