Narrador omnisciente:

Jackson la volteo teniendo cuidado de no despertar a Damon y le levantó la tela que cubría sus nalgas.

— No mires tanto, bror —le dijo su hermana— Esa chica ya tiene dueño, así que no mires tanto.

Alice se giró y vigiló la escalera mientras su hermano le ponía los ojos en blanco ante tales palabras, quedando estupefacto cuando observó el mordisco que tenía aquella chica en la nalga.

¡Mierda, Damon!

— Le ha mordido un perro. Viste que salvaje a sido, ojalá y Megan se lo haga pasar mal como él se lo a hecho pasar a ella.

— Alice, sabes bien que pensábamos que estabas muerta.

— No es justificación para tratarla así y sin pruebas. Solo por el inmenso parecido con la Megan que conocimos hace 2000 años, ¿en serio?

La peli negra abrió los ojos nada más sentir cómo aquel líquido corría incendiando su sangre. Jack retrocedió y tiró la inyección al suelo.

— Alice, está despertando. —avisó el castaño y la rubia se posicionó enfrente de ella.

— Te dije que pensaría en algo, Meg soy Alice. —le confirmó la joven.

Megan anonadada y adormecida quiso contestarle, pero tenía tanto la garganta como la lengua dormidas. ¿No estaba desnuda? ¿Cuántas horas llevaba durmiendo? ¿Damon no le hizo nada?

Jackson conocía del poco agrado que sentía ella hacía él, pero aún así se arriesgó y tomó de la mano a la azabache, y la ayudó a levantarse.

— Algo está pasando en la casa —le explicó— Alice me dijo que debía despertarte y llevarte al tótem.

Megan miró aquellos cabellos castaños y los reconoció inmediatamente. Se aclaró la
garganta para poder hablar.

— ¿Alice? —preguntó con voz suave mirando a su alrededor e ignorando a Jackson— Dime que todavía sigues aquí.

— Aquí estoy —contestó la rubia.

— No… no te oigo bien. —Se sentía desorientada.

Alice se materializó como pudo en frente de ella dejándola tonta.

— Nonne, ve con mi hermano al tótem. Ellos vinieron a por ti, y a vengar lo que Damon te ha estado haciendo.

— ¿Estoy vestida?

— Te dije que mi hermano no es tan animal como se deja ver. Ahora necesito que salgas joder, o me quedaré sin familia —espetó desesperada— ¡Rápido, no hay tiempo que perder!

La mente de Megan no tuvo tiempo para procesar la información. Su piel le ardía y las piernas necesitaban correr, sus músculos temblaban, y su corazón le rugía a mil. La adrenalina de aquella inyección impulsó sus pies hacia delante, llevándose a Jackson de la mano.

— Llévala al tótem —ordenó Alice.

— ¿Y Damon? —Megan miró hacia donde observaba el castaño, y visualizó al alfa tiernamente dormido.

— Que se joda.

— Megan —La mirada asombrada de la rubia cayó sobre ella.

— ¿Qué? No me pidas que le perdone después de todo lo que me hizo.

— Te entiendo, pero... —Alice la miró suplicante— Por favor, no hagas ninguna locura.

— ¿Cómo me despertaron? —preguntó ella pasándose la lengua por los labios resecos.

— Jackson te acaban de inyectar la cantidad de estimulante suficiente como para despertar a un dinosaurio si estuviesen vivos. Es lo que se inyectan los berserckers y vanirios para no quedar inmóviles en batalla frente a vampiros y lobeznos.

— Qué bien —exclamó Megan irritada— Cosas de la existencia, en estos momentos no siento miedo, no siento el peligro, no siento mis pies. Soy una auténtica bomba de relojería corriendo por medio del bosque con un lobo que trató de follarme y todo porque el imbécil de tu hermano mayor no quiso creerme. ¿Qué más me puede pasar?

— Megan, fue un error. Nos equivocamos contigo, no obstante... sé que no nos perdonarás pero Logan, Mael y yo le dijimos a Damon que algo no encajaba... aún así el está ciego. —le informó el castaño tratando de que ella entendiera— No pido que me perdones, solo entiéndeme. Pensé que mi hermana estaba muerta y no sabes cuanto duele eso.

Megan lo miró y por un momento agachó la mirada, él no mentía. Pero ella tampoco podía perdonarle así porque sí.

— Lo sé, pero no me pidas algo que ahora no puedo dar. Un perdón ni sana heridas, ni tampoco humillaciones. —Escucharon algo que se estrellaba contra un muro— ¡¿Qué está pasando?!

— ¡No lo sé bien! —dijo Alice— Vienen a por ti, por ello si sienten tu olor vendrán hacia el tótem y no darán con Damon.

— ¿Me estás usando de carnada? ¿Esto es en serio, Alice?

— Damon está durmiendo, como estabas tú hace un momento y quieren castigarlo por lo que te hizo, pero también hay traidores del clan que lo que quieren es matarlo y culpar a los madadh allaidh. No te estoy usando, ellos vinieron. El tío Aldo está aquí.

— Hay que despertar a Damon —añadió Jack— Tiene que ayudar a Mael, dejaste a Mael solo peleando con tres berserckers.

Alice y Jackson oían los gritos, los desgarros, los huesos partirse, los puñetazos y el sonido de la carne contra la carne. Era una declaración de guerra.

— Ni hablar, bror. Tú preocúpate por sacarla a ella de aquí. — pidió desesperada Alice— Es la única manera en que ellos van a distraerse.

Jack asintió al ver el miedo en los ojos semitransparentes de aquella imagen de su hermana y corrió con Megan, adentrándose más aún en el bosque. Estaba amaneciendo, el cielo tenía una mezcla entre ópalos y violetas perfectamente mezclados. El bosque se abría ante ellos, insondable y espeso.

— Pero ¿qué hora es? ¿Cuánto he dormido? —preguntó desorientada.

— Son cerca de las seis y media de la mañana, lo cual significa que has dormido alrededor de 9 horas con 30 minutos.

— ¿Qué? —exclamó horrorizada mientras corría tomada de la mano del castaño.

Cogidos de la mano, corriendo como animales, emprendieron el camino
hacia el Tótem. Mientras, Damon abrió los ojos de golpe, su cuerpo temblaba convulsión tras convulsión. Su habitación seguía a oscuras. Tensó la mandíbula y el corazón se aceleró. ¿Qué pasaba? Una mano lo zarandeó con poca delicadeza.

— ¡Bror! —gritó Mael.

Se incorporó como si fuese de elástico. La sábana resbaló y cayó al suelo. Se había acostado vestido y con... con Megan. Algo iba mal, lo sentía en su cuerpo, en el retumbar de la sangre en sus oídos, en la respiración agitada de Mael.

— ¿Qué pasa? ¿Y Megan dónde está?

— Bror… —Mael respiraba con dificultad— Damon, han roto las ventanas y se han colado en la casa. Eran diez, los he logrado detener, pero…

Damon se alarmó por completo.

— ¡¿Pero qué?! —Se sentía desorientado y preocupado— ¿Dónde está Megan? ¿Y Jackson? ¿Quiénes eran, Mael?

El peli plata cerró los ojos con fuerza sin saber que decir.

— Eran berserckers y madadh allaidh, bror. Pero no los reconozco, no me dio tiempo. Yo… —siseó de dolor— Bror, han venido aquí como salvajes. Lo último que pude ver fue a Jackson llevándose a Megan y... había una joven de cabellos rubios también.

— ¡Mierda! —gritó con todas sus fuerzas. Salió poseído de su habitación y bajó las escaleras de un solo salto— ¡Ven conmigo, Mael!

— Bror.

El peli plata tenía su cuerpo ensangrentado y se le cerraban los ojos. Había caído de rodillas al suelo y parecía que iba a desmayarse.

— Te juro que no puedo moverme bien.

— ¡Mierda y más mierda! —gritó colérico— Yo te llevaré.

— Estoy seguro de que hay más de uno allí afuera. Si me llevas solo seré una carga más.

El alfa negó haciéndole recordar que su gemelo también estaba allí.

— ¡Espera! —le dijo Mael mientras este lo subía a su espalda— ¿Sabes dónde pueden estar?

— Jack debió de llevarla al bosque, lo que quiere decir que están en el tótem.

Megan no dejaba de temblar y pese al odio que le tenía no dejaba de abrazar al castaño como podía, pero estaban ambos tan asustados que no sabían cómo calmarse.

Le dolían los brazos y las piernas por haber estado tantas horas atada en la misma posición y porque varias zonas de su cuerpo estaban demasiado lastimadas.

— No hagan ruido, y escondanse. —les había susurrado Alice.

— Alice no entiendo nada, el tío no le haría daño a Megan. ¿Por qué hay que esconderse?

— El tío no, pero los traidores sí.

— ¿Quiénes eran esos hombres? —susurró Jack.

— ¿Por qué le pegaban a Mael? —preguntó Megan.

— Hagan silencio, esos son traidores. Le pegaban a Mael porque es el chamán y los vio venir.

— Ay Dios mío.

El castaño se acercó a ella y le acarició el pelo negro y ligeramente enmarañado. Pobrecita, ha tenido que pasar por demasiadas cosas en tan pocos días.

— No sé quiénes eran, no les vi bien. —contestó Alice mientras Jack secaba las lágrimas de la azabache— Pero sé que son traidores.

— Quiero que todo esto acabe. —susurró Megan sorbiéndose la nariz.

Ella no tenía ni la menor idea de que estaba pasando en aquellos momentos, ni tampoco entendía como era que permitía las pequeñas caricias de consuelo que el castaño le brindaba.

Jackson la abrazaba y le murmuraba que todo saldría bien y no debía preocuparse, al mismo tiempo en que rozaba su cabello.

— Eres muy fuerte, Meg —contestó finalmente— Verás que saldrás de esta.

— Chicos, se acercan otra vez —alertó Alice apareciendo de nuevo ante ellos.

— ¿Por dónde? —preguntó Jackson.

—  Aparecerán por la derecha, ya han olido a Megan y se dirigen hacia acá. Jack, viene el tío pero junto a él hay dos traidores. Cuídala.

— ¿A por mí? ¿Quieren matarme?

— No te preocupes, yo me encargo de todo. Solo quiero saber una cosa, ¿cómo está Mael? ¿Por qué no has contactado con él?

Megan miró a Alice con cierta confusión. Los ojos de la pequeña reflejaban tristeza y fue entonces cuando recordó que ella no pudo contactar a ninguno

— Ellos no pueden verte ni oírte, eso lo sé. Pero ¿por qué él sí puede? —preguntó.

— Megan, ellos están bajo efectos de distintas sustancias. Damon de la droga aquella y Mael de los ungüentos esos que toma para hacer sus rituales.

Jack agudizó el oído y sintió los pasos largos y constantes de aquellos que les perseguían.

— ¿Dónde están? —gritó una voz de hombre ya reconocida para la azabache— ¡Megan, burbuja somos nosotros!

Josh sonaba muy preocupado y miraba a todos lados buscando a la oji azul.

— ¿Él? ¿De qué él hablan? ¿Quién es su tío?

— Acuérdate Meg, Aldo... él es nuestro tío. —contestó Alice.

— ¿Está aquí? —preguntó Megan alegre.

— Viene un poco más atrás.

— Acaben con el bersercker y déjenme a la chica. —susurró uno de ellos sacudiendo la cabeza— Tengo algo pendiente con ella.

A Megan le pareció haber escuchado esa voz antes, tal vez en sus sueños. Alzó un poco la cabeza para calmar la curiosidad.

— Nonne, ese imbécil es Lex y es amigo de Ken y a la Megan del pasado le tenía buenas ganas, así que cuídate de él.

Jack hizo rechinar sus dientes. Ese hombre no solo era un mentiroso que difamaba a las mujeres, sino que además era un traidor de primera. Él deseaba matarlo pero no tanto como lo quería hacer la azabache por mentir sobre ella.

— Lex ¿Y el alfa? 

— Debe estar muerto, como el otro imbécil de su hermano. —contestó aquel.

— ¡Megan! ¡Joder, dónde estás! —gritó otra voz furiosa que se acercaba hacia  donde ellos estaban.

En cuanto se oyó la voz del alfa, los traidores se escondieron ocultando su aroma en los arbustos de hierbas medicinales que Owen tenía plantados cerca del tótem. Megan se estremeció en fracción de segundos. La voz estaba teñida de enfado y dolor en todos los sentidos.

No sabía a quién tenerle más miedo, si al tal Lex ese y los suyos, o a Damon enojado. 

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Significado de palabras en cursiva:

*Bersercker o aesir: son guerreros creados por Odín, forman parte de la definición de hombres lobo para los nórdicos.

*Bror: en noruego significa hermano.

*Madadh allaidh: en gaélico antiguo significa Bestias-lobo.

Nonne: en noruego significa hermanita.

Pd: La cursiva se utilizará para los diálogos mentales que entablara Alice con Megan y también para las palabras en gaélico antiguo y noruego para que conozcan su significado.

¡¡¡¡Holaaaa!!!!! 👋👋👋👋

¿Qué les pareció este capítulo?

¿Quieren saber qué pasará? 

Dicho esto, espero que hayan disfrutado de la lectura y ahora le den a la estrellita que sale al final de este capítulo, no se preocupen que por ello no les dará un calambre en su lindo dedito ;-)

Déjenme saber sus teorías en los comentarios que yo las leeré 😊🥰

No sean fantasmitas por fiss

Continúen leyendo😊😊😊❤️❤️❤️

GRACIAS POR TODO SU APOYO 🥰😘

Adiós, y nos vemos en otro capítulo. Cuídense mucho y besos💋💕