Chase sentía el alivio que no había sentido en mucho tiempo. Por fin se liberaba de las cadenas que lo habían atado durante tanto tiempo a una relación que no le correspondía.

Ahora tenía una nueva meta. Sabía que no sería fácil, que habría lágrimas y corazones rotos, pero también entendía que era necesario para que todos pudieran encontrar la felicidad que merecían.

Chase se debatía en su interior, cuestionándose si sería apropiado confesar sus sentimientos a Marshall. ¿Cómo reaccionaría ella? ¿Se enfadaría, se alegraría o simplemente se sorprendería?

Chase no podía deshacerse de los nervios y la incertidumbre que lo consumían. Había desarrollado fuertes sentimientos por Marshall a lo largo de los años, pero no estaba seguro de que ella sintiera lo mismo. En el fondo, esperaba que su relación fuera más allá de la amistad.

Mientras sopesaba los pros y los contras de confesar sus sentimientos, Chase se sentía dividido. Por un lado, quería ser sincero y abierto con Marshall, la persona que siempre había estado a su lado, apoyándole y consolándole. Por otro lado, temía las posibles repercusiones. ¿Se arruinaría su amistad si Marshall no correspondía a sus sentimientos?

Intentando calmar su conflicto interno, Chase repasó en su mente los innumerables momentos que habían compartido juntos. Las sonrisas, las carcajadas y las caricias ocasionales eran señales que dejaban entrever la posibilidad de algo más. Pero también podían ser gestos de amistad malinterpretados.

Respirando hondo, Chase se decidió. Siempre había creído en asumir riesgos, en perseguir lo que realmente le importaba. Y Marshall le importaba más que cualquier otra cosa en su vida. No podía seguir ignorando las mariposas que sentía en el estómago; tenía que saber si existía la posibilidad de algo más profundo entre ellos.

Armándose de valor, Chase se preparó para tener la conversación que podría cambiarlo todo. Fuera cual fuera el resultado, sabía que tenía que ser fiel a su corazón y dar el salto.

Marshall estaba esperando a Everest en algún lugar cercano, y Chase se preparaba mentalmente para la conversación que estaba por venir.

Al llegar frente a Marshall, sus ojos se encontraron, y Chase pudo ver la confusión y el miedo reflejados en los de ella. Tomó una profunda respiración y comenzó a hablar, con la determinación de expresar sus sentimientos más sinceros y poner fin a una relación que había perdido su brillo mucho tiempo atrás.

"Marshall", comenzó Chase con voz firme pero amable, "hay algo importante que necesito decirte". Marshall lo miró con curiosidad, una ligera preocupación en su rostro. "Durante mucho tiempo, fuiste para mí mucho más que un amigo. Eras como la hermana que nunca tuve, mi confidente incondicional. Pero últimamente, esos sentimientos han evolucionado en algo más profundo. No puedo ignorarlos, y creo que es justo para ambos ser honestos el uno con el otro".

Chase sentía que por fin había dejado la cobardía y por fin sería sincero con Marshall. "Te amo".

Marshall parpadeó sorprendida, sus ojos reflejando una mezcla de desconcierto y sorpresa. "Chase, yo... no sé qué decir", balbuceó, visiblemente desconcertada. Chase asintió comprensivamente. "Entiendo que esto puede ser abrumador. No espero una respuesta de inmediato, solo quería que supieras cómo me siento".

Marshall exclamó con sorpresa."¿pero tú tienes una relación con Skye?"

Chase, con un suspiro, respondió: "Acabo de terminar con ella."

La incredulidad llenó los ojos de Marshall. "¿Qué? ¿Por qué lo hiciste?"

Chase miró a su amigo con determinación y confesó: "Porque yo no puedo ser el cachorro que la haga feliz, no mientras tú estés en mi corazón."

Ambos se quedaron en silencio por un momento, procesando la revelación. Chase se sintió vulnerable, pero también aliviado de finalmente haber compartido sus sentimientos. Marshall rompió el silencio, su voz llena de incertidumbre. "Chase, valoro mucho nuestra amistad y aprecio todo lo que hemos compartido. Pero ya es tarde".

Chase asintió con desilusión. "Claro, entiendo. ¿Tú en serio sientes que amas a Everest?

"El es alguien muy lindo y amable con migo". Respondió Marshall.

"No me respondiste la pregunta. ¿Amas a Everest? Volvió a insistir el pastor alemán.

Marshall se quedó muda.

...
Marshall se tomó un momento para ordenar sus pensamientos antes de responder, con la mirada baja. "Yo... no lo sé", admitió, su voz apenas un susurro. "Everest ha sido muy lindo para mí, y me preocupo por él profundamente".

Chase asintió, comprendiendo la confusión y la incertidumbre en sus palabras. "No pasa nada", dijo con dulzura. "El amor no siempre es claro ni fácil de descifrar. Mereces tomarte el tiempo necesario para descubrir tus propios sentimientos".

Sonriendo tristemente, Marshall levantó la vista para encontrarse con los ojos de Chase.

El corazón de Chase palpitó con una mezcla de decepción y aceptación, pero sabía que preservar su amistad era más importante que cualquier otra cosa. "Por supuesto", respondió, con una pequeña sonrisa agridulce en los labios. "Pase lo que pase, siempre serás una parte importante de mi vida".

Mientras los dos amigos se abrazaban, el peso de las emociones no expresadas flotaba en el aire. Chase sabía que seguir adelante no sería fácil, pero estaba decidido a apoyar a Marshall en su búsqueda de la felicidad, aunque eso significara renunciar a sus propios deseos.

En ese momento, mientras Chase se enfrentaba a los retos de un amor no correspondido, Chase no pudo evitar sentirse agradecido con Skye. "Solo esperó que ella pueda ser feliz con alguien". Pensó Chase.

Chase se retiró lentamente.
...

Marshall ahora estaba en un problema. Nunca pensó que este momento llegaría. Chase la amaba. Y Everest también. "Ahora que hago". Pensó delicadamente. Luego recordó que Skye tenía el corazón roto. "Ahora ella me va a matar".

Antes de tomar una decisión ella tenía que hablar con Everest y Skye.
....
Marshall respiró hondo, con la mente abrumada por emociones contradictorias. Estaba claro que debía mantener una conversación abierta y sincera con Everest y Skye sobre lo ocurrido.

En primer lugar, Marshall buscó a Everest para hablar de su relación. Caminando hacia él, lo encontró jugando con Zuma y Rocky. Dudó un momento antes de hablar, insegura de cómo reaccionaría.

"Everest, ¿podemos hablar?" preguntó Marshall, con la voz teñida de nerviosismo.

Everest interrumpió su entrenamiento y centró su atención en Marshall. "Claro, Marshall. ¿Qué tienes mi amor?", respondió, con evidente preocupación en su voz.

.

Marshall inhaló profundamente, adentrándose en el mundo de las palabras, con el peso de la sinceridad sobre sus hombros.

"Everest," comenzó, eligiendo cada vocablo con meticulosa atención, "tú has sido mi apoyo constante, y aprecio profundamente tu cariño. Sin embargo, debo confesarte algo."

La respuesta de Everest fue serena, "¿Qué quieres decir con eso?"

Marshall proseguía, "Antes de que nuestra relación comenzara, mi corazón pertenecía a Chase."

La tranquilidad en la voz de Everest fue notable, "Eso ya lo sabía."

Marshall, sorprendido, indagó, "¿Cómo lo supiste?"

La respuesta de Everest fue lúcida, "Era evidente desde el primer instante en que te vi. Tus miradas hacia él no pasaron desapercibidas, ni siquiera cuando me brindaste atención médica."

Marshall sacudió la cabeza, centrando la conversación, "Eso no es lo relevante en este momento. Lo que ocurrió hace unos minutos es que Chase rompió con Skye y me buscó..." Sus palabras se perdieron, ocultándose detrás de sus manos avergonzadas.

El rostro de Everest reveló una mezcla de sorpresa y preocupación. Se tomó un momento para procesar las palabras de Marshall antes de responder. "Marshall, agradezco tu sinceridad. No me debes nada y no quiero que te sientas atrapado u obligado. Tu felicidad me importa, más que cualquier otra cosa".

Marshall asintió, sintiendo que se le quitaba un pequeño peso de encima. "Gracias, Everest. Significa mucho para mí. Espero que podamos seguir apoyándonos, pase lo que pase", respondió con sinceridad.

Mientras seguían conversando, Marshall y Everest se comprometieron a darse un tiempo, centrándose en el labor que compartían y en su compromiso con Paw Patrol.

Con la mitad de la carga aliviada, Marshall sabía que aún le quedaba una conversación por delante: enfrentarse a Skye. La buscó y la encontró encaramada a una colina, contemplando la puesta de sol.

Acercándose a ella con suavidad, Marshall le habló en voz baja: "Skye, ¿podemos hablar? Es importante".

Skye se volvió para mirar a Marshall, con los ojos llenos de una mezcla de tristeza y curiosidad. "Por supuesto, Marshall. ¿Qué te preocupa?"

Respirando hondo, Marshall encontró el valor para decir su verdad. "Chase me confesó su amor, y es complicado. No sé cómo manejar esto sin herir a nadie, especialmente a ti. Me importan tanto Chase como tú, Skye".

La expresión de Skye se suavizó al escuchar, comprendiendo la difícil posición en la que se encontraba Marshall. "Marshall, no voy a negar que me duele oír esto, pero agradezco tu sinceridad. El amor es complicado, y quiero que todos encontremos nuestra felicidad. Sólo recuerda que mi amistad es inquebrantable pase lo que pase. Eres como mi hermana mayor. Aunque luego te vuelvas como mi hermana menor cuando chocas en el elevador.

Marshall dejó escapar un suspiro de alivio, agradecido por la comprensión de Skye. "Gracias, Skye. Tu amistad significa mucho para mí. Espero que todos podamos superar esto con compasión y apoyo mutuo."

Una vez concluida la conversación, Marshall sintió una carga emocional fuera de sus hombros.

Ahora solo el tiempo de veria qué pasará en el futuro.