VIII
Fue el viernes que decidió volver a clases, de igual forma culminaba la semana de inducción, por lo que tendría que revisar bien los horarios, entrenamientos y debas deberes como buen universitario. Lo primero que amargo su día fue haber visto a Harper, pero decir que se le acercó era mentir, de hecho, lo evitaba y eso Klaus lo agradecía en silencio.
Su segunda amargura fue cuando Eliette se le acercó, planeaba invitarla a tomar un café, toda la semana pensaba en ella, pero aparentemente no recibió lo mismo a cambio, sino en su lugar un baldado de agua fría directo a su corazón. La sorpresa recibida no fue para nada grata.
—Klu, Klu, has vuelto, te quería ver.
—Qué coincidencia, yo también justo te quería ver para decirte algo.
—¿En serio? Entonces dime, y luego te digo yo.
—Oh, no, dime lo que quieres decir tu primero, ¿ocurrió algo?
—Bueno, te acuerdas de que te comenté que estaba intentando salir con Bruno, ¿verdad? Bien... Somos novios oficiales y como tú eres mi único amigo por ahora, quiero compartirte mi felicidad.
No se sabe cómo expresar el dolor que se sintió tras dicha confesión, no pudo hacer más que sonreír forzadamente, por estúpido la estaba perdiendo, aunque claro, no dejaría que un don juan como él le robase a su chica. A Eliette la conoció Klaus primero, por lo que volverá a sus brazos, cueste lo que cueste. Bruno no es el mejor chico que muestra, toca ver cuanto duran, que de una semana no pasan.
—¿Están en una relación? Súper...
—Si Klu, Klu, así que también me gustaría que te llevaras bien con él, hasta donde se me dijo que no eran amigos, solo hablaron medio año mientras estaban en el mismo equipo.
—No fuimos tan compatibles, pero si deseas que me relacione con él, pues lo haré por ti Eli.
—Eres el mejor, ¿lo sabías? Ahora, ¿qué es lo que me querías decir?
—Ahora que lo pensé bien no es nada importante, mejor hay que acomodarnos, el maestro no demorara en llegar.
—Bien... Me sentaré con Bruno, espero no te moleste.
—No te preocupes, es tu novio.
Sonríe ladino antes de ingresar al aula donde estaban los demás compañeros, tomo asiento en su escritorio notando como el asiento vacío de su lado fue ocupado rápidamente por un chico que no había visto antes.
—Hey, te has sentado en mi puesto.
—Lo siento amigo, este es mi asiento de siempre, confórmate con estar a mi lado.
Respondió con la misma vacilación del recién llegado, aparentemente era nuevo en el aula, a lo que extendió su mano y solo la recibió para no dejársela extendida.
—Soy Dexter, tú debes ser Klaus, han hablado mucho de ti estos últimos días, ¿te encuentras mejor del resfriado?
—Un gusto, y si claro, me encuentro mejor, gracias por preguntar Dexter.
—Puedes decirme Dex, perdón la confianza, pero es que la directora me dijo que me estuviera relacionado contigo, yo también soy miembro del equipo de taekwondo de la universidad, vengo de Sídney.
—Entonces bienvenido Dex, siéntete como en tu casa.
Sonríe grandemente mientras se saludaban bien con sus manos para seguir con la conversación hasta que llegara el coordinador de aula. Dexter tenía muchos gustos similares a los de Klaus, se podría decir que eran amigos de toda la vida, cuando solo habían pasado un par de minutos de haberse conocido, tanta fue la confianza que le explico un poco sobre su situación sentimental, al fin y al cabo, gran parte de la facultad sabía que su relación con Harper Baker, hija de uno de los patrocinadores más importantes de la universidad, había acabado.
—Realmente tienes todo un enredo amoroso, no quisiera estar en tus zapatos ahora mismo, amigo.
—Lo sé, aunque solo sé que, si esa mujer es feliz, aunque no sea a mi lado, siento que yo también seré feliz.
Hablaban sin nombre para que los rumores que poco a poco se murmuraban en los grupos no supieran toda la historia. Muchos seguramente pensarían que habla de Harper, cuando verdaderamente de quien habla es de Eliette; al verla junto a Bruno le revolvía hasta la última de sus entrañas, pero se notaba feliz, así que al final le toco perder... Por ahora.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro