Capítulo IV
Aquella eriza rosada comenzó a despertar por los rayos del sol; chocaban con su rostro y podía sentir la brisa del viento.
Miro a su alrededor y se percató que estaba sola. Salió con mucho cuidado de aquella cueva.
Su vista se dirigió a aquel werehog, que estaba con su mirada perdida al vacío; aunque los años habían pasado, aún seguía esperando a que su madre cumpliera con su palabra.
Sonic: Por lo visto ya despertaste.
Amy : Sí, muchas gracias por protegerme.
Sonic: Es hora de que te vayas. Ve a tu reino, antes que el sol se esconda.
Aquella princesa solo asintió con la cabeza y no dijo nada. Comenzó a caminar hacia la entrada del bosque.
Iba a ser una caminata larga y peligrosa; debía de apresurarse antes que el sol se esconda, ya que mucho más peligro aparecería.
Antes de perder la vista de aquel werehog, le dio una última mirada; seguía con su vista hacia el Este; parecía como si fuera que algo buscaba y eso le comenzó a dar mucha curiosidad a la rosada, pero no podía seguir ahí; debía de escapar de su destino cruel.
Y así comenzó a caminar por el bosque, sin darse cuenta de que escondidos entre unos arbustos, se encontraba una manada de lobos salvajes.
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En la parte oeste de aquel inmenso bosque, se encontraban dos werehog, que regresaban a su tribu, luego de haber salido días a buscar a uno de sus hermanos...
Silver: Llevamos años buscándolo y no lo encontramos.
Shadow: Debemos de seguir buscando, sé que él sigue vivo.
Silver: Debemos de aceptar que murió, el día en que destruyeron la tribu del Este.
Shadow: No debemos de rendirnos, te das cuenta que solo pienso en ti; debemos de encontrar a Sonic para que libere al pueblo del mal reinado que dio Scrouge, lo peor de todo que ahora reina su hijo Melphiles.
Silver : Solo miro la realidad; cada vez que salimos a buscarlo nos estamos exponiendo a peligros. ¡Qué pasará si alguna vez alguien del pueblo nos ve, y sabe que aún existe una tribu de werehog!
Shadow: ¿Sabes que no pasará eso, si somos cuidadosos?
Silver: ¿Y si pasa?... Dime qué pasará, ¿te recuerdo que tienes una esposa y dos hijos que pronto van a nacer?
Shadow: Por eso hago esto; quiero dar una mejor vida a María y a mis pequeños, a Shad y a Mariana.
No quiero que vivan en este maldito reino, sobre todo porque somos werehog; si nos ven, nos matarán.
Silver: Entonces recuperemos el reino nosotros mismos.
Shadow : Eso no funcionaría. Sabes muy bien sobre aquella profecía que mamá nos contaba: el werehog más fuerte de todos será el rey que libere a su reino de la maldad. ¡Esa profecía es Sonic; él nos liberará!
Silver : Sabes, eres muy necio, y por lo visto no cambiarás de opinión.
Aquel werehog de pelaje blanco salió corriendo en dirección al bosque del reino vecino de Mobius, el reino Cristal, mientras que su hermano mayor solo miraba como se iba.
De repente el azabache sintió como unas manos pequeñas lo abrazaban por atrás; llevó su mirada hacia atrás, y vio que era su esposa werehog.
Maria, hija del jefe werehog de la tribu del Oeste; su pelaje es de color amarillo; actualmente esposa de Shadow, quien a la vez llevaba dos cachorros en su vientre de aquel werehog. Ambos se habían conocido poco tiempo después de que Shadow y su hermano llegaran a aquella tribu. Con el tiempo se habían enamorado; Shadow tuvo que demostrar que sería un buen esposo para la hija del jefe. Al final logró su cometido.
Maria :que pasó?! .... Pelearon otra vez?!
Shadow: Silver no entiende la importancia de Sonic. Para recuperar el reino, lo necesitamos, pero aún no lo encontramos.
Maria : ¡Pero qué tal si Silver tiene razón! ... Es decir si esta muerto?!
Shadow: No lo está, sé que sigue vivo.
Maria : como estas tan seguro?!
Shadow: En caso de que él halla muerto, el reino de Mobiüs ya no existiría; todo hubiera desaparecido, pero no es así; el reino sigue bien, aunque este, en malas manos, aún no se destruye.
Maria : No quieres que te ayude a buscar; sabes que puedo ser útil en la búsqueda.
Shadow: Sé que eres una de las mejores werehogs que pueden rastrear, pero no puedes, debes de estar acá y proteger a nuestros cachorros; no los quiero perder, ustedes son los más valiosos que tengo.
Aquel werehog se acercó más a su esposa y la abrazó. También le correspondió el abrazo, mientras que en su mente planeaba una forma de ayudar a su esposo. No se quedaría con los brazos cruzados, esperando como siempre a que su esposo llegue y, si hacía falta, ella misma iría a buscar a Sonic, aunque eso implique desobedecer a su esposo y poner en riesgo su vida y la de sus cachorros.
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Volviendo con la rosada, esta había recorrido un corto camino, estaba cansada, y aún faltaba mucho camino para llegar al pueblo.
Esta se encontraba tranquilamente descansando, hasta que escuchó como una rama se rompía. Se paró rápidamente y miraba todo a su alrededor.
Hasta que escuchó unos gruñidos dentro de los arbustos, intentó correr pero no pudo, porque varios lobos la estaban rodeando. ¿Acaso este podría ser su fin? O tal vez no.
Antes de ser atacada por aquellos lobos salvajes, escuchó un gruñido más fuerte; sabía que ese gruñido no podía ser otro lobo; elevó su vista hacia el lugar donde venía ese gruñido.
Y vio al werehog azulado que hace poco la había protegido; ésta se alejó de aquel lugar; sabía que era peligroso.
Cuando volteó a ver al werehog, este peleaba con toda la manada de lobos.
Debía de admitir que el werehog era fuerte porque estaba peleando con toda la manada de lobos. Aun así tenía miedo de que pudiera perder.
Pero no había sucedido eso, pues el werehog había podido con todos los lobos.
Amy: ¡Cómo sabías que estaba acá!
Sonic: Te seguí; algo me decía que tal vez no podrías sobrevivir sola, así que estoy aquí.
Amy : Es de mala educación seguir a las personas, pero aun así agradezco que estés acá.
Sonic: Sí, de mala educación, si no estaría acá, seguro que ya serías comida de lobo.
Amy: ¡Y te lo agradezco!
Sonic: ¡Bueno dime a qué reino te diriges!
Amy: Básicamente no voy al reino, voy al pueblo de Mobiüs.
Sonic: Pero eres una princesa; deberías ir al reino.
Amy: Si voy, me obligarán a casarme con alguien que no amo. Por eso voy al pueblo; quiero comprar algo, no sé, tal vez un carruaje para poder escapar hacia otros reinos y rehacer mi vida.
Sonic: Si tienes suerte lo lograrás.
Amy : Necesito que me acompañes hasta el pueblo; este lugar es peligro; tú podrías cuidarme.
Sonic: Primero, si quieres ir al pueblo de Mobiüs, queda para el otro lado. Ahora vas hacia el reino cristal y, segundo, sabes que soy un werehog. No puedo exponerme porque vendrían hacia mí para matarme, ya que soy el único werehog. Bueno, eso creo.
Amy: No me la creo, me estás diciendo que voy por un mal camino; casi muero en vano.
Sonic:No es mi problema que no sepas guiarte.
Amy: Tú debes de ser el único werehog, ya que todas las tribus de werehog fueron destruidas hace tiempo. Ahora todos creen que los werehog están muertos, pero solo quiero que me acompañes hacia la entrada, nada más. Te prometo que nadie te verá.
Sonic: Bueno, te acompañaré, pero si algo sale mal, ya no te acompañaré, aun así que estés a medio camino.
Amy :vale lo prometo
La rosada comenzó a caminar en sentido contrario a lo que iba, mientras que el werehog la seguía, aunque este se encontraba perdido en sus pensamientos.
Como era posible que todas las tribus de Werehog ya no existieran, tal vez eso explicaba el por qué, cuando era pequeño, regresó a su hogar y todo estaba destruido; el por qué su madre hasta ahora no había cumplido su promesa. Tenía muchas preguntas formuladas en su mente y muchas respuestas que encontrar.
°°°°°°CONTINUARÁ°°°°°°°°°°°°°
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