6. ¡Sacadme de aquí!
Di unos pocos pasos hacia su interior cuando sentí a alguien apretándome, hecho que provocó que me separara y mis colmillos surgieran a la defensiva.
Divisé la sombra en la oscuridad y rápidamente me dirigí hacia ella, tomándola del brazo y llevándolo hacia su espalda dolorosamente. Por su estructura, parecía ser un hombre.
- ¡Au! Espera... Brooke, me haces daño. - ¿Brooke? ¿sabía mi nombre? - Soy yo... Connor.
Inmediatamente me separé de aquella silueta ante la pronunciación de ese nombre. Entrecerré los ojos para concentrarme en su rostro. Y sí... efectivamente era Connor, mi tío.
- ¡Hay que jorobarse! Me has hecho daño... Tan solo quería darle un abrazo a mi sobrina preferida. - Connor se acariciada el brazo derecho una y otra vez.
- Lo siento. - Me disculpé mientras me rascaba la nuca con nerviosismo.
- Anda ven aquí, ratona. - Empezó a acercarse a mí para abrazarme, pero lo detuve en seco debido al enfado que sentía ante la pronunciación de aquel sobrenombre que me había puesto años atrás.
- ¡Ya te dije que no me llames así!
Lucas y Chase atravesaron la puerta, pero se detuvieron al instante al ver a Connor a mi lado. Entrecerraron los ojos, al igual que yo, intentando reconocer a la persona que tenían delante.
- ¿Connor?- Pronunció Lucas una vez que lo hubo reconocido.
- Hola chaval. - Respondió amistosamente mi tío.
- ¿Dónde estabas? Entramos en la casa y no te vimos por ninguna parte. - Dijo Chase haciéndose notar.
- Estaba revisando el sótano. Al parecer tendréis algunos problemas fecales, las cañerías están rotas.
- ¡Genial! ¿Cómo se supone que arreglaremos eso? - Dije con exasperación.
- ¿A qué te refieres, ratona? - Le dediqué una mirada asesina pero Lucas se adelantó con la explicación.
- Andrew quiere que arreglemos la casa como castigo. Ya sabes... por lo que pasó en la fiesta.
- Bueno, yo puedo conseguiros un fontanero a buen precio. - Propuso Connor.
- ¿¡Enserio!? Eso sería genial. - Dije animada pero de repente la realidad me golpeó en la cara-. Oh no, espera. Andrew quiere que nosotros hagamos el trabajo. Sin ayuda.
- Bueno, en ese caso mi hermano no tiene porqué enterarse.
- Me gusta como piensas, tío Connor. - Dijo Lucas y todos sonreímos cómplices.
- Bueno chicos, ya es tarde y tengo que irme. No quiero que vuestra tía me envíe patrullas de rescate. - Empezó a acercarse a la puerta pero antes de atravesarla dijo:-. El sobre; segundo piso, primer dormitorio, segundo estante a la derecha. Decírselo a vuestro padre.
Después de despedirnos de Connor volvemos a la horrible realidad que nos mostraba aquella casa.
- Busquemos el interruptor. - Propuso Lucas e hicimos lo que nos dijo.
Después de buscar el interructor de la luz por más de diez minutos en medio de la oscuridad, descubrimos con total desagrado que no había luz. No había corriente eléctrica.
- No pasaré la noche aquí. - Me quejé haciendo un puchero a sabiendas de que mis hermanos no podían verme.
- Si tuviéramos una tienda, nos quedaríamos en ella. - Dijo Chase dándole una patadita al umbral de la puerta.
- Podemos quedarnos en el coche. - Nos dijo Lucas agachándose hacia su maleta en busca de su pijama. - Nos cambiaremos aquí. Yo primero.
Dicho eso nos arrastró hacia fuera para luego cerrar la puerta de la casa.
Cuando ya estábamos con nuestras pijamas puestas nos adentramos al auto, dispuestos a pasar la noche. Chase tendido en los asientos de atrás, mientras que Lucas y yo ocupabamos los asientos delanteros. Un poco reclinados, procurando no aplastar a Chase.
Pasamos la noche hablando y preparándonos para lo que venía al día siguiente. Las horas se hicieron largas pero a la vez divertidas, a causa de las constantes peleas entre Lucas y Chase.
Una risas a distancia empezaban a devolverme a la realidad. Ni siquiera sabía que me había quedado dormida. Por alguna razón mis rodillas estaban presionadas contra mi pecho y a mi espalda algo ejercía presión evitando que pudiera erguirla. Cuando abrí los ojos pude darme cuenta de que seguía en el auto y mi asiento se había reclinado hacia adelante atrapándome sin la capacidad de hacer algún movimiento.
Aún escuchaba las risas de Lucas y Chase, cosa que me exasperaba más.
- ¡Sacadme de aquí! - Grité.
- No podemos. - Dijo Lucas aún muerto de risa.
- ¡Claro que podéis! ¡Sacadme de aquí!
- Lo que Lucas quiere decir es que el regulador del asiento se rompió y no va ni para atrás ni para delante. - Contestó Chase.
- ¡Os voy a matar! ¡Sacadme de aquí!
- Vale... te sacaremos. Pero primero iremos a por el desayuno - y acto seguido salieron del auto.
Grité de desesperación e ira. De pronto mi espalda empezó a tensarse dejando que eso provocara que echara hacia atrás el respaldo en apenas unos segundos. La poca libertad que había sentido durante los primeros segundos, después de haberme zafado de mi encierro, desapareció cuando vi la espaldera del asiento tirada 180° hacia atrás sin ninguna sujeción a la parte baja del asiento. Tenía unas ganas enormes de matar a mis hermanos. Era mi coche, me pasé años trabajando para poder comprarme un "mini". Y ahora por culpa de mis malévolos hermanos estaba profanado. Oh, Edward Cullen qué te han hecho. Sí, vale. Le he puesto nombre a mi coche. ¿Y qué mejor nombre que la del atractivo vampiro Edward Cullen?
Esperé a que Lucas y Chase volvieran para poder seguirlos por alrededor de la casa. Cosa que fue muy gratificante porque habían traído el desayuno, así que Chase corría con un litro de leche en sus manos y después de tropesarse con una raíz que sobresalía de un árbol, se empapó de pies a cabeza. Y puesto que en la casa no había agua, tendría que ir a la escuela con la piel pegajosa.
Ya me había vengado de uno de mis hermanos. Ahora sólo quedaba Lucas, quien ya había empezado a mirarme con un deje de preocupación en sus ojos al hacerse una idea de lo que le tocaba.
Después de cambiarnos de ropa y ponernos la que utilizaríamos para el primer día de escuela, a Lucas se le ocurrió la idea nunca vista por el hombre para poder localizar la escuela de Chase y nuestro instituto. Preguntar. Así que después de preguntar a los vecinos de enfrente nos encaminamos hacia la primera parada. La escuela de Chase. Lugar donde empezaría mi venganza con Lucas.
La venganza es dulce.
Hola! ¿Como están? ¿Que les pareció el capítulo? Si les gusto voten y comenten. Gracias por leer y aguantarme.
Gracias por leer. Las quiero como una mamá oso ama a sus cachorros. 😘
-Alejandra-
P.D.: El guapo Lucas (nash grier) en multimedia.
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