Capítulo #46
Narrador omnisciente:
— No me vas a engañar otra vez, no lo harás…
— Nena... —Le acarició la cara y pasó hipnotizado su dedo pulgar por sus labios enrojecidos— Tu boca me mata lentamente. —La bruma roja apareció en su mirada y apretó todo su cuerpo contra el de ella, aplastándola contra la pared— Yo… no me gusta perder el control con nadie y tú eres como un calmante, además, luchas conmigo. Parece que el alfa eres tú, no yo. Puedes subyugarme.
Ella alzó los ojos y lo miró aturdida.
— Dime que no me mientes, por favor —Le tomó de la cara y le obligó a que la mirara a los ojos— Damon, no vuelvas a lastimarme —sollozo cansada— Yo...
Dejó caer las manos y sonrió como si lo que iba a decir era lo más evidente del mundo.
— Te entregué mi corazón el primer día que te vi en aquel bosque, aún siendo una niña estaba fascinada. No tuviste que hacer nada, solo guiarme. Nos reencontramos y pasó lo mismo, pese a que algo me decía que no eras confiable... mi corazón se entregó solo.
Una lágrima escapó de sus bellos ojos azulados.
— Me lo has pisoteado bastante y creo que ya es suficiente. No me digas cosas que no sientes y no llevarás a cabo. Si volverás a lastimarme y dejarme de lado mejor vet...
— ¡No! —rugió, y golpeó la pared haciendo que esta se quebrase— Llevo tiempo sin saber cómo tratar contigo, mi cabeza había estado luchando con lo que me nacía aquí —se golpeó el pecho con el puño— Todo porque pensaba que eras una traidora, luego de todo me rechazaste y ahora estoy más que seguro que no te quiero perder. Megan no te dejé ir porque si te sucedía algo, juro que me moría...
Desesperado, su boca cayó sobre la de ella con una fuerza brutal. Se veía completamente necesitado de su contacto, de su cuerpo, de todo lo que ella estaba dispuesta a entregarle. Intentó apartarlo, pero él no la dejó. La confinó entre la pared y su cuerpo caliente.
Sus manos enormes le recorrieron la espalda y bajaron hasta sus nalgas, se colaron debajo de la falda roja con franjas intercaladas entre verde oscuro y negro y las sujetó. El calor de sus palmas traspasó la tela de su ropa interior no muy cubierta. Megan gimió y él copió su gesto.
Le introdujo la lengua en la boca y después de comerse el uno al otro, Damon cortó el beso para recuperar aire.
— Tócame, princesa... quiero sentir tus manos, tus mimos... —le pidió, cogiendo sus pequeños puños apretados por el miedo que todavía mantenía a cada lado de sus
caderas, y se los colocó sobre los hombros y el pecho, rogándole que fuera cariñosa con él.
Ella lo miró con los labios hinchados por sus besos, sus ojos azul relámpago se encendieron, sus puños permanecían cerrados por la indecisión y continuaba con la espalda apoyada en la pared. Tenía miedo de entregarse a él otra vez y que todo fuera una mentira.
Damon lo entendió y lamentando todos sus errores se dejó caer de rodillas ante ella, como en más de una ocasión había pasado. La joven respiraba agitada y nerviosa. Bajó la mirada lentamente y lo vio a él vacilante por primera vez. Ese hombre inmenso y poderoso estaba inseguro.
— Meg… perdóname, por favor. —Se abrazó a ella, rodeando sus piernas y
hundiendo el rostro en sus muslos, frotándolo con la nariz y permitiendo que su aliento alcanzara sus bragas— Perdóname por todo.
Le ardían las manos por tocarlo, y no lo soportó más. Abrió las manos, alzó una temblorosa, y se la puso sobre su melena, luego colocó la otra y le acarició. El bersercker levantó la mirada incrédula, esta vez llena de rojo deseo y de necesidades poco humanas.
Megan se quedó hipnotizada con sus largos colmillos que asomaban entre los labios.
— Dime que serás solo mía, dime que estarás conmigo para siempre... —le ordenó él asegurándose de que ella aceptaba estar a su lado y ser su mate— Dime que me eliges a mí.
— Sí, Damon. Te he elegido hace mucho tiempo.
El bersercker se movió rápido, le deslizó las manos debajo de la falda y le arrancó las bragas. Ambos estaban muy excitados. Damon subió la tela y se la aguantó con los antebrazos sobre el vientre.
— ¿Quieres hacer el amor conmigo? —le metió la lengua en el ombligo y
jugueteó con él— ¿Esta vez sí?
— Sí.
— Nena, no voy solo a masturbarte —gruñó él besándole la cadera— Esta vez lo quiero todo de ti, ¿entiendes eso?
Megan tembló cuando la boca del alfa se ubicó en el interior de sus muslos.
Primero le mordió uno suavemente, y luego le hizo un chupetón en el otro. La morena lo agarró de la cabeza y tiró de él para apartarlo y obligarlo a que la mirara.
— Puedes hacerme lo que quieras, siempre y cuando seas cuidadoso conmigo, eso que tienes allí no es normal.
Los ojos del aesir enrojecieron por completo y sonrió como un depredador.
— Oh Meg, tendré toda la paciencia y el amor que necesites —Le acarició con los dedos la entrepierna— Eres mi diosa —Sonrió acariciando con
la nariz su entrada— Me gustas mucho.
Ella cerró los ojos y apoyó la cabeza en la pared. Estaba hiperventilando.
— Mineadh —susurró él.
Se inclinó sobre el sexo de ella, lo abrió con los pulgares y se lo comió. La lengua de él la acarició de arriba abajo, de dentro hacia fuera e hizo los mismos movimientos mecánicos una y otra vez. La ojo azul temblaba, temblaba de gusto como respuesta a ese gesto.
Ella era ultrasensible y la lengua del alfa lo sabía. En ese momento solo existía la boca del bersercker. Damon gruñó y la mantuvo quieta con sus brazos. Los labios succionaron ligeramente y la azabache estaba abierta, a punto de correrse.
Se le cortó la respiración a la arqueóloga cuando él volvió a por más e introdujo la lengua otra vez en su interior, como si ella fuera un helado y él un niño hambriento. A Megan la volvían loca los gemidos de él. Ronroneaba y gemía mientras la saboreaba y entonces, en una de las
incursiones más largas, una que la enloqueció, ella se tensó, y simplemente explotó arqueando la espalda.
— Así es nena, sí...
Damon rió orgulloso mientras seguía chupándola y la mantenía cautiva de sus brazos. Ella estuvo a punto de deslizarse hasta el suelo sin fuerzas para sostenerse, pero él la cogió en brazos y como su instinto tenía un radar bien desarrollado, la colocó sobre la meseta más cercana. Allí sentada lo abrazó sin querer soltarse, respirando con dificultad, intentando recuperarse del clímax.
Damon sonrió enternecido y la apartó ligeramente para retirarle el cabello de la cara sudorosa y enrojecida. Llevó sus manos a la falda y la rasgó de arriba abajo al igual que la blusa que traía puesta, dejándola desnuda
sobre aquella meseta de mármol.
— La ropa te quedaba linda —Ella lo miró con ojos asesinos— Pero desnuda te ves aún más hermosa —le dijo pasando las manos por la espalda suave y elegante de la chica, acercándola a él y colocándose entre sus piernas.
— Malo, otra más que rompes. Tendrás que comprarme ropa —contestó colando las manos por debajo de su camiseta blanca, descansando sobre su pecho después de sentir el verdadero éxtasis— Te has vuelto loco al verme sobre esa moto.
— Después te haré el amor encima de ella.
— Mmm... que bien suena eso —Le susurró lamiendo el lóbulo de su oreja— Estaré esperándolo...
— ¿Ansiosa? —Alzó una ceja.
— Más de lo que puedes imaginarte —Se lo dejó muy claro, con los ojos
impregnados de deseo y lujuria.
— Te prometo que no te haré más daño. —La cogió de la cara y acarició sus mejillas con los pulgares, la azabache no hablaba de ello pero él sabía que aún le dolía— Me lastima pensar que hace unas horas volví a romper mi promesa. Ahora quiero calmar y lamer cada una de tus heridas.
La besó en los labios y en la frente a modo de respeto y luego se frotó intensamente contra su entrepierna, haciéndola partícipe de ese calor abrazador que lo quemaba. Ella lo aceptó y gimió.
— Quise degollarte en ese momento, pero ahora solo quiero saborearte. —¿Desde cuándo su apetito sexual era tan intenso? Menuda revelación— Poco a poco.
Damon sonrió y masajeó sus senos. Era relajante y excitante a la vez tenerla para él solo.
— ¿Estás asustada, álainn? Esta vez la vinculación no será como la anterior, habrá sexo de por medio y conjunto a eso mi cuerpo te reconocerá como mi hembra y mi instinto animal tomará el control. Sufriré algunos cambios —clavó su mirada en ella— ¿Es pronto para ti? Eres humana, y no quisiera hacerte daño, pero mi instinto te ha elegido y los dioses deciden emparejarnos en esta luna llena. ¿Tú estás de acuerdo?
— Si termino en el hospital, ya tendrás que darle una explicación coherente a Aldo.
Damon frunció el ceño.
— No terminarás en un hospital. —Se encogió de hombros y le acarició el pecho con concentración— ¿No crees que es muy poco tiempo de conocernos?
— Ya no me cuestiono si es o no mucho o poco tiempo, aprendí de tu hermana que con ustedes no sirven las horas, ni los días. El tiempo no es relevante, solo sus instintos. Ahora ¿Tú estás de acuerdo con esto? —replicó ella alargando las manos hasta el cinturón del pantalón sin perder
el contacto visual.
— Nos amamos, nos atraemos sexualmente. Ahora solo debemos preocuparnos de eso, porque ya nuestros instintos eligieron. Te lo digo así porque mi corazón es todo tuyo, entiendo que para ti, que la vida te ha dado tantos golpes has aprendido a no mostrar debilidades, reconocer que había algo más que atracción... pero ya sabes que no es solo eso —Se quitó la camiseta y la tiró al suelo— Eres adictiva, ¿lo sabías?
— ¿Soy tu droga? —le tembló la voz.
— Solo mía.
Damon se cernió sobre ella y se colocó entre sus piernas. La agarró del pelo y le echó la cabeza hacia atrás.
— Eres la persona con quien deseo pasar la eternidad.
— ¿Entonces esto va en serio? —preguntó insegura, con la cabeza echada hacia atrás.
— Quiero todo contigo... —Lamió su cuello— Eres única... —suspiró— Y eres mía. Mía para hacerte ver las estrellas. —Tiró del cuero cabelludo con dominación— Mía para protegerte y para cuidarte, mía para
compartir contigo todo lo que tengo.
Damon se liberó de los pantalones. Llevó los pulgares al bóxer del mismo color de la camiseta que llevaba y comenzó a deslizarlos.
— Haber... —Se detuvo— ¿Quieres quitármelo tú?
— ¿Yo...? ¿Yo te los... te los quito...?
Damon asintió, se agarró a las caderas de la morena sin dejar de mirarla y estuvo a punto de aullar cuando ella rozó intencionadamente su erección con la punta de los dedos. Bajó el elástico y su pene saltó sobre sus manos, grueso, oscuro, venoso y pesado, como león que salía de su jaula.
— Te dije que eso no era normal —lo tocó con delicadeza.
El alfa gimió ante su mirada y su roce, por ello le retiró la mano a la azabache, de no hacerlo aquel encuentro no iba a durar nada y el se correría en ese preciso momento.
Aprovechó para sacarse el bóxer por los pies y darles una patada rabiosa alejándolos de allí. Agarró a Megan por debajo de las rodillas y la abrió completamente para él. Ella soltó un grito por la impresión y brincó.
— Tú… tú realmente me amas, ¿verdad? —afirmó ella tragando saliva, expuesta ante los ojos del alfa.
— Nena, el amor para nosotros es una medida que se queda muy pequeña. Lo nuestro va más allá de lo humanamente entendible.
Ella ya no podía ocultarlo, estaba enamorada de él, había un sentimiento de verdadero amor.
— ¿Me crees? —prosiguió cubriéndole los pechos con las manos, amasándolos y pasando los pulgares por los pezones.
Ella estaba enamorada de él, lo sabía. Ambos lo sabían.
— Sí, te creo. —contestó cubriendo sus manos con las suyas.
Sus miradas se encontraron, sabiendo que iban a exigirse más, que su relación no iba a quedar en las peleas habituales. Megan entendía que el alfa no estaba preparado para decirle un "te amo" todavía, pero sí que estaba preparado para decirle con su
cuerpo lo que no sabía decir con palabras.
Él se inclinó sobre sus pechos y sustituyó las manos por la boca y la lengua. Sometió a la azabache a una dulce tortura, y ella respondía encantada. Damon era lento y meticuloso con lo que hacía, no dejó ni una parte de sus senos por besar o mordisquear.
— Creo que me puedo correr de nuevo si sigues haciendo eso —dijo ella agarrándolo de la cabeza.
Él sopló sobre un pezón para perturbar aquella sensación más que para aliviarla y luego lo retuvo con los dientes y tiró de él.
— ¿Me quieres dentro de ti?
Deslizó una mano desde su pecho hasta su entrepierna y le acarició la entrada con los dedos. Megan lloraba por él y el placer que le otorgaba. Su
erección creció y decidió tantearla introduciéndole dos dedos hasta los nudillos. Ella abrió los ojos y echó la cabeza hacia atrás gritando de gusto.
El alfa se inclinó sobre la morena, con la cara de alguien que necesitaba con
urgencia esa liberación. La miró a los ojos y esperó a que lo mirara y le hiciera algo.
— Quiero un besito —le susurró él medio agresivo— Vamos a intentarlo, pero quiero ver cómo reaccionas a mí, y a mi pesar cuando nos vinculamos por primera vez, en la cama los berserckers somos un poco agresivos. Yo sabré en todo momento lo que necesitas y cuidaré de ti, pero mis necesidades son como las de un verdadero animal, muy potentes. ¿Vas a ser capaz de aguantar Meg?
🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸
Significado de palabras en cursiva:
*Bersercker o aesir: son guerreros creados por Odín, forman parte de la definición de hombres lobo para los nórdicos.
*Vanirios o vanir: son guerreros de gran belleza, son los originarios creados por los dioses del mismo nombre "Vanir" y cuando son corrompidos por Loki se convierten en nosferátums perdiendo por completo su encanto y fortaleza única.
*Álainn: en gaélico antiguo significa bella.
*Mineadh: en gaélico significa cariño.
Pd: La cursiva se utilizará para los diálogos mentales que entablara Alice con Megan y también para las palabras en gaélico antiguo y noruego para que conozcan su significado.
¡¡¡¡Holaaaa!!!!! 👋👋👋👋
¿Qué les pareció este capítulo?
¿Quieren saber qué pasará?
Dicho esto, espero que hayan disfrutado de la lectura y ahora le den a la estrellita que sale al final de este capítulo, no se preocupen que por ello no les dará un calambre en su lindo dedito ;-)
Déjenme saber sus teorías en los comentarios que yo las leeré 😊🥰
No sean fantasmitas por fiss
Continúen leyendo😊😊😊❤️❤️❤️
GRACIAS POR TODO SU APOYO 🥰😘
Adiós, y nos vemos en otro capítulo. Cuídense mucho y besos💋💕
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro