Parte 2
-Estarás bien, si te molestas solo ignóralos... O déjalos sin hijos...- dice mi padre antes de que baje del auto que esta frente a mi nuevo insti, ojalá solo pudiera quedarme en el y volver a mi casa y encerrarme allí hasta que muera peeeero tristemente no puedo, entonces me bajo del auto después de despedirme de el y con mis libros en brazos, mi bolso al hombro y lo mas importante, mi pelo cubriéndome el ojo derecho.
Voy caminando por uno de los pasillos, todos actúan normalmente, no me ven y parece que ni siquiera me notan, de todos modos me veo como ellos, vestida con un simple jean y una camisa a cuadros y converce, me llego a sentir casi normal. Se siente bien que nadie me preste atención, incluso una idea se me viene a la mente ¿Podré tener una vida normal aquí?
-Bueno alumnos hoy tenemos a una chica nueva, por favor pasa adelante y preséntate...- mierda, y eso que todo iba tan bien... Me paro de mi asiento en la ultima fila y camino hacia el escritorio y me pongo frente a la clase, la mayoría me observa, como esperando algo de mi, el resto se concentra en sus libros, de seguro haciendo un tarea o algo
-Me llamo Alexis Morguez, pues tengo 16 años y eso es todo de mi- digo y varios me ven extraños
-Puedes sentarte...- dice y me voy con la cabeza gacha y la clase continua
-Entonces... - iba a seguir el profe pero el sonido de la campana lo interrumpe- bueno, queda para la siguiente clase, investiguen el tema- dice y todos se paran y se van, incluyéndome, en el pasillo me dan pequeños choques "accidentales" con los hombros ¿En serio? ¿De una? ¿Tan rápido les caí mal? En eso un hombro me da tan fuerte que caigo y mis libros se desparraman por el suelo y varios se ríen pero hay una voz que me desconcerta
-¿De verdad Carlos? ¿Molestarás a una dulce dama en su primer día? De verdad eres un imbesil- dice un chico con una franela negra y unos jeans y el pelo parado en frente y me ayuda a recoger todo y me ofrece la mano, dudo en agarrarla pues y si solo es otro estúpido que me quiere molestar mas, pero ya que mas da así que le agarro la mano y de vedad me ayuda, quien lo diría- Vente, te invito algo de la cafetería- dice ofreciéndome el brazo como los típicos caballeros y yo dudo al principio pero da igual así que se lo acepto y me escolta a la cafetería
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