Un año después de ese hecho, aquí estamos, en una boda por partida doble. Sí, decidimos casarnos. El hombre no dijo una palabra más después de decir que mi hermana conoce a quien estaba detrás de todo. Lo que hicimos fue llevarlo a la policía para que fuera procesado. No somos asesinos ni mucho menos tomaremos la justicia por nuestra propia mano.

No ha sido un año fácil, hemos llevado el emporio de joyas de Jesús al nivel superior. Habíamos llamado a la cadena de joyería "Diamonds Kingdom" y todos estaban tras nosotros. Fue un trabajo duro el crear una estrategia para lograr transportar los diamantes que debían llegar a las joyerías. Durante ese transporte los diamantes eran ilegales, por eso era tan peligroso, pero una vez en la empresa, todos los papeles estaban en orden.

Las joyas de Diamonds son las más aclamadas a nivel mundial. Hemos eliminado a gran parte de la competencia. Los grandes reinos, dinastías, querían nuestros diamantes para fabricar joyas.

Nuestro único problema radica en los viajes para traerlos. Que cada vez se dificultaba más. De eso se encargaban Max y Jesús, pero nosotras, nos quedábamos muy preocupadas.

La boda se celebrará en uno de los más bellos jardines de Ginebra, el Parc de la Grange. Una estupenda organizadora de bodas llamada Jess nos ayudó a reservar este sitio maravilloso. Estamos rodeados de naturaleza, el jardín tiene como una especie de mausoleo donde Jess montó la ceremonia y alrededor del jardín, las mesas contadas según la cantidad de invitados que no eran muchos, solo personas escogidas por pura democracia.

Mi hermana y yo hacemos la entrada con nuestros hermosos vestidos mientras nuestros galanes nos esperan en el hermoso altar. Al llegar, Max me sonríe dándome un tierno beso en la frente. Escuchamos al cura el discurso de la biblia.

-Karime Santarém, ¿aceptas a Jesús Ballesteros como tu legítimo esposo?

-Hija, no -pronuncia la voz de Octavio caminando al altar. Tú no puedes casarte con él -alega sacando un arma y mi hermana se coloca frente a él.

-¿De verdad vas a matar al hombre que amo? Primero deberás matarme a mí, padre -la última frase la remarca logrando que un gemido se escuche por parte de los invitados.

La mirada de Octavio es de dolor, baja el arma y los guardias vienen a su lado para llevárselo de allí. Mi hermana quiere derramar una lágrima, pero se limpia como si nada estuviera pasando.

-Maldita Santarém -escuchamos que dice alguien a nuestra espalda. Es un hombre al que no conocemos-, jodiste tanto a mi primo, que ni matarte pudo hacerlo bien -aclama con odio-. Yo acabaré con lo que él no pudo -Sacó su arma y apuntó a mi hermana y rápidamente suena el disparo sin darme tiempo a nada.

Observo con terror la escena frente a mí. El impacto de la bala no lo recibió Karime, si no Octavio, corrió huyendo de los guardias y la bala impacto en su pecho haciéndolo caer en los brazos de la única persona a la que ese hombre amó de verdad.

Mi hermana se levanta con rabia por la pérdida de su padre y las dos apuntamos al hombre que levanta su arma con intenciones de acabar con nosotras, sin embargo, esta vez somos más rápidas y disparamos al mismo tiempo imposibilitándole dispararnos cuando mi bala da entre sus cejas y la de Karime, directo al corazón, nada de rodeos, nosotras fuimos entrenadas para que cuando tuviéramos que usar la pistola fuera a todo por el todo acabar con el enemigo.

Después de esos hechos tan poco singulares en una boda, terminamos la ceremonia a pesar del mal momento. Los invitados estuvieron un tiempo conmocionados, pero no duró mucho. Ellos están acostumbrados a lidiar con estas situaciones.

Nos fuimos de luna de miel a disfrutar de nuestro amor, pero siempre cuidándonos las espaldas de posibles intentos por acabar con todo lo que habíamos construido comenzando por nosotros.

Viajamos a México, Cancún. Nos encontrábamos en uno de los más lujosos hoteles. Mi hermana y yo disfrutábamos del sol en unas tumbonas mientras los chicos fueron por algo de comer y beber. La observo como se levanta de la tumbona y mira hacia todos lados.

-¿Qué te sucede?

-Siento la presencia de alguien Karina. Alguien no para de mirarnos, de asecharnos. Sentí lo mismo el día de la boda, pero por más que observé en los alrededores, no encontré nada.

-Estas paranoica. Disfruta el viaje, la playa, el sol y la felicidad. Ya cuando volvamos a Ginebra, nos enfrentaremos a lo que sea.

Las gemelas saben que les queda un largo camino por recorrer desde que decidieron seguir formando parte del negocio de los diamantes, pero Karime tenía razón, en todo negocio, una vez dentro, es imposible salir. Por tanto, deben de estar listas para todo.

Dos tumbonas a la derecha, alguien escuchaba la conversación de las hermanas sonriendo con malicia. Las llevaba buscando desde que supo de la muerte de Leonardo. Ellas no se esperarían nada de lo que ocurriría cuando regresaran. Las dejaría disfrutar de este pequeño paraíso, para derrumbarles su hermoso castillo hasta dejarlo en los cimientos.

¡Mi segunda novela terminada! Es la primera vez que termino de escribir una novela en tan poco tiempo. Quizás influye que es una novela corta.

Mis estrellitas, espero que les haya gustado el final y el epílogo.

Besitos, Kya😘💫