Narrador omnisciente:

Mientras iba dando tumbos recordó las veces que había vomitado cuando se dejó caer del auto. Intentó aclararse la garganta pero le dolía tanto cuando lo intentaba que desistió. Desde niña siempre pasó mucho trabajo para vomitar y terminaba a la larga o a la corta dañando su voz.

Palpó a ciegas la zona hasta tocar algo de carne humana, la cual se tensaba y se relajaba a cada movimiento. Se agarró a la tela que cubría ese cuerpo y tiró de ella varias veces hasta que el propietario reaccionó. Damon se detuvo esta vez y la observó.

Se inclinó y la bajó al suelo, con tanta fuerza inesperada que Megan no pudo reaccionar siquiera y cayó de nalgas, soltando un tímido gritito. Mareada, se llevó la mano a la cara para retirarse los largos mechones de pelo de los ojos.

Él observó como sus manos temblaban. Y cuando la morena abrió los párpados y lo miró con aquellos ojos azules extrañamente grisáceos por el enfoque de luz de la madre luna, Damon sintió un ligero estremecimiento por la espina dorsal. Frunció el ceño y endureció la mandíbula.

Megan palideció al verlo, entonces no era un sueño y seguía ahí. El alfa, con sus hombros anchos y grandes se posicionó y la cubrió por completo de la luz de luna. Todo su cuerpo reaccionó tensándose en zonas que en teoría deberían de estar dormidas. Él no entendía porqué verla bajo esa luz lo descontrolaba tanto.

— ¿Da... Damon? —preguntó con voz temblorosa.

El aesir sonrió, pero a la vez se sintió confuso. Ella acaso pensó que se liberaría de él

— Vaya, por fin te has despertado bella durmiente. —le espetó con repentina dureza.

Tan simpático como cuando la secuestró.

— Me has tirado al suelo, pedazo de imbécil. —le acusó ella afectada por la impresión de verlo nuevamente tan grande e imponente.

«¡Agh! ¿Será que no me salvo?» pensó la pobre aturdida.

— ¿Recuerdas que te dije que te llevaría a tu propio infierno particular?

Megan volvió a estremecerse. Se encontraba fatal otra vez, estaba desorientada por la caída, le dolía
todo el cuerpo y tenía frío. ¿Cómo podía decir esas cosas así de repente?

Ciertamente en el tiempo que ella estuvo inconsciente él replanteo todo en su mente. Ella era la asesina de Alice, por su culpa Loki le comió la cabeza a medio clan, se han llevado a niños y mujeres berserckers embarazadas para crear más nosferátums y apartando aquello... ella está mintiendo para dar lástima.

Él no podía tener contemplación a partir de ahora. Damon la miró de arriba abajo sin disimular su desprecio y eso le molestó.

— Me dijiste tantas cosas agradables, afectivas y cariñosas… —contestó sarcástica al comentario del alfa.

Apartó los ojos de la dorada mirada de este para intentar ubicarse. ¿Seguían en el bosque? Pues sí.

— ¿Cuál de todas esas cosas preciosas debo recordar? Seriamente esos bellos poemas de amor eran tan lindos que me los sé a la perfección. Y ¿qué demonios te picó? Hace un rato no actuabas así.

— Vaya, vaya. A ver —El alfa se echó a reír—... te has golpeado la cabeza cuando intentaste cambiar de posición en el momento que iba a empezar a correr. La pregunta es ¿tan fuerte te pegaste como para olvidar las cosas que te he dicho, perra? —La señaló con desdén— Estuviste inconsciente casi todo el camino.

Megan apretó los dientes. «Tan encantador como una mofeta a punto de colapsar» pensó. Se apretó las sienes buscando ver realmente si fue que ella cayó inconsciente o fue él, pero le dolía tanto la cabeza que no pudo objetar en absoluto.

¿Qué podía decirle?  La verdad ese sueño fue tan extraño que ni ella misma reconoce nada solo el rostro de él. Se moría de ganas de contestarle y atacarlo como él hacía con ella, pero no sabía qué decir. O sea soñó con Damon y ella le explicaba algo pero no parecía ser de ahora.

Necesitaba fuerzas para pelearse con él y antes de ello para entender porqué tuvo aquel sueño. ¿Con qué objetivo?

— No te acuerdas de nada, ¿verdad? Debiste darte bien fuerte. —afirmó él haciendo negaciones con la cabeza— Eres un desastre sin solución, Megan.

— Sí, el aprecio es mutuo, chucho de mierda. ¿Acaso crees que olvidaría la gran humillación que me han hecho pasar tú y los tuyos? Pedazo de animal.

Damon se puso de cuclillas y chasqueó la lengua ante sus palabras.

— No, menos mal que no lo olvidaste porque esto acaba de comenzar.

— ¿Qué? —Arqueó las cejas incrédula.— Apártate, chucho. Te dije que no permitiría que nadie me tratase como prostituta. —Intentó levantarse pero el aesir la empujó ligeramente y volvió a caer— ¡Agh! —Se golpeó el codo con una piedra saliente— ¿Qué
haces, imbécil? —gritó algo más asustada.

— Te diré lo que hago.

La tomó de la barbilla clavándole los dedos en las mejillas y provocando que a Megan se le saltaran las lágrimas nuevamente.

— Basta de tonterías. Ya no me tomarás por estúpido, eres una asesina y eso no cambiará. — el alfa ignoró las uñas de la azabache clavándose en sus muñecas— Sé quién eres y lo que hiciste también. Sé que vas a continuar haciéndolo porque estás de parte de Loki, pero no te permitiré que continúes dañando a mi clan.

La apretó con más fuerza. Le iban a salir morados en las mejillas.

— Una persona como tú no necesita razones para ser como es ni para hacer lo que hace. Eres así de frívola e inescrupulosa. Espero que te lo hayas pasado bien jodiendole la vida a los demás porque tu diversión acaba aquí, conmigo y tu sufrimiento apenas comienza.

— ¿Jodiendole la vida a los demás? No… sé… de qué me hablas… chucho hijo de…

— Sí, sí que lo sabes. No te hagas más la inocente.

La agarró por las doloridas y rotas muñecas y la levantó hasta colocarla sobre su hombro.

— Ken y otros de tus secuaces me lo han contado todo. Por eso salí en tu busca y me alejé de mi clan. Por ello te he podido localizar. Después de tantos siglos por fin podré vengar a Alice.

— ¿Dónde me llevas? ¡Bájame! ¡Bájame! ¡No! ¡Ya te he dicho que no sé de qué hablas! ¡Yo no tengo nada que ver con eso!

«Joder, él no me creería nunca. Ni aunque le escribiera con sangre que no fui yo» la pobre Megan ya no sabía que hacer. El aesir estaba ciego y no permitía que nadie le abriera los ojos.

— ¿Que te baje? Ya te he dicho que soy el menos indicado para pedir un favor, solo te haré sufrir. Conocerás el verdadero dolor justo de mi mano. —Empezó a correr.

— Dios, no pue… do respirar. ¡Chucho imbé… cil! ¡Bája... me ya! —gritó
desesperada mientras luchaba por coger aire— Me mareo…

— Si te mareas me da igual, hoy te mostraré lo que pasa cuando te metes con mi familia y mi clan. Además... ya sabrás por experiencia propia que no la tengo para nada pequeña como te atreviste a calumniar a mis primos. No será difícil para ti hacerlo, en fin te has cogido a medio clan y gratis.

Al oír tales palabras Megan lo mordió en la espalda con toda la fuerza de la cual disponía en esos momentos, presa de la rabia y de la impotencia de no poder hacer más. No lo iba a permitir eso, no podía insultarla así nuevamente. Pero él, animal al fin... ni siquiera pestañeó.

— Oye, álainn… —Se quejó él divertido— ¿De verdad crees que eso me hará algo? ¿Te gusta jugar así, verdad? —gruñó el alfa sintiendo como le hormigueaban de nuevo sus colmillos.

Le dio una buena cachetada en la nalga preso por la adrenalina, la apretó y sin pensarlo siquiera una vez la mordió con fuerza haciendo que la azabache gritara de dolor.

Le había hecho daño realmente y no como en otras ocasiones. Quería frotarse el mordisco, estaba convencida de que le había clavado los dientes, estaba segura que sus colmillos perforaron su piel y que tendría una marca horrible. Le dolía, y se echó a llorar. Pero sin poder contener un repentino impulso en su estómago vomitó en la espalda de él.

— Joder, vaya mierda. Que asco. —Damon se detuvo y la tomó en brazos para dejarla en el suelo, echándole el cabello para atrás— Vamos, deja salir lo que queda. Por dios eres una máquina de líquido amarillo.

Megan ya no podía vomitar más, se sentía muy débil y después del tercer sobreesfuerzo y de que el aesir le presionara el estómago con la palma de la mano, simplemente se desmayó.

Cuando llegó a su casa, Mael lo esperaba como cosa buena apoyado en la puerta y cruzado de brazos. Su pelo platino y su tez sumamente blanca llamaban demasiado la atención. Era el único en el clan con el cabello de ese color... bueno él y su gemelo, pero a este le encantaba ser centro de atención. Se sentía cómodo con ello y no lo despreciaba como Jackson que para ocultarlo se lo pintaba de castaño.

Cuando Mael vio el estado en el que se encontraba la azabache y más que eso lo que a simple vista se podía percibir, el bersercker se preocupó y se acercó a ellos.

— ¿Qué le has hecho, idiota? —lo acusó.

Damon levantó una ceja sorprendido y abrió la puerta sin apenas mirarlo. ¿En serio le iba a comenzar a reprochar?

— No le he hecho nada. —contestó al fin— ¿Dónde están Logan, Owen y Jackson? —preguntó casi conociéndose la respuesta de su hermano de memoria.

Pasó de largo el salón, bajó unas escaleras y colocó unos extraños códigos para abrir una compuerta que daba a un pequeño sótano.

— Arriba, Jackson esta viendo unas fotos de Alice, Owen y Logan solo saben pasarle la mano por la espalda. Sabes que padre no permitiría que le castigasen, al menos no hoy. Quiere que recupere un poco su estabilidad emocional y ya mañana lo encerraremos. Mierda, bror. —gruñó — No me vas a engañar. Está peor que cuando la sacaste de la sala de conferencias.

— Te he dicho que no le he hecho nada, nada que ella no se buscase. —le aclaró mientras ya comenzaba a ponerse algo nervioso.

Se fue en dirección a encender la luz de la sala del sótano. Era un lugar vacío y frío en el cual antes había calidez y tranquilidad, con ahora solo una mesita de noche y una banqueta. Damon y el peli plata la utilizaban de vez en cuando para ayudar a Alice a dibujar sin que hiciera mucho desorden. Era el lugar indicado para recordar cuanto lastimaba esa perdida y torturar a Megan.

— Me dio problemas en las escaleras, además de que se cayó y se dio en la cabeza, después despertó y comenzó a vomitar y en fin, nuevamente cayó inconsciente. Es una tonta sin remedio.

— ¿Y los moretones en el rostro, las muñecas? Mira tiene la cara peor que cuando la llevaste al salón y las muñecas se ven mucho más lastimadas que antes. Alguien la ha mordido en el trasero, Damon. —Arqueó las cejas— Huele a ti, bror le has mordido la nalga y sabes lo que significa…

— No tengo nada que ver con eso. —«joder, Damon ¿en qué mierdas estabas pensando?» se reprochó a sí mismo—  A lo mejor ya tenía esa marca desde antes y algún imbécil se la hizo.—murmuró rabioso— Es una chica fácil. ¿Se follo a medio clan y quieres culparme a mí de esa mordida? Vamos, bror. Huele a mí porque la traigo cargada yo.

— Eso es lo que dicen los traidores y sabiendo quienes son y que tienen reputación de ser bocazas he inventores…

— Y ella es una perra ramera ¿Qué motivo hay para dudarlo? ¿Acaso la estás justificando? Mael, tú fuiste uno de los que aceptó esto y ahora te estás retractando.

Mael entrecerró sus ojos anaranjados y miró a su hermano mayor. Parecía un perro en celo. Era como si hablase de dientes para afuera.

— No la dejes aquí, bror. —le censuró— Estaba de acuerdo hasta que tuve esos sueños. Sabes de sobra que yo te he dicho que no estamos seguros de que ella sea…

— ¡No lo estás tú, maldita sea! Eres nuestro noaiti, pero antes de ti estuvo Jason... el hermano de padre y sabes que estuvo semanas sin dormir por su culpa. Él la veía en sus sueños y conoces la profecía tanto como yo. —Tiró a la azabache sin ningún miramiento sobre la cama— No lo estás tú, ¿de acuerdo? —Se giró hacia su hermano con los ojos fríos y llenos de tormento. Solo eso quedó después de lo sucedido con Alice.

El peli plata no bajó la mirada, sino que lo estudió. El alfa destilaba odio por cada poro de su cuerpo hacia la chica, pero algo más había debajo de toda esa furia.

— Gracias por quedarte con Jackson, es un irresponsable sin remedio pero sé que se siente destrozado con todo.

— ¿Esto me suena a que me estás botando de casa? No voy a irme y menos dejarte solo con ella. —le aclaró Mael divertido.

— ¿Crees que me la voy a follar?

— Creo, disculpa... eso tú lo dejaste bien claro en el salón. Pero es otra cosa la que me preocupa, de momento ya le has "marcado" el trasero —señaló haciendo énfasis en la palabra marcar que ahora torturaba la cabeza de Damon— No solo le has hecho daño sino que ahora huele a ti y no te atrevas a negarlo porque hasta un niño se daría cuenta. Más te vale no hacer más nada.

— Joder que no. No haré nada más que sea condescendiente e incluso dañino físicamente con respecto a ella o algo que la amarre a mí. Tenlo bien en claro, me gustan las mujeres con clase y carácter propio... no títeres como ella. Megan parece una ramera recién sacada de un prostíbulo.

El alfa sintió un cosquilleo algo extraño en su cuello que ascendía hasta el terminar de su cabeza. Nunca antes había sentido eso y en cierto punto lo desubicó, miró hacia atrás instintivamente y vio que la azabache tenía los ojos enrojecidos de tanto llorar, pero su mirada que estaba clavada en él, destilaba odio y un dolor profundo.

¿Cuándo había despertado?

¿Por qué le dolía verle a ella así?

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Significado de palabras en negritas:

Aesir o berseckers: Guerreros de Odín, conocidos también como lobos originales. Al igual que los vanirios al caer bajo el hechizo de Loki se vuelven nosferátums o lobos defectuosos.

Bror: en noruego significa hermano. 

Álainn: en gaélico antiguo significa bella.

Noaiti: en noruego significa Chamán.

¡¡¡¡Holaaaa!!!!! 👋👋👋👋

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Adiós, y nos vemos en otro capítulo. Cuídense mucho y besos💋💕