Estoy completamente convencida de que mis sueños quieren destruirme. En ocasiones me he despertado odiando todo y a todos, pero nunca recuerdo por qué.

Hoy sí. Tal vez mi subconsciente me forzó a despertar porque en mi sueño ya no podía soportar el dolor que estaba sintiendo.

Hace poco alguien me dijo que el que más sufre es el que es más fuerte, y eso es una falacia total. Yo no soy fuerte, y mi alma está en fragmentos y mi corazón hecho polvo.

¿Cómo puedo ser fuerte cuando la único que quiero es morir?

Dicen que el suicidio es la manera más cobarde donde se muestra más valentía. Creo que no hay nada cobarde o valiente en decidir dejar de respirar; es solo un punto en que tu mente y corazón te piden que por favor ya no más, y buscas la manera más rápida de acabar con ello. Y buscar la forma más rápida —y en ocasiones, menos dolorosa— no es algo cobarde.

Llegué a la conclusión de que todos pasamos, en ciertos momentos de nuestras vidas, por un momento doloroso —benditos los que no—, y que sin importar qué, ningún dolor es pequeño.

¿Cómo es que no lo ves? ¿De verdad es mi culpa?

Crecí con un tremendo miedo a las personas, ni siquiera sé socializar a causa de ello y creo que me arruinó.

Soy débil, no sé cómo sobrevivir.