Capítulo #37
Narrador omnisciente:
La joven de cabellos negros no sabía cómo reaccionar, ciertamente Damon hacía todo lo posible por arreglar su error... aunque ella lo desprecie de todas maneras.
— Meg... —susurró una voz detrás del alfa, era Jack que trataba de hacerla regresar de su ensoñación.
— Pónganse de pie, esto era necesario pero también demasiado vergonzoso. —dijo incómoda por la situación.
La arqueóloga sentía un sabor amargo en la boca. La venganza y la humillación la hicieron creer que se sentiría mejor viendo a ese clan tan orgulloso pedir y suplicar por perdón, pensó que eso compensaría el dolor por el cual ella tuvo que pasar... pero no era así.
Megan no era como ellos, y si estaba en esa situación tan vergonzosa era por los deseos que tenía de humillarles, sin embargo eso no le traería de regreso su vida anterior. Ahora era una más del clan y al parecer la única que podía dar con Alice.
— Las disculpas no les van a servir de nada, ya el daño está hecho y no hay vuelta atrás. Técnicamente lo que más desearía es alejarme de ustedes y no verlos más nunca en mi vida, pero me es imposible. Hice una promesa y debo cumplir con ella, sin embargo el trato es que yo traigo de vuelta lo que me pidieron y luego se desaparecen de mi vida.
Los padres de Damon no parecían entender que era lo que estaba pasando, y la oji azul no tenía intención de explicar sus palabras.
— Solo espero que la próxima vez, si es que sucede una próxima vez, asegúrense de no cometer el mismo error. Por otro lado, no tengo más nada que hablar con ustedes.
— Álainn, aún no has respondido a nuestra disculpa —Ella se volteó y miró al alfa de forma glacial— Por favor...
Todos los miraban expectantes. Damon estaba humillandose y además de ello bajaba la cabeza ante la morena. Principalmente él quería saber la respuesta, la peli negra suavizó la mirada ante las últimas palabras del lobo. Realmente quería cambiar.
— Sí Damon, acepto sus disculpas —se apresuró a contestar— Pero eso no quiere decir que olvidaré lo que ha pasado, y mucho menos que te perdonaré por completo. Tú fuiste el mayor implicado y deberás convencerme de que sientes de corazón todo lo que me hiciste.
Aquellas palabras dolieron en lo más profundo de su pecho, pero también le dieron un aliento de esperanza. Ella estaba tratando de confiar en él y eso lo emocionaba mucho.
— Espero que esto les sirva de lección para sus futuras investigaciones con respecto a traidores y demás "enemigos" del clan. —añadió enfatizando en todo y dejando al alfa anonadado, ella sería una gran líder.
Dennis y Ryan asintieron a regañadientes y se levantaron instantáneamente, no soportaban la idea de tener que seguir las órdenes de una niñata humana.
— ¿Por qué le perdonarás? —preguntó Richard dirigiéndose a Damon, haciendo que este baje la mirada apenado.
— Esa es mi elección, no la tuya Richard. —Megan respondió de forma solemne asombrando a todos.
— Después de las cosas que te hizo, de cómo te encontramos. No merece ni que le mires...
— ¡Basta! ¡En ningún momento he dicho que lo he perdonado, simplemente que debe demostrarme que se siente culpable y quiere redimirse de sus actos!
El alfa sentía que las mejillas le ardían, la azabache le estaba defendiendo pese a la actitud que tomó con ella. Aún así, Richard tenía razón.
— Yo he escogido mi propio castigo por la manera en que traté a Megan.
— Y yo te dije que no...
— Para este castigo no necesito que tú accedas, simplemente soy yo el único que puede estar de acuerdo en realizarlo.
— Damon tú... no, no harás nada. Deja de querer mostrarte como el macho alfa. —La azabache hablaba pero él hacía oídos sordos ante su petición.
— ¿Qué pretendes, mocoso? —gruñó su padre.
— Me ofrezco para un peanás follaiseach. Sé que hay muchos de ellos, Aldo. —La voz del alfa no mostraba ningún indicio de que pudiesen hacerlo recapacitar y habló en su idioma para que la joven no entendiera de que trataba.
— Pero Damon...
— Esa es mi elección, Jack. —confirmó rotundo— Cuando Mael acabe la reunión con Megan y su clan, procederé.
— ¿A qué te refieres con "Mael, Megan y su clan" y nosotros qué? —replicó la mujer de cabellos platinados.
— Ustedes ya hicieron lo que debían, se disculparon por las blasfemias y el modo en que la trataron. Ya pueden marcharse, pero no lo harán debido a que el castigo se ejecutará luego. —ordenó haciéndose ver como el líder que siempre fue, alguien que inspiraba respeto.
La azabache lo miró fijamente, buscaba alguna pista en sus ojos que le revelara lo que pasaría. Él estaba completamente inexpresivo, esta vez apoyado en una de las columnas del hermoso jardín. ¿De qué estaban hablando hace un rato? ¿Qué querían decir aquellas palabras?
Se giró en dirección a sus hermanos y vio como Jack agachaba la cabeza con el rostro tenso y la mandíbula apretada como si fuese a echarse a llorar en cualquier momento. Los O'Connor lo miraban también, orgullosos de su comportamiento pero a la vez temerosos de lo que iba a pasar con el alfa.
— ¿De qué mierdas hablas, Damon? ¿Qué rayos significa eso? —preguntó muy nerviosa sin percatarse siquiera que estaba entablando una conversación mental con él.
Por fracción de minutos ella le mostraba una vez más al lobo que sí le importaba, olvidando que fue ella misma quien le negó a él ese tipo de comunicación entre ambos. Había sido un gesto muy tierno de su parte, aunque Megan no supiera que lo estaba haciendo.
Él levantó la mirada hacia ella y trató de sonreír, podía sentir la preocupación que emanaba de su cuerpo. Su hembra temía por su bienestar, eso lo alegraba y le daba fuerzas para lo que debía hacer.
— Nena, agradezco el gesto pero... —balbuceo mirándola fijamente y sintiendo la presión de tanta belleza en un cuerpo tan diminuto— No me has dado permiso para hablarte mentalmente, al contrario, me lo negaste. Lo siento.
Megan tragó saliva para sentir que esta no pasaba por su garganta, parecía atorarse y se asustó por el matiz que tomaba la voz del lobo y lo que este le ocultaba. Sin embargo al mismo tiempo sintió un gran alivio, una calidez en su pecho cuando el alfa respetó su petición.
«Damon respetó mis palabras, está cumpliendo su promesa.» pensó «Pero en que mal momento viene ha hacerlo.»
— Bien, entonces... —dijo Aldo llamando la atención para cortar la tensión— Vayamos dentro para iniciar, cuanto antes pongamos los puntos sobre la mesa será mejor.
Todos los involucrados asintieron y decidieron ingresar a la parte trasera del lugar. Seguidos unos de otros, todos tomaron asientos en sus respectivos sitios, ya parecían conocer aquella casa. Mael, Damon, Aldo y Logan permanecieron de pie.
— Exactamente ¿de qué vamos a hablar y por qué están tan... cortados? —preguntó confusa la peli negra.
— ¿Cómo te lo puedo explicar, Meg? Mira, durante años... —dijo Damon dirigiéndose a la azabache que aún le miraba sin entender bien— Durante mucho tiempo hemos estado aquí para proteger a los humanos, ya sea de su propia avaricia como de las artimañas de Loki. La cuestión es que nunca hemos convivido tan equilibrada y pacíficamente como lo estamos tratando de hacer ahora, nuestras diferencias de carácter siempre han podido más que nuestro intento de unidad. Sin embargo estamos dejando de lado esas desigualdades debido a ti, más bien, gracias a ti. —La miró y medio que sonrió.
Megan no pudo evitar que aquella sonrisa le afectara, se sentía tonta, estúpida y torpe, porque también estaba devolviéndole el gesto.
— El problema radicaba en que pensábamos erróneamente que al igual que los dioses, nosotros también éramos incompatibles unos con otros. Antes de ser las creaciones de ellos, en vida fuimos pueblos muy distintos.
— Eso lo sé, tanto los libros como Internet brindan esa información.
— Bueno, nuestras diferencias empezaban por ahí, imagínate dos pueblos que apenas se entendían y discordaban constantemente. Dos razas, destinadas a no entenderse, a mirarse por encima de los hombros creyéndose superiores al otro.
— Ajá, dos razas distintas y separadas precisamente por una serie de diferencias irreconciliables de las cuales desconozco, pero sucedieron entre tres hermanos... tu padre y ambos de tus tíos. —Megan interrumpió al lobo con aquella información, dejándolo atónito.
— Exacto, pero cómo...
— Alice...
— Ay Alice. —Damon sonrió ante tal revelación, su hermana había informado muy bien a la oji azul—Hoy sabemos que podemos relacionarnos entre nosotros porque nos une el mismo fin, proteger a los nuestros y convivir en este mundo hasta que recuperemos nuestra conexión con los dioses.
Le sostuvo la mirada por unos minutos y pudo percatarse gracias a eso que las mejillas de la azabache se tiñeron de rojo. Sí, él generaba muchos efectos en ella.
Tanto madadh allaidh como los berserckers involucrados la miraban fascinados tanto por su belleza, como por su inteligencia y capacidad psíquica, sin embargo asentían a cada palabra dicha por el alfa.
— ¿Por qué han perdido el contacto con los dioses? —A ella le resultaba muy extraño hablar de eso en voz alta.
«¿Quién diría que el ser humano estaba tan cerca de los dioses?» pensó.
— Han sido muchas las vidas perdidas en tantos años de enemistad y de guerras, producto de lo mismo. Si nos hubiésemos escuchado, no solo estos dos clanes, sino todos...
— Si se hubieran tragado su orgullo, no habrían perdido a nadie. —espetó rotunda.
— Justamente fue eso lo que nos alejó de ellos. Hemos perdido el contacto con los dioses debido a nuestros errores y a nuestras actitudes.
— Son creaciones de ellos y eso no lo pueden negar en absoluto, en fin los genes son los genes y han heredado las mismas estúpidas diferencias. —Miró al cielo y abrió los brazos con las palmas hacia arriba— Lo que al menos los dioses las han ido arreglando con el tiempo, ustedes van de malas a peor.
— Ellos también tienen sus diferencias allí arriba, es verdad lo que dices, somos nosotros quienes debemos arreglar la situación aquí abajo y hacer las pases. Debemos mantenernos unidos por el bien de la humanidad y de nuestros clanes también, estos no son tiempos para peleas.
Megan sintió como una voz dulce susurraba a su oído, la reconoció enseguida. Ella había sido la misma persona que se metió en su cabeza para ayudarla a salvar a Damon aquella noche.
Miró nuevamente al cielo y se abrazó a sí misma. ¿Realmente había hablado con alguna diosa, una de verdad? Aún no podía creerse eso ¿quién sería la portadora de tal poder? ¿Quién le habrá ayudado en ese momento?
— Ve al grano, pulgoso. ¿Qué nos propones? —preguntó Richard, ganándose a su vez un codazo de parte de Josh.
— No se preocupe por el joven Damon, continúe.
— Gracias pelirrojo, lo que propongo es una alianza entre clanes. —contestó con determinación.
Los representantes de ambos clanes presentes empezaron a mirarse entre sí, la mayoría desaprobando esa idea o bien temían de ella.
— Pero no serán solo nuestros clanes, debemos contactar con la mayoría. Hay que hacer un intento, por el bien de todos —afirmó el bersercker resoplando por la reacción tan mala de parte de ambas razas— Sé que son muchos años de diferencias para querer solucionarlas ahora y si nos remontamos a las raíces originarias de los pueblos que nos conforman, son siglos de tradiciones completamente distintas las unas de las otras pero debemos actuar desde ahora.
— ¿Cómo vamos a luchar juntos contra lo que se nos avecina si no nos llevamos bien? Miranos, no podemos respirar el mismo aire y se nos hace difícil compartir el mismo espacio. —replicó el mulato.
— Hay que hacer un esfuerzo, Richard. Queramos o no admitirlo, tanto berserckers, madadh allaidh, vanirios, brujas, elfos, sirenas, vampiros originales, los hombres lobo inferiores como los híbridos salidos de las mezclas entre estos dos últimos... todos somos clanes creados por Odín y tenemos que solucionar nuestras diferencias. —decretó el alfa perdiendo la paciencia.
— Y qué te hace pensar que tú nos das órdenes, pulgoso.
— La única persona que le puede decir así soy yo, búscate otro apodo para él. —soltó una irritada Megan, haciendo sonreír al peli negro.
— No nos queda otra opción, Richard. —sugirió Aldo lo más neutral posible— Sabemos que han estado ocurriendo desapariciones extrañas en muchos clanes, incluso desde hace un tiempo volvieron a ocurrir.
— ¿A qué te refieres? —preguntó Mael.
— Hace unos días, Sanem, la hermana del monarca de los elfos ha desaparecido. Si nos ponemos a pensar un poco, ellos siguen un patrón distintivo.
— ¿A qué patrón te refieres, tío? —El peli plata trataba de buscar un punto común, pero le era imposible.
— Hace siglos se llevaron a Alice, pero ella no fue el primer caso y estoy hablando de casos contundentes, de personas importantes. Esto comenzó a principios de este siglo, debido a que el ser humano posee un nuevo avance científico y tecnológico.
— La primera desaparición significativa fue Vladimir y Ginna Drakul, más conocidos por ser el linaje Drácula. —murmuró Jack confuso— Pero ¿eso qué tiene que ver con Alice?
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Significado de palabras en cursiva:
*Peanás follaiseach: en celta gaélico significa castigo público.
*Bersercker o aesir: son guerreros creados por Odín, forman parte de la definición de hombres lobo para los nórdicos.
*Vanirios o vanir: son guerreros de gran belleza, son los originarios creados por los dioses del mismo nombre "Vanir" y cuando son corrompidos por Loki se convierten en nosferátums perdiendo por completo su encanto y fortaleza única.
*Álainn: en gaélico antiguo significa bella.
*Madadh allaidh: en gaélico antiguo significa Bestias-lobo.
Pd: La cursiva se utilizará para los diálogos mentales que entablara Alice con Megan y también para las palabras en gaélico antiguo y noruego para que conozcan su significado.
¡¡¡¡Holaaaa!!!!! 👋👋👋👋
¿Qué les pareció este capítulo?
¿Quieren saber qué pasará?
Dicho esto, espero que hayan disfrutado de la lectura y ahora le den a la estrellita que sale al final de este capítulo, no se preocupen que por ello no les dará un calambre en su lindo dedito ;-)
Déjenme saber sus teorías en los comentarios que yo las leeré 😊🥰
No sean fantasmitas por fiss
Continúen leyendo😊😊😊❤️❤️❤️
GRACIAS POR TODO SU APOYO 🥰😘
Adiós, y nos vemos en otro capítulo. Cuídense mucho y besos💋💕
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