Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌙Capítulo 12: "Juntando piezas"🌙

"Te usaré como punto focal, así no perderé de vista lo que quiero. Y ya me he movido más lejos de lo que pensé podría."
🌙

Hobi y Tae me retienen en un apretado abrazo como si no me hubieran visto por largos meses en vez de sólo unos días. Estaban siendo dramáticos y empalagosos, pero los estoy dejando ser, devolviéndoles el cariño con las mismas ganas.

Jungkook está ahí parado detrás de la barra, sin moverse, simplemente observándonos con una ligera sonrisa en sus labios. Verlo después de todo lo que pasó entre nosotros el pasado viernes hace cosas raras en mi corazón, porque algo había cambiando en nuestra relación, lo podía palpar en el aire que nos rodeaba, lo podía sentir en su mirada oscura fija en la mía.

Mis ojos no se apartan de él cuando me alejo de mis amigos y camino hacia donde se encuentra.

–Hola, señor Jeon.

–Hola...veo que aceptaste.–reconoce y le sonrío.

–Lo hice, pero tengo condiciones–señalo con la cabeza en alto–. ¿Podemos hablar a solas un momento?

–Claro, ven conmigo–asiente comenzando a caminar a su oficina, lo sigo sin rechistar. Él abre la puerta dejándome pasar primero, luego la cierra tras nosotros y se sienta en la silla de su escritorio, hago lo mismo en la asiento de en frente–. Te escucho.

–He regresado a trabajar con usted, pero espero que las promesas que me hizo se mantengan en pie.

–Lo están–dice firmemente–. Te di mi palabra.

–Bien–lamo mis labios y cruzo una pierna encima de la otra, poniéndome más cómodo. Oh sí, disfrutaría de este momento–. Quiero un aumento de salario.

–Lo tendrás.

–De un quince por ciento.

–Me parece bien.

–Y los viernes libres.

–Lo pondré en tu horario.

Levanto una ceja sorprendido. Jungkook no está negando ninguno de mis pedidos, al contrario, parece decidido y feliz de aceptarlos con tal de complacerme. ¿Tan desesperado está? ¿Tan culpable se siente todavía por sus malos tratos hacia mí?...no me esperaba su rápida aceptación a mis deseos, para nada.

–Tampoco empezaré a trabajar ahora, sino mañana. Hoy tengo una cita importante a la que no puedo faltar.–dejo caer la última condición llevando las manos a mi regazo.

Era cierto, me vería con Namjoon a las tres de la tarde en su consultorio y no quería cancelar esa reunión por nada, al contrario, estaba ansioso por saber lo que tenía que contarme sobre cierto alfa que tengo en frente.

Su expresión decidida se tambalea un poco en una mueca incrédula, sin embargo se recompone rápidamente y me sonríe ladeado, recostando sus codos sobre el escritorio y acercándose a mí.

–Lo entiendo, empiezas mañana a primera hora.

Sus ojos destellan en un brillo intenso que me hace temblar de pies a cabeza. Esa mirada cuenta tantas promesas y secretos que me veo sumergido en ellos sin querer salir sin antes ser parte de ellos. Es hipnotizante la manera en que nuestros ojos conectan de una forma tan única y embriagante que hace a mi corazón bailar dentro de mi pecho y a los insectos llamados mariposas revolotear en mi estómago. Son las mismas sensaciones de siempre, pero esta vez...había algo más.

Esa extraña atracción vibraba con intensidad entre nosotros, creciendo cada minuto más y más. Definitivamente algo había cambiado en nuestra relación desde aquella noche, me sentía mucho más cercano y atraído a él.

Era increíble.

–¿Tenemos un trato entonces?–me levanto carraspeando un poco la garganta y le tiendo la mano algo temblorosa. Mis piernas parecían gelatina, literalmente. Su cálido aroma acariciaba cada poro de mi piel.

–Lo tenemos.

Jungkook hace lo mismo y une nuestras manos en un ligero apretón sellando nuestro acuerdo. Su piel contra la mía haciendo cosquillas en mi interior.

–Pues bien, eso era todo–retiro mi mano lentamente, sintiendo sus dedos largos deslizarse con los míos más cortos. Escalofríos me recorren de pies a cabeza–. Mejor me voy, tengo un lugar al que ir.

Jungkook me mira metiendo las manos dentro de los bolsillos de sus anchos pantalones. Ambos sin apartar los ojos del otro, detallando cada fracción de nuestros rostros, sumergidos en la burbuja que siempre parecía rodearnos cuando estábamos juntos. Mi corazón palpita tan fuerte que estoy seguro puede escucharse como un eco en toda la habitación, mi nuca se eriza y mis mejillas se sonrojan bajo su intensa mirada.

Es demasiado.

¡Lunas!

¿Qué es esta cosa rara que este alfa me hace sentir? Nunca había experimentado esta clase de atracción con nadie y mucho menos me imaginé que fuera así de intenso.

¿Cómo has estado?–Jungkook es el primero en romper el extraño silencio que protagonizábamos.

Parpadeo un par de veces y me acaricio los brazos en un acto nervioso.

–Bastante bien–miro hacia mis pies y luego vuelvo a encararlo–. Gracias por el desayuno y la nota de ese día...fue...muy amable de tu parte.

–No fue nada realmente.–dice sin más levantando sus hombros, no queriendo darle mucha importancia.

Sin embargo fue mucho, mi omega y yo estamos contentos por esos pequeños detalles que el alfa tenía con nosotros; nos sentíamos cuidados y mimados sin pedirlo. Y sí, era cierto, no fue muy amable al principio y dijo cosas que no debió decir jamás; pero aún así fue bajo una tormenta a pedirme perdón, se quedó cuando le pedí que lo hiciera y por último, me guardó desayuno.

Si estaba siendo demasiado débil por no guardarle tanto resentimiento, me declaro culpable.

Es entonces cuando recuerdo un pequeño detalle que me gustaría aclarar.

–Mmm...quería preguntarte algo más.

–Claro, dime.–Jungkook se me acerca tanto, a tal punto que la punta de sus zapatos casi rozan los míos.

Muerdo mi labio inferior, tratando de aclarar un poco mi mente de la bruma adictiva que llega a ser Jungkook para mí.

–Esa noche...¿cómo terminé en mi cama? No recuerdo haberme acostado por mi propia cuenta.

–Oh...eso–arrasca su nuca con aire tímido y puedo notar sus mejillas ligeramente sonrojadas–. Nos quedamos dormidos en el sofá en algún momento de la madrugada. Te llevé a tu cama cuando desperté, no quería que estuvieras más incómodo.

Mis ojos se abren grandemente al escucharlo. Así que eso fue lo qué pasó, también me llevó a la cama, otro detalle para agregar a la lista.

–Oh, ya veo...está bien–aclaro mi garganta cuando la siento un poco seca–. Nos vemos mañana, señor Jeon.

Me despido con una corta reverencia y camino dispuesto a salir de su oficina, pero el sonido de sus pasos acercándose y su voz firme me detienen:

–Jimin, espera.

Me giro de nuevo hacia él, notando sus mejillas más rojas que antes. Ladeo la cabeza observándolo y reteniendo una risita que se me quiere escapar al verlo tan nervioso, es demasiado tierno.

–Dígame, señor Jeon.

–No tienes por qué decirme señor Jeon cuando estemos en el trabajo, Jimin–dice estando de nuevo frente a mí–. Llámame Jungkook, creo que nuestro nivel de confianza a avanzado bastante como para dejar las formalidades de un lado, ¿no crees?

Trago fuerte al escucharlo. Trataba de mantener una actitud profesional con él en el trabajo y seguir con las formalidades a pesar de todo, pero si me pide de esa manera que no lo haga, con sus ojitos brillantes rogándome que acepte, es imposible no caer ante sus encantos y dejarme llevar.

–E-está bien, Jungkook.–musito disfrutando de cómo se desliza su nombre en mis labios una vez más. Se siente...bien. A él también parece gustarle.

Jungkook asiente complacido con una sonrisa radiante en su rostro, me pierdo en ella. ¿Por qué tiene que ser tan malditamente hermoso?

–Mucho mejor.–su murmullo ronco me marea.

–Uhum...bueno, me voy...tengo...que irme.

A pasos torpes me doy la vuelta y salgo de la oficina como si mi vida dependiera de ello, dejándolo atrás. Una vez fuera me dejo caer de espaldas contra la puerta y tomo lentas respiraciones tratando de acoplar a mi loco corazón que no deja de latir frenético contra mi pecho y a mi lobito que me exige vuelva donde está el alfa.

Esto es una locura, Jungkook se está metiendo tan profundo dentro de mí que me atemoriza, baja todas mis defensas y me deja con la mente hecha papilla.

Necesito respuestas pronto y de verdad espero Namjoon me ayude a encontrarlas.

🌙

Miro de la dirección anotada en mi teléfono a la pequeña clínica que se encuentra frente a mí. Es este el lugar donde me dijo el hermano de Tae que nos reuniéramos, pero ahora mismo no sé si tenga la valentía como para hacerlo. Estoy muy nervioso.

Estoy indeciso en si entrar por la puerta de esa clínica y hablar con Namjoon sería mejor idea que salir corriendo de allí y volver a mi casita para acurrucarme entre las sábanas de mi cama.

Estaba nervioso y atemorizado.

Nervioso por conocer a alguien que puede ayudarme con esta situación y atemorizado por las cosas que pueda descubrir sobre Jungkook y todo este misterio que me envuelve a él.

Cierro los ojos y tomo una larga respiración diciéndome que todo estará bien, que sea más valiente y enfrente las cosas sin resentimientos.

Con ese pensamiento entro a la clínica, encontrándome con un agradable ambiente en su interior. Las paredes son de un verde celeste claro muy sutil, habían asientos de espera que en estos momentos se encontraban vacíos y algunas plantas al rededor. Frente, hay un mostrador donde una joven trabajaba desde su ordenador. Tímido me acerco a ella, quien ahora que ve con una sonrisa amable en su rostro.

Olor a rosas llega a mi olfato, es una bonita omega.

–¡Hola!–saluda amablemente–. ¿Tiene una cita con el doctor Kim hoy?

–Yo...¿Sí?–hago una mueca sintiéndome un poco tonto, ella me mira bastante confundida–. No es una cita médica exactamente, más bien vine a hablar con Namjoon.

–Oh–asiente tomando el teléfono inalámbrico que se encuentra a su lado–. Si es así, espera un segundo por favor.

–Claro.

La veo hacer una llamada y anotar unos números en una pequeña nota, pasado un minuto cuelga el teléfono y vuelve a mirarme tendiéndome el papelito. Lo tomo confundido y ella me sonríe.

–El doctor Kim te está esperando en esta habitación–señala el papelito en mis manos–, el número te lo puse en esa nota para que no se te olvide; los pasillos de esta instalación pueden ser bastante complicados y no es la primera vez que alguien se pierde u olvida hacia donde iba.

Vaya...¿Tan complicado es este lugar? Pero si parece ser bastante pequeño.

–Gracias, supongo.

–De nada, aquí estaré por si necesitas ayuda.

Ella vuelve a su trabajo mientras yo me encamino en el primer pasillo que encuentro buscando el número de habitación que indica el papel. Para mi buena suerte la encuentro bastante rápido y me detengo frente la puerta respirando profundamente.

Muy bien, ya estoy aquí, no hay marcha atrás. Tú puedes, Jimin.

Dándome ánimos a mí mismo y calmando un poco mis nervios, llamo a la puerta. No se cuántos segundos pasan cuando esta es abierta dejando ver a un hombre bastante alto y musculoso enfundado en una bata blanca de médico. Su piel morena y cabello castaño hacen buen contraste con sus facciones masculinas y definidas. Es bastante alto, más que Jungkook y eso era mucho que decir. Me quedo petrificado al sentir el fuerte aroma a alfa que emana de él, menta y anís. Estoy bastante sorprendido, para ser sincero.

–Debes de ser Jimin, ¿cierto?–sin poder ser capaz de pronunciar palabra alguna, termino asintiendo–. Es un placer conocerte al fin, soy Kim Namjoon.

Hoyuelos aparecen a cada lado de sus mejillas cuando sonríe mientras yo estoy parado delante de él, sin poder moverme. Su presencia impactaba.

–El placer es mío.–logro responder.

–Ven, hablemos mejor dentro.

La duda y el miedo se filtran en mi sistema jugándome una mala pasada. Entrar a una habitación a solas con un alfa siempre me trae malos recuerdos y sensaciones agrias. Algo que es bastante contradictorio cuando recuerdo que he estado más de una vez solo con Jungkook y nunca me había sentido así, con es fue diferente. Con Jungkook siempre todo es diferente, nunca sentía miedo.

Con un salto de confianza y valor entro a la habitación. Namjoon cierra la puerta tras nosotros y camina hacia una silla solitaria delante de un sofá. El consultorio es sencillo y sin muchos muebles, tenía lo necesario para una cita psicológica.

–¿Eres psicólogo?–la curiosidad me hace preguntar mientras me siento en el sofá.

–Así es–dice colocándose anteojos y tomando una libreta de notas–. Licenciado en psicología y graduado con honores. También tengo un doctorado en genética de castas, pero prefiero ejercerme como psicólogo.

–Oh, wow. Eres una persona muy inteligente.

–Gracias–sonríe–, pero no estamos aquí para hablar de mí, sino sobre un tema muy importante, el que tú fuiste capaz de sentir el aroma de Jungkook aún cuando su lobo estaba dormido en su interior y no podía crear feromonas.

¿Qué?

–Espera...¿dormido? ¿De qué estás hablando? Quiere decir que...

Mis ojos se abren llenos de asombro, sintiendo mi corazón paralizarse al darme cuenta de lo que está hablando. El alfa se mantiene serio cuando me dice:

–Primero que nada quiero dejarte saber que la información que estoy a punto de contarte es confidencial. Puede parecer poco profesional y ético de mi parte hablar sobre los problemas de mis pacientes con otras personas, pero créeme que esta es la única vez que lo haré sólo porque sé que hago lo correcto.

–Lo entiendo, no pienso juzgarte.

–También te lo estoy contando porque puede que seas la persona que nos ayudaría a aclarar toda esta situación.

Parpadeo varias veces y mi boca se abre llena de confusión. Se supone que vine aquí a buscar soluciones, no ser yo la solución del problema.

–Lo siento, pero...¿podrías explicarte mejor? No estoy entendiendo absolutamente nada.

–Tranquilo, es normal que te sientas así en estos momentos–arrastra con un dedo sus anteojos a lo largo de su nariz–. Necesito que escuches con atención.

–Soy todo oídos.

Tomo una postura recta en el sofá, concentrándome en el alfa que me mira con ojos serios y precavidos.

–Diagnostiqué a Jungkook como Delta hace más de dos años–comienza y yo puedo sentir como el alma abandona mi cuerpo al confirmar lo que tanto temía. Los Deltas eran alfas abandonados por su parte animal que lastimosamente no volvían a ser los mismos jamás, no tenían aroma, eran más humanos que lobos, tampoco podían procrear–. Sin embargo su lobo ha despertado haciéndolo sufrir unos de los peores celos que he visto a lo largo de mis años como médico. Una semana entera de dolor y descontrol de su alfa fue suficiente para que volviera a ser el mismo de antes.

Mi cabeza explota con tanta información, pero a la vez aclara una pequeña parte de mis dudas. Fue esa semana donde Jungkook no había aparecido en la cafetería ni para chequear la hora. Tenía sentido. Estaba pasando por su celo y muy en el fondo mi omega también lo sentía porque esos días recuerdo estaba muy inquieto y desesperado.

Aún así necesito saber más.

–Me dices que recuperó a su alfa, pero...¿si él era un delta, no era muy poco probable que volviera a la normalidad?

Namjoon sonríe ladino y me mira como si yo supiera la respuesta a mi propia pregunta.

–Es ahí donde entras tú, Jimin.

Okay, ahora sí he perdido la cabeza.

–¿Qué?

–Suena bastante descabellado, ¿no crees?–asiento frenéticamente, sintiéndome mareado de repente–. No obstante, mientras más pienso en ello, más llego a la conclusión de que mi teoría puede ser cierta.

–Ve al grano, por favor.

–Jungkook me confesó que su lobo comenzó a dar signos de vida desde el día que te vio por primera vez–me paralizo donde estoy, mi corazón dando un vuelco violento dentro de mi pecho y mi omega feliz pensado que el alfa lo reconoció–. Eso sólo puede significar que tú fuiste el incentivo para curar su enfermedad.

–Lunas...eso es...dame un momento.

Mi respiración es errática y la mente me da vueltas tratando de analizar toda la información que estoy recibiendo. Todo me lleva a una sola respuesta y es que algo definitivamente me une a Jeon Jungkook.

–Jimin–la voz de Namjoon se vuelve suave al llamarme–. Tranquilo, sé que es mucho que asimilar, pero estoy aquí para ayudarte.

–Lo sé–suspiro más calmado–. Es sólo que aún sigo teniendo preguntas sin tener respuestas. Hay más que quiero saber...

Namjoon parece comprender porque acerca su silla a mí, manteniendo una distancia prudente y coloca una mano en mi hombro.

–Si tienes algo más en tu mente por favor compártemelo, déjame aclarar tus dudas.

Muerdo mi labio inferior con fuerza y saco la cadena escondida en mi cuello, comenzando a jugar con el dije lunar entre mis dedos. Estaba a punto de contarle uno de mis más grande secretos a una persona que acabo de conocer. Increíble. Sin embargo sentía que debía hacerlo con tal de saber que era lo que me estaba pasando.

–Yo...conocía a Jungkook mucho antes de ese día que nos vimos por primera vez.

–¿Cómo así?–Namjoon enarca una ceja entre curioso y confundido.

Cierro mis ojos reteniendo la respiración.

Era ahora o nunca.

–Soñé con Jungkook por dos años seguidos–confieso en un susurro, abriendo los ojos y viendo como el doctor se aleja con la mirada perpleja–. No lo había visto nunca en persona, simplemente aparecía en mis sueños. Aún así conocía su rostro y su aroma me envolvía cada vez que cerraba mis ojos y lo soñaba. Se sentía muy real.

No digo nada más cuando noto que no me está mirando a la cara sino al dije que reposa entre mis dedos.

–Ese collar que tienes en tu cuello...lo he visto en otro lugar.

–Este collar ha estado conmigo desde que soy un niño y es único en el mundo, fue herencia de mi padre–comento con el ceño fruncido–¿Dónde lo has podido ver entonces? ¿Escuchaste lo que dije antes?

–Oh vaya, esto es más complejo y alucinante de lo que pensé.–musita sin prestarme mucha atención mientras anota desesperado en su cuaderno.

–¿Por qué? ¿Qué pasa?

Su mirada llena de un extraño brillo se conecta con la mía y jadeo cuando escucho sus siguientes palabras:

–Porque puede que tú y Jungkook sean destinados, unidos por la misma luna.

🌙
Nam está muy claro con todo esto.
Pero hay mucho más por saber y descubrir ;)
Quédense y lo averiguarán.
Nos leemos en la próxima
Los quiero <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro