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Prólogo

Una gota, dos gotas, tres gotas. Se oían caer con el ritmo de un segundero o bien, la versión mezquina y ordinaria del repiqueteo del tic tac de los relojes, así fue como lo definió en su cabeza.

       A continuación, un grupo de personas aparecían corriendo de algo, pero no era posible saber de qué o quién, era un escenario confuso, en un parpadeo la escena cambió, se encontraba como flotando y se cuestionaba qué estaría sucediendo, al voltear arriba la cara, se encontró con un par de protuberancias luminosas amarillas, parecían observarle, se acercó y las miró de cerca, a través de estas pudo visualizar dos figuras enfrentadas.

       Un destello.

       Un gruñido adolorido.

       Un corazón en un charco.

       Un peso muerto y la alarma.

       ¿La alarma?

***

       La hija menor de dos hermanos se levantaba por segunda vez consecutiva transpirada y acelerada pues había pasado de llevar un buen año sin soñar nada o sin recordar sus sueños, a tener sueños raros, solo que esta vez parecían pesadillas incompletas que, si bien no lograron asustarla o generarle los llamados terrores nocturnos, tenía que reconocer que la habían hecho sentir un tanto incómoda de sobremanera.

       En esos momentos, Jacqueline abrió los ojos observando a su alrededor los rincones de la espaciosa habitación, luego de tal vistazo y con un sonido que sintió más lejano de lo que era, se percató de que no había apagado la alarma, la cual seguía martillándole la cabeza de forma insistente, no fue hasta que le dio a "DESCARTAR" que se permitió unos segundos de apreciación de su techo y se dio fuerzas para levantarse. <<Un pie y luego el otro, vamos, Toussaint, aguanta un poco más>> se decía internamente parándose, a penas puso un pie en el suelo, su cuerpo tembló.

       Para su propia suerte su hermano Tomás no estaba a la vista para cuestionar el motivo de su patético intento de estabilidad y luego el de movimiento, probablemente habría estado tirando maldiciones al aire a todo lo que se mueve y tratando de no alertar a sus mamás, quienes seguramente estarían preparando todo para el lanzamiento del nuevo programa de acción en la gobernatura del estado.

       Cuando Giselle Toussaint se postuló a gobernadora del estado no esperaba que los ciudadanos realmente la eligieran para dirigirlos, mucho menos siendo conocedores de su orientación sexual y sabiendo que su pareja era del mismo sexo. Lo cierto era que la pareja imponía bastante y eran queridas por la mayoría, transmitían la confianza suficiente en los habitantes de la ciudad y eran muy eficientes con lo que prometían junto con los plazos en los que lo prometían. Sabiendo esto se podría decir, que el detalle de que dos mujeres estaban a la cabeza de tal cargo pasaba a segundo plano la mayor parte del tiempo, al parecer, cuando la carencia de eficacia toca la puerta, los motivos absurdos se multiplican, pensamientos como que la sexualidad es un factor activo en todo el asunto errado que se plantea, muchas veces abundan en demasía y todo esto lo tenía muy claro el matrimonio. Pues intentaban llevar la fiesta en paz y no cometer los típicos errores.

       ―¡Jackie, Tomás, bajen a desayunar, tenemos prisas! ―Gritó una de las dos mujeres a través de la escalera.

       La chica solo rodó los ojos y luego de acabar de asearse y vestirse con cualquier cosa holgada que estuviera disponible en su armario o en la mítica silla de ropa en su cuarto, bajó entre quejidos hasta llegar frente a la isla de la elegante cocina donde estaba, apoyados un plato con huevos revueltos y tostadas con queso y otro con frutas, yogurt y pan integral y al lado de este un par de huevos cocidos, últimamente Tomás se ponía en plan saludable debido a que estaba tratando de llegar al peso ideal pedido (o exigido, más bien) por la agencia de modelaje a la que deseaba ingresar.

       Cuando el mencionado muchacho no se presentó, la pareja se dio una mirada extrañada y voltearon hacia su hija luego.

       ―¿Y tu hermano? ¿no estaba contigo?

       Quiso saber Adagny, una mujer de onduladas hebras doradas y mirada celestial sumado a un porte cálido y carismático, la otra madre de los hermanos, para ser más precisos.

       ―No, él no está, no sé si llegó a dormir ayer o si se quedó con sus amigos ―contestó la chica con tono cansado.

       ―Seguramente lo agarró la noche y no quiso manejar tan tarde ―intervino Giselle, la imponente pelinegra con expresión dura, pero de gran corazón, hizo una pausa y agregó ―: no te olvides que hoy habrá un evento en el campus de tu facultad y a tu mamá y a mí nos haría especial ilusión que nos acompañaras porque es una charla que involucra a los estudiantes y la tecnología, queremos que sirvas como imagen de ejemplo.

       Clavó su mirada chocolatada en su hija, esperando una respuesta de su parte. La joven entornó los ojos hacia su madre con algo de incredulidad, ¿tan necesitada estaba la gobernadora de que la opinión pública enfocara su atención en su hija para agradar a todo el mundo?, preguntas como esa y varias más llegaban a la mente de Jacqueline, mientras pensaba, su mandíbula se notaba más tensa y su postura en la silla del comedor se veía más rígida.

       ―¿De verdad es un requisito usarme a mí para hacer ver tu gobernatura como moderna y revolucionaria? Sabes que no me gusta tener en mí la atención, madre, ¿no existe otra manera?

       Inconscientemente su mano llegó a su cuello, como si buscara cubrir o esconder algo de los dos pares de orbes analizadores que tenía en cada lado observándola, una se cruzó de brazos un tanto nerviosa, la otra, optó por acunar la mejilla de la chica como en un gesto maternal.

       ―No busco ser revolucionaria, pero esta sería una buena oportunidad para que te desenvuelvas mejor en tu ambiente diario y te vayas dando a conocer aun más, eres de las mejores en tu promoción, no me parece que te empeñes en que las personas te pasen como alguien invisible, Jackie...

       ―Gracias por el desayuno, pero debo irme ―la interrumpió.

       Sin nada más que agregar, la muchacha terminó la mitad de su plato, tomó sus cosas y salió por la gran puerta de entrada dejando a las dos mujeres con la palabra en la boca.

       ―¿Dije algo malo o estoy errada? ―Liberó un suspiro cargado de frustración.

       ―No, mi halconsilla, claro que no, pero sabes que Jackie tiene su propia forma de lidiar con su persona, ella no lo hace por mal.

       ―Yo sé, pero a veces me frustra tratar de comprender su cabeza, yo quiero hacerlo, pero no sé cómo, Agny.

       ―Tenle paciencia, asistiremos al evento y si decide acompañarnos bien por ella, ¿no? ―Abrazó por detrás a su esposa colocando el mentón en su hombro con cariño ―. No te estreses de más, no le des vueltas.

       Aquello había acabado por generar una sonrisa en el rostro de la gobernanta, quien giró su cara para dejar un beso corto en los labios ajenos y entrelazó sus dedos. Luego de tal muestra de cariño entre las dos, se dispusieron a dirigirse a la oficina de la mayor para ultimar el discurso para el evento de la tarde.

***

       A unas manzanas de la quinta gubernamental, se veía la figura de Jacqueline subida a una bicicleta con sus pies subiendo y bajando con gran rapidez en los pedales, las calles de la ciudad se hallaban muy concurridas y salir con el auto no parecía una opción viable a esa hora pues era la llamada hora pico. La muchacha manejaba lo más rápido que le permitía su medio de transporte con el objetivo de llegar a la facultad de ingeniería. Ya estaba con un pie en su segundo año en la carrera de Ingeniería en Sistemas, posiblemente muchos le dirían que era extraña, pero había escogido tal rama porque su mejor pasatiempo era observar la complejidad de los sistemas electrónicos que poco a poco y día con día invadían la cotidianidad.

       Una gran parte de las personas, con el pensamiento de hacerse la vida más sencilla, habían comenzado a implementar sistemas alternativos en sus empleos y en sus vidas diarias y cada vez evolucionaban aún más, he ahí la razón de Jackie para interesarse en dicha carrera, carrera que a pesar de venir con materias un poco tediosas y estar casi a mitad, la disfrutaba bastante.

       Llegando, iba pensando y sobrepensando la conversación que había tenido con su madre e iba tan distraída que casi se llevó por delante a una chica y se vio obligada a girar bruscamente el manubrio para después frenar de la misma manera, a continuación, su cuerpo recibió el impacto del asfalto del espacio de la universidad y a un lado vio la bici caerse igualmente, la casi arrollada chica abrió grandes los ojos y se aproximó a paso acelerado donde yacía la existencia de Jacqueline, que se quejaba por lo bajo y realizaba un movimiento para intentar ponerse de pie.

       ―¡Dios! ¿Te encuentras bien? ―Tendió su mano pero la aludida seguía medio despistada.

       ―¿Qué? ―Alcanzó a murmurar ―, ah... sí, sí todo bien... ―contestó en voz baja mirando a la chica.

       Aquella la detalló largos segundos hasta que se dio cuenta de quién tenía frente a ella, se percató de su mirada púrpura penetrante pintada con un deje de confusión y su semblante cambió a uno más pálido pensando que se metería en un grave problema.

       ―Tú...

       Su voz casi sonaba ahogada, esta solo giró sus ojos, no era algo nuevo tal reacción.

       ―Sí, sí, soy hija de ella y me conoces y todo el asunto, puedes tomar una foto, así te durará más.

       Su contestación salió más borde de lo que pretendía, pero ella que no le gustaba ser centro de mira y las personas que la miraban incluso más por ser hija de quien era hija no era una agradable combinación y menos a esas horas. Ante la respuesta que salió de ella, la alta y fornida muchacha de piel canela se encogió en su sitio.

       ―Yo... lo siento, no quería incomodarte, pienso que deberías ser menos distraída en el camino, chica, pudiste lastimarte peor.

       Un aro en su nariz destacaba y parte de un tatuaje sobresalía en su brazo, parecía un extraño símbolo a simple vista. <<No es momento de detallar gente, Toussaint>>, se recriminaba mentalmente.

       ―Gracias por la preocupación, perdón por casi llevarte por delante, ahora, si me disculpas, llego tarde.

       Se excusó, sin embargo, antes de que diera un paso, una mano en su hombro pausó su acción en seco, giró su mirada hacia la dirección de donde vino la pausa.

       ―Espera, ¿te veré en datos y algoritmos II mañana?

       Mentiría si dijera que no la tomó por sorpresa esa pregunta, pero se sorprendió aún más a sí misma cuando su cabeza realizó un movimiento afirmativo de manera mecánica y, como si no tuviera el control de sus músculos esbozó una ligera sonrisa cerrada antes de darse media vuelta y casi trotar a su siguiente clase. La muchacha de seguridad enigmática la vio irse y también sonrió mordiendo el interior de su mejilla con nerviosismo.

       Una vez estuvo suficientemente alejada, ingresó a ese salón donde hacía sepulcral silencio, mas solo bastó que pusiera un pie en el aula para que todas las miradas (incluida la del profesor) se posaran en ella, algunas tenían aire burlesco, otras poseían tintes de irritación, unas pocas de curiosidad y en cuanto a la del maestro, podía percibirse como algo molesta.

       ―Llega tarde otra vez, señorita, se le hace costumbre, lo cual no debería ser ―la observó fijamente detrás de sus anteojos cuadrados de pasta dura ―, pase y siéntese, y que sea la última vez, los horarios son para todos y eso le incumbe a usted también.

       Culminó su reprimenda con un tono ligeramente irritado, su expresión pintaba algo de desapacibilidad, la señalada chica se apresuró a buscar su asiento, pero cuando iba pasando uno de sus compañeros metió el pie provocando un tropezón y que por segunda vez en el día su cuerpo se encontrara con el suelo, junto a su caída, las risas y burlas de la clase no se hicieron esperar. Ella se apuró a levantarse y llegar a la silla, algo avergonzada, sacó un cuaderno y un bolígrafo comenzando a anotar las explicaciones que daba el profesor; en esas, de manera distraída la punta del bolígrafo había acabado dibujando una especie de guadaña, cuando vio el dibujo su ceño se frunció, ya le afectaban sus horarios de sueño, aquello no tenía que tomar más atención de la necesaria, era un simple dibujo, ¿cierto?

______________

¡Hola mis buitrecitos del señor!

Aquí estamos de nuevo! segunda vez participando en el ONC y corriendo a última hora porque ustedes me conocen, la adrenalina y la persecución del tiempo, ya saben todo el asunto, cómo andan? todo bien? espero que sí, se vienen cosas, el que espera cap en la novela téngame paciencia que procrastinación toca a la puerta pero habrá capítulo algún día, espero sea pronto

Si harán lo indebido que sea a consciencia, vivan pero con cuidado

Cuéntenme, qué esperan de esta historia? les resulta intrigante Jackie con su particular situación?

En fin, dejo constancia de que este escrito lo estoy subiendo el 28 de febrero y que con el conteo de wattpad van 2103 palabras. No tengo más que agregar

El que quiera subirse a esta aventura conmigo es bienvenido

✌🏽Comenten y voten si quieren y si les gustó✌🏽

Se les quiere y se les aprecia 💜

Con parte de mi amor 💘

Tiniebla.

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