Capítulo #30
Narrador omnisciente:
— ¿Quieres decir qué...? —Owen asintió al percatarse de la pregunta que haría el castaño, mientras este cambiaba de color a un rojo granate.
— ¿Cómo sabías dónde estaban…? ¿Y cómo le colocaste la inyección si tú eres un gallina para eso? —preguntó el rubio asombrado mirando a su primo.
— Hablaremos largo y tendido cuando lleguemos a casa. Te lo explicaré todo, Owen. —susurró Logan para cortarle el paso a las preguntas de su hermano, sin éxito alguno porque este continúo insistente.
El castaño contempló a la azabache y procedió a dar las explicaciones que tanto pedía aquel rubio, todo sin soltar o alejar a Megan de su cuerpo.
Damon iba a matarle, pero no dejaría a la chica a merced de su gran bestialidad una vez más. Cuando acabó de hablar, el alfa miró a la azabache sin perder de vista cada movimiento suyo.
— Vaya Alice... hiciste todo lo posible por sacarnos vivos de esta. —Tenía la voz ronca, pero llena de orgullo en cierto sentido.
Esa ya no era la pequeña asustada que recurría a él por ayuda, aquella joven ya podía valerse por sí misma.
— Ya Megan te lo dijo —contestó ella indiferente— Para variar, no le creíste. Damon, te comportaste como una bestia.
Megan estuvo consciente de las palabras pronunciadas por la chica de cabellos dorados y pese a que quería disfrutar al ver a ese hombre creído y orgulloso, derrotado y abatido en el suelo, algo en su interior se retorcía de dolor al verlo sufrir. Él se veía realmente mal y a ella le lastimaba verle así.
— Estúpido Síndrome de Estocolmo, maldito perro sarnoso —dijo en voz baja, pero no lo suficiente. El instinto desarrollado del alfa pudo escucharle.
Ella no soportaba sentirse así, sentir eso, mucho menos después de lo mal que la había tratado Damon, pero
lo sentía... ellos tenían una conexión irrompible. El bersercker la necesitaba en sus brazos, no soportaba verla pegada a otro y cualquiera podía ver los temblores en su cuerpo debido a esa necesidad de sentir a su hembra.
— Megan, yo... yo... yo lo siento mucho. —le soltó sumamente dolido.
Aldo, Magdalena y Richard lo miraron sin entender por qué razón bajaba la guardia de esa forma.
Mael, Jackson, Owen y Logan conocían de sobra la razón y temían profundamente por el destino del alfa.
— Por favor, princesa... perdóname.
— No voy a perdonarte —contestó la azabache sin apartarse del castaño— Me has hecho daño, no confiaste en mí. Te odio tanto, Damon. Solo te quiero ver a quince mil años luz, lejos de mí.
El alfa recibió las palabras de su mate como un puñetazo en el estómago. Precisamente, porque eran verdad. Él le había hecho daño y ni siquiera reconoció a la niña que una vez pudo llenar ese vacío en su oscuro corazón.
Aquella niña se había convertido en una mujer fuerte, una mujer hermosa. Se convirtió en su perdición y al tratarla mal, simplemente cavó su propia tumba.
— Meg... —sollozo con voz temblorosa— Meg, tú me prometiste…
— Lo que prometí fue hace años, en unos viñedos y a un lobo herido que cuidé cuanto pude. No a un idiota, machista, orgulloso y maltratador que...
Damon no esperó a que la azabache acabara la frase. Se incorporó levantándose del suelo, camino en dirección a su hermano y tomándola del brazo la abrazó con todas sus fuerzas.
Megan lo quería lejos, no deseaba tenerlo cerca. Pero ¿a quién engañaba? Su calor era sobrecogedor, sus emociones estaban peor que una sopa de letras... sumamente desorganizadas y todo ello sumado al efecto del afrodisíaco, todo junto provocó que la oji azul arrancase a llorar hundiendo su cabeza en el inmenso pecho del alfa.
— No me rechaces, por favor. Eres una cabeza dura, yo también... pero no podemos estar separados —susurró incrédulo al ver que todavía tenía voz— Nunca había pasado tanto miedo como hace un rato cuando desperté y todo era sangre y gritos, pensé en ti y me dio mucho miedo.
Besó su cabecita y esperó pacientemente a que la joven decidiera hablar. Todos podían ver aquella escena y aún así no la creían. Damon estaba asustado por la seguridad de Megan, decepcionado consigo mismo por hacerle daño y dolido por las palabras de su mate.
— Lo siento mucho —Le acarició el pelo seguidas veces, pero aún así ella no hablaba. Solo se limitaba a llorar y abrazarle.
— Pero es que tú… tú me llamaste asesina... Damon me pegaste... y... y casi... —Su voz rompió el silencio, sin embargo estaba tan dolida y asustada que se atragantaba con sus propias lágrimas.
— Fui un completo idiota, estaba equivocado. Creía que podrías hacerle daño al clan, y que fuiste la causante de que Alice no estuviese con nosotros.
Todos miraban a Damon con un brillo extraño en los ojos.
— Pensé que eras mala, una arpía de Loki y temía por mis hermanos, por el clan y todo lo que estaba enlazado a ello.
Intentó calmar los continuos espasmos de la joven, aquel cuerpo diminuto temblaba como la gelatina. Ella aún le temía, ciertamente era lo único que podía sentir por él en esos momentos... mucho miedo y un profundo dolor.
— De to... todas formas... te odio... te odio co... con toda m... mi alma. —Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano y golpeó el pecho de él.
Damon le alzó inmediatamente la cabeza, la había tomado por el mentón y ahora le miraba el rostro lleno de magulladuras mientras la tenía todavía entre sus fuertes brazos. Ambos de frente, él contemplando su belleza y ella esquivando su mirada.
Damon no pensaba darse por vencido. Sabía que ella tenía un carácter fuerte, su orgullo y corazón estaban dañados, tirados echos añicos en el suelo. Aún así él le demostraría a Megan cuanto la necesitaba y lo arrepentido que estaba.
Buscó su mirada, pero esta apartó sus ojos azules de él. Se encontraba incómoda ante la intensidad del turquesa oscuro del alfa que ahora predominaba como una cortina perlada.
— Si quieren saber cualquier otra cosa —murmuró ella recogiendo su poco orgullo y tratando de alejarse de Damon.
Ahora sentía que su cuerpo ardía, quería pegarse aún más. No deseaba alejarse, pero sus principios la obligaban a mantenerse lúcida.
— Si desean saber más... pueden preguntarle a Alice. Ella podrá iluminarlos con respecto a todo este bello reencuentro —Sonrió sarcástica alejándose del peli negro y acercándose al bersercker traidor.
— Maldita perra, ¿quién eres? —susurró Lex sudoroso.
— Mmm... Megan Blacke, no lo olvides. Que sepas que sigues vivo porque vaya... todavía hay que sacarte toda la información. Más te vale escupir la verdad y no tratar de tomarnos por tontos o de lo contrario... —Ella acercó sus uñas a la yugular del bersecker— Me encargaré de darte un viaje al otro mundo, pero sin retorno.
Megan se sentía poderosa. No entendía que era lo que había pasado hace un rato, pero de algo si estaba clara y era la importancia tan significativa que tenía ella para aquel clan. Dicho eso se dispuso a marcharse.
— ¿Qué haces? —preguntó Damon alarmado al ver que Megan se quería ir de allí luego de haber amenazado al traidor.
Caminó hacia ella con la intención de no dejarla ir, la azabache no podía alejarse de él. Aldo iba a detener a su sobrino, pero Magdalena extrañada por la actitud del alfa se lo impidió. Ella conocía esa mirada, esa mirada de un lobo que no quiere dejar escapar a su mate.
— Déjalos. —le pidió.
— ¿Qué? ¿Estás loca?
— Fel cwn a moch.
Sus ojos llenos de experiencia estudiaban con precisión el comportamiento de ambos, aquello le causaba un poco de gracia. Aldo frunció el ceño y confiando en su kone, dejó que su sobrino se alejara.
Damon siguió a la azabache como un cachorro sigue a su amo. La oji azul estaba fatal, las heridas le producían muchas molestias al caminar y no paraba de sangrar, pero aún así no se atrevió a quejarse. Era fuerte y demasiado orgullosa como para hacerlo.
— ¿Qué estás haciendo? —repitió él buscando una respuesta que más obvia no podía ser.
— Me parece que oigo el zumbido de una mosca fastidiosa… —contestó Megan ignorando su presencia.
— Megan, deja de ignorarme. Sé que me oyes. ¿A dónde vas?
Quería irse de allí, alejarse de todo eso. Del clan, de sus problemas y en sí... de la presencia del alfa. ¿Era tan difícil que él lo entendiera? Pues sí, así era Damon.
— Me voy al aeropuerto y tomaré el primer vuelo que salga para España. A la mierda mi venganza hacia James, solo quiero ver a la tía Giselle y pasar una temporada agradable muy lejos de ti y los tuyos.
— No puedes irte, no te vas a ir. No te lo permitiré. —contestó él cogiéndola del brazo para que se detuviera.
«Eres mía y no puedo permitirlo.» pensó fugazmente.
Megan miró la mano que la sostenía y que anteriormente fue la causante de mucho de su sufrimiento. El alfa la apartó al percatarse de los pensamientos que cruzaban su cabeza y que el cuerpo de ella temblaba nuevamente, pero eso no cambia que se sintió incómodo al
hacerlo.
— No vuelvas a poner un dedo sobre mí. —le advirtió la azabache una vez cobró valentía.
La piel del brazo extrañamente le hormigueaba allí donde Damon la había sujetado, y también en aquella zona donde sus dientes dejaron su marca impresa. Él también podía sentir ese cosquilleo de placer recorriendo todo su cuerpo.
— Me voy, necesito estar lejos de ti.
Necesito una estabilidad emocional que tú no me vas a dar, y… y yo no quiero verte más, Damon. No te aguanto, he tenido suficiente de ti.
— No puedes alejarte de esto. Meg... no sabemos qué eres, pero algo si es muy claro y es que tienes una misión encomendada por los dioses —replicó él, ocultando la principal de las razones— No voy a dejar que te vayas.
— Mira, Damon es un idiota y todo, pero en esto sí tiene razón. —apoyó Logan que venía más atrás.
— Damon puede irse a freír palomitas de maíz al infierno. —contestó la azabache al pelirrojo— Él no me da órdenes.
— No puedes marcharte. —replicó el alfa sintiendo como algo en su interior se quebraba.
«¡Joder, eres mi mate! No puedes dejarme solo.» pensó, pese a no querer admitirlo... era verdad.
— No me digas, ¿quién me lo va a impedir? ¿Tú? No me hagas reír, acércate un poquito y te quemo la cabeza.
— Maldita sea, Aldo. —Se giró hacia su tío.
No le hacía mucha gracia pedir aquello enfrente de todos, mucho menos rebajarse de esa manera... pero por ella todo valía la pena y si debía sufrir y ser la burla del clan, lo sería solo por ella.
— Tengo entendido que a los tres hermanos, a cada uno les fue otorgado un hallsbänd por los dioses.
Aldo lo miró ciertamente asombrado por la actitud que estaba tomando el alfa.
«Es un imbécil inconsecuente, pero ese inconsecuente no es un cobarde.» caviló el mayor.
— Conozco las tradiciones del clan, también apelo al código aesir y sé cuál debe ser mi sentencia. La forma en que me comporte con Megan fue totalmente injusta, así que pido el Pacto Slavery.
— No esperaba menos de mi sobrino, al menos no eres un cobarde como tu padre. —contestó Aldo pidiéndole a su mujer que le alcanzara la caja que tenía en sus manos.
— ¿De qué rayos habla este ahora? —Megan se cruzó de brazos y se colocó delante del mayor, buscando respuestas— ¿Qué dice?
— Se ofrece como tu esclavo. En aquellos clanes creados por los dioses, la mujer es adorada y admirada por todos, tanto para vanirios, berserckers, ninfas, elfos etc. No se nos permite tocarle un cabello siquiera a una y tú cariño, formas parte del clan. Por ello cuando una mujer era seriamente humillada por algún macho y luego resulta que era una equivocación, se le castigaba con el Pacto Slavery, un pacto de esclavitud eterna y es conocido como la sentencia máxima.
Megan repasó a Damon de arriba abajo, estudiando su reacción ante las palabras de su tío. Por mucho que ella no deseaba otra cosa más que vengarse de él y se moría de ganas por hacerlo, no aceptaba los términos de aquello. En todos los aspectos, eso era una locura.
— ¿De qué me serviría a mí eso, haber? De nada, él es el alfa todo poderoso y un collarcito no lo va a controlar.
— Un slave es lo más bajo de la escala social en nuestro clan y ser el alfa no le serviría de nada, igual sería humillado por ello. —prosiguió Aldo— El collarcito como tú llamas, emite descargas eléctricas según la magnitud de chakra del portador. Podría matarle si desobedece las palabras de su amo.
Aquellas palabras dejaron atónita a la azabache, ahora si no quería tener nada que ver con esa locura. Esas personas definitivamente estaban mal de la cabeza.
— Damon podría perder todo el respeto que tanto le ha costado conseguir en el clan debido a su maldición y lo haría porque reconoce que se ha equivocado. Él se ha ofrecido a ti, nadie ha tenido que impulsarlo a hacerlo. Yo mismo iba a imponerlo como orden, por secuestrarte y asesinar a tantos inocentes de mí clan. Por eso llevaba el hallsbänd conmigo, le pedí a Magda que lo guardara.
— ¿Ibas a hacerlo? —preguntó Damon restándole importancia.
— Nuestro clan exige respeto hacia las mujeres. No nos gustan los abusos, tampoco la violencia y tú cometiste ambas.
Magdalena asintió mientras observaba la escena consciente de lo que pasaría y que la azabache no estaría de acuerdo.
— Entonces ¿estás de acuerdo?
Megan observaba como ambos estaban dispuestos a cerrar el pacto y nuevamente a todo el mundo se le olvidó tomar en cuenta su opinión, nuevamente lo que ella pensara no importaba.
— ¿De qué estás hablando, monstruo?
Ella estaba nerviosa y no le gustaba nada cómo la miraba el alfa, su rostro reflejaba un claro y transparente "no te dejaré ir, pase lo que pase."
— ¿Es que te has vuelto loco? ¡Todos se han vuelto locos y por lo visto mi opinión dejó de importar hace mucho!
— Meg, no digas eso. Necesitas conocer tu pasado, tu verdadero pasado y el propósito que tienes, ese que te mantiene ligada a nosotros.
Damon trataba de ser paciente con la joven, ella no conocía sus tradiciones pero si un lobo encontraba a su mate... no la iba a dejar ir. Ella era suya.
— Ni lo sueñes.
Lo mejor para su estabilidad emocional sería no verlo más. Olvidarse de él, pero le resultaría imposible. Damon no estaba dispuesto a dejarla marchar.
— No quiero ni que te me acerques, monstruo. ¿Me has entendido? ¿He sido clara contigo?
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Significado de palabras en cursiva:
*Bersercker o aesir: son guerreros creados por Odín, forman parte de la definición de hombres lobo para los nórdicos.
*Vanirios o vanir: son guerreros de gran belleza, son los originarios creados por las diosas del mismo nombre "Vanir" y cuando son corrompidos por Loki se convierten en vampiros perdiendo gran parte de su encanto y fortaleza única.
*Slave: en noruego significa esclavo/a.
*Kone: en noruego significa mujer.
*Pacto Slavery: pacto de esclavitud que se da en los clanes cuando un hombre a humillado a una mujer, más utilizado en el clan bersercker.
*Hallsbänd: en noruego significa collar.
*Fel cwn a moch: en gaélico significa como el perro y el gato.
Pd: La cursiva se utilizará para los diálogos mentales que entablara Alice con Megan y también para las palabras en gaélico antiguo y noruego para que conozcan su significado.
¡¡¡¡Holaaaa!!!!! 👋👋👋👋
¿Qué les pareció este capítulo?
¿Quieren saber qué pasará?
Dicho esto, espero que hayan disfrutado de la lectura y ahora le den a la estrellita que sale al final de este capítulo, no se preocupen que por ello no les dará un calambre en su lindo dedito ;-)
Déjenme saber sus teorías en los comentarios que yo las leeré 😊🥰
No sean fantasmitas por fiss
Continúen leyendo😊😊😊❤️❤️❤️
GRACIAS POR TODO SU APOYO 🥰😘
Adiós, y nos vemos en otro capítulo. Cuídense mucho y besos💋💕
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