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Veintiseis: Cumpleaños

YoonGi POV.

Mi madre sí que ha organizado una fiesta enorme. Esto del matrimonio de YoonJi la tiene en extremo emocionada, se pondrá insoportable apenas sepa lo de JiHyun. Han pasado cinco días y sigo sin asimilar la noticia. Es decir, sigo esperando que sea una puta broma aunque se perfectamente que no lo es. Mi lobo está gustoso, lleno de energía, completamente dispuesto a cumplir cualquier cosa que pida mi omega. Ahora entiendo porque me he sentido más atento hacia él cuando incluso no quiero ni acercarme. Es demasiado difícil, más lo es si pienso en JiMin. No me habla, no contesta mis mensajes y buscarlo personalmente no ha ido como esperaba. Me arrepiento tanto de lo que pasó. Definitivamente no ayudó en nada que le haya devuelto el golpe. Tampoco ayuda el que él fuera el único con un moratón en la cara.

Miro mi reflejo en el espejo de mi antiguo cuarto, el traje negro me hace sentir extraño. En mi cara se empiezan a notar las consecuencias de cinco noches de nulo sueño. Había olvidado lo que era sufrir pesadillas, el tiempo al lado de JiMin desde la marca fue tan pacífico, como si el hecho de estar unidos fuera la cura para mi afección. Ahora que esto ha pasado resulta lógico que los terrores vuelvan. Extraño a JiMin, me pregunto si él estará aquí. Supongo que al final no vendrá, yo haría lo mismo en su lugar. Abren la puerta y YoonJi aparece ahí con un elegante traje compuesto por unos pantalones holgados, tanto que parecen una falda, una camisa blanca entallada y un saco de mangas abiertas. Jamás he visto a mi hermana tan femenina y hermosa como hoy. Me quedo sin palabras.

- Ya se. - Canturrea ella mientras entra a paso seguro, viniendo hacia mi. - Estoy impactante.

No tengo como negarlo, menos con el trabajo de maquillaje que le han hecho. Se ve increíble. Una noche especial lo amerita.

- Felices treinta y uno. - Dice y me toma en un abrazo, riendo melodiosa y muy alegre.

La tomó por la cintura y dejó que apriete sus brazos alrededor de mi cuello. Recargo mi mejilla sobre su oído y no recuerdo cuándo fue la última vez que me aferre a mi hermana de esta manera.

- Felices treinta y uno. - Repito muy bajo, apretandola com más fuerza.

Ella suspira feliz y se aparta lentamente de mi, observandome un momento. Hace una mueca y entrecierra los ojos.

- ¿Estas bien?

No, YoonJi. No estoy bien pero incluso tú que has estado conmigo desde el principio de todo no podrías comprender lo que me pasa. Por eso aunque quiero hablar no tengo opción más que poner la mejor de mis caras y mentirte.

- Claro. - Sonrió para ella en tanto pienso que si hay una cosa que le puedo contar por lo menos. - Hay algo que debes saber... JiHyun está embarazado.

Y ella deforma su rostro de la más pura sorpresa, apunto de gritar. Ojalá yo pudiese sentirme así, ojalá ella pudiese sentirse como yo y entenderme un poco. La detengo y le hago callar, explicando que lo diremos más tarde, cuando estemos listos. Ella promete guardarme el secreto pero espera que la sorpresa no pase de esta noche. Le digo que lo haremos, solo necesitamos tiempo, yo necesito tiempo. Pero ella no lo nota, ella no entiende por qué se lo he dicho, no pienso insistir para que me comprenda un poquito, es mejor si lo sigo guardando para mi. YoonJi me sonríe y me pregunta si estoy listo para la fiesta, le digo que si y salimos juntos con dirección al salón que tenemos en medio de uno de nuestros jardines. La gente apenas nos ve no deja de felicitarnos. Nos hacen platica y preguntan un montón de cosas estúpidas cuya respuesta es obvia. La formalidad de estos eventos es lo que mata mis ganas de celebrar, justo como está pasándome ahora. El gozo me vuelve un segundo cuando alguien llama a YoonJi y la felicita. Me giro hacia ellos y también recibo un gesto de felicitación de su parte.

La herida de su barbilla está casi curada y se nota muy poco ya. Mi corazón vuelve a la vida que no sabía que había perdido hasta ahora. Se que el me siente y es triste que esté bloqueando el enlace con tanto esfuerzo para negarme el sentirlo a él, tal como ha venido haciendo estos días. Quiero abrazar a JiMin pero se que no puedo. Le agradezco por estar aquí pero no le toma importancia, solo se despide de mí y de mi hermana, a ella con una sonrisa amable, a mi con suma indiferencia.






JiMin POV.

La música de piano y cuerdas suena durante toda la cena. La comida está bien pero no me sabe, ni el licor ha sido tan insípido como ahora. Pasa el rato y según entiendo hay una noche de caza para antes de la medianoche, como alfa se supone que debería participar pero creo me iré mucho antes que eso. Sinceramente no se ni para qué vine, no se que esperaba que pasara en una fiesta así de grande donde un mar de ojos están ahí para vigilar. En la pista hay gente enfrascada en un baile de salón muy lento y elegante, baile donde mi hermano sostiene las manos de YoonGi y recarga el rostro en su pecho. Trato de no mirarlos pero mi voluntad está por los suelos hoy, todo en mi esta mal.

Me paro en busca de un trago más fuerte que el champán. Solo necesito relajarme un poco, solo eso. La música se detiene y todos giramos a donde está el pianista. La madre de YoonGi pide un aplauso por tan hermosa música y los presentes respondemos palmeando nuestras manos. Después de eso la mujer pide silencio y empieza un discurso de lo hermoso que es ser madre y ver crecer a tus lobeznos día tras día, viendo como pasan de lobatos a lobos. Pura mierda sinceramente. Ella felicita a sus hijos por el cumpleaños y toma a YoonJi para darle el micrófono. La alfa agradece nuestra presencia y entonces llama por su omega, quien se acerca sonriente para darle un beso. Un anuncio importante, ambas se han comprometido.

- Porque quiero pasar el resto de mis días con el único amor de mi vida. - Dice la pelinegra mientras toma la mano de la que ella denomina su hermosa ojiazul.

Ahora entiendo porque es tan grande esta celebración, por eso tanto preparativo e insistencia por confirmar nuestra presencia en el evento. Un compromiso lo debe saber todo el mundo. Todos corean una felicitación y yo aplaudo para no verme grosero aunque realmente no me importa. Pienso que sus discursos terminan pero vaya que me equivoco. JiHyun le susurra algo a la madre de los alfas y esta le permite tomar el micrófono. No puedo creer que vaya hacerlo. Pero lo hace. Hay un bebé en camino y toda la puta gente enloquece. Por instinto miró a YoonGi y sus ojos ya están sobre los míos. De verdad, no se que hago en este maldito lugar de porquería. Me trago lo que queda en el vaso y me doy la vuelta, dispuesto a perderme en cualquier parte de la ciudad. No quiero saber ya nada de nadie, ni secretos, ni sorpresas ni promesas de amor. La señora Min dice algo sobre su hijo, no se que es pero me importa un carajo. No quiero nada de eso en mi vida. No quiero pero me detengo. Las piernas me tiemblan y mi corazón responde al sonido del piano. La emoción sobre mi piel me frustra los planes de largarme y contra eso me hace voltear para verlo sentado frente al instrumento de blancas y lisas superficies.

¿Desde cuando la ha aprendido?

Sus dedos acarician con gracia cada tecla, llenandome los oídos y el pecho de tranquilidad. Lo escucho por él pero también por mi. El inicio es tranquilo con un poco de nostalgia al fondo pero después suena la alegría por todo el salón. Y su enlace vibra junto a su sonrisa. El no me ve pero sabe que yo si a él, porque inconscientemente así lo he permitido. La canción tiene altos y bajos, felicidad pero también mucha tristeza. Como nuestro amor que no puede ser pero que aún así decidimos mantener. Hay miedo en esas notas pero también esperanza. Una promesa eterna que él toca por y para mi. Una melodía y un momento que es sólo nuestro. Son los nueve minutos más tristes de mi vida pero también son los más felices. Porque en cada acordé siento el latir de su corazón como si fuera el mío. Y se que las cosas están mal, también se que habra mucho que deba sacrificar. El dolor será una constante de hoy en adelante pero nos dolerá juntos y aunque nadie pueda entenderlo, eso para mi, es mucho mejor que nada.


















Después de todo decidí quedarme hasta la cacería. Solo hay dos presas en juego, una por cada festejado y además la dinámica es individual. Sinceramente solo estoy vagando por el bosque, dejando que mis patas me lleven a donde sea. No conozco este lugar así que igual me muevo lentamente. Si atrapó o no un ciervo me importa poco, solo estoy pensando. Atrapado en mi mente noto ligeramente el pisar de las hojas, me pongo alerta y me giro.

Sus ojos jamás me han parecido tan hermosos como hoy y el pelaje negro que refleja el brillo de la luna solo acrecienta su belleza. La verdad es que no me acerco y sólo dejó que el venga hacia mí. Y no advierto lo que viene después porque simplemente es algo que YoonGi jamás en su jodida vida de alfa haría, porque se considera sumamente humillante, pero él lo está haciendo. Se inclina delante de mí, bajando sus orejas y mirándome desde el suelo, chillando suavemente y en espera a que yo le responda. Como estoy muy impactado no lo hago y él lo toma como si su gesto fuera insuficiente. Así que se gira sobre su lomo, mostrando su abdomen y cuello, arrastrándose por la tierra hasta quedar bajo mi hocico. Sus pupilas titilan mientras produce más lloriqueos de perro, mitad sollozo mitad aullido. Me inclino un poco hacia él bajando mi hocico y el se alza lentamente, saca la lengua y lame donde se supone tengo el moratón que su puño me ha hecho. YoonGi me está pidiendo perdón de la manera más sincera que conoce, se que él no haría esto por absolutamente nadie y eso me conmueve.

Bajo para quedar a su nivel y me hecho sobre mi panza dejando que el siga con su tarea de consentirme. YoonGi bufa quedito y muy suave demostrando lo feliz que esta, no hace falta eso, el enlace me lo dice todo. Yo me quedo quieto con los ojos cerrados, relajado como si fuera una esfinge, permitiendo que el continúe limpiando con plena libertad todo mi pelaje, pasando su áspera lengua detrás de mis orejas y cuello. Sintiéndome amado.






YoonGi POV.

No he agarrado nada durante la caza, un momento de paz junto al lobo de JiMin fue mi más grande regalo esta noche. Ya casi todos han vuelto y empiezan a vestirse su ropa. Con mi traje ya puesto voy de vuelta al salón, observando como JiMin camina delante de mí y en dirección a la salida. Más tarde iré a verlo.

Caminando una mujer me detiene y aunque no recuerdo su nombre se que la he visto antes. Por su aspecto deduzco que está por arriba de los sesenta años, tal vez sea una amiga de mamá. Ella me felicita y me agradece por la invitación. No soy muy bueno para entablar conversación con gente mayor con quien nunca he hablado así que le sigo la corriente y me aparto de ella lentamente. Mi mejor pretexto es que aún falta el pastel y debo darme prisa para que mi madre no se ponga como loca.

- Así que al final terminó así, no creí que pasaría. - Dice ella llevándome a la confusión, me sonríe suavemente y me señala. - Deberías rociar un poco de neutralizante, llevas su olor en tu piel.

Dice eso y se va dejándome parado aquí sin saber cómo lo ha sabido, totalmente aterrado. Intento hacer memoria y mi esfuerzo da frutos. Esa mujer es quien mi madre ha ido a ver para la lectura de mi destinado, la vieja bruja que me metió en este matrimonio con JiHyun.

🌺🌸 C-5 🌸🌺

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