O si. Nuevo capítulo.

No que pensé que iba amar mucho este fanfic o que fuera tan bien recibido. En lo personal pensé que lo iban a odiar. Y vaya sorpresa que me dieron.

Creó qué esto será más largo de lo planeado. En fin todo por una buena trama.
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Había pasado 2 meses desde que Everest y Marshall comenzaron su relación. Y parecía que cosas eran perfectas para ellos. Al menos eso se decía por las risas de Marshall y su gran sonrisa.

Aún así había un cachorro que no lo podía creer. Chase durante estos meses nunca fue el cachorro más respetuoso con la relación de Marshall.

"Por que sigo pensando que no es correcto esa relación". Pensó Chase con esa duda que solo incrementaba con el tiempo.

Marshall dijo muchas veces que se quedó tan feliz de tener su cachorro, su amor, su alma gemela. Por alguna razón Chase sentía que no hablaba de Everest.

Chase sacó el diario de Zuma. Quería saber si Zuma tenía información sobre la relación entre Marshall y Everest.

"Aquí solo está los sentimientos de Zuma hacía Rocky. Tiene que ver algo que no sea obvio.

Al leer el doujinshi que Zuma había hecho sobre ella y Rocky el pastor alemán comenzó a pensar.  "Tal vez me pueda comprar un diario. No creó qué solo las hembras pueden tener una".

Más tarde Chase y Rocky fueron a la librería para comprar algunos libros. Obviamente Chase compró su diario. Aunque utilizo la cuenta de la alcaldesa Goodway para que no tuviera registro la tarjeta de Ryder.

Al llegar al cuartel comenzó a escribir.

Perder a alguien que quieres es una de las cosas más difíciles de pasar en la vida. Puede dejar un vacío que parece imposible de llenar. Cuando has pasado todos los días con esa persona, puede ser difícil imaginar la vida sin ella. Esta es mi experiencia de un mes sin ti.

Los días parecen más largos sin ti a mi lado. Las cosas que hacíamos solían traer alegría a mi día. Ahora parecen mundanas y sin importancia. La rutina que solíamos tener ahora se ha ido, y me encuentro perdido sin ella. La risa que compartimos ahora es reemplazada por un silencio ensordecedor del que parece que no puedo escapar.

Cada día él cuartel parece estar llena del silencio que solías llenar con tu presencia. El sonido de la televisión, la radio e incluso el tictac del reloj parecen ser un recordatorio constante de tu ausencia. El silencio es tan fuerte que es casi insoportable.

"¡Chase, mi amor! ¿Dónde estás? Gritó Skye

"Aquí estoy, en mi casita".

"Vamos a salir a dar una caminata. ¿Quieres venir?" Preguntó feliz la Cockerpoo al pensar que estaría un momento a solas con su novio.

"Tengo cosas que escribir Skye. Tendrá que ser para luego". Respondió el pastor alemán.

"Ok, solo no te vayas a hacer adicto al trabajo". Bromeo Skye.

"Ahora eres igual de cómica que Marshall".
" Sí eso le da una sonrisa al cachorro que amo, pues vale mucho la pena". Respondió Skye. Y finalmente la cachorra se fue y Chase decidió ir adentro por un bocadillo.

Y fue entonces cuando la vio. Por primera vez en mucho tiempo vio a Marshall solo. Podía recordar esos momentos. Decidió ir a hablar con Marshall.

"Hola Marshall". Saludo el pastor alemán.

"Hola Chase".

"Tengo algo que decirte."

"¿Qué?" Contestó la dálmata.

"¿Quieres jugar un rato con migo?"

Marshall quedó confundida y la vez asombrada. Hacia un largo tiempo desde que Chase le había perdido personalmente jugar con ella. "Hace tiempo que no me habías pedido eso".

Chase sonríe "Estamos solos, y no creo que alguien llegue en este preciso momento".

Marshall lo pensó. Desde que había iniciado su relación con Everest casi no jugaba con sus amigos.

Y tomando en cuenta que Rocky y Zuma estaba jugando pues que les impedía a Chase y ella hacer lo mismo.

"Esta bien". Respondió la dálmata.

Ambos comenzaron a jugar a Bug-bug boogie. Cómo siempre Marshall y Chase hicieron unas competencia para ver quién tenía mejor puntaje. Al final por un tropiezo de Marshall, Chase salió ganándole.

"Yeh, gané".

"Eso no es justo, me tropecé". Reclamó Marshall.

"Aún así gane". Respondió Chase. "Aunque no me importa  ganar o perder. Solo estoy feliz de jugar un rato con tigo".

"Gracias Chase. Bueno me tengo que alistar. Tengo una cita con Everest".

"Ah... él... ah... Sí... Creo que la amistad es lo más importante para mí". Murmuró Chase.

"¿Amistad? Marshall miró a Chase, quien en ese momento se había convertido en el cachorro más pálido del equipo.

"¿Qué pasa Chase? ¡Has estado actuando extraño durante días!" Preguntó Marshall.

"No... No... honestamente... tiene mucho que ver contigo Everest".

"¿Qué quieres decir con que tiene mucho que ver con el Everest? El cachorro nos ayuda como sabrás.

Chase quedó expuesto. "Significa que amo , quiero estar con el ella, quiero ser el cachorro del Marshall". Estos y miles de pensamientos más cruzaron por la cabeza del pastor alemán

"¿Qué? ¿Quieres de mí?" Preguntó Marshall.

"¡Mi amor, ya llegué!" Exclamó Everest, haciendo notar su presencia.

Por primera vez Chase estaba feliz de que alguien interrumpiera un conversación suya. Sentía que era el mejor momento para escapar.

"Yo mejor me voy para no incomodar. Te amo... quiero decir que te amo mucho, pero... como mi amiga". Chase tragó saliva. "Adiós Everest".

En ese momento Everest bromeó. "Hablando como Marshall. No me digas que ahora eres o vas a ser el torpe del equipo", bromeó Everest mientras Marshall se reía.

"¿No vas a contestar? ¿Qué pasó Chase?" Preguntó Marshall.

"Adios" fueron las únicas palabras dichas por Chase antes de desaparecer.

Aunque Marshall tenía a Everest de su lado, una parte de ella quería ir a perseguir a Chase y preguntarle qué tenía.

"¡Que pulga te picó!" Gritó preguntado a su amigo.

"Soy yo o esta más amargado de lo normal". Dijo Everest confundida.

"Tal vez discutió con Skye". Teorizó Marshall. "Voy al baño. Ahora vuelvo". Le dijo Marshall a Everest y salió.

"¡Aquí te espero!" Contestó felizmente Everest.

Saliendo del cuartel
un poco comenzó a soltó unas lágrimas.

Zuma la cual había visto esto se acercó a Marshall. "¿Te encuentras bien amiga?" Preguntó de manera preocupada.

"¡No! ¡Nada está bien!" Dijo Marshall tristemente. "¡Sigo enamorada de Chase!"

...

Mientras tanto en la casita de Rocky, Chase le estaba tocando la puerta. Y el mestizo abrió la puerta.

"¿Chase todo está bien?"  Preguntó Rocky.

"¡No Rocky, nada está bien!" Dijo Chase con lágrimas en los ojos. "Creo que me estoy enamorando".