JiMin POV.

No he dormido durante toda la noche, solo estoy observando la ciudad con los pies descalzos, envuelto únicamente con la toalla del baño a la cintura. No he mirado la hora pero el cielo tornándose de color violeta me dice que está a nada de amanecer. Estoy inquieto, quisiera un trago pero el hecho de salir de mi cuarto para ir al mini bar me tiene sumamente nervioso. Una gota de agua se desliza por mi espina dorsal. Después de tres duchas finalmente me he quitado todos sus olores de encima aunque las sabanas son una historia distinta. Solo han pasado unas horas y aun así cada imagen sigue fresca. El tacto de sus manos sobre mi cuerpo, sus labios y su sexo, todo hace que me estremezca. Sigo preguntándome cómo ha podido suceder este infortunio y lo único que viene a mi mente es el recuerdo de mi tirando del brazo de YoonGi, acercándome a sus labios, correspondiendo su beso. Esto es irreal y aun así se que sucedió, por más que quiera no lo puedo negar, ninguno de los dos puede.

Me siento en el borde de la cama, frotando mi rostro e intentando convencerme que debo olvidar esta porquería. Pero mientras más intentos realizó sigo trayendo más momentos a mi cabeza. ¿Como he hecho todo eso maldita sea? Ni estando garrafalmente ebrio sería mínimamente justificable ¿Como pude? Y con él, con el desgraciado de Min, un alfa al que detesto. Con el esposo de JiHyun, el destinado de mi propio hermano. Otro alfa como yo. Soy una mierda, un pervertido, una aberración. Me tiró de espaldas a la cama, sintiendo todo mi valor como persona devaluarse hasta no ser nada. Siento pánico de que alguien sepa. Nadie puede enterarse pero si lo pienso bien es imposible, Min y yo somos los únicos que sabemos lo que hemos hecho y dudo realmente que él sea quien nos delate algún día. Es obvio, este es un secreto, suyo y mío. Ni siquiera es algo que se deba hablar, simplemente no está a discusión. Se omite por obviedad.

Pensando esto escucho pasos fuera de la habitación eso junto algo que se arrastra por el suelo, seguido a eso la puerta que se abre y cierra dos segundos después. Entonces mis hombros se relajan y me siento descansar, suspirando en tanto miro el techo. Un momento de tranquilidad en medio de este desastre. Sigo mirando hacia arriba recordando que en hora y media sale el vuelo. La maleta ya la tengo lista y la ropa que he de ponerme también. Solo tengo que esperar el tiempo suficiente para irme. Quiero creer que YoonGi se ha adelantado con el único fin de evitarme e increíblemente no puedo estar más agradecido por eso, que él esté tan de la mierda como yo me alivia muchísimo. Arrepentimiento y vergüenza, sin duda son las emociones específicas que corresponden a la situación. No debería sentir otra cosa, esa es la verdad y por eso bloqueo todo lo demás.

YoonGi POV.

La señorita Cha no ha hecho preguntas y esta bien pues su trabajo sólo es seguir las órdenes tal como yo las indico, sin objeciones ni inflexiones. El avión ya está listo así que bajó del auto para abordar en tanto mis empleados se encargan del equipaje y cualquier otra cosa agregada. Me siento no cerca de la cabina pero tampoco al fondo, sino en la parte media de la fila de asientos izquierda. Falta un rato para despegar así que sólo espero, moviendo el pie de arriba abajo. Los minutos pasan lentos y rápidos. Lentos porque quiero irme ya, rápidos porque el corazón me late a la incertidumbre de la inevitable llegada de Park.

Como si fuera una jodida broma el móvil suena, iluminandose con el nombre de JiHyun escrito en la pantalla. No quiero contestar pero algo que no comprendo me lleva a hacer lo contrario. Atiendo la llamada y el omega me bombardea con un montón de cosas a la vez. Pregunta si mi vuelo está pronto a salir, si cuando vuelva deberíamos almorzar juntos en algún restaurante de la ciudad y si he comprado los obsequios que me ha pedido. Igual me desea suerte durante el viaje y dice estar esperando con ansias a que vuelva, anunciandome que ya ha dejado los supresores en definitiva. Me cuenta algunas cosas más, muchas tonterías que no me importan pero me obligo a mantener el oído pegado al auricular cuando escucho al piloto y a los guardias saludar al señor Jeon, quien obviamente no viene solo. Antes de darme cuenta inhalo y toda su fragancia me llena el pecho. JiMin pasa a mi lado causandome un escalofrío y se sienta hasta al fondo, en la hilera derecha, dándome la espalda.

JiHyun sigue hablando y le respondo como puedo mientras observó a su hermano quitarse el saco y las gafas con suma elegancia, como si en realidad nada de esto estuviese pasando, como si nada le importara. Y pensar que él está tan bien después de lo sucedido solo provoca que me moleste más conmigo mismo, por darle tanta relevancia a algo que simplemente debería ignorar y olvidar. Pero no puedo porque entre más me digo que sencillamente debería seguir con mi vida como siempre lo he hecho más pienso y lo visualizo frente a mi. Su rostro y su cuerpo, un amarillo de finas fibras y un verde de miradas intensas. Es aberrante y repugnante. He cometido un acto deshonroso de suma vergüenza y marginación social, y a pesar de todo eso simplemente no puedo dejar de pensar en él mientras una extraña sensación aflora bajo mi piel.