Diario de Débora

La noche solar, la noche sol, la noche,

la noche solar, la noche sol.

La oscuridad brilla en la noche solar.

13 de abril de 2003

Hoy me enteré de que varios murciélagos que viven en la biblioteca atacaron a Anabella y casi me descompongo de la risa. Pedí permiso a la profesora y fui hasta el baño para mojarme la cara y calmarme un poco.

Entonces, recordé que ella había tomado mi lugar en la coreografía de gimnasia artística y me miré de nuevo en el espejo. Mis ojos brillaban. Me hubiera encantado causar yo misma el ataque de los murciélagos.

Ahora que lo pienso, un montón de esas criaturas vinieron a mí durante el ritual que hicieron conmigo los monjes carmesíes en el bosque para activar mis poderes.

¿Y si puedo controlar a los animales?

14 de abril de 2003

Hoy fuimos con Laura y Diana al cumpleaños de Bruno. Aunque no tenía muchas ganas, acepté para no estar tan aislada del mundo. No quiero levantar sospechas.

Traté de hacerme la indiferente cuando me preguntaron sobre gimnasia artística y quise disimular cuando me hablaban de la traidora de Mariza. Ya todos saben que no es parte del grupo.

En un momento, mientras leía las historietas de Bruno, sentí una extraña conexión con él, como si pudiera entenderme. Todos esos personajes fantásticos que conoce reflejan de alguna manera lo que me está pasando, lo que debe pasarle a otros también.

¿De dónde sacan los artistas la inspiración? ¿Sabrán algo más sobre la naturaleza mágica del mundo? Mientras pensaba en eso, subí a su cuarto a guardar un manga que me había prestado. En realidad, esperaba que me siguiera.

Cuando lo vi entrar, escondí una sonrisa. Me explicó algunas cosas más y empecé a sentir un calor muy fuerte, como si de Bruno hubiera surgido algún tipo de fuego invisible que nos envolvía. Creo que los sentimientos dispararon mi imaginación.

Estaba segura de que algo iba a pasar, su interés y amabilidad no podían ser solo por amistad, ¿no? Me pareció muy tierno cuando hablaba sobre esos mundos de ficción, y tenía tantas ganas de besarlo...

Ya no podía soportarlo más, estaba mareada, quería que me abrazara y le dije alguna estupidez sobre su pelo porque me parecía verlo cada vez más fosforescente. Empecé a acariciarlo.

Creo que estábamos por besarnos cuando nos interrumpió Sara. Sentí una vergüenza enorme, creo que Bruno también, porque se quedó quieto, en silencio. Bajamos al comedor e hicimos como si nada hubiera pasado. Ni siquiera volvimos a hablar de historietas.

Pienso que es mejor así. Él no es como yo. Es imposible para mí salir con un chico normal. Nadie podría entender lo que me está pasando. Si me viera en mi otra forma... Si me transformara sin querer estando juntos, sería una situación horrible y él saldría espantado. Pensaría que soy un monstruo. Y quizás tendría razón. 

***

Oh, por Dios! ¿¿Por qué no se besaron?? ¡¡Argh!! ¿¿Cuándo van a descubrir que los dos son arcanos?? Ah!!!! Cierto que soy el que escribe y ya sé todas esas respuestas. Ustedes tendrán que esperar, buajajaja XD

Sólo voy a decirles una cosa: en el próximo capítulo pasará algo que va a cambiar la vida de Bruno. :)

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