Ahora estos van a aprender algo. Por fin hago algo de este fanfic.

Ya no falta mucho para su fin así que disfruten lo que queda.
_____________________________________________

Desde que Chase fue rescatado de Ladriburgo por las cachorras, las cosas habían cambiado drásticamente en su vida. Si bien estaba agradecido por su nueva familia y por la oportunidad de ser un valiente miembro de la Paw Patrol había algo que lo tenía preocupado: su relación con Skye.

En los últimas semanas, Chase había notado que la comunicación entre él y Skye se estaba desgastando. Ya no pasaban tanto tiempo juntos como solían hacerlo, y cuando lo hacían, parecían estar distantes. Chase se sentía confundido y triste por esta situación, ya que Skye era una cachorra muy especial para él.

.

Chase se encontraba en una encrucijada, su corazón dividido entre dos amores. Decidido a buscar consejo, se dirigió hacia Rocky, su viejo amigo y confidente.

"Rocky, ¿puedo preguntarte algo?", preguntó Chase, con un tono de voz que denotaba su turbación.

"Por supuesto, amigo. Dime cómo puedo ayudarte,"respondió Rocky con una sonrisa de comprensión.

Chase, con una voz vacilante, empezó a contarle sobre su situación con Skye y cómo se sentía perdido en medio de esta confusión emocional. "No sé qué hacer, Rocky. Me encuentro en un callejón sin salida. No sé si elegir a Skye, el amor de mi vida, o arriesgarme y decirle a Marshall que lo amo".

Rocky, con la experiencia de un sabio, escuchó con atención las palabras de Chase y le dio un consejo que lo hizo reflexionar: "Escucha tu corazón, Chase. Tu corazón es el que te mostrará el camino a seguir. No cedas a las dudas o al miedo al rechazo. Si realmente amas a alguien, debes ser valiente y expresar tus sentimientos".

Chase reflexionó sobre las palabras de Rocky y se sintió reconfortado por su consejo. Sabía que la elección no sería fácil, pero se sintió más seguro al tener su sabio consejo.

"Gracias, Rocky. Siempre sabes qué decir", agradeció Chase con una sonrisa de alivio.

Con un abrazo cálido y sincero de despedida, Chase se despidió y se adentró la oscuridad de la noche, con la esperanza de encontrar las respuestas que siempre estuvieron en su corazón.

Decidido a enfrentar la situación de frente, Chase buscó a Skye y le pidió que hablaran a solas. En un rincón tranquilo de la Bahía de la Aventura, Chase le expresó sus sentimientos y preocupaciones.

"Skye, sé que las cosas han estado extrañas entre nosotros últimamente. Pero quiero que sepas que eres muy importante para mí.

Skye miró a Chase con sorpresa y emoción en sus ojos. "Chase, también he sentido que algo ha estado mal entre nosotros. Pero no quiero te sientas responsable. ¿Estás seguro de lo que sientes?"

Chase asintió con determinación. "Sí, Skye. Estoy seguro".

Skye sonrió y tomó la pata de Chase en la suya. "Chase, estoy dispuesta a intentar más por nuestra relación. Siempre has sido un cachorro especial para mí, y creo que juntos podemos superar cualquier obstáculo".

Ambos cachorros se abrazaron, sintiendo un alivio y una alegría indescriptibles. Sabían que el camino no sería fácil, pero estaban dispuestos a enfrentar cualquier desafío juntos.

Mientras tanto, Chase también no podía evitar pensar que era un cobarde. No solo le mintió de nuevo a Skye sino que también la estaba engañando."Tengo que resolver esto pronto".

Mientras eso pasó Rocky estaba caminando por el cuartel. Todo iba normal hasta que  Rocky percibió un sutil murmullo que provenía de la acogedora casita de Zuma. Preocupado, se acercó con cautela y llamó suavemente por su amiga.

"Zuma, ¿estás bien?", preguntó Rocky en tono preocupado.

A medida que los sonidos se intensificaban, Rocky temió lo peor y su corazón latía acelerado. Sin embargo, se sorprendió al descubrir a Zuma, en medio de la penumbra, compartiendo afectuosos besos con un peluche con su figura.

"¡Rocky!", exclamó Zuma con apuro y sonrojo en sus mejillas.

Aturdido y asombrado por la escena, Rocky apenas pudo articular palabras: "Tú... estabas..."

Zuma, visiblemente incómoda, trató de explicarse apresuradamente: "No es lo que parece, de verdad..."

"Oh, Zuma, no tienes que explicarte", respondió Rocky con una sonrisa comprensiva. "Todos tenemos nuestras formas únicas de encontrar consuelo y cariño".

Zuma suspiró aliviada y se acercó a Rocky, abrazándolo con ternura. "Pero no estoy loca. Simplemente tenía curiosidad". Zuma se dio un golpe en la cara al darse cuenta que lo estaba empeorando.

Rocky acarició suavemente el cabello de Zuma y le susurró al oído: "No importa cómo encuentres la felicidad, siempre estaré aquí para apoyarte. Eres especial, Zuma, y mereces todo el amor del mundo".

Zuma se congeló. Nunca pensó que Rocky podría tener un lado lindo. O talvez ya estaba muy acostumbrada al coqueteo de Rocky que nunca imaginó que realmente su enamoro de el.

Zuma cerró sus ojos acercando su labio al cachorro.

Rocky se puso nervioso. Su mayor sueño estaba a punto de cumplirse. "No es un sueño".

Zuma, con una sonrisa traviesa en sus labios, susurró. "No, Rocky, no es un sueño. Es real". Y en ese momento, sus labios se encontraron en un dulce y apasionado beso.

El tiempo pareció detenerse mientras se perdían en ese momento mágico. Los latidos de sus corazones se sincronizaron, y la conexión entre ellos se hizo más fuerte que nunca.

Después de un largo y tierno beso, se separaron lentamente, mirándose a los ojos con una mezcla de sorpresa y felicidad. Ambos sabían que habían descubierto algo especial, algo que iba más allá de la amistad.

"Rocky, no puedo creer que esto esté sucediendo", dijo Zuma con voz temblorosa pero llena de emoción. "Siempre he sentido algo especial por ti, pero nunca imaginé que tú también pudieras sentir lo mismo. Siempre pensé que lo que decías era una mala broma.

Rocky acarició suavemente la mejilla de Zuma y respondió con ternura: "Zuma, siempre has sido una parte importante de mi vida. No puedo negar lo que siento por ti. Eres única y especial, y quiero explorar esta conexión que hay entre nosotros".

Rocky cerró la puerta de la casita. "¿Quieres ver lo que no puedes hacer con un peluche?".

Zuma sonrió y apagó la luz.