35. Kelly
— ¿Todo listo?
Asentí, colocando la mochila entre mis pies. Anthony estaba al volante sin siquiera poder mirarme, introdujo la llave en el contacto y encendió el motor.
— ¿No te vas a despedir?
— De quién? — volteé a mirarlo pero el mantuvo su mirada en el volante.
— De Zac.
Me quedé en silencio unos segundos, intentando averiguar qué debía decir. Opté por no decir nada, quedándome en silencio mientras emprendíamos el viaje.
Permanecimos en silencio durante horas. Las luces de la carretera alumbraban su rostro de tanto en tanto. Sus labios contraídos en una fina línea y su mandíbula más marcada que de costumbre.
Tras varias horas intentándolo conseguí quedarme dormida.
Volví a aquella noche, la de nuestra conversión.
Mi padre estaba en un rincón, repitiendo "lo siento" una y otra vez. Sara abrazaba a Chase, balanceándose de un lado a otro para tranquilizarlo. Lucas tenía la mirada perdida, su cuello se desangraba pero parecía no darse cuenta.
De repente sentí otro mordisco, succionando mi sangre otra vez. El miedo invadía todo mi ser, no podía moverme, estaba paralizada.
Cuando por fin pude voltear mi rostro para mirar a mi agresor volví a quedarme helada. Zac me miraba con una intensidad que hacía que me sintiera vacía por dentro, como un hoyo oscuro al que caes pero que no tiene final.
Quería gritar, apartarme, correr. Pero no podía. Sólo podía quedarme ahí, mirando cómo drenaba mi sangre hasta sentir que no quedaba nada.
— Brooke, Brooke...
Sus dedos acariciaron mi rostro mientras por fin se apartaba de mi, una sonrisa siniestra se adueñó de sus labios. Nada que ver con aquella sonrisa tan encantadora.
— Brooke.
— ¿Sí, Zac?
— ¿Zac?
Abrí los ojos sobresaltada, tenía el rostro de Anthony sobre mi. Su expresión cambió de preocupación a molestia y volvió a alejarse de mi.
— Hemos llegado.
Me incorporé de inmediato, mirando a mi alrededor. El cielo aún estaba oscuro pero los azules y rojos empezaban a teñirse sobre las montañas.
Montañas.
— ¿Ya estamos en Montana? — Murmuré mientras me estiraba en el asiento.
— Sí, en Billings. Nuestro primer destino.
Cogí mi mochila, sacando uno de los libros de notas de Cassidy y abriéndolo por una de las páginas del principio.
— Aquí dice que la colonia está al oeste de la ciudad. Allí encontraremos a un vampiro llamado Kelly.
— De acuerdo.
Volvió a encender el motor y se incorporó nuevamente a la carretera. Las luces de la ciudad se hicieron visibles tras una curva y el moreno aumentó la velocidad.
Cuando hubimos llegado nos bajamos del auto, estábamos en una especie de parking. A los alrededores había poca cosa. Una cafetería, un supermercado, una barbería. Miramos a nuestro alrededor y finalmente decidimos bajar del coche.
Esperamos unos minutos hasta que un hombre alto y delgado se acercó a nosotros. Se detuvo a unos pocos metros, nos miró durante un par de segundos y siguió avanzando.
— Vosotros sois los amigos de Cassidy, ¿verdad?
Asentimos. El hombre parecía nervioso, miraba de un lado a otro como esperando a que alguien lo atacara en cualquier momento. Pero la calle estaba vacía.
— Estar aquí no es muy seguro, ¿damos una vuelta? — Señaló el coche con un movimiento de cabeza.
Anthony y yo nos miramos confundidos. Esperábamos a un vampiro pero él no parecía serlo, se veía demacrado, su delgadez era poco común en un vampiro. Pero no había latidos.
—¿Cómo te llamas? — Preguntó el apuesto chico a mi lado.
— Kelly. ¿Podemos irnos, por favor?
Miré a Anthony y él asintió. Volvimos a subirnos al coche, quedando Kelly en el asiento central trasero. Nos encaminamos hacia la carretera en un silencio sumamente pesado.
Miré a aquel hombre a través del retrovisor, examinando su rostro. Pómulos bien marcados, ojeras, labios partidos, cabello desaliñado.
— Nos han dicho que tendrías... Información. — Volteé mi rostro y él asintió.
— Esta colonia está compuesto por 40 vampiros, se están entrenando porque al parecer Dagon tiene planeado atacar muy pronto.
— Eso ya lo sabemos. — Murmuró Anthony molesto.
El hombre se quedó en silencio, pensando.
— Hay miembros de la Logia que están ayudándolo. Al parecer quieren tomar el poder y están dispuestos a empezar una revolución por ello.
Fruncí el ceño.
— ¿El control de qué?
— El de la Logia, por supuesto. Cualquier poder que haya sobre los vampiros quieren tomarlos ellos mismos. Dagon es el principal interesado.
— Entonces... - Me quedé muda, pensando en lo que había dicho. ¿Por qué Dagon vendría tras nosotros si su objetivo principal era la Logia?
Estaba a punto de hablar pero Anthony se me adelantó.
— No digas nada.
¿Había leído lo que pensaba? ¿O simplemente era un recordatorio?
De repente, Anthony volvió a detenerse a un lado de la calle y de giró para mirar al hombre.
— ¿Hay algo más con lo que nos puedas ayudar? - El hombre negó rápidamente. — Está bien, entonces ya puedes irte.
Kelly permaneció quieto en el asiento, dudando durante varios segundos.
— La mujer ha dicho que tenías algo para mí.
— ¿Algo para tí? — Miré al moreno extrañada pero el bufó y abrió la guantera.
Sacó una bolsa pequeña con polvos blancos y se la dio al hombre. Kelly se la guardó en un bolsillo mientras sonreía, saliendo justo después.
— ¿Qué ha sido eso?
— Está enganchado, ¿no te habías dado cuenta?
— Pero es un vampiro. — Mi cabeza no podía procesar aquella escena.
— Sí, y los vampiros como ellos se mueren de hambre durante semanas, quizá meses. Es la única forma que tienen de sentir algo al drogarse. Son una vergüenza para la raza.
Volvió a retomar el camino, con sus manos sobre el volante y la mirada fija en la carretera. Parecía molesto, por lo que preferí no decir nada.
¡¡Hola hermosuras!! Hay algunos puntos de los que quiero hablar y están a continuación:
1. Es un placer volver a estar por aquí y poder leerlos. Los amo.
2. Hoy estrenamos portada, la pueden ver también en multimedia. Mil gracias a _rafitaaa_ por esta maravillosa portada. ❤️
3. Les invito a visitar mi nueva historia Welcome to Arabela. El estreno del primer capítulo será el 13 de Junio, los estaré esperando. ❤️
Sin más dilación, muchas gracias a todxs y nos vemos en el siguiente capítulo.
- Alejandra
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