
4| ACANTILADO
4| ACANTILADO
Alysson
Estoy en el suelo de mi baño en medio de una crisis existencial.
Soy como ellos.
Lo soy y no hay duda.
¿Cómo?
¿Desde cuándo?
¿Por qué?
Eso explica mis recuerdos de Axel y yo juntos en ese lugar, pero mucho sigue sin encajar.
Necesito tantas respuestas, ahora más que nunca, necesito, necesito, necesito aire fresco. Me estoy volviendo loca con mis propios pensamientos. Tomo una chaqueta y salgo de la casa directo a mi cafetería favorita del pueblo. Me siento en una mesa a esperar que me atiendan cuando hacen un movimiento brusco frente a mí.
—¿Que haces tú aquí?
Perrie lleva uniforme de mesera y me mira con odio pero no me importa, en este momento solo quiero que me confirme una cosa.
—Soy como tú... —susurro. Ella quizás sea mi única oportunidad.
—No, tu y yo no somos iguales amiga, nunca lo fuimos. —señala la salida—. Ahora vete.
—Solo quiero que hablemos...
—No hay nada de que hablar, largo.
—Perrie... —dice alguien más a mis espaldas y ella se relaja, no volteo pero una parte de mi sabe de quién se trata—. Está bien Perrie, yo me encargo.
—No, por supuesto que no lo harás.
—No te dejará en paz hasta entender algo de lo que sucede. Traenos una bebida. —sentencia y la rubia accede a regañadientes.
Axel se sienta frente a mi y su perfume golpea mi rostro, huele muy bien, por un momento me quedo mirando los rasgos de su rostro. No lo había visto tan de cerca, pero no quedan dudas de que se convirtió en un adulto guapo.
—Hola.
—Axel... —balbuceo cayendo en cuenta de la importancia de esta conversación para entender lo que pasa y pasó.
Por alguna razón estoy nerviosa pero lo miro directo a los ojos para asegurarme de que no me tome por tonta, compartirmos un intercambio visual muy intenso por unos segundos, como si ambos desconfiaramos del otro y acabaramos de encender el detector de mentiras. Axel juega con un lapicero entre sus dedos.
—¿Me recuerdas?
—¿Que soy?
Preguntamos al mismo tiempo.
Él se masagea la mandíbula sin dejar de mirarme, como si todo fuera más difícil de lo que imaginaba.
—¿Somos iguales?
—No. —sentencia de inmediato, después de unos segundos continúa sin más—. Mira ambos tenemos dones, dones que deben mantenerse en secreto, es aleatorio nunca se sabe con exactitud quien los tendrá, pero los tenemos y eso no nos convierte en personas iguales.
De todos los billones que habitamos el mundo yo también formo parte del grupo. Soy parte de lo que siempre quise probar que existe a mi padre, ¿Cómo es que no lo sabía?
—¿Desde cuándo? —Frunzo el ceño—. ¿Desde cuándo soy así?
Axel detalla mi expresión y suspira mirando hacia otra dirección.
—Nos conocimos en el bosque y...
—Lo recuerdo.
—¿Qué dices?
—Esa tarde la recuerdo —Detallo su expresión atenta a mi—, te recuerdo a tí.
—No creo que sea así. —Asegura—. el punto es que después de ayudarte, unos días después apareciste en el radar, resultó que también eres un distinto.
Distinto. Pienso en lo que recordé la primera vez que vine aquí. Los recuerdos con Axel y yo de niños.
—Tuve recuerdos contigo al llegar aquí —confieso, porque antes era solo un rostro de niño ayudando a una niña asustada a escapar de mounstros en el bosque—. ¿estuviste siempre conmigo desde entonces?
Axel me mira pero no responde. Perrie no duda en dejar caer unos batidos de chocolate frente a nosotros con tanta fuerza que el líquido del mío chispea un poco mi blusa. No tengo tiempo para reclamar porque se me adelanta.
—Si, estuvo contigo desde entonces apoyándote y tú fuiste una perra malagradecida.
Axel susurra su nombre y una mirada basta para calmarla. Se aguanta todas las ganas de matarme y se va de vuelta tras la barra. Detallo su actitud, se ve que Axel le importa y mucho, entonces ¿me odia por qué lo lastimé?
—¿Que fue eso? ¿éramos amigos? ¿te hice daño?
—Sabes eso ya no importa, no lo puedes recordar ¿o sí? —Niego arrugando el entrecejo, no puede decirme algo así, es cruel. Tengo lagunas mentales— . Tú eres sólo un recuerdo no grato de mi pasado, tu perdida de memoria te a salvado de mucho, así que no puedo odiarte si no recuerdas lo que hiciste, agradece poder vivir en la ignorancia de lo que alguna vez pasó, es mejor. —Se levanta y rodea la mesa.
—¿Tanto daño te causé? —cuestiono perpleja.
Se detiene y voltea el rostro a mí. Sus ojos brillan y su mirada solo llega a mis ojos después de lo que parece una lucha interna.
—No solo a mi Harries.
Sigue su camino y me deja sola con dos batidos sin probar y el lapicero con el que se entretenía hace un rato. No es hasta que se aleja del local que lo sigo pensando en devolverle lo que dejó.
—¡Espera!
—Ya no responderé a más preguntas. —sentencia con las manos en los bolsillos delanteros de su pantalon negro.
—Yo... —Me acerco y siento el impulso de tocarlo, él retira mi mano de su hombro irritado pero su toque no lo es, el gesto a pesar de ser un rechazo no se siente frío, es rápido pero delicado. Sus manos son suaves al tacto.
—Aléjate de mí, no tenemos que seguir hablando. —Se aparta a una distancia prudente—. A veces debes aceptar las cosas como son y no como quieres que sean, después de todo tu lo decidiste así.
—Yo no decidí olvidarme de esta especie de otra vida, yo...
—¿Otra vida? —Se gira hacia mi—. La fortaleza, tu don, tu vida de distinto era todo lo que eras, lo único que te hace alguien especial.
¿Lo único que me hace especial? Auch, una patada en el estómago me hubiera dolido menos.
—Pero no puedo recordarlo... —Estoy en shock, lo sujeto de su chaqueta de jean mirándolo a los ojos suplicante— por favor ayúdame, me siento perdida en todo esto.
Niega intentando apartarse.
—Harries...
—Por favor, por favor. —repito.
—¿Qué quieres que haga? —Se exaspera.
—Cualquier cosa que me ayude a recordar. Necesito recordar.
Tus recuerdos, experiencias y errores te hacen lo que eres. Me sentiré incompleta hasta que lo tenga devuelta.
—Lo siento pero no te voy ayudar. No cometo un mismo error tantas veces.
🍃🍃🍃
Jules.
Camino con cuidado de no resbalarme, el suelo está húmedo y hay muchos barros. Me fijo en Steven que va observando todo su alrededor con recelo, y alejando insectos con orígen sospechoso, yo solo veo su espalda porque va adelante así que aprovecho para mirar un poco más sin que lo sepa.
—¿Estás dejando un camino de baba para guiarme amiga? —Miro mal a Alysson, que por primera desde que llegamos se unió a una de mis prácticas a campo abierto.
—No sé de qué estás hablando —Acomodo mi cabello tras mi oreja—, ya te han sacado mucha sangre los mosquitos, estás desvariando.
Ella se ríe y camino rápido dejándolos atrás para no escucharla haciendome un montón de preguntas. Evitaré esta conversación hasta que tenga claro que me sucede con su hermano, hermano político.
Leo el mapa para asegurarme de que vamos en el camino correcto y permanezco en silencio por mucho tiempo hasta que escucho murmullos de Steven detrás de mi. Después de pensarlo mucho decido hablarle.
—¿No has notado a Aly un poco extraña últimamente? —susurro para que solo él me escuche.
Steven no me responde así que volteo y lo veo intentando alejarse con cautela de una serpiente. Me río por lo bajo y voy por él.
—Tranquila nena, tranquila... —Da pasos lentos en reversa, hacía mí—. Relájate, me iré justo ahora...
Es divertido verlo tan fuera de su zona de confort y que aún así lo intente. Cuando choca de espalda contra mí lo miró con una sonrisa divertida.
—Es inofensiva.
—¿Cómo lo sabes?
—Por su apariencia, es una tragavenado bebé, no tiene veneno porque mata a su presa asfixiandola en una especie de abrazo de la muerte, pero las posibilidades de que ella pueda contigo son bajas.
Una de sus cejas se arquea mirándome desde arriba a pesar de que también soy alta.
—Para mí todas son iguales —Lo piensa un momento dándose vuelta—, algunas más terroríficas que otras claro pero iguales al fin.
Niego sin poder evitar sonreír. Parece mentira que Steven Morgan este conmigo en una investigación a campo abierto, todo él desencaja con el verde alrededor, es tan atractivo que me hace distraer incluso si no lo intenta. Está experiencia me traerá puntos para la universidad pero no me esperaba que fuera a vivirla con el chico que me atrae. Eso cambia las cosas y me esfuerzo mucho por no desconcentrarme pero su perfume me lo pone difícil.
Sonrio observando su perfil. Nos adentramos más al bosque y por un momento no pienso en lo mucho que de pequeña le temía a este lugar sino en con quién estoy ahora.
—¿Por qué estás aquí Steven?
—Llámame Stev —me dice sonriendo—. Y la verdad me gusta pasar este tiempo contigo —Mi corazón se detiene por un momento con su declaración, lo miro y es gracioso como intenta alejar los mosquitos de él—... y no soy mucho de encierros.
—Tampoco de campo...—susurro para mí.
—¿Dónde está Alysson? —pregunta de repente.
—Venia detrás de tí. —digo volteándome pero solo veo ramas y arbustos.
No la veo.
Él grita su nombre mientras yo intento no entrar en pánico.
No responde.
No no no.
Se me contrae el pecho y siento que revivo esa horrible sensación. No de nuevo por favor. Siento que los arboles están más cerca y el suelo se mueve.
—Peter ya no es gracioso. Te juro que si esto ...
—¡No es una broma,
lo prometo! —No quiero creerle pero lo hago, sé que no miente y eso me asusta muchísimo más.
—Entonces ¿dónde está? ¿dónde está Alysson?
—No lo sé, —grita y mira en todas las direcciones pero yo sigo sin dejar de temblar—, tenemos que seguir buscando, tenemos...
Empiezo ahogarme, no respiro, caigo al suelo y Peter me ataja apartando el cabello de mi cara mientras me mece y hace sonidos tranquilizantes.
—Tranquila July, todo va estar bien. Solo respira —Me mira a los ojos, los de él brillan y transmiten una paz increíble a pesar de estar agitado y muy asustado, no lo demuestra para ayudarme.
Parpadeo y la imagen de mi molesto amigo rubio y Steven se alterna repetidas veces mientras no dejan de preguntar qué sucede.
—Peter... —Mis ojos se cristalizan—, no puedo respirar, Peter.
🍃🍃🍃
Alysson
Decidí que debía salir con los chicos porque no es muy propio de mi querer estar en casa tanto tiempo, eso les resultará extraño en algún punto, y también porque investigar algo nuevo es la única forma de mantener mi cabeza ocupada en otra parte que no sea mi extraña naturaleza.
Me fijo en la lista de lo que le ayudo a buscar a Jules, el señor Garret pidió una gran cantidad de plantas para sus próximas lecciones, que si me lo preguntan a mi, solo quiere mantenerla entretenida. Es un viejo gruñon, yo misma tuve que ayudarle a pedirle las tutorías porque mi amiga lo admira mucho por sus libros de investigación.
Steven que camina delante de mi, casi se resbala y cae de trasero al barro pero consigue hacer como que si nada pasó. Suelto una cacarjada instantánea, y me mira mal.
—Te ví.
No pertenece aqui, no se por qué lo hace si en definitiva no es su lugar. Como el egocéntrico y orgulloso que es, no soporta que me ría de él y camina más rápido mientras murmura cosas como que seguro está harto de mi. Sobo mi estómago para calmarme cuando unas flores amarillas y anaranjadas fluorescentes llaman mi atención a un lado del camino, recuerdo que papá tenía de ellas en su laboratorio y más de una vez las estudié. Son hermosas pero si las pisas en unas horas desprenderán un toxina capaz de dejarte inconsciencia por mucho tiempo con solo inhalar una vez, a menos que las bañes en agua.
Lo chicos se alejan cada vez más y pienso en avisarles pero quizás no tardo tanto así que saco mi envase de agua y lo riego por todo el camino que marcan las flores pisadas y cuando al fin termino escucho cada vez más fuerte el sonido de las olas rompiendo y lo sigo.
Creo que estoy en un acantilado.
Pero no estoy sola.
—¡No, no, no por favor! ¡Ayuda! ¡Alguien ayúdeme!
Salgo de las ramas que dificultan mi visión y los veo, dos chicos forzajeando al borde del acantilado. No dudo en acercarme.
—¡Hey! —grito—. Detente.
Mi presencia los toma de sorpresa porque se paralizan aún en sus posiciones y me miran. El chico que tiembla asustado, el que no para de gritar, no lo reconozco pero a quien si conozco es al otro, que lo sostiene de la chaqueta en un intento de lanzarlo.
¿Qué está pasando?
Lo miro asustada, acercándome sin tener un plan en mente claro. ¿Quién podría tenerlo? No todos los días interrumpes un asesinato.
—¿Que demonios haces...? —No termino la frase porque deja de mirarme y empuja al chico. Un grito sordo sale de mi y creo que mi corazón late aún más rápido cuando él le sigue.
Corro al borde y me lanzo al suelo para no marearme y caer del precipicio. Al final solo hay rocas y la continúa secuencia de las olas rompiendo. No veo cuerpos. Se los pudo llevar el mar o ¡demonios! ¿por qué lo hizo?
Me devuelvo muy asustada y a toda prisa a buscar a los chicos.
¿Qué acabo de presenciar?
¿Axel es un asesino?
Un asesino y un suicida.
N/A:
Está de más decir que todos sabemos que eso no es así jaja
Bueno, si la cuarentena trajo algo bueno es tiempo para escribir...
Cuídense mucho por favor. Y disculpen los errores.
#PreguntaDeAyuda
¿Cómo sería el Shipp de Jules y Steven?
¿Jules y Peter?
Busquenme en mis redes:
(Links en mi perfil SoyTinaV )
soytinav en instagram y twitter.
Y Tina V Escritor en facebook.
Abrazos y besotes apretados 💖💪
tinaa 💕
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