Mi fuego interior crece con tus fibras.

Me allana, reviviendo las cenizas.

Con tan solo mirar como vibras.

Ante aquel acto, te humanizas.

Quizás a la sociedad ha perdido, le falte algo de eso.

De esos sueños que revuelcan el alma entera.

Ya que nunca he consentido como lo llevan, confieso.

Pareciera ser siempre un pez nadando en una pecera.

Eres tu querido, la razón de las velas en noche.

Son también los deseos carnales, benditos

Que prenden mis sentidos de trasnoche.

Y nos deleitan con mil colores exquisitos.

El cielo se ilumina ante tal escandaló.

Es que jamás ha estado más radiante.

Cuando esta ante el toque del pétalo.

Y sin pensarlo te vuelves su amante.

La magia que va creando eleva su escencia pura.

Su inaudita belleza eterna origina constelaciones.

Volviendo la unión de dos siluetas una gran figura.

Que juegan al unísono, revelando todas sus pasiones.

Eres belleza infinita.

Que emociona mi ser.

Buscando mi sonrisa finita.

Para tu amor poder ser.

Hemos aquí y ahora, mientras el futro nos los permita.

Y el pasado perdone todos los sabores agridulces.

Que no me hace falta ser la diosa afrodita.

Para permitir que puede, mi vida endulces.

Seguiremos aquí y ahora, solo tú y yo.

Lo sello en un beso, en una caricia.

En una mirada estamos, solo tú yo.

Segura esta,  no queremos ser notica.

Me entregó no solo aquí y ahora, con certeza soy suya.

También en esas trasluces  y matices que han se esconden.

Todas las vidas  que me permitan todavía ser completamente tuya.

Ya que se que nuestros latidos...a ti...a mí...aún corresponden.