Narrador omnisciente:

Megan oía una voz en la lejanía. Quería moverse pero no podía, haberse comunicado con su madre para enviar las coordenadas de su ubicación por medio de las runas de Odín le costaba un gran gasto de energía. Tenía frío en parte por la herida en su pecho y también por las continuas cantidades de agua que lanzaban y la mantenían húmeda, despierta. Se sentía algo drogada y demasiado expuesta.

Agitándose, intentando recuperar la movilidad se percató de que estaba
atada... eso explicaba muchas cosas, pero ¿cómo si hace un rato estaba débil sin embargo tirada en el suelo, ahora se encontraba con cada mano atrapada en cadenas?

La cabeza echada hacia atrás permitía que la luz potente del sol la iluminara y pese a que quiso abrir los ojos nuevamente, al intentarlo esa luz le afectó. ¿En qué tiempo la habían drogado? Se encontraba tan débil que después de dos latigazos perdió el conocimiento y les dio el lujo de drogarla.

— Levanta la cabeza, estúpida. —ordenó Ryan.

Tenía la boca adormilada y sabía perfectamente que la habían drogado, eso fue más que una confirmación y que además estaba atada sobre la cubierta metálica y fría del auto de ellos. Los brazos extendidos a los lados y las piernas abiertas.

— Suél... Suéltame... maldi... maldito tra... traidor... —murmuró intentando vocalizar lo mejor posible.

Sus músculos se despertaban poco a poco, eso ya era un avance.

— De... Deja los... jue... guecitos Ryan... y explí... explícame que coño... quier... quieren conmigo...

El lobo se echó a reír.

Megan se esforzó un poco para ver su rostro. El suelo empezó a delinearse mejor, un suelo de tierra roja y muchas piedras y plantas, el mismo paisaje de hace un rato. Alzó la vista y vislumbró el rostro demoníaco de aquel traidor.

Megan aún portaba los vaqueros negros que cubrían de las rodillas hacia abajo unas piernas fuertes, pero ahora sin embargo, indefensas y en muy mal estado por tantos golpes. El torso desnudo tintado con manchas enormes de sangre por doquier que empapaban la tela y los brazos abiertos, atados a cada lado.

— Ve... Vendrán a... a por... ti...

El rostro de ella estaba teñido de sangre y lleno de cortes.

— Sí, piensa en ello. Tendrás tiempo para hacerlo una vez te mande al inframundo.

— Ya qui... quisie... quisieras...

James salió de la nada, se giró y le dio un puñetazo en el estómago. La morena expulsó el aire bruscamente y se quedó lívida, apenas podía mantenerse despierta. Le agarró el cabello para levantar su rostro y lo miró con los ojos encendidos de rabia.

— Ni una palabra más, ramera. ¿Me has oído? Te clavare otra daga, pero esta vez en el corazón si vuelves a abrir la bocota.

Esta se mantuvo firme, sin embargo no habló nuevamente, frunció los labios.

— ¿Qué quieres de mí? —preguntó aquella guerrera de rostro frío como el hielo, ya estaba recuperando el aire.

— Ya te lo dijimos, Meg. De ti solo deseamos el pasaje perfecto para ser los favoritos de Loki. Él único objetivo de que estés con nosotros es adelantar el Ragnarök y cobrar una muy antigua venganza.

La azabache gritó tratando que la escucharan, sacudiéndose e intentándose salir de ese amarre esta vez metálico con puntas de acero tan finas como lacerantes, por ello a cada tirón su carne sufría nuevos desgarros. Ante tal reacción, James golpeó brutalmente a la oji azul.

Megan, que escupía sangre por el labio partido, miró de reojo a su atacante. Un lobezno sacó la misma daga ensangrentada de la parte trasera de su pantalón y le puso la punta dos centímetros por debajo de la yugular y esperó a que ella misma se obligase a serenarse enseguida.

— Ryan, Dennise posiblemente se esté muriendo. Estás tirando tu familia a un camino sin retorno. No hagas esto, aún no es del todo tarde para entender que esto está mal y que Loki solo los engaña para sus propias necesidades y deseos, luego que esto acabe no cumplirá su palabra.

— Mira mocosa, estoy cansado de ser el líder justo al cual no se le ha facilitado nada —contestó llanamente— Piensa un poco. Los humanos se niegan a ver el proceso y los planes que tiene nuestro salvador para ellos, todo por... Odín. Él creó a la humanidad simplemente para que fueran un juguetito de los dioses allá en el Asgard y a nosotros nos ha condenado a vigilarles de por vida. No vale la más mínima pena.

— Desde el principio de los tiempos Odín a estado profesando falsas promesas, unas a continuación de otras y aún así tiene la osadía de nombrar a nuestro salvador el dios de las mentiras y los engaños... cuando en realidad ese es él. —añadió James embelesado.

— Este mundo necesita un cambio de rumbo, porque el ser humano en sí vive en su propia esfera de egoísmo y codicia. Ustedes mismos han transformado un planeta tan hermoso y lleno de vida en un lugar nauseabundo, con un ciclo repetitivo de enfermedades, guerras y autodestrucción. Esta maravilla que se les fue otorgada solamente sufre a manos de sus imbéciles ideas de grandeza, es increíble que un depredador animal tenga mucha más gracia que ustedes y llegue a convertir la muerte en un deporte en el que solo sobreviven los fuertes. —replicó el hombre de pelo negro.

— ¿Así que lo que quieren es acabar con la humanidad?

— No —sonrió James interrumpiendola y dejando ver que su rostro reflejaba una gran falta de cordura— Mejoraremos la raza... seguiremos el trabajo que inició Wells, o simplemente crearemos un ejército digno de guiar a esta gentuza.

— No eres Odín como para tomar las riendas de la situación, tu también eres un simple mortal con una mente más podrida que la de cualquier asesino. —exclamó la morena.

— No, no soy Odín... pero colaboré con Wells durante un tiempo y él me dejó a cargo de esta organización, ofreciéndome también en bandeja de plata a su hijita... —soltó burlón mientras observaba a Liana en el suelo con una convulsión tras otra, producto del ataque de la arqueóloga.

— ¿Ella es... es la hija de... de Leonard Wells? —preguntó una Megan muy confusa.

— Ajá, y no solo eso... también es tu tía querida. Su padre era un gran científico visionario, pero el estúpido de tu padre y su moral de hombre perfecto no lo aceptaban.

Se inclinó y observó el rostro cansado de su víctima. James posó sus ojos casi blancos en el cuerpo de la joven y le tomó de los cabellos, colocando sus manos en el rostro de ella, encajando el largo de sus uñas en su piel. La morena apretó la mandíbula ante aquel sentimiento de escozor y se tensó como si fuese un arco.

— Si deseas "arreglar el mundo", por donde primero debes empezar es por tu jodida cabeza. Asesinaste a hombres lobo, brujas, torturaste a vanirios y berserckers. No te importó si eran niños, ancianos o mujeres embarazadas. Tú y Leonard Wells son técnicamente mierda salida del mismo recipiente.

Megan le sentenció tirando de su amarre y la superficie del auto se agitó.

— No te ocultes tras esa máscara de querer mejorar el mundo. Si los dioses juegan y se entretienen con el destino de los humanos volviendolos locos, Loki y ustedes, malditos ineptos... lo hacen cada vez peor. Ese mentiroso te ha tentado y no te has podido echar atrás, ¿verdad? Haces todo esto por avaricia. Todo lo has hecho por avaricia —le escupió Megan.

— Yo trato de protegernos de un gran desastre, soy el heredero de esta organización y líder supremo de las fuerzas de nuestro salvador, respetame...

— Me vale madres James, para mí siempre serás equivalente a un saco de basura que el camión olvidó recoger, o posiblemente apestes tanto y el hedor llegue tan lejos que se nieguen a siquiera acercarse.

— ¡Zero Smith, mi nombre es Zero Smith y exijo que me respetes!

— Ve a exigirle a tus calzones que no se humedezcan del pánico cuando Damon aparezca y te quiera cortar los testículos.

— Debemos encargarnos de ti lo antes posible, sin la elegida los dioses no pueden evitar el final de los tiempos. Los nueve mundos deben renacer con un nuevo amanecer, no detrás de la sombra impuesta por los dioses y como portadora de la llave que comunica el portal divisorio de cada mundo, hay que acabar contigo.

— Cobardes genocidas, eso es un plan de locos...

La azabache trataba por todos los medios de zafarse, la sangre corría por sus pequeñas y menudas manitas, eso le dio una idea. Intentaría deslizarlas fuera de aquellas cadenas, suavemente hacia la derecha, un poco a la izquierda y debajo... ya tenía ambas manos fuera.

Estando consciente que si experimentaban con ella la humanidad estaría perdida, se armó de valor y corrió en dirección a la punta de la colina, dejándose caer para el río.

Ryan se puso en estado alerta al sentir el aroma de su hijo en el aire y decidió escapar de allí, utilizando a James como la carnada perfecta. De repente el cuerpo del canoso cayó a un lado en posición amorfa y su cabeza salió volando hacia otro, mientras hachas vikingas aparecían por todo el lugar.

Damon y Harry saltaron a por los lobeznos, al mismo tiempo en que los traidores corrieron a esconderse. 

— ¿Qué hacen ellos aquí? —gritó Ken aturdido y loco por cobrar venganza.

Miró de reojo a la castaña que allí estaba y corrió a infundir dolor de alguna manera posible. Harry arrinconó a los nosferátums, y Jackson mató a los otros dos que intentaban huir.

— Definitivamente, les brindó mis más hipócritas disculpas —les dijo rompiéndoles el cuello a los traidores.

Damon miró a todos lados buscando a su hembra que debía estar herida e indefensa, pero no había señales de ella... eso lo arrasó y dejó que el frenesí lo barriera. Se volvió loco al ver tanta sangre de su chica y no tenerla allí, se hizo más grande y mucho más tosco. El pelo le creció aún más, hasta la cintura, sus músculos explotaron y todo él estaba iluminado por una bruma roja que lo cegaba.

Cogió a dos lobeznos que intentaban taparle el paso y les atravesó los pechos con los puños, a un nosferátum le sacó el corazón. Les mordió para luego escupir los pedazos de carne al suelo y encima de eso clavar su mano en el estómago sacándoles todo. Tenía la cara salpicada de sangre.

Vio cómo Ken tomaba un puñal que casualmente olía a su mujer y se dirigía hacia Serena. De un salto se encaramó sobre él, lo empujó sin piedad y lo lanzó por los aires. El alfa siguió con la mirada su trayectoria y con la fuerza del impulso agarró la garganta de su enemigo y le atravesó el cuello con una de las ramas que descansaba en el suelo.

Le enseñó los colmillos alargados y con un zarpazo le rajó la garganta al bersercker traidor, mientras este se desangraba.

— Hola, imbécil —le dijo en tono burlón— ¿Sabías que por elegir el bando de Loki darás millones de vueltas en el infierno? ¿No esperabas que los encontrase, verdad?

Ken negó con la cabeza, aturdido por los golpes, con el cuello abierto y repleto de sangre.

— Gracias a sus errores, su estúpido dios no ganará esta batalla y Odín podrá salvar a los nueve mundos.

Ken intentó articular algo, pero fue imposible, Damon le arrancó el corazón y lo mordió con los ojos rojos echando chispas de odio hacia él. Dejó el cuerpo de ese traidor clavado en el tronco de un árbol, sin vida.

Estaba dando saltos muy altos, parecía que volaba y en lo único que podía pensar era en su kone. Los rayos del sol eran muy fuertes y aunque a él no le quemaban, temía que al monarca de los vanirios sí. Sin embargo este también se alzaba sobre aquel desmadre, buscando a su hija y la luz no le hacía daño.

— ¿Cómo es que tú...?

— Serena, ella es la causa de mi fuerza y siempre lo ha sido. No obstante, no soy un vanir como cualquier otro. —explicó el rizado observando detalladamente el lugar.

Él entendía muy bien las palabras del colmillos, Megan era no solo la causante de su sonrisa y corazón enamorado, sino que también le había regalado algo muy lindo y especial. Su cuerpo, su vinculación tan profunda le regalaba la posibilidad de salir de las tinieblas, ella lo alejaba de la oscuridad... esa morena era su sol.

La tierra bajo horas diurnas era muy peligrosa, ellos no debían salir de día y mucho menos crear ningún conflicto en esos horarios. El astro teñía todo lo que tocaba de vivos colores, y hablando de vida... debían percatarse si había algún humano cerca, quizás un alpinista o quién sabe.

— No te preocupes Kavanogh, ya los refuerzos llegaron. La pelea no saldrá de esta área boscosa. —le susurró el vanir.

Damon se sentía muy culpable de lo que sucedía, él accedió a dejarla subir sola a la habitación. No debió dejarla sola y desprotegida. Si no se daba prisa seguramente la acabarían matando por su descuido.

«¿Dónde estás Meg?» sopesó él preocupado.

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Significado de palabras en cursiva:

*Bersercker o aesir: son guerreros creados por Odín, forman parte de la definición de hombres lobo para los nórdicos.

*Vanirios o vanir: son guerreros de gran belleza, son los originarios creados por los dioses del mismo nombre "Vanir" y cuando son corrompidos por Loki se convierten en nosferátums perdiendo por completo su encanto y fortaleza única. 

*Kone: en noruego significa pareja.

*Madadh allaidh: en gaélico antiguo significa Bestias-lobo. 

*Asgard: morada de los dioses aesir.

*Ragnarök: batalla final en la que perecen los dioses y Loki acaba con Asgard, conocida como el fin de los tiempos.

Pd: La cursiva se utilizará para los diálogos mentales que entablara Alice con Megan y también para las palabras en gaélico antiguo y noruego para que conozcan su significado.

¡¡¡¡Holaaaa!!!!! 👋👋👋👋

¿Qué les pareció este capítulo?

¿Quieren saber qué pasará? 

Dicho esto, espero que hayan disfrutado de la lectura y ahora le den a la estrellita que sale al final de este capítulo, no se preocupen que por ello no les dará un calambre en su lindo dedito ;-)

Déjenme saber sus teorías en los comentarios que yo las leeré 😊🥰

No sean fantasmitas por fiss

Continúen leyendo😊😊😊❤️❤️❤️

GRACIAS POR TODO SU APOYO 🥰😘

Adiós, y nos vemos en otro capítulo. Cuídense mucho y besos💋💕