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15| LABERINTO

15| LABERINTO

Alysson

—El juego se termina aquí. —Es la última palabra de la ReinaMadre y todos obedecen disolviendo el circulo—. Izem, lleva a Gallet de vuelta.

El moreno sale de su estupor y asiente, mira a la bestia y la eleva en el aire a su lado mientras camina, este ruge un poco. Intento irme con el resto pero me detiene.

—Harries, tú ven conmigo. —Cierro los ojos—. Miller, Degener, ustedes también.

Drew me da una mirada que me dice que no me preocupe, que Peter arruina con una sonrisa tensa al despedirse como si fuera mi final.

Estoy por segunda vez en dos días en su oficina, la sala de observación. Nos invita a sentarnos y no pierde tiempo en hablar.

—No decía nada de esto en su reporte diario señor Degener. —empieza esperando una respuesta de Drew. Mi amigo se aclara la garganta de inmediato.

—Perdone. El don en Harries se manifesto por primera vez ayer en la noche, hoy fue una sorpresa para mí tanto como para usted.

—Soy testigo de lo primero porque lo utilizó conmigo luego de que se le hiciera pasar la noche aquí. —Axel a diferencia de Drew le habla con más confianza y seguridad—. No es que la culpe a usted, solo digo que es cierto.

Tengo que saberlo.

—¿Hice algo malo? —pregunto.

—Le borraste los últimos minutos de memoria a Gallet para que dejara de perseguir a tu amigo, es una bestia mística, no come carne humana y solo lastima cuando está en peligro. Hoy solo jugaba con tu amigo.

Miro a Drew y me lo confirma.

—En las bienvenidas a los nuevos los miembros antiguos sacan a Gallet para ver la reacciones de los que no saben que no representa un peligro. Es como una prueba de valentía y lealtad. —revela Drew, Axel lo interrumpe.

—Y sorpresa, pasaste con honores.

— Nadie se lo esperaba. —interviene la líder—. Muchos menos que ya pudieras usar tu don.

—¿Entonces Peter nunca estuvo en peligro? —intento procesar toda la información.

—No, Peter es un poco dramático y Gallet un poco rústico. —empieza Axel—. Pero sabía que no moriría, creo hacerte dicho que estaría bien. —dice y suena a reproche.

¿O sea que casi me fracturo una costilla por nada?

Alguien toca la puerta y la ReinaMadre lo deja entrar, es Izem y se detiene a mi lado.

—¿Algún reporte? —le pregunta Drew y él responde pero mirando a la líder.

—Las opi-piniones están divididas, la mayoría cree que Harries ya es de fiar y la quieren, pero unos pocos que son antiguos miembros temen que ya tenga control de sus dones y represente un peli-ligro.

—Es por eso que me encargaré de que sepa controlarse. —anuncia ella—. Axel, fuiste el mejor entrenador en su momento quiero que te encargues. Es un caso especial.

Las caras de los tres son un enorme: ¿WTF?

»Drew lo hiciste bien pero tengo otro trabajo para tí, Izem seguirás guiandola en su servicio y encárgate de bloquear cualquier otra amenaza de los rebeldes. —Izem asiente sin decir nada, Drew también pero con los labios apretados y Axel se mantiene con el ceño fruncido.

—Ya no soy entrenador, soy detector, líder de hecho ¿que pasará con mi escuadrón? —pregunta no muy satisfecho.

—Estarán bien, podrás seguir con ellos apenas consigas que Harries controle su don, es entrenamiento psicológico de un don de rango cinco, eres el indicado para esto. —Lo anima dándole una mirada de "No puedes negarte".

—Genial. —susurra.

Y es que en ese momento no sabía lo que me venía.

....


—No estuvo tan mal. —me limito a decir, pinchando un cubo de melón con el tenedor. Drew levanta ligeramente ambas cejas en mi dirección—. Sigo viva ¿no?

Un intento de sonrisa se asoma en mi rostro.

Ya me delaté.

Drew luce confundido pero aun así me da la mirada de "Ajá, pendeja, ahora sí dime la verdad"  a diferencia de Steven soy un desastre actuando lastimosamente para mí.

—Está bien. —Me rindo dejando caer el tenedor en la taza llena de frutas—. Esas fueron, son y serán las peores cuatro horas de toda mi existencia.

—¡Oh, vamos! Axel no es tan malo. —Pet palmea la mesa incrédulo.

Le doy una mirada que dice "Oh, si supieras"

Me acomodo mejor en la silla del Lux's para contarles a mis amigos todo lo sucedido con Axel en nuestra primera práctica, pero Peter no me da mucho ánimos que digamos.

—Aun no nos cuentas pero me imagino muchas cosas, me habría encantado estar en tu primer entrenamiento con Axel. El tipo es una leyenda, y no por ser un ángel.  —Una carcajada trepa por su garganta saliendo escandalosa de su boca, y penosamente para mí, llamando la atención de las pocas personas a unas mesas de nosotros.

Drew le hace un sonido de silencio con la boca.

—No olvides donde estamos, sé prudente.

Mi amigo rubio levanta ambas manos en señal de inocencia, la verdad es que no podrían escucharnos después de todo estamos alejados en una mesa solitaria al fondo del lugar, pero supongo que no esta de más ser precavido.

—Lo dije una vez y lo volveré a decir "Esas fueron, son y serán las peores cuatro horas de toda mi existencia". —insisto. Se siente bien sincerarse un poco.

La verdad es que mi primera práctica fue un tanto: agotadora.

—Primero prepararemos tu resistencia, deberás entrar al laberinto de obstáculos y volver sin jadear, todo eso sin usar tu don. Buena suerte y procura no arruinar el traje. —Axel hablaba con mucho profesionalismo. Sus palabras eran directas y claras, no había ninguna emoción en ellas más que pocas expectativas.

Le di una mirada rápida a la entrada del laberinto, había ramas de plantas moviéndose solas, bolas de fuego lanzadas en direcciones iguales de forma sincronizada, y una especie de neblina en el suelo, me gire hacía él.

—Debe ser una broma. —dije riendo un poco para convencerme de ello y calmar mis nervios.

Él me miró aburrido.

De nada sirve usar tu don a la perfección si no eres hábil, recuerda que borrar memorias y entrar en los recuerdos en caso de que te ataquen no es de mucha ayuda cuando estás a punto de ser asesinada. Debes prepararte para lo que sea, con o sin dones, no siempre puedes contar con ellos.

Lo pensé. Si quiero estar a la altura debo hacerlo, así que sin pensarlo más me adentre en el laberinto.

—Yo no recuerdo que mis primeras prácticas físicas hayan sido tan alocadas, sin duda lo tuyo fue un poco suicida pero... ehh tranquila, que estuvo genial.

—Eso es porque "El Laberinto de obstáculos" es entrenamiento avanzado y un poco arriesgado a decir verdad. —le aclara Drew a Pet, mientras corta elegantemente una rodaja de pan.

El rubio toma un trago de su jugo antes de explotar.

—Wow ¿cuándo lo haré? Eso sería g... —Sus ojos verdes brillan de emoción pero luego las chispas se esfuman al recordar algo—. No, espera... ¿Por qué Alysson lo hizo si es un entrenamiento de alto nivel?

Drew suspira.

—La paciencia no es una cualidad desarrollada en Axel Miller.

A pesar de su expresión serena al igual que su voz puedo notar que intenta ocultar su desagrado hacía Axel, sus gestos lo delatan, al menos frente a mí que lo conozco desde los diez años.

Sólo los mejores amigos detectan este tipo de situaciones.

—Pero al menos Alysson superó el desafío como una guerrera —Pet revuelve mi cabello con su mano libre—. Y salió ilesa de allí. —Suspira dramáticamente formando una sonrisa de admiración—. Eres mi ídolo, quiero ser como tú de grande.

Como yo...

Me arrastraba como podía lo más lejos posible de la salida del laberinto. Me dolía la cabeza y la quijada, las lianas de una planta carnívora me tomaron de un tobillo haciéndome caer sobre mi cara cuando las corte, el dolor era descomunal pero al menos logré que esa planta y sus amigas no me comieran.

Me puse de pie apoyando mis manos sobre mis rodillas raspadas, el aire a mi alrededor parecía haberse extinguido porque por más que inhalaba nada llegaba a mis pulmones.

Axel apareció unos metros frente a mí.

Fingí estar sacudiendo mi uniforme, intentando hacer parecer que estaba en perfecto estado tal como Axel me lo pidió, lo cual era una verdadera pérdida de tiempo las botas cubiertas de lodo me delataban más que los rasguños y quemaduras de mi uniforme morado, pero sobre todo la extraña sustancia verde sobre mi cabello y rostro.

¿Quién no pensaría que podría caer en arena movediza cuando una niebla no te permitía ver el suelo que pisabas? Sí, yo.

No me pregunten como salí de ese problema, solo diré que situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, y así es como permití que una planta me sacara para comerme, reaccioné tarde y cuando corte las lianas de la planta una sustancia verde explotó en mi cara antes de dejarme caer de rostro al suelo, el duro suelo.

Limpié el sudor de mi frente y me enderece con despreocupación, alcé el mentón y con la última gota de energía que me quedaba, le grité para que me escuchara.

—¡No estuvo tan mal, eh! —Una sonrisa actuada se forzó por mostrarse en mi rostro demacrado.

Y una fingida expresión de alivio se cruzó por su rostro.

—Oh, qué bien porque olvidé decirte que debías salir de allí con una planta carnívora pequeña, ¡que tonto soy! —"Se reclamó a sí mismo"—. Bueno... digamos que esto fue solo el calentamiento —Aplaudió—. ¡Vamos de nuevo! Pero ahora trae a esa planta.

Mi rostro se mostró tal cual se sentía: Pérdido.

De vuelta a la realidad.

—Peter tenemos la misma edad. —le lanzo una pieza de mandarina.

—Nop, tu eres más anciana, por varios meses.

Ruedo los ojos divertida llevando la vista a mi comida, son frutas, Jules ama las frutas.

—Quisiera poder contarles mis miserias a Jules —Suspiro—. También es nuestra amiga ¿no?

—Es un secreto que no nos pertenece —resalta Drew—. De igual forma Jules no nos creería, tú tomaste este asunto muy bien.

—¿Están hablando de mí? —Se sienta con nosotros tomándonos por sorpresa—. ¿Qué asunto?

Las alarmas se encienden en nuestras cabezas. Drew y yo nos miramos escandalizados, por suerte para todos Peter llega a salvar el día.

—¿Acaso eres la única Jules del mundo? —Bufa—. ¿Por qué eres tan egocéntrica?

Reprimo una sonrisa, eso la distraerá.

—Idiota. —le responde, y así señores es como se desvía una pregunta al estilo Peter Johnson.

Ocultarle cosas a mi mejor amiga no es algo que me agrade mucho pero es algo que debo hacer. El resto de la tarde la pasamos juntos, solo cuatro mejores amigos normales riendo y conversando. Nada de dones, entrenamientos o rebeldes, solo nosotros como siempre fuimos.

...

Sigo cansada por el ardo entrenamiento de ayer, tuve que volver a entrar al laberinto y salir esta vez arrastrando una planta carnívora lo suficientemente pesada como para hacerme jadear, si mi rostro antes estaba lleno de mucosidad verde ahora mi cuerpo entero lo estaba.

Hice todo lo que me indicó sin rechinar, no quería dar muestra de lo difícil que estaba siendo para mí el entrenamiento, quería demostrarle a Axel, es decir, a todos, que estaba comprometida.

Claro que nada era como mi mente imaginaba pero al menos no fui un rotundo fracaso, es decir, lo hice bien, termine echa un asco pero al menos cumplí con lo requerido.

—Tengo una pregunta. —digo desde el marco de la puerta para llamar su atención.

—¿Cuándo no las tienes?

Axel esta de cuclillas frente a una gaveta, registrando su interior con prisa y ningún cuidado.

—¿Por qué ese tipo de entrenamiento? —pregunto interesada—. Es decir, somos de este planeta a pesar de todo.

Drew me explico que la ReinaMadre quería que Axel me entrenara para posteriormente volverme una Detectora. De ser así, sin duda en la ciudad no me encontraría animales salvajes ni plantas vivientes de ese tamaño.

—¿Los dices por las criaturas del laberinto?

—Lo digo por las criaturas salvajemente extrañas que casi me comen allí dentro. —dramátizo.

¿Olvide mencionar que un animal que parecía una combinación de leopardo con cachos me persiguió por cinco pasillos? de allí los rasguños de mi uniforme y que cayera en la arena movediza.

Él cierra la gaveta poniéndose de pie con unos guantes negros en manos.

—Suerte que no te encontraste con Coco. —Meneo la cabeza sonriendo como si la idea fuera una maravilla.

—¿Quién es Co...? —No quiero irme del tema—. Olvídalo, lo que digo es en serio.

—Ya, cálmate, no podían comerte —Axel ajusta los guantes en sus manos—. Están ahí para asustar pero no pueden hacer daño real. —aclara.

¿Y por qué no lo dijo antes?

—No te lo dije porque la idea del "Laberinto de obstáculos" es que superes sus pruebas como si tu vida dependiera de ello. ¿No crees que si hubieras sabido que no morirías te hubieras esforzado igual y obtenido un récord?

Pasa por mi lado, saliendo de la habitación.

—¿Un récord? —Me apresuro alcanzarlo.

—Segundo mejor tiempo, —Se detiene de perfil frente a mí, tecleando una clave en una pantallita para abrir la puerta frente a él—. Felicidades. —murmura y creo percibir algo en su voz.

Murmuro un gracias que Wen Min interrumpe.

—¡Aly, aquí estas felicidades! —Me da un fuerte apretón al que solo puedo corresponder con un movimiento de cabeza, mi cuerpo esta inmovilizado por su abrazo—. ¡Me enteré que rompiste un récord del laberinto! ¡Destronaste a Axel!

Él pelinegro se vuelve hacía nosotras mostrándole una mirada de pocos amigos a la adolescente. La pobre sonríe avergonzada.

—Ups lo siento... ya no vamos, —Me jala arrastrándome en dirección contraria, cuando estámos alejadas le grita—. ¡Adiós fue lindo verte!

Hasta que ya no lo vemos.

—Estoy muy contenta, eres muy talentosa y eso me alegra ¿quieres? —Me acerca un chicle que guardaba en su brasier.

Elevo una mano en señal de alto.

—Ehh... creo que paso. —Sonríe tranquila, no se ofende al contrario se lo lleva a la boca—. ¿Qué están diciendo todos de mí?

—La verdad, que destronaste del segundo lugar a Axel Miller, que serás mejor detectora también.  —Se encoge de hombros—. Palabras de los rumores de pasillos.

La curiosidad esta carcomiéndome las entrañas, si Axel es, bueno, era el segundo mejor tiempo entonces...

—¿Quien está en el primer puesto?

Sus labios se vuelven una fina línea y una guerra de hablar o callar se ve a través de sus ojos achinados.

—Jordán... —duda—. Jordán Steel.

—¿Qué sabes sobre él?

—Lo mismo que todos, es el hermano mayor de Jazmín la líder de los rebeldes, pero Jordán es quien hace el trabajo sucio mientras ella es la mente maestra.

»Jordan al principio no te caía muy bien pero Jazmín, ella era tu mejor amiga aquí junto a Perrie.

Perrie y yo éramos muy cercanas, eso me hace sentir mal cuando la veo ahora.

—¿Qué pasó?

Ella suspira.

—Tú y Jazmín empezaron a ocultarle cosas, a distanciarse de ella mientras que Jordán empezó a estar más con ustedes. Te besaste con él mientras aún salias con Axel, él te perdonó pero no volvieron porque tú seguías viéndote con Jazmin y Jordán muy seguido y ya no tanto con Perrie y Axel.

—¿Qué más sabe sobre ellos? —pregunto, quiero saberlo todo. Ella niega.

—Muy poco, —me decepciono, no voy a mentir—. Pero en la biblioteca hay un compartimiento especial ¿Lo bueno? tiene todos los datos de cada miembro de la organización.

—Genial, hay que ir.

—¿Lo malo? Está prohibido entrar porque se considera violación a la privacidad.

Mis ánimos recaen de nuevo.

—¿Que posibilidades hay de entrar sin que lo noten? —pregunto cautelosa.

—Muchas ya que nadie vigila porque a nadie le interesa realmente, pero siempre existe un riesgo.

Sonrío haciendo que ella me mire extrañada.

—Riesgo es mi apellido.

—Creí que era Harries.

—Sí bueno, pero... —la miro—, necesitas salir más.

—Si...

Tomo su mano y vamos directo a la biblioteca, es enorme y no está muy llena. Wen me guía hacia la zona restringida, dónde no hay nadie alrededor y abrimos la puerta.

—¿Estás segura de que no nos descubrirán?

—No —confieso adentrándome, y su expresión se vuelve de horror—, la curiosidad nubla mi buen juicio, meto la pata y luego me arrepiento e intento arreglarlo.

Eso no la calma, aún así me explica que debo buscar el pasillo por año de ingreso —me lo dicta— y que luego entre los informes por orden alfabético.

¿Mi intención?

Buscar un poco de información sobre Jazmín y Jordán Steel.

¿El problema?

Esta prohibido.

¿Eso me impidió escabullirme hasta encontrar el rollo y leerlo mientras Wen vigila?

No, no me lo impidió.

Por algo siempre me meto en problemas, es mi mayor defecto, meterme dónde no me llaman.

—Al menos podrías decir algo que me tranquilice —Muerde sus uñas, cambiando el peso de su cuerpo de una pierna a otra—, la vieja tu está volviendo porque siempre me hacías romper las reglas, ay te extrañaba, pero falta que te obligue a decir algo reconfortante y que en el intento termines preocupándome más.

Me lo pienso un momento.

—No pasará nada, todos están muy ocupados como para darse cuenta de que estamos aquí.

Aprecio los dos rollos en mis manos mientras veo a Wen mirarme extrañada, me límito a ser muy sincera con ella.

—Mientras más cosas de mi pasado descubra más podré dejar atrás. —intento persuadirla de que estábamos haciendo lo correcto, de forma incorrecta pero por una buena causa al fin.

Wen asiente con esa misma expresión de rareza pero más calmada y vuelve a vigilar la entrada, yo leo ambos rollos al mismo tiempo, comparando sus habilidades.

Historial de Jazmín Steel y Jordán Steel.

Vínculo: Hermanos.

Aparición del don Jordán: Seis años.

Aparición del don Jazmín: Cuatro años.

De los mejores de su generación.

Fuerte: Jordán experto en habilidades físicas.

Fuerte: Jazmín experta en destrezas mentales.

Don de Jordán: Teletransportación.

Don de Jazmín: Curación.

Edades: veintidós (Él) y veinte (Ella).

Debilidad de Jordán: Jazmín.

Debilidad de Jazmín: Jordán.

Estado actual: Prófugos.

Motivo: Traición.

Recuerdo las palabras de mi reflejo en mi sueño:

—Él no es bueno ni mucho menos ella.

¿Es posible que mi inconsciente me estuviera advirtiendo sobre ellos? ¿o es solo una coincidencia?

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