El celular marcaba las 4:30 PM una buena hora para ir al lugar acordado con el conocido monstruo de Ikebukuro, las gemelas se encaminaron triunfantes hacia el lugar más ahora que sabían acerca sobre el supuesto enemigo o mas bien dicho, el acosador de su hermano. Decididas a poner fin a todo este enrollo y reconciliar al par de enamorados las gemelas estaban cerca de llegar, tomando uno de los callejones que su hermano les había enseñado, tendrían tiempo suficiente como para cambiarse y juntarse a la hora correspondiente con el rubio. Pero, eso nunca sucedería, ya que antes de poder llegar al final del callejón un auto las intercepto, asustadas trataron darse la vuelta solo para descubrir que estaban acorraladas; antes de poder hacer algún otro movimiento cayeron al suelo debido a la droga que estaba en los pañuelos que estuvieron alguna vez en sus bocas. Triunfante aquel hombre miraba a sus nuevas presas...esta vez el tendría la ventaja.

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El rubio llevaba varios minutos llamando a las gemelas quienes no parecían responder ni mensajes ni ha llamadas cosa que lo puso nervioso, se debatió en si debería llamar al informante para insistirle en que sus hermanas estaban en la ciudad. Estaba apunto de marcar el número, pero un mensaje de aquel número lo alivio un poco; abrió el mensaje leyendo lo que decía "Lo lamentamos Shizuo hemos sido descubiertas por nuestro hermano y deberemos de irnos, lo lamentamos, ups :)" . El rubio dudo del mensaje, ya que parecía extraño...donde estaba el Shizuo-san o el Iza-nii que las gemelas solían ocupar, con un mal presentimiento marco lo más rápido que pudo el número del informante mientras corría a toda velocidad a su departamento.

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El informante estaba sentado en su típica silla mientras miraba con una expresión de indeferencia total como la gente pasaba despreocupadamente por las calles de la cuidad, todo pareciera normal si no fuera por que aunque intentara aparentar estar normal era bastante obvio que había algo que no estaba bien y eso le estaba molestando a más no poder a cierta castaña que estaba haciendo su trabajo en su escritorio. Antes le parecía más soportable debido a que el informante parecía estar embobado todo el día revisando su computador para dejar escapar una sonrisa boba o alguna risa con un discurso que más que filosófico era cursi, inclusive que pasara revisando su celular para ver los mensajes de la bestia o que la echara antes para que el rubio no la viera le parecí algo satisfactorio, pero ahora el aura era tan deprimente que la castaña sentía rabia y no podía soportarlo.

- Izaya –pronuncio con furia la mujer mientras dejaba caer con fuerza los papeles que había terminado de ordenar.

- Oh Namine-san~ te noto un poco molesta, me pregunto a qué se debe eso? –pronuncio con un deje de burla.

- No intentes engañarme...algo paso contigo y esa cosa – acuso la castañas cruzando de brazos.

- Cosa? –alego confundido el informante.

- Ugh...Heiwajima – pronuncio con fastidio la mujer –donde esta? Acaso te haz peleado con aquel hombre?

- Oh vaya~ -dejo escapar el informante con una sonrisa burlona – desde cuando te preocupas por mi Namine-san?~

- Bien si no quieres hablar al respecto debió ser tu culpa, no? –declaro la mujer haciendo que el informante formara una mueca.

- Tch! Eso no te importa...-el teléfono del informante comenzó a sonar y antes de este pudiera tomarlo la castaña lo hizo.

- Vaya hablando del rey de roma –pronuncio la mujer haciendo que el informante se tensara –deberías contestar...

- No será necesario –respondió con frialdad el informante arrebatándole el teléfono para luego mirar la pantalla con aquel nombre, el informante dudo, pero termino por cortar la llamada –tengo asuntos más importantes que preocuparme como por cosas tan tontas y banales que el amor~

- ...vaya...nunca me ha importado que seas como eres Izaya –pronuncio la mujer.

- Y como seria yo? Namine-san~ -pronuncio curioso el informante.

- Creo que no hace falta describirte...pero te diré algo nada más por que me parece que tu actitud es tan patética que me da vergüenza...

- ... -el informante no dijo nada solo frunció el ceño, cuando se disponía a hablar fue interrumpido por la castaña.

- Al fin logras hacer algo decente, te consigues al fin a una persona que logra soportarte y andas por ahí con cara de idiota y de un momento a otro la cagas solo por un tipo que te acosa?

- ...

- A que le temes Izaya? Tus hermanas están lejos el puede defenderse solo.

- Yo? Temerle a algo? Ja! Me estas comparando con los humanos? Recuerda que yo soy un Dios Namine-san! –el informante se paro y dio algunas vueltas alrededor de la castaña –y como Dios yo no tengo las mismas intenciones o deseos que mis amados humanos!

- Miéntete todo lo que quieras Izaya...pero hasta un "Dios" como tu puede caer ante un humano o mejor dicho una bestia...tan raros ambos que pueden estar juntos.

- ... -el informante iba a replicar, pero el sonido del teléfono volvió a inundar la habitación.

- Deberías contestarle de una buena vez.

- ... -el informante miro su escritorio y se dio cuenta que el tono era de aquel teléfono, con cuidado lo tomo y contesto como si nada – Yamasaki-san~

- Eh? – la castaña no pudo evitar impresionarse al escuchar ese nombre.

- Iza-chan!~ -se escucho del otro lado del teléfono – me alegra escuchar tu dulce voz después de tanto tiempo.

- La verdad no estoy de humor para aguantarte hoy~

- Es una lastima....yo quería celebrar!

- Celebrar? –pronuncio confundido el informante.

- Exacto! Ya que haz terminado con tu amante! –del otro lado el hombre escucho como el informante chasqueo la lengua –ups no debí decirlo, perdona!

- No se de que hablas Yamasaki-san...

- Eso no importa...es decir, si quieres negarlo, pero no te llamo para eso exactamente.

- Y qué seria? Mi tiempo es muy preciado~

- Supe que tus hermanas se fueron de vacaciones –pronuncio venenosamente el hombre.

- Oh no se que hablas~ -respondió indiferente el informante.

- Bueno debido a que no llegamos a nada...te parece si revisas el mensaje que enviare?

- ...mensaje?

- Si~ y cuando lo veas me veras en el edificio Okisawa a las 8:00 PM para llegar a un buen acuerdo.

- Como sabes que iré con seguridad? – lo desafío el informante.

- Se que no te negaras...-pronuncio con frialdad, el informante iba a replicar, pero la llamada se corto.

El informante frunció el ceño y espero a que el mensaje llegara, una vez que el mensaje llego el informante lo miro sin esperar mucho...pero todo cambio al ver la imagen del mensaje. Sus hermanas atadas a unas sillas y con los ojos vendados lo hizo sentir un escalofrío y un estado de shock, la castaña lo miro confundida; intento tocar el hombro del informante, pero pudo ver la imagen y antes de que esta pudiera decirle algo el informante guardo el teléfono y se acerco a la puerta. La castaña intento detenerlo, pero el solo dijo "que volvería luego" ante la mirada de la castaña el informante desapareció del departamento con sus teléfonos, su chaqueta y su navaja.

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La hora ya llegaba, solo un minuto para las 8 PM y el informante de Shinjuku subía hasta la azotea del edificio citado, al llegar vio a aquel humano que odia y al cual había decidido solo para el que no podría amar nunca. Aquel hombre lo recibió con una sonrisa acercándose y tronando los dedos para dejar ver a un tipo que podía ser un mastodonts de las cavernas cargar a sus hermanas quienes tenían la boca cubierta por alguna cinta.

- Me alegra saber que haz venido Iza-chan~

- Suelta a mis hermanas –sentencio con frialdad el informante – ellas no tienen nada que ver en esto.

- Oh si si...las soltare a cambio de algo claro esta...

- Ah qué te refieres?...

- Fácil! Iza-chan...yo las dejare ir si a cambio te vuelves mi amante~

- Tch!....eso jamás

- Oh, entonces no aprecias la vida de tus hermanas? –ante estas palabras aquel mastodonte se acerco a la orilla donde suspendió a las gemelas.

- Kururi! Mairu!! –grito el informante mientras veían como las pobres castañas intentaban aferrarse para no caer.

- Decide Izaya...-pronuncio con frialdad el castaño –tu vida por la de tus hermanas.

- ...esta bien...-pronuncio el informante.

- Perfecto~ ponlas en un lugar seguro –pronuncio Yamasaki con tranquilidad.

- A la orden amo –el mastodonte bajo a las gemelas a un lugar seguro, ambas se miraron y se sacaron la cinta que cubría sus labios para correr donde el azabache estaba.

- IZA-NII!! –gritaron ambas para aferrarse al informante quien se agacho y las abrazo para luego acariciar sus cabellos.

- Están bien? –las gemelas asintieron sin decir nada más.

- Bueno Iza-chan...ahora que tal si nos vamos juntos amor mío –pronuncio triunfante.

- Claro...-el informante abrazo más a las gemelas para susurrarle unas simples palabras –corran.

Ante aquellas palabras las gemelas se separaron y el informante se acerco a Yamasaki quien sonreía triunfante, pero no todo salio como el pensaba, el informante saco un gas pimienta dándole directo a los ojos. Mientras este le gritaba a su subordinado las gemelas lo hicieron tropezar usando el mismo truco, el informante sonreía triunfante no sin antes darle un pequeño regalo a su "dulce" humano, clavo a diestra y siniestra su navaja en su costado izquierdo dejándolo arrodillado, ciego y desangrándose.

Con astucia los hermanos Orihara bajaban a más no poder por la escalera de emergencia siendo las gemelas las que llevaban la cabecera en la huida, si hubiera sido cualquier otra persona el informante hubiera escapado por su cuenta, pero este no seria el caso solo pedía que las gemelas fueran rápidas en la huida y pudieran escapar sin percances, pero el destino es cruel y los hermanos sintieron gritos acompañados de disparos de balas. Los subordinados que posiblemente estaban cerca empezaron a perseguirlos, los hermanos bajaron más rápido, pero una de las balas alcanzo el tobillo de la mayor de la gemelas; casi como el rayo el informante tomo a las gemelas y boto la puerta de emergencia.

Debían irse por dentro del edificio ya no había tiempo y con una de sus hermanas lesionada el tiempo les corría en contra, el informante alterno entre varias escaleras del interior cuando llegaron al cuarto piso el informante volvió a la escalera de emergencia, con mucho sigilo cerro la puerta y rasgo un pedazo de su pantalón el cual se la dio a la castaña de lentes. Su hermana mayor fue valiente y no lloro cuando el informante saco la bala con su navaja para luego hacerle una venda improvisada con el trozo de tela que antes se había arrancado; volvieron a bajar por las escaleras llegando al callejón, al fin libres las gemelas corrieron el informante miro hacia la escalera para asegurarse que nadie los seguía, un segundo, un descuido, cuando volvió la mirada a sus hermanas sus ojos se llenaron de horror. Sus hermanas caían al suelo sin razón alguna en un intento desesperado el informante corrió, sentía como el tiempo iba tan lento que podía escuchar sus latidos y su respiración.

- KURURI! MAIRU! –el informante sentía sus pies pesados y como todo se volvió una horrible pesadilla, pero antes de que pudiera llegar donde sus hermanas dos tipos salieron y las tomaron haciendo que el informante parara en seco.

- Me obligaste a hacer algo que yo no quería Izaya... -pronuncio con frialdad el castaño –ahora pagaras las consecuencias~

- Tu...-vocifero con rabia el informante, pero no pudo hacer mucho, ya que sintió como algo se clavaba en su cuello. Al tocarse el cuello sintió lo que parecía un dardo se lo intento sacar, pero sintió como su cuerpo cedía y se tambaleaba.

- Dulces sueños mi bella durmiente – el castaño se volteo y lo ultimo que pudo ver el informante fue como algunos secuaces de Yamasaki se acercaban.

- M-maldito...-el informante intento retroceder, pero le fue en vano, sintió como sus piernas cedieron cayendo de rodillas al suelo para luego hacerlo el resto de su cuerpo–S-shizuo....-fue lo ultimo que salio de los labios del informante.    

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Uh!!! se que ahora odiaran más a este hombre xD pero bueno~

Como prometi actualización una vez al mes xD sean pacientes~

Nos vemos posiblemente el otro mes~

Pankesito~