Hermanas entrometidas
En aquel callejón estaban los dos hombres conocidos como los más fuertes de Ikebukuro todo seria normal si no fuera por algunos detalles: eran amantes a escondidas, se besaban con lujuria y ahora eran descubierto por dos pequeñas entrometidas.
- Entonces Iza-nii? –pronuncio cantarinamente la de lentes.
- Interrumpimos algo? –dijo con un tono tranquilo, pero con una mirada de malicia la segunda.
- Q-qué hacen ustedes aquí? –pronuncio un impresionado azabache.
- Kururi....Mairu...-dijo un atónito y nervioso rubio.
- Lamentamos interrumpir si....como decirlo...
- Sexo en vía pública...
- Si! Lamentamos interrumpir sus intimidades~ pero no habíamos quedado en encontrarnos Iza-nii? –dijo con una malicia tan propia como la del informante.
- N-no estábamos haciendo nada raro!!! –pronuncio un avergonzado informante –bájame bestia!!!
- Ah...yo...si –dijo el ex barman quien bajo a su pulga, pero que el sonrojo ante las palabras de las gemelas se veía en su rostro.
- Por qué no me llamaron? –dijo molesto el azabache.
- No teníamos dinero y vimos que era mejor buscarte.
- Fue mucho trabajo...
- Así que nos debes un helado! Y del caro Iza-nii!!
- Ugh...había olvidado que debíamos vernos...-dijo molesto el informante.
- Eres un pésimo hermano! –pronuncio con molestia la de lentes.
- Olvidar nuestro compromiso de una semana a otra...-dijo la más callada.
- ...Shizu-chan...-dijo el informante mirando al rubio –creo que tendremos que vernos después...
- ...ah...ya veo –dijo el rubio algo desanimado.
- Y si va con nosotros~ -dijo con ánimos la de lentes.
- Pasar tiempo de calidad juntos...
- Lo siento, pero eso no pasara...-el pelinegro se cruzo de brazos molesto.
- Que tal si mejor compartimos una pizza!
- Entre los cuatro...en el departamento de Iza-nii.
- Buena idea Kuru-nee! Así nadie vera lo que esconden los tortolitos~ -dijo con picardía la de lentes.
- T-tortolitos?! –dijo el informante con un leve tic.
- T-tortolitos...o-oigan no es lo que creen...
- Pfff Shizuo-san no hace falta que lo nieguen, como buenas hermanas hemos estado pendiente de nuestro hermano!
- Vimos la confesión del parque...
- Su primer beso! –dijo con emoción la menor.
- El pastel que Iza-nii nos pidió encargar...
- Su repentina cancelación para comer sushi con nosotras~
- ...-el rubio estaba sin palabras no sabia que decir.
- ...esta bien ya basta...malditas espías les dije que no lo hicieran y aun así lo hicieron! –dijo molesto el informante para luego suspirar pesadamente –aunque debí suponer que me espiarían...
- Jajaja! Bueno entonces Shizuo-san acepta nuestra propuesta? –dijo la castaña mientras se abrazaba al brazo derecho del rubio.
- Podemos contarte cosas sobre Iza-nii...-dijo la mayor aferrándose al otro brazo del rubio.
- ...bueno yo...-dijo el rubio mirando a Izaya.
- Ugh esta bien...tu llévalas Shizu-chan~ nos veremos en mi departamento~
- Q-qué?! –dijo el rubio, pero el informante salio corriendo dejando al rubio con las gemelas –esa pulga...
- Y entonces...
- Son novios? –dijo con emoción la de lentes.
- Bueno...n-no...es decir...si, pero no es raro...-dijo el rubio con nervios mientras caminaba con las gemelas.
- Eh? Pero si se veían muy íntimos ahí? –hablo la menor.
- Iza-nii es muy orgulloso...
- Conocen muy bien a Izaya...-dijo con curiosidad el rubio.
- Bueno hemos vivido con el por muchos años –dijo la de lentes.
- Sabemos muchas cosas...-dijo con una cierta malicia la mayor.
- Como su miedo a los ojos de los peces! –dijo animadamente la de lentes.
- Pfff! Qué? –dijo aguantando la risa el rubio.
- Es la verdad! –dijo la de lentes.
- No debíamos decirlo...
- Ups~
- Jajajaja dios no puedo creerlo...nunca pensé que le tendría miedo a algo tan burdo como los ojos de los peces.
- Ah! Puedes darle un gato –dijo la de lentes de forma animada.
- Un gato? –dijo confundido el rubio.
- Iza-nii ama los gatos...
- Pero jamás a tenido uno propio.
- Con que un gato...bueno como es el supongo que le viene mucho tener un gato, yo diría que incluso el es como un gato...
- Oh, también lo piensas?!
- Una vez le compramos orejas de gato....pero el las tiro o las escondió~ –dijo la más callada.
- Seria divertido verlo con una de esas cosas –dijo el rubio dejando salir una risilla.
- Podríamos hacer equipo~
- Un equipo...
- Explíquense...-dijo el rubio curioso.
- Pues~ nosotras compramos las orejas –dijo con malicia la de lentes.
- Te las entregamos...-dijo con el mismo tono la mayor.
- Y después se las pones a Iza-nii!.
- Y tomas una foto...y nos mandas una copia...
- ...es un trato –dijo de forma seria el rubio.
El informante llego primero cosa que no le impresiono en parte por que no quería sufrir las mil y un preguntas por parte de sus hermanas, prefería evitarlo por ahora, además el informante quería asegurarse de que sus hermanas se sintieran libre de acosar a su amado amante. Al pensar en esa palabra...amante, el informante se sonrojo hasta el punto de quedar tan rojo como un tomate; el sonido de su celular lo saco de sus pensamiento y al ver el remitente del mensaje su semblante cambio. Aquel tipo de nuevo...se había vuelto un odioso y un acosador sin dudas, Yamasaki Hiroto era un tipo que tenia sin duda mucho poder, una gran empresa que ganaba millones a costa de pequeños empresarios que eran eliminados y obligados a vender sus empresas, tenia contactos con varios yakuzas, además de varios negocios turbios y su mayor especialidad...las drogas. No había forma en que ese hombre no ganara dinero por algún lado y quizás lo que más le desagradaba al informante era su actitud de Don Juan, parecía coquetearle a cada cosa que se moviera hasta que un día lo vio y se le empezó a insinuar; obviamente el informante lo ignoraba y se hacia el tonto hasta esto, pero una semana después de aceptar a la bestia que tenia por amante el hombre se le confeso. No le diste una respuesta y claro ahora el hombre exigía respuestas tras un aproximado de 3 semanas de haberse declarado y el informante no tenia intenciones de aceptar.
El timbre de su departamento y los gritos de una de las gemelas le saco de sus pensamientos. No había razón para preocuparse por aquel tipo, llegado su momento irías y le darías un rotundo no a aquel hombre, después de todo el informante amaba a su bestia y pudo comprobarlo cuando abrió la puerta y vio la cara del rubio dejando ver una dulce sonrisa que fue correspondida con la sonrisa de su bestia.
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Un poco corto~ lo sé c:
Pronto me querrán matar yo lo se </3, en fin xD adivinen quien empezó otra historia~
Exacto! esta señorita! pueden leerla buscándola en mi perfil o buscando el nombre de esta se llama "Qué ha sido de ti"
Auto-promoción donde?! (???
Pankesito~
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