"Pero a veces, sólo quiero a alguien a quien abrazar. Alguien que me dé su chaqueta cuando esté frío. Tener ese amor joven incluso cuando estemos viejos."
☀️

Cuando salgo del baño pasado unos minutos, ando con la mente tan distraída y hecha una maraña de enigmas sin resolver que sin querer choco contra el cuerpo de Tae por el pasillo.

–Hey, bombón, ¿qué tienes?–me toma por los hombros y analiza mi rostro con ojos preocupados–. Tu piel se siente caliente y tus mejillas están muy rojas.

Quito sus manos de mi cuerpo y me obligo a regalarle una sonrisa para tranquilizarlo, pero cuando su ceño se frunce, sé que fallé en el intento.

–No me pasa nada, Tae. Estoy bien, sólo estoy cansado. Es todo.

Paso por su lado caminando hacia el mostrador, a mi puesto de trabajo. Apenas son las seis de la tarde y en menos de media hora mi turno debe de terminar, la verdad me siento tan cansado tanto física como mentalmente, que lo único que deseo ahora mismo es caer en la cama y dormir por largas horas seguidas.

–¿Pasó algo cuando hablaste con Jeon?–cuestiona una vez que está nuevamente a mi lado–. ¡Dime si ese idiota fue un engreído de nuevo, juro que si lo hizo se las verá conmigo!

–No me dijo nada malo–cierro los ojos y tomo una lenta respiración–. Al contrario, me felicitó por mi buen trabajo, también informó de que mañana tenía el día libre. Nada más.–le cuento parte de lo que realmente sucedió, lo demás prefiero guardármelo para mí mismo por el momento.

Aún no podía asimilar lo rendido que estaba ante Jungkook, con tan sólo su presencia y un par de caricias ya me tenía a su pies, rogando por más. En mi cabeza se formaba una batalla contra todos estos nuevos sentimientos de los que no sabía de como enfrentarme. Me siento tan perdido, sin contar con que mi lobo interior y mi corazón parecen estar unidos para ganar esta guerra en mi contra, haciendo siempre de las suyas.

Taehyung entrecierra sus ojos mirándome fijamente, analizándome. Yo por otro lado intento fingir no estar afectado por todo lo sucedido en el despacho de nuestro jefe.

–Haré como que te creo.–se rinde con un suspiro, sin embargo su semblante se endurece cuando un rostro conocido se detiene justo delante de nosotros en la barra.

–Tanto tiempo, Taehyung. ¿Cómo has estado?

El oficial de policía tiene toda su atención en mi amigo en este momento, sin embargo Tae parece lanzarle dagas con los ojos y su aroma dulce de repente cambia a feromonas agrias y amargas. Frunzo la nariz, la tensión que hay entre ellos me hace sentir que estoy interrumpiendo algo íntimo y delicado.

–Yoongi–dice Tae en un gruñido bajo que no paso desapercibido, ni el alfa frente a nosotros tampoco–¿Haz venido para quedarte esta vez? Oh, lo siento, olvidaba que no tienes motivos para hacerlo.–una sonrisa cínica aparece en los labios de mi amigo, yo miro a ambos con los ojos bien abiertos queriendo que la tierra se abra y me tragara para no tener que presenciar una escena tan incomoda.

¿Qué está pasando aquí?

Yoongi toma una lenta respiración, como si hubiera estado reteniendo el aire en sus pulmones todo este tiempo. Algo en su mirada cambia, y mira al omega con ojos que parecen estar arrepentidos y heridos.

–Tae, sabes que no es así...yo...déjame explicarte...

–Estos no son momentos para explicar nada, Yoongi, tuviste esa oportunidad hace más de un año y no la aprovechaste–dice cortante e ignora al alfa para luego girarse a mí y sonreírme algo incómodo–Entonces como mañana estás libre al igual que yo, ¿qué te parece si hacemos algo?

Parpadeo lentamente y miro entre omega y alfa sin saber que decir. Tae me hace una seña silenciosa de auxilio y enseguida la capto. Encogiéndome de hombros le sonrío sintiéndome todavía algo incómodo y descolocado.

–Me parece bien. ¿Qué quieres hacer?

–La verdad cualquier cosa para relajarnos, han sido días pesados en el trabajo y la universidad me tiene arto con tantos trabajos y exámenes que hacer, voy a aprovechar que mañana tampoco tengo clases, necesito un respiro.–se queja dramáticamente, lo que hace que ruede mis ojos y niegue con la cabeza.

De repente un fuerte portazo nos sobresalta y los tres nos giramos viendo a Jungkook con el rostro rojo y congestionado, saliendo furioso de su oficina.

¿Ahora qué está pasando?

–Taehyung, tengo que irme. Te quedas a cargo.–suelta rápidamente y con las mismas sale por la puerta de la cafetería como alma que lleva el diablo, arrastrando a Yoongi consigo y sin apenas dirigirnos una mirada. La ráfaga de su aroma queda en el ambiente, atontándome por cortos segundos.

–¿Y a este qué mosca le picó ahora?–Taehyung chasquea la lengua en disgusto, luego vuelve a verme como si no hubiera pasado nada–. Entonces, ¿qué me dices?

Parpadeo un par de veces sintiéndome algo mareado, poco a poco salgo de la bruma que un toque de la esencia de Jungkook me dejó y de todo lo que pasó hace unos minutos con Tae y Yoongi. ¿En dónde rayos me he metido?

–¿Decías lo de pasar tiempo juntos en serio?

–¡Claro, bobo!

–Está bien. Podemos salir o ver una película, no sé, lo que quieras. La verdad es que yo también necesito un descanso.–sobretodo si es de cierto alfa, sí, despejar mi mente de él me vendría muy bien.

La sonrisa cuadrada de Tae se vuelve más grande y comienza a dar pequeños saltos a mi alrededor, suelto una risita al ver lo aniñando que puede ser a veces, y ahora que sus feromonas volvieron a la normalidad hasta parece más joven. Su energía es bastante contagiosa.

–¡Perfecto! Estaré en tu casa mañana temprano, veremos películas y comeremos bastantes dulces y comida chatarra. ¡Será tiempo de Omegas!.–arrugo la nariz cuando escucho lo de comida chatarra, pero al final termino siguiéndole la corriente.

–¿Tendrán fiesta y no me invitarán?–la voz de Hoseok interrumpe la emoción de Tae y se detiene al lado de nosotros con una mueca de molestia fingida.

–Lo siento Hobi, cariño, pero es sólo tiempo de omegas. Los alfas no están permitidos en esta ocasión.–le dice Taehyung poniendo un brazo sobre mis hombros.

–¡No es justo, eso es descriminación!

Y así comienza una cómica discusión entre mis dos amigos, mientras yo observo todo el tiempo con una sonrisa en mi rostro. Ellos están totalmente locos, pero me agradan y hacen a mi vida más brillante y divertida. Por un momento me olvido de los problemas, me olvido hace un rato pasó con Jungkook, me olvido de todo y me permito disfrutar de las cosas buenas que he conseguido en el nuevo camino estoy que forjando. Me permito ser un poco feliz.

☀️

A la mañana siguiente, casi llegando al medio día, Tae ya estaba en la puerta de mi casita con una gran sonrisa y bolsas llenas de ricas golosinas cómo había prometido. Lo dejé pasar y él enseguida se quita los zapatos para después caminar hacia la cocina dejando los alimentos en la isla, los que necesitaban mantenerse fríos los colocó en la nevera. Se movía por todo mi lugar con la mayor confianza del mundo, y la verdad, no me molestaba. Ya me había acostumbrado a su confianzuda personalidad desde el día que lo conocí, además de que pasaba tanto tiempo conmigo en mi hogar que hasta su aroma dulzón se quedaba impregnado en cada rincón ligándose con el mío propio, ya no sabía quién vivía realmente aquí, si Tae o yo. Aún así me gustaba muchísimo pasar tiempo con él, me alegraba de gran manera tener a un amigo con el cual compartir de vez en cuando.

–Mamá me dio algunos panecillos y pasteles que ella misma horneó ayer en la noche para nosotros–me deja saber cuando camina hacia mí, cargando en sus manos una bandeja llena de diferentes tipos de bocadillos, se me hizo la boca agua cuando el delicioso olor se coló por mis fosas nasales haciendo a mi estómago rugir–. Te manda saludos, dice que pronto pasará a visitarte.

Sonrío sin poder evitarlo. La señora Kim es un amor, literalmente se ha comportado como una madre en el poco tiempo que he vivido aquí, se preocupa por mi bienestar y me visita cuando tiene tiempo libre. Le he agarrado mucho cariño.

–Aquí la estaré esperando, tu madre siempre me alegra con sus visitas.

Tae deja la bandeja en la mesita del café y se sienta junto conmigo en el sofá. Lo veo hacer una mueca graciosa con un puchero sobresaliendo en sus labios, me burlo de él y me mira ofendido.

–Tal parece que quieres más a mi mamá que a mí. Mejor me voy y la traigo a ella.

Hace el ademán de levantarse e irse, pero lo detengo sin dejar de reír, él ríe conmigo sin poder evitarlo.

–Sabes que eso no es cierto, los quiero a ambos por igual. Deja de estar celoso por nada, bobo.

–Más te vale.

Tae se deja caer dramáticamente en el sofá y toma uno de los bocadillos que parecían ser de mermelada de frutos rojos, dándole un gran mordisco. Yo hago lo mismo, prefiriendo mejor los pasteles de chocolate, así que cuando llevo uno a mi boca y el exquisito sabor explota en mi lengua, gimo.

¡Que delicia!

–Olvídalo, amo más a la señora Kim por hornear los mejores manjares. Creo que le pediré más cuando la vea.

–¡Eres increíble!–exclama con la boca llena y suelto una carcajada al ver su cara de indignación.

–Lo sé.

–Amja, claro. ¿Qué película veremos esta vez?

–Mmm–sostengo mi mentón, pensativo–¿The Notebook?

Taehyung resopla y sé que va a comenzar a quejarse.

–¡Ya hemos visto esa más de tres veces! Se que te gusta mucho esa película, a mí también, pero quisiera cambiar un poco. Déjame elegir esta vez, tráeme tu laptop.

Sin quejarme busco mi computador portátil en la habitación y se la entrego. Una vez la tiene sobre su regazo comienza a buscar nuevas opciones desde su cuenta de Netflix, ya que yo todavía no tengo una y él amablemente me prestaba la suya.

–¿Haz encontrado algo?–le pregunto mientras tomo dos tazas de café con leche en la cocina y él me agradece cuando le entrego una.

Me acomodo mejor en el sofá y pongo mantas sobre nuestras piernas ya que la temperatura ha estado un poco baja estos días.

–En eso estoy–dice, su ceño fruncido en concentración–. ¡Ya sé! Tengamos un maratón de Crepúsculo.–su emoción me sobresalta, pero termino rodando los ojos y negando con la cabeza.

–Esas también las hemos visto un montón, Tae.

–Tienes razón–suspira y deja caer su cabeza en mi hombro–. ¿Qué tal "Love, Rosie"?

–Oh, esa me gusta.–asiento dándole un sorbo a mi café y él sonríe presionando el botón de reproducir la película, al fin.

Así pasamos el rato, ambos sumergidos en una historia de amor a través de la pantalla del portátil. Sin embargo a mitad de la película, me encuentro en una encrucijada donde el deseo de vivir un amor tan bonito y verdadero como el de los protagonistas, me abruma. Recordándome a mí mismo una y otra vez que ese sueño lo más probable es que nunca se cumpla. Pero aún así, el deseo sigue ahí, cómo una pequeña luz dentro de mi pecho que se mantiene encendida con la esperanza de ser vista algún día, en cualquier momento. Esperando la oportunidad para brindar y recibir incondicionalmente ese amor que durante años he reservado y anhelado.

–Que bonito es el amor, ¿verdad?–susurra de pronto en un suspiro, lo miro de reojo soltando un sonido de afirmación–. Deseo encontrar algo así algún día, ¿sabes?. Una persona que me ame por lo que soy, que me apoye siempre y esté ahí para mí. Alguien con un corazón grande y bondadoso, que con sólo mirarme sepa lo que pienso, que conozca todas mis facetas y ame cada una de ellas. Sería maravilloso.

Nos quedamos unos minutos en silencio, mientras en la pantalla se mostraba la última escena de la película, la más reconfortante, el más esperado final feliz. Es ese momento donde las palabras de Tae me recuerdan el consejo de la persona que más he amado en mi vida. Una triste sonrisa tienta con aparecer en mi rostro, pero la retengo y me giro hacia Tae, jugando con los dedos de mis manos en lo que él me mira con ojos curiosos y expectantes. Sabe que voy a decir algo importante cuando me pongo nervioso de esta manera.

–Alguien una vez me dijo que antes de desear e idealizar a la persona con la que quisiéramos pasar el resto de nuestras vidas, deberíamos primeramente ser como quisiéramos que fuera esa persona–Tae me mira confundido, así que aclaro un poco mi garganta y trato de encontrar mejores palabras para explicarme–. Quiero decir, ¿cómo vamos a amar a esa persona especial si no nos amamos a nosotros mismos primero? Sé que es extremadamente difícil de hacer, yo mismo batallo día a día con mis miedos e inseguridades, todos lo hacemos. Puede que esa persona te ayude a amarte y poco a poco te enseñe a aceptar las partes que menos te gustan de ti, pero aún así esa es una batalla que se debe de luchar por sí sólo y require de mucho tiempo y etapas. También...¿Estaríamos dispuestos a estar siempre para esa persona cómo queremos que esté para nosotros? ¿Tendríamos un corazón grande y bondadoso? ¿Estaríamos dispuestos a amar y aceptar sus defectos aún cuando no estemos de acuerdo con ellos? Deberíamos evaluarnos primero, ver si estamos listos para nuestra otra mitad. A veces el egoísmo nos juega una mala pasada, pero es cuestión de prepararte y estar listo para cuando llegue el momento de conocer a quién compartirá una vida contigo. No es una relación donde uno está a cargo de todo, sino que son dos los que compartirían todo, hasta lo más mínimo. Dos corazones convirtiéndose en uno. Creo que esto ayudaría a tener una relación más sana, donde el amor es la base fundamental y la balanza estaría equilibrada.

–Oh, wow–los ojos de Tae brillan parpadeantes–. No lo había visto de esa manera, ahora me siento algo tonto–ambos reímos y volvemos a enfocar la vista en la pantalla de la laptop donde los créditos de la película pasaban de largo–. La persona que te dijo eso es muy sabia.

–Lo era.–digo y esta vez no puedo evitar embozar una sonrisa triste y decaída. Mi mano busca inconscientemente el amuleto en mi cuello, tratando de sentir algo de calor en el. Tae me dedica una mirada llena de comprensión y afecto, le agradezco silenciosamente por no indagar más en el tema.

Volvemos a sumergirnos en un silencio para nada incómodo, donde terminamos de tomarnos nuestra taza de café con leche y disfrutamos de la compañía del otro. Esto era lo que más me gustaba de nuestra relación, el como nos entendíamos sin decir muchas palabras, reconfortándonos juntos. Taehyung me ayudaba de tantas maneras que a veces me preguntaba que hice para merecer a un amigo como él, era la perfecta compañía para mi vida solitaria. Estaba muy agradecido, me gustaba mucho la dinámica de nuestra amistad, me sentía privilegiado de tenerla y me aseguraría de demostrárselo en todo momento.

–Jimin, ¿tú crees en las parejas destinadas?–pregunta de repente, tomándome de sorpresa.

–Antes lo hacía–respondo, un nudo formándose en la boca de mi estómago–. Pero ahora no estoy muy seguro de ello.

–¿Por qué lo dices?–inquiere curioso.

–No lo sé–me encojo de hombros–. Simplemente perdí la esperanza de encontrarla. Dejé de darle mucha importancia, la verdad. ¿Y tú?

–Antes yo también creía en eso, pero cambié de opinión.

Giro mi cabeza para verlo mejor, encontrándome con su perfil y su mirada perdida en el techo.

–Eres un omega maravilloso, Tae, ya encontrarás a tu alfa pronto. No te preocupes.–le animo y él me mira con ojitos tristes.

–Pensé que lo había encontrado ya, pero no resultó ser como esperaba.

Algo hizo click en mi cabeza y el rompecabezas tomó forma delante de mí.

–Hablas del oficial de policía, ¿verdad? ¿De ese tal Yoongi?–con tan sólo la mención de su nombre, Taehyung me mira con los ojos bien abiertos y la boca desencajada.

–¿Cómo lo supiste? ¿Tan obvio soy?

–¿Intuición, tal vez? No lo sé, simplemente junté piezas–noto como su semblante cambia a estar de asombrado a algo decaído y triste, sin pensarlo me acerco a él y pongo una mano en su hombro dándole un apretón confortante–¿Pasó algo entre ustedes?

–Yo...Es una larga historia–dice bajito para luego negar con la cabeza y apoyarla en mi hombro nuevamente–. Pero no quiero hablar de eso ahora.

Nos quedamos en esa posición por largos minutos, cada uno perdido en lo ocurría en nuestras mentes. Sin embargo mientras más pasaba el tiempo, más la conversación que escuché de Jungkook y Yoongi golpea mi cabeza como un martillo, haciendo trizas mis neuronas. La curiosidad me consume y no me deja avanzar y olvidar todo lo relacionado con ese alfa gruñón que, de una manera inexplicable, también me atraía. La anoche anterior no pude pegar ojo dándole vueltas y vueltas a la situación, simplemente no lograba entender nada. Es en ese momento donde algo muy dentro de mí me impulsa a seguir buscando las respuestas a todas mis preguntas.

–Tae, ¿puedo preguntarte algo?–susurro, sintiendo los nervios calar dentro de mi piel.

Al escucharme, Taehyung se aleja un poco y me dedica toda su atención, expectante.

–Claro que puedes, Jiminie.

Reúno todo el coraje del mundo tomando una profunda respiración y decido tirar la bomba de golpe.

–Escuché una conversación privada entre Jungkook y Yoongi. ¡No la quería escuchar, de verdad! Pero me fue imposible dejar de hacerlo cuando lo que hablaban me dejó bastante impresionado. Así que me preguntaba si tú podrías ayudarme a entender un poco lo que realmente pasa porque estoy muy confundido y no sé qué pensar.

–¡Wow, wow, wow! Detente un momento y respira–dice deteniendo mi avalancha verbal y sonriéndome con bastante gracia–. Ve más despacio que me pierdo.

Respiro más calmado y decido ir directo al grano esta vez.

–¿Cómo es que Jungkook perdió su aroma?

Tae me mira con los ojos bien abiertos, alejándose de mí. Frunzo el ceño.

–E-eso...es un tema bastante delicado.

–¿Tú no puedes sentir su aroma entonces?–le pregunto anonadado y el niega lentamente con la cabeza.

Entonces caigo en cuanta de que efectivamente yo soy el único que puede sentir el aroma de Jungkook, yo soy el único que lo reconoce como alfa. Suelto una risa rota e incrédula sin poder creer nada. Realmente voy a perder la cabeza. Primero los sueños, ahora la incógnita de su aroma. Esto sólo puede significar una cosa...y no sé si estaba listo para enfrentarme a la realidad.

–Jimin, ¿qué tienes?. Me estás asustando.–Tae me observa extrañado por mi comportamiento, mientras que lo único que puedo hacer es mirarlo con una sonrisa vencida y ojos llenos de pánico.

–Rayos de sol y canela.

–¿Qué? ¿De qué hablas? Oh...no puede ser.

Tae lleva sus manos a la boca en un jadeo audible y su ceño fruncido se convierte en una expresión llena de asombro e incredulidad.

–Sí, Tae. Yo siempre he podido sentir el aroma de Jungkook.

☀️
Ok, creo que este es el capítulo más largo y aburrido que he escrito, pero era bastante necesario. By the way amo mucho la amistad  Vmin :')
Si notan algún error o incoherencia no duden en decirme por fa.
En fin, espero que lo hayan disfrutado :)
Nos vemos en el próximo, Gracias por leer.
Los quiero <3