Capítulo #52
Narrador omnisciente:
Mientras abajo se iniciaba la reunión, Megan yacía tumbada en entre las sábanas de la cama de Damon. Lloraba por todo lo que le había sucedido, sufrió toda una vida por el amor de unos padres que no eran suyos.
— Malditos, malditos, malditos sean...
Sus lágrimas se desbordaban y ella solo quería desaparecer del mundo, por su culpa todos peligraban. Mael, Jackson y Damon lloraron la muerte de su hermana, una tragedia que nunca pasó y la azabache igualmente se sentía culpable. Estaba empezando a creer que la maldición recaía sobre su destino y no sobre el del alfa. Envuelta en tanta desesperación y tristeza, se abrazó a la almohada y cayó en su sueño profundo.
Ya pasadas unas dos horas y media, comenzaba a sentir pequeños latigazos en su sien. Algo estaba pasando, Alice, ¿sería la rubia tratando de hablarle? Ella se esforzó en incorporarse en la cama, doblar las piernas y tomar posición de loto, como vagamente le mostró Mael que podía hacer para centrar su energía.
Debido a todo lo que les pasaba, Megan no tuvo casi ni tiempo de practicar con el chamán del clan lobo, así que lo que planeaba hacer era un intento de invocación... el peli plata solía decir que era más fácil para canalizar energía y guiarla a un objetivo concentrado.
— Vamos Alice... —susurró la morena controlando pacíficamente su respiración.
La oji azul trataba de mantener el ritmo de sus latidos y guiarlos a un camino más lento, no sabía por qué razón lo hacía ya que no estaba en las prácticas de Mael pero confiaba en su instinto y este le daba las indicaciones muy claras como aquella vez en el bosque. Un suspiro, inhalar, exhalar... una, dos, tres veces. Su corazón se iba frenando por momentos sin embargo ella se mantenía calmada, no debía asustarse o fracasaría en la relajación, cerraba los ojos y caía acostada nuevamente, pero inconsciente.
¿Estaba muerta? No, estaba contactando con alguien, aunque no conocía bien con quién. Las imágenes de aquellos movimientos surgían como agua que se precipitaba por una cascada, sin control alguno y la guiaban en el arte de la magia blanca, las prácticas antiguas de los Vanir.
En la sede de Brujas, Bruselas:
Serena sintió un piquetazo, eso la despertó y una esencia extraña que chocaba con la suya la mantuvo en estado de alerta, dejó a Harry descansar en la cama y prosiguió a averiguar qué estaba pasando. Hizo uso del primer hechizo que la guió hasta su esposo años atrás cuando él trató de contactarla y explicarle el macabro plan de Leonard Wells.
Kitt, su gato y espíritu guardián se elevó instantáneamente formando un orbe de cristales negros, parecía un ónix solo que más grande y con ciertas cantidades de niebla emanando alrededor de la portadora. La rizada esperaba con una falsa paciencia y una preocupación poco disimulada.
«A estas alturas, ¿quién rompe la tranquilidad de los clanes? ¿Sería Loki nuevamente haciendo de las suyas?» pensó con sus sentidos tan sensibles y a flor de piel.
La castaña no podía creerse lo que pasaba y mucho menos estaba preparada para divisar a quien tendría enfrente. El tiempo se detuvo por completo cuando sus ojos verdes chocaron con aquella gran corriente de aire, la marca reluciente de sus muñecas brilló y una imagen se abrió paso en aquellos cristales disipando las tinieblas.
— Har... Harry... ¡Harry ven acá, rápido!
El Conde despertó preocupado por el grito de su mujer y corrió a su lado para contemplar la imagen más bella, esa que esperaron por veintiún años. Serena suspiró y las lágrimas brotaron acariciando sus mejillas, al fin podían verla, estaba contactando con ellos... su hija recordaba el ritual que trascendió por generaciones.
— ¿Hay alguien ahí? ¿Me escuchan? No sé para qué diablos hago esto, pero debe de tener algún sentido. —la azabache flotaba cubierta de una nebulosa muy oscura.
— Meg, pequeña, sigue mi voz...
— ¿Quién eres? —susurró a la nada buscando respuestas pero como aún no controlaba bien sus habilidades se le hacía difícil y se mareaba muy a menudo.
Una vez Serena la observó bien, se dio cuenta de que su hija ya no era una niñita, lo cual sería obvio. Megan era toda una mujer, hermosa hasta quitar el aliento e idéntica a su padre. La azabache era el puro retrato de Harry, sus gestos, la forma en que levantaba las cejas... no había duda de que era suya.
— Ha... Harry... es Megan, amor nuestra Megan está viva... —Serena se atragantaba con sus propias lágrimas, mientras caía al suelo sorprendida y él la tomaba en brazos confuso, pero alegre al mismo tiempo.
— Serena, nena concéntrate. ¿Acaso no quieres que regrese con nosotros? Megan debe estar queriendo decirnos algo.
Bastaron esas palabras para que la castaña alzara la cabeza de golpe y quedara atónita.
— Sí, sí... Megan cielo, ¿dónde estás?
Tragó compulsivamente y centró la vista en aquel lugar donde en un inicio comenzó a ver una luz irregular y sin sentido alguno, como una niebla algo difusa y un poco densa que ahora formaba una imagen perfecta de su hija perdida.
— ¿Quiénes son? No los conozco, ¿quieren matarme también?
— Megan ¿de qué hablas, quién quiere matarte? —añadió un Harry asustado.
La observó detalladamente haber si mostraba algún signo de que entendiera sus palabras pero parecía estar en un shock profundo. Estaba completamente confundida.
— ¿Cómo saben mi nombre...?
— Nosotros te lo pusimos —susurro nostálgico— Pequeña Meg...
«¿Ellos me lo pusieron? ¿Pequeña Meg? ¿Cielo? ¿De dónde me conocen estas personas? No entiendo porque estoy comunicándome con ellos.» Pensó la morena sin entender el porqué de aquellas palabras.
— Harry ve despacio, no nos recuerda... debe estar confundida.
Ella se tomó de los cabellos mientras unía las piezas del rompecabezas en su mente.
— ¿Harry Drakul y Serena Wells? ¡Ustedes son la bruja híbrida y el vampiro que mencionó la señora Bennet! ¡Son mis padres! —gritó y no supo cómo analizar todo lo que sucedía a su alrededor.
— Megan no te alteres, si te enojas, te entristeces o generas cualquier sentimiento demasiado fuerte este influirá en el hechizo y dejarás de vernos y por lo visto tienes algo importante que decir.
— ¡No me mientan! ¿Son mis padres? —Se sacudió nuevamente en el suelo.
— ¡No lo hacemos, cariño! ¡Atiendenos, joder eres igual de impulsiva que tu madre! ¡Sí somos tus padres! Tienes pequeños recuerdos reprimidos en tu mente, recuerdos de antiguas brujas, cargas con las enseñanzas de tu bisabuela, tu abuela y tu madre... por ello te sientes confundida.
— Yo... ustedes... ¿cómo?
— No pienses en eso ahora, necesitamos que nos digas por qué has contado con nosotros, dinos dónde estás... —replicó la castaña embobada por su hija.
— Estoy bien...
— Mei, ¿dónde estás? Danos una ubicación clara.
Ella se puso las manos en el rostro y comenzó a llorar desesperadamente, su padre y su madre, los verdaderos. Se preocupaban por su bienestar y eso la hacía sentir querida, siempre fue querida e importante para ellos.
— Meg tratamos en muchas ocasiones de comunicarnos contigo pero... no podíamos llegar a ti, estábamos conscientes de que fuese quien fuese la persona que te secuestró, te habían medicado y eso afectaría tus sentidos. —explicó el conde notando la falta de confianza por parte de la morena.
— He pasado por cosas horribles, pensé que... que mis padres nunca me quisieron...
— No digas eso... no ha habido un solo día que no te hayamos buscado.
— ¿Dónde estás? —volvió a preguntar el hombre de ojos esmeralda.
— Malditos hijos de puta… —La rabia de Serena comenzó a inundar su cuerpo y nublar su mente.
— Estoy en una casa en Gales, es una muy larga historia. Técnicamente estoy viviendo con el alfa de los berserckers y con los madadh allaidh —susurró consciente de que la escuchaban.
— ¿Los berserckers? ¿Por qué no han avisado de que estás con ellos?
— Recién lo hemos descubierto, yo... no sabía nada acerca de ustedes, no los conocía.
Megan cogió sus propias muñecas que comenzaban a arder, estaba rota del dolor y las tenía moradas por una marca que comenzaba a salir. Ella intentó apaciguar el escozor pero no lo consiguió. Perdería la conexión con sus padres si seguía así.
— ¿Por... por qué duele tanto? ¿Qué diablos es esto? ¡Aagh! ¡Quema!
En cierto sentido aquello les lastimaba profundamente, no podían estar a su lado y querían hacerlo.
— Cariño eso es la marca de iniciación, luego de ella... en unas noches tendrás tu conversión y allí sacarás los genes de tu padre. Ambos momentos son muy dolorosos y tu cuerpo sufrirá cambios abismales, no deben alcanzarte. Debes cumplir ese proceso antes que den contigo, para que cuando llegue el enfrentamiento no seas tan vulnerable.
— Juran que no me están mintiendo. ¡Jurenlo!
— Te lo juramos, pequeña. De... De... De...
— ¿De qué? ¿Qué pasa, por qué no los veo? ¿Mamá?
Lo siguiente los dejó estupefactos. Megan se había ido, ya no escuchaban sus palabras y su hija estaba en peligro.
Casa Kavanogh. Gales, Reino Unido.
— Megan, nonne escúchame. —la arqueóloga despertó de golpe y sus latidos se aceleraron para recuperar la vitalidad del cuerpo— Necesito que te centres en algo. ¡MEGAN!
— ¡Aag! ¿Quién mierdas te crees para gritarme?
— Soy Alice Kavanogh, la hermana menor de tu lobo y alguien que se está quedando sin energía. Por el paso que voy darán conmigo esta misma noche, por eso me urge que tú me encuentres primero que ellos.
— ¡¿Cómo has dicho?! —La oji lila le estaba poniendo un ultimátum a la morena y ella no sabía cómo reaccionar.
— Nonne, estoy utilizando mi cuarto análisis telepático. Solo me quedan tres más y no tengo suficiente chi para llevarlos acabo, te necesito, o soy loba muerta.
— ¡Genial! Mi vida desde que los conozco a ustedes se basa en muerte, peligro, más peligro, Loki dando vueltas por aquí y allá, miles de traidores y gente loca. En fin, al menos podrías darme un norte.
Los ojos de Megan eran entre púrpuras con tonos verdes fosforescentes ahora y completamente incendiados por la furia, sus sentimientos comenzaban a tomar control de su cuerpo y las muñecas continuaban doliendo.
— Te dije que no puedes dejar que las emociones te dominen. Debes permanecer neutral, solo así la conexión se mantendrá estable entre ambas y podrás divisarme.
— Estás igualita a mi padre. ¿Qué quieres que haga? No soy tú y no tengo ni la menor idea de hasta dónde puedo llegar.
— Apartando lo de que eres la mate de mi hermano y su chi te da habilidades o por lo menos evoluciona las que ya tienes, sí. Haré un sobre esfuerzo para abrir un portal por donde verás mi ubicación, la memorizaras y vendrás a salvarme el trasero.
— Ok, ok, adelante.
Un silencio golpeó la habitación del bersercker y la morena se levantó de la cama enseguida, ¿a dónde se fue la rubia?
— Alice, ¿dónde estás? Si no me dices, no podré ir a por ti y...
Ella levantó la cabeza y miró a su alrededor. La imagen del cuerpo iluminado y fantasmal de la oji lila había desaparecido y no quedaba ni rastro de la nebulosa brillante que la formaba.
— ¡Alice! No, no, no. ¡Alice, responde, dime que estás bien!
— Solo mira adelante —susurró cerca del oído de la azabache.
— ¿Adelante? —chasqueó la lengua— El portal.
Ella ahora ya no tenía enfrente una mujer rodeada de puro vapor de agua, sino una gran y enorme esfera que más bien simulaba un espejo. En este salía inscrito unos extraños códigos, sabiéndose que estas eran las runas de Odín y conformaban un mensaje, Megan memorizó todas y cada una aún presa del pánico.
— Relájate. Céntrate en tu respiración. Inhala. Exhala. Si dejas que tus emociones te dominen no podrás escucharme, y voy a desaparecer de nuevo.
— ¡Me asustaste! —contestó histérica mientras intentaba respirar profundamente para calmarse.
— Perdona, en sí no fue mi culpa. Estaba ahorrando fuerzas para el portal, ya tienes lo necesario y en ti como arqueóloga recae el significado de cada pieza.
Claro, en ella recaían muchas cosas. Desde la hora en punto que descubrieron de quien era hija, desde ese momento era más que obvio las dificultades venideras que debía soportar.
— Ven a por mí, nonne.
Comenzó a escucharse unos pasos a unos cuantos kilómetros de donde estaba oculta la rubia y de repente esta volteó hacia atrás y regresó la mirada a la oji azul, le quedaba poco tiempo.
— Megan, escucha bien. No me queda mucho tiempo, ya se están acercando y se que la conexión se romperá nuevamente en cuanto la adrenalina choque con mi cuerpo... pero te necesito ahora.
La morena tensó todo al sentir los últimos detalles de la marca formándose en sus muñecas, se las apretó aún más, estaban lastimandola y aún no comprendía por qué la necesidad de llevarla.
El pitido en sus oídos volvió aún más fuerte que antes, justo como cuando dejas la línea del teléfono descolgada y junto a ella, un silencio sepulcral. Había desaparecido, ya no podía escucharla y debía salir de allí de inmediato.
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Significado de palabras en cursiva:
*Bersercker o aesir: son guerreros creados por Odín, forman parte de la definición de hombres lobo para los nórdicos.
*Vanirios o vanir: son guerreros de gran belleza, son los originarios creados por los dioses del mismo nombre "Vanir" y cuando son corrompidos por Loki se convierten en nosferátums perdiendo por completo su encanto y fortaleza única.
*Álainn: en gaélico antiguo significa bella.
*Kone: en noruego significa pareja.
*Mei: en noruego significa no.
*Madadh allaidh: en gaélico antiguo significa Bestias-lobo.
*Bror: en noruego significa hermano.
Pd: La cursiva se utilizará para los diálogos mentales que entablara Alice con Megan y también para las palabras en gaélico antiguo y noruego para que conozcan su significado.
¡¡¡¡Holaaaa!!!!! 👋👋👋👋
¿Qué les pareció este capítulo?
¿Quieren saber qué pasará?
Dicho esto, espero que hayan disfrutado de la lectura y ahora le den a la estrellita que sale al final de este capítulo, no se preocupen que por ello no les dará un calambre en su lindo dedito ;-)
Déjenme saber sus teorías en los comentarios que yo las leeré 😊🥰
No sean fantasmitas por fiss
Continúen leyendo😊😊😊❤️❤️❤️
GRACIAS POR TODO SU APOYO 🥰😘
Adiós, y nos vemos en otro capítulo. Cuídense mucho y besos💋💕
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