Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

21| INESTABLE

21|INESTABLE

Alysson

—No vamos a dejar que nos encierren Jaz. Confía en mí.

Me remuevo entre las sábanas. Las voces en mi sueños me persiguen, algunas veces con imágenes reproduciéndose otras con un sonido lejano pero que me dice que no son solo sueños lo que veo u oigo, soy yo recordando hechos.

La cabeza me duele, como lo hace cada vez que mi memoria saca un recuerdo a la luz, pero está vez vienen varios sin previo aviso y con mucho dolor.

Esa perra mentirosa nos deberá escuchar por las buenas o por las malas.

Mis sienes palpitan, me duele.

No podemos permitir que nos engañen así.

Siento que exploto.

Seremos el fin de su reinado. Lo juro.

Solo quiero despertar.

Por favor, despierta.

Despierta.

Vamos...

—Aly... —Alguien me mueve repetidas veces y al fin puedo abrir los ojos—. Desde el pasillo escuché tus gritos, pero ¿qué? ¿estás sudando? tienes fiebre y muy alta. Tus defensas deben estar terriblemente bajas como para que te enfermes.

—Wen... —el solo decir su nombre en un susurro me raja la garganta. Me siento muy débil, cansada y dormír solo lo empeora.

—Hay que llevarte a la enfermería. ¿Te puedes levantar? —Hago el intento pero fallo de la manera más tonta, mis piernas se sienten como fideos, sin fuerza.

—¿Qué pasa? —Se une otra voz que reconozco. Wen ve la luz.

—Hay que cargarla a la enfermería, no puede caminar.

—Si... puedo. —me quejo en voz baja. Hago otro intento al parecer solo para demostrar lo contrario. Y Wen lo mira.

Él se acerca levantándome y me sujeto de su cuello sin mirarlo.

—Estás ardiendo en fiebre. —me dice.

—Sí, es inusual que esto pase. Realmente se ve muy mal hay que hacer algo rápido. —Wen lo anima a ponerse en marcha—. ¿Tendrá que ver con el hecho de que se la llevaron los rebeldes? ¿quizás le hicieron algo más aparte de esos moretones?

Axel se tensa.

—No lo sé, no sabremos nada hasta que ella diga algo de lo que pasó.

Me sujeto más de él, debo hablar, decir algo, pero no me siento con la energía. Cada parte de mi cabeza duele en finos pinchazos y las manos me tiemblan. Empezó una vez los recuerdos empezaron a llegar, todo lo que me enseñó Jazmín vino a mí desde mi propia perspectiva, mi memoria, ha sido más doloroso porque es una gran cantidad de información junta.

Me duele recordar.

Me debilita.

Y más allá del dolor físico, me entristece.

—¿Qu-é le pasó? —escucho a Izem preguntar.

—Necesitamos un curador. —le responde Axel.

Solo sé que soy acostada en una camilla y me colocan unas cuantas intravenosas que me proporcionan algo que me hace dormecer pero que también alivia un poco el dolor.

Siento como alguien acaricia mi cabello con delicadeza y sostiene mi mano.

—Está bien, vaz a estar bien Harries.

Me quedo dormida, y todo continúa de nuevo pero está vez ya no siento tanto dolor. Es como si estuviese en un sueño y no fuese consciente de ello. Un poco de alivio.

La luz del sol molesta en mis ojos obligandome abrirlos. Me estiro adolorida, y es increíblemente molesto el hecho de que aún conservo algo de dolor de cabeza, me pongo de pie como alma que lleva el diablo y camino al baño de la enfermería, nisiquiera yo reconozco a la persona a través del espejo, mi piel está pálida como fantasma y por las ojeras bajo mis ojos podrían confundirme fácil con un mapache.

También tengo un moretón en la mejilla, y mi labio un poco hinchado. Jazmín me explicó que sería muy sospechoso devolverme ilesa y me podría perjudicar, tenía razón así que deje que me  diera algunos golpes que creí que dolerían menos.

—Auch —me quejo al tocarme—. Tengo la misma suerte del pato Lucas.

Alguien toca la puerta.

—¿Aly? —pregunta la voz de Wen al otro lado—. ¿Ya estás bien?

Termino de lavarme el rostro para salir.

—Estoy mejor. Creí que moriría, gracias por ayudarme eres algo así como mi héroe sin capa.

Eso le saca una sonrisa.

—Para eso estamos los amigos. Hoy por tí mañana por mí.

Sonrío pero esas palabras retumban en mi mente, no lo pienso mucho porque una de las últimas personas que espero aparece en mi campo de visión con un semblante preocupado.

—Hol...

—¿Cómo te sientes?

—Mucho mejor que ayer, el dolor es soportable. —respondo mirando de Wen a Axel y viceversa repetidas veces por lo extraño de la situación. ¿Él preocupado por mí?

—¿Segura?

—Sí... —dudo por lo atenta de su mirada—. Estoy segura. —concluyo con más decisión que antes. Soy bastante consciente de como sus hombros se relajan y la pequeña Wen no pasa el gesto desapercibido porque enarca una ceja hacía mí.

Decido que no me haré ideas raras al respecto, Axel me dió una nueva oportunidad que se podría traducir fácilmente a un "nuevo comienzo". Que le preocupe mi casi muerte no lo hace nada más que una persona normal con sentimentos y humanidad ¿cierto?

—Entoces —No deja de evaluarme—. ¿crees que podrías ir con la ReinaMadre? Pidió verte a penas despertaras pero no diré nada si te sientes indispuesta.

Axel. Uno de los mejores entrenadores, detectores y que también forma parte de la lista de favoritos de la ReinaMadre ¿está diciéndome que puede romper las reglas aunque sea un poquito solo para no alterar mi paz mental en este momento?

Wou.

Creí que era totalmente devoto a la líder, o quizás lo es y esto no es la gran cosa como yo lo hago ver.

—La ReinaMadre debe tener muchas dudas, está bien iré ahora mismo.

—¿Segura que no prefieres descansar un poco más? —interviene Wen—. Es entendible, la ReinaMadre no te cortará la cabeza por negarte.

—O al menos no está vez.

Wen mira con asombro a Axel y termina riéndo deslumbrada, seguro sorprendida de que el pelinegro posea esa capacidad. Yo no estoy muy segura de como tomarlo, es un chiste pero ¿sabemos hasta donde puede llegar la ReinaMadre? ¿O solo lo asumimos? ¿Axel lo sabe? ¿Wen?

Asiento tomando valor en el fondo y voy a la sala de observación siendo escoltada por ambos como si esperasen que en cualquier momento colapse. Veo mi reflejo en un espejo al pasar y lo entiendo, sigo palida como papel. La ReinaMadre también lo nota cuando tras tocar entramos, pero no dice nada, el silencio se prolonga haciéndome entender que espera a la expectativa a que sea yo quien inicie la conversación.

Buena estrategia.

—Estoy bien. —digo finalmente, mirando por primera vez lo nervios que  desbordan sus pupilas. Lo tenso de su cuerpo y lo pesada e interrumpida de su respiración. Su sonrisa de alivio es tan verdadera como falsa y lo sé. Alguien tiene miedo. A alguien le preocupa ser enfrentada pero pienso de forma más inteligente y meticulosa, intento verme asustada incluso corto y bajo la voz como Jazmín sugerió—. Los rebeldes intentaron llevarme, a penas pude escapar gracias a que usé lo aprendido en algunos entrenamientos pero no fue sencillo.

No soy la mejor mintiendo o actuando pero el ambiente es tan tenso que nadie sobreanaliza mucho mi tono o gestos.

En medio del caos las personas solo ven lo que quieren ver, y lo uso a mi favor.

—En ese caso, es un alivio que se te haya proporcionado un buen entrenador. —Me invita a sentar, Wen hace un intento de irse pero la pego más a mí por lo que la ReinaMadre asiente hacía ella. Nosotras nos sentamos frente al escritorio y Axel pide permiso para retirarse.

—¿Recuerdas todo lo que pasó? —indaga con cuidado, ahora sé lo suficiente como para captar ciertas señales. Quiere saber que me dijeron.

Mmm ¿evaluación de daños?

—Recuerdo ser atrapada, me inyectaron algo que me durmió y tras despertar peleé hasta que logré escapar, no fue sencillo pero no estábamos muy lejos de la fortaleza y por suerte aún los sistemas de seguridad no estaban activados. —Toco mi mejilla inflamada para darle mayor credibilidad, hago una mueca que de hecho es real como una parte de mi historia porque como dije antes no soy buena mentirosa y tampoco es mi deporte favorito pero esto se trata de supervivencia y entiendo que por ello puedo permitirme olvidar mi ética y moral un momento.

—¿Sabes por qué te llevaron justo a tí? —pregunta y sé que debo de tener cuidado con mi respuesta.

—Venganza supongo, sé supone que yo estaba con ellos antes ¿no?

Asiente.

—¿Y quieres ir con ellos?

Parpadeo sin perderme en como me mira.

—¿Habría huido de ser así?

La tensión en el ambiente es cada vez más palpable, Wen mueve su mano sobre sus muslos haciéndome poner más nerviosa aún, tomo su mano bajo la mesa en un intento de calmarnos y vuelvo hablar.

—De cualquier forma no deseo estar de parte de quienes mienten para ocular cosas u obtener lo que desean. No seré el haz bajo la manga de un propósito egoísta.

La ReinaMadre sonríe, está vez parece una sonrisa sincera aunque yo no podría asegurarlo ya que no la conozco lo suficiente pero si me desconcierta. ¿Qué es divertido de entre todo lo que dije?

—Lo mejor para todos es mantenerte al margen, —vuelve hablar—, por los momentos eres su objetivo, los rebeldes saben que te protegemos y es muy obvio que es aquí así que creo que lo mejor es que vuelvas a casa, te cuidaremos desde lejos eso no lo esperarían y también así espero que se detengan los ataques.

—¿Qué me vaya? —pregunto y ella asiente—. Entonces ven conmigo —le digo a Wen esperando poder así charlar a solas sobre lo que aquí no podemos mencionar. La adolescente me mira ilusionada, emoción que se rompe en pedacitos apenas la líder habla.

—De hecho Wendy Min no puede salir.

—¿Qué? ¿Por qué?

Pero por supuesto que lo sé, o me hago una idea y me molesta, lo hace porque veo su expresión mirando en dirección al ventanal como si fuese un pajarito anhelando tomar vuelo algún día.

—Es un tema confidencial e individual. —Es buena hablando lo admito, evita temas y pasa de ellos con facilidad—. Lo importante en este momento eres tú, Axel te cuidará y así tampoco dejarás de entrenar, podrás apuntar a algún puesto en la fortaleza con mayor rapidez y te podrás defender ante cualquier incidente.

Llama "incidente" a un grupo de chicos que encontraron la injusticia en unas de sus leyes, y se esfuerzan tras corriente en cambiarlo.

Miro a Wen y pienso un momento en mi decisión de mantenerme fuera de esto. ¿De verdad puedo hacer eso?

....

—Vivo con alguien de hecho. —le revelo a Axel mientras abro la puerta de mi antiguo hogar.

No se ve afectado o sorprendido, solo entra con su maleta y pregunta curioso:

—¿Con quién?

—Con su hermano. —responde otra voz.

—Hermanastro. —corrijo cuando Steven se muestra frente a nosotros como padre que encuentra a su hija en situación comprometedora.

El rubio enarca una ceja a Axel y lo recorre con la mirada, se cruza de brazos y su atención vuelve a mí.

—¿Dónde haz estado todos estos días? No puedes perderte por tanto tiempo ¿qué le diré a tu padre quien no deja de interrumpir mis grabaciones con sus llamadas? Y no solo eso, me dejas a mi solo con esta casa endemoniada.

—No he estado muy al pendiente del celular, prometo llamarlo y... la casa no está embrujada.

Bufa como si yo no supiera nada, y vuelve a mirar a Axel con recelo.

—¿Y qué... ahora recogemos indigentes?

—¿Tienes algún problema conmigo? —lo enfrenta sin moverse de su lugar. Ok es momento de intervenir.

—Axel él es Steven como mi hermanastro y Steven él es Axel... un viejo amigo que no tiene donde quedarse y le daremos posada.

Esto de mentir se vuelve costumbre, y no me gusta.

—¿Qué acaso tenemos cara de buenas monjas haciendo caridad? Bueno, tú sí pero...

—Está decidido. —sentencio interrumpiendolo y tomo la mano de Axel llevándolo a una de las habitaciones del segundo piso. Ah, la misma dónde estaba mi objeto de entrada y salida—. Puedes quedarte aquí, solo hay que sacudir un poco. Perdón también por Steven, él solo es amable cuando desea conseguir algo a cambio. No es personal.

—Que sujeto tan pretencioso.

Es gracioso viniendo de Axel, teniendo en cuenta que su personalidad es un poco odiosa con la diferencia que el ignora al resto y su carácter es más pasivo/agresivo.

—Con el tiempo uno se acostumbra.

—Espero no sea demasiado tiempo.

Pasamos el resto de la tarde alistando la habitación, cambiando las sábanas y aseguradonos de que todo quede limpio y oliendo a flores. Me tiro en el suelo en dirección hacia el balcón una vez terminamos, Axel abre su maleta y saca de allí una botella.

Me mira y enarco una ceja hacía él.

—Será una semana larga. —Se encoje de hombros, sentandose a mi lado.

Una semana, siete días. Es el período de tiempo mínimo para ver cómo avanzan las cosas, sé que los rebeldes no volverán a buscarme dejaron en mis manos la decisión si es que cambio de opinión pero eso la gente de la fortaleza no lo sabe, ni siquiera Axel. Debemos quedarnos fuera de los muros como estrategia de seguridad, si supieran... no me cuidarían tanto.

Ya estarías en una celda. Dice una voz en mi subconsciente.

Le quito la botella a Axel y bebo un trago largo antes de devolversela. Él me mira pensativo.

—¿Quieres desahogarte?

Respondo muy rápido y cortante sin siquiera darme cuenta.

—No.

—Mmm claro. —Bebe de la botella.

—Lo siento.

No me mira.

—¿Por qué?

Me lo pienso un momento. ¿Por qué me disculpo? ¿Por ser una mentirosa? ¿Por estar cada vez más deacuerdo con los rebeldes? ¿o por qué quiero decirte y sé que no puedo?

—Por... ser odiosa.

¿Qué más puedo decir?

—Estás en tu derecho, han pasado muchas cosas difíciles. Está bien tener emociones negativas de vez en cuando, lo malo es cuando lo reprimes porque terminan lastimandote el doble.

»La vida no es solo paz y amor, no te contengas por mí Harries.

Me quedo en silencio un momento pero no tardo demasiado en romperlo, la comisura de sus labios se eleva un poco.

—No me gusta decir mentiras, y se ha vuelto mi deporte desde que descubrí está verdad en mi, mi don, la fortaleza, los distintos. Les tengo que mentir a muchos a mi alrededor. —digo a medias.

—Entiendo.

—Odio sentir que cualquiera puede mentirme con facilidad solo porque no es muy probable que logre recordarlo por mi cuenta. No  quiero que me usen, no quiero sentir está inseguridad con respecto a todo esto. Es... un castigo quizás.

—No, no lo es. —Me mira, sus ojos son muy marrones y brillan de una forma en que no lo hacen los míos—. Te equivocaste, no hiciste muchas cosas como debías pero eso no te hace una mala persona solo una muy tonta y emocional.

Me pregunto si seguimos hablando de la fortaleza, después de todo mi causa ya tiene sentido para mí pero ¿para él?

»Todos hemos sido así en algún momento de nuestras vidas, impulsivos sin miedo a las consecuencias, es difícil olvidar que tomamos ese tipo de acciones pero deberás aprender de ello lo quieras o no.

Habla con mucho entendimiento, como cuando un niño llora porque su primer amor lo ha dejado por otro niño y le dices con toda la experiencia y seguridad del mundo "Come helado y sal de ese despecho, ya te romperán el corazón más veces y peor"

—Me pregunto ¿qué acción impulsiva podría descolocar luego el mundo de Axel?

Él deja la botella y suspira, su mirada cae en mi como diciendo "sabía que preguntarias algo como eso"

No lo dije para nada sutil, fue un comentario muy espontáneo que nisiquiera espero que responda. En su expresión reconozco cierto dolor, es una imagen de Axel que nunca me ha permitido ver y comprender. El Axel que sufre.

—De hecho ya pasó. Veinticiseis de diciembre de dos mil catorce. Mis dos hermanas pequeñas y yo habíamos descubierto nuestras habilidades cada uno después del otro en periodos de tiempo muy cortos, yo tenía seis años. Tres niños "distintos" de cuatro hijos en una familia de corrientes era sorprendente. A pesar de ser jóvenes sabíamos que hablar de ello era peligroso, aún así, se lo contamos a Lexter, nuestro hermano mayor, quién no guardó el secreto y se lo dijo a la abuela, al principio nos enfadamos pero luego nos dimos cuenta de que queriamos que lo supiera, ya era muy difícil ocultarselo a mamá y a ella también.

»Nos escabulliamos con nuestros anillos cada noche para entrenar luego de que mamá nos diera el beso de buenas noches, siempre estaba muy cansada como para notar nuestra ausencia pero nos amaba, mientras tanto nosotros aprendimos muy rápido, la ReinaMadre creía que éramos niños prodigios, y todo iba bien hasta que ya no teníamos que ir tanto a entrenar a la fortaleza y dije que ya era momento de intentarlo en el mundo real o nos olvidaríamos de todo, solo quería sentirme especial de nuevo y no tuve que insistir ya que era el mayor y me respetaban y seguían como patitos a su mamá pata.

»Las lleve a un río que estaba no muy lejos de casa, se volvió nuestro lugar. —Sigo el movimiento de su garganta cada vez que traga con dificultad, hasta yo estoy tragando grueso. Su perfil brilla gracias a la luz de la lámpara de noche y a que el anochecer está cayendo con rapidez, siendo imposible ocultar el hecho de que el recuerdo le atormenta—. Los árboles nos cubrían, y no teníamos vecinos en kilómetros. Usamos nuestros dones allí infinidad de veces, se volvió costumbre hacerlo ya que mamá siempre trabajaba y la abuela no era muy estricta porque aún no asimilaba bien ese tema, nos dejaba divertirnos juntos ya que Lexter siempre estaba encerrado jugando videojuegos en su habitación y no nos hablaba.

»Lo que no sabíamos es que personas uniformadas nos estuvieron observando por por mucho tiempo, llegó un punto en que nos atacaron y aunque una de mis hermanas logro escapar nuestra hermana más pequeña no lo hizo. Me deje atrapar para rescatarla pero luego descubrí que estábamos siendo llevados en direcciones diferentes y no pude encontrarla, escapé y tuve que decirle a mamá cuando llegó a casa que cayó en el río y no la pude sacar.

»Fuí irresponsable al llevarlas allí.

—¿Pudieron dar con ella?

Estoy tentando a mi suerte pero no puedo evitar sentir un remolino de emociones que me susurran que debo escucharlo y quizás abrazarlo pero me contengo. Él suspira volviendo a bajar la mirada.

—Le dije que murió, y aunque nunca encontraron su cuerpo por razones obvias, mamá se aferra a esa esperanza y yo tambien, pero luego me desmorono y me pregunto si lo está o son solo mis ganas de que lo esté.

Es una situación muy difícil.

—¿Cuántos años tenía tu hermana en ese momento? —le pregunto con delicadeza.

—Cuatro, era la más chica. —Me da una sonrisa triste—. Su nombre es Polly.

Tengo una punzada en el corazón al escuchar su nombre.

—¿La has buscado? —pregunto.

—Todos los días de mi vida.

»Desde entonces mi otra hermana tiene pesadillas sobre ese día, suele llamarme a veces a mitad de la noche porque solo mi compañía la tranquiliza, yo también paso por lo mismo pero prefiero no decirle.  Llora mucho entre sueños, lo hacía antes y lo hace ahora, Polly no está y desde entonces mamá tampoco volvió a ser la misma, siempre deprimida y la abuela no lo dice pero al conocer la verdad sé que me culpa ¿sabes? he aprendido que los ojos dicen más que los labios y sus ojos me decían mil palabras hirientes, en cambio Lexter, él no temía ni teme reprocharme en cara lo poco que me sirvió tener un don si no pude cuidar de Polly.

¿Eso quiere decir que ella ahora está muerta? ¡Que espantoso!

—No fue tu culpa. —le digo de inmediato.

Sus ojos vuelven al frente soltando un suspiro hondo. No imagino todo lo que debe sentir, pensar, no es una situación fácil y para un niño que ama a su hermanita debió ser traumático. De solo imaginarme que pudo haber sido de ella me entran escalofríos.

—A veces creo que sí. —confiesa como si le quitara un peso de encima decirlo en voz alta.

—No, no es cierto. —Sacudo su brazo obligándolo a mirarme—, tu lo dijiste, eras solo un niño de diez años y ellos eran varios hombres... ¿qué? ¿Por qué me miras así? —le pregunto en voz más baja.

—No lo sé, es que... —susurra—, se siente como si estuviese contándote esto por primera vez.

Nos quedamos en silencio.

Y me hago consciente de lo cerca que está mi hombro del suyo, de lo íntimo que es este momento. Un coquilleo me recorre cuando su mirada pasa a mis labios y tarda en volver a mis ojos. Es imposible no mirar los suyos, entreabiertos y de un rosado natural.

—¿Y eso es malo? —me oigo preguntando en un deje de voz, la tensión del momento me roba el oxígeno. Me hace pensar lento.

—No —responde igual de afectado que yo—, creo que —Se acerca sin dejar de alternar la mirada entre mis ojos y mis labios. Se detiene cuando está muy cerca y nuestros pulmones comparten el mismo oxígeno— ... me gusta.

—A mi también. Me gusta. Qué confíes en mí, es decir.

Eso lo hace sonreír un poco de lado, su hermosa sonrisa debe ser el orgullo de cualquier odontólogo.

—Lo he dicho antes pero está vez estoy más seguro de que no me voy arrepentir.

Uno todas mis fuerzas para no lanzarme sobre él o alejarme y de una u otra forma arruinar el momento.

—¿De qué?

—De esto.

Y sin decir más acorta la poca distancia que queda entre nosotros.

N/A:

Solo he corregido este capítulo una vez, perdón si hay errores.

Espero les guste.

Qué opinan del 💋??

De la historia de Polly?

De qué Wen no puede salir por motivos confidenciales?

Besos y abrazos apretados 💪

tinaa💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro