
Capítulo IV: Presagio en Jaque
Desde las sombras, en alguna zona de la misma nada, cierta figura portadora de un largo manto polvoriento y con capucha, una tela algo desgastada, con manchones achacados al prolongado tiempo de permanencia. Se hallaba caminando de un lado al otro con algo de impaciencia por algo, la necia chica parecía mantenerse reacia a aceptar la credibilidad y el deber de su encomienda, una mano huesuda tamborileó los dedos en un costado de su capucha mientras la oz reposaba en sus pies prácticamente cubiertos por los pliegues de la túnica que aun así ondeaba algo siseante en la mortal tranquilidad que reinaba a sus alrededores. La silueta pareció soltar un suspiro que se oyó más como un ruido gutural que otra cosa, luego, sin más, un movimiento de su guadaña bastó para aparecerlo justo al frente de la fachada de ese restaurante acogedor y familiar, nadie reparaba en su presencia (al menos no los que él no deseaba que lo vieran).
"Jacqueline...", "Jacqueline Toussaint..."
Soltó en forma de suspiros dentro de su cabeza, unos suspiros tan densos que casi se sentían, esto tuvo efecto casi instantáneo cuando aquella cabellera cobriza se levantó y ese par de ojos violetas hicieron contacto con unas esferas luminosas amarillentas o más bien blanquecinas, ahora que podía distinguir el color o el tono más claramente. El rostro de esa chica adquirió una tonalidad pálida y se vio como su acompañante trataba de hacerla volver a la realidad, miraba a la dirección donde Jacqueline lo hacía, pero a diferencia de la misma, no era capaz de ver al ente con la túnica, en pocos segundos, volvió a desaparecer y fue cuando la aludida pudo reaccionar.
***
―¡Heredera...!, ¡Jackie... Jacqueline, vuelve a mí, mírame!
Su tonalidad de voz había sido suave y tranquila pero no distaba de ser firme e imponente aun así, Jacqueline giró su cara hacia ella al fin con expresión interrogante y entrada en pánico a partes iguales, su color permanecía pálido pero había logrado sacarla de sus pensamientos, lo cual era un mínimo paso, pero hey, podía fácilmente considerarlo un pequeño avance.
―¿Qué dices...?
Fingió que estaba bien y que no había escuchado, como algo normal en ella cuando trataba de evadirse incluso a sí misma, sin embargo, la mirada que le brindó Aroa podía descifrarse como un claro "no te creo nada, desembucha".
―Tuviste otro de esos episodios que me contabas, ¿no es así?
Aunque la pregunta de su intervención la había dicho para asegurarse, no evitaba que la primera parte de la frase la hubiera dicho en forma de afirmación, afirmación que pronto se confirmó cuando la cobriza formó una línea recta con sus labios y se quedó en sepulcral silencio.
>>No me corresponde insistirte para que hables, pero por algo mencionaste dichos episodios, si hubieras querido que no me enterara no habrías mencionado nada y te hubieras ido, repitiendo que enloqueciste o cualquiera de estas cosas ―volvió a hablar.
La cara desencajada de la otra muchacha hablaba por sí misma, en menos de veinticuatro horas, la apodada por la misma Jackie "chica misteriosa" había resultado ser mucho más observadora, así como también arriesgada al sacarle en cara un par de sus tendencias más frecuentes y sinceramente podía decirse que se encontraba en tres y dos, había sido una especie de Jaque maravillosamente ejecutado contra su persona. Chica Misteriosa: uno, Heredera Gubernamental: cero.
Después de lo dicho por Aroa, la melena cobriza realizó un movimiento cuando Jacqueline, su dueña, elevó la mirada hacia la ajena y la observaba en aquella quietud cortante en la que, por un segundo, solamente se hacían presentes los sonidos de los cubiertos pasando o chocando contra la cerámica o los de las bebidas siendo destapadas, vertidas e ingeridas posteriormente. Aroa clavó sus pupilas en los ojos de la otra chica esperando cualquier tipo de contestación (así tuviera que ser a manera de negación)
―Yo... ―su voz se oyó mucho más ronca de lo que pretendía, por lo que se tragó una especie de nudo imaginario que sentía (erróneamente) que le obstruía la garganta, así que se la aclaró con un carraspeo para volver a hablar ―: yo lo vi allá ―señaló ―, y no espero realmente que me creas ―posiblemente ella sí buscaba que le creyera, pero tal aclaración nunca abandonó sus labios ―, era un encapuchado y él susurró mi nombre, tal como ocurrió en mi último sueño.
―¿Y cómo sabes que fue él? A lo mejor pensabas en tus pesadillas en ese preciso momento o algo por el estilo.
Hizo la sugerencia en un intento de buscar una explicación lógica a todo ese extraño escenario, luego se colocó un mechón de cabello rebelde detrás de la oreja y cruzó su pierna tratando de aparentar normalidad.
―¿Sabes esa sensación que nos embarga al sentir algo tan fuerte que simplemente sabemos que sí está sucediendo o que no es nuestra imaginación? ―Preguntó ella, la otra chica asintió de modo simple y la dejó continuar ―, pues eso es ―concluyó ―, yo solo sé que sucedió y que no me imagino cosas donde no hay, no estoy loca ―remarcó subiendo su tenedor apuntándola para dar énfasis y luego añadir ―: además, dijiste que querías escucharme y que bien pude haberme ido, sin embargo, estoy aquí dándote la cara sin tener realmente la obligación de darte explicaciones o de siquiera conversar contigo o con alguien más el asunto ―devolvió un poco de manera algo fulminante.
Ante esa lógica, su acompañante no pudo argumentar algo más puesto que ciertamente, ella tenía mucha razón. Aparte, eso se resumía a más oportunidades para escuchar hablar a la muchacha que tenía al frente y esto, a su vez, resultaba positivo para ella debido a que, en este corto tiempo, había descubierto que la tonalidad de su voz le generaba algo de paz, era una sensación bastante refrescante para sus adentros. Con eso en la mente y, sin controlar muy bien los comandos de su cerebro, sus comisuras labiales tiraron hacia arriba ligeramente, formando un pequeño amago de sonrisa que dejó a Jackie con la confusión pintando sus facciones.
Mas en cuanto Aroa se vino a dar cuenta de la mirada confundida que portaba la chica, borró aquella curva, dio una mirada como forma de disculpas y quitó sus ojos de los de ella, en adición, una leve coloración había aparecido en sus pómulos, detalle que no pasó desapercibido por los ojos de la menor, dejándola con aún más confusión que antes y un deje de nueva curiosidad en su expresión.
―¿He dicho algo? ¿Estás bien? Te ves algo roja ―observó.
―No, no, solo recordé algo, es todo, no es contigo, ¿está bien?, todas las cosas están en orden ―se excusó, tosiendo una vez para limpiar su garganta.
Con eso, Jacqueline se quedó mirándola de forma sospechosa, pero quiso dejarlo estar por esa vez y suavizó sus facciones de manera tal que no hacía ver que la estaba juzgando, porque cierto era que esa jamás sería su intención.
―Bueno, con lo que te decía. Esta figura desapareció, pero es que tampoco termino de entender qué busca ―cambió el tema, los hombros de la chica del tatuaje subieron y bajaron al ella respirar hondo y soltar el aire después, mientras eso ocurría, la chica continuó ―, ¿crees que debería invocarlo, perseguirlo o llamarlo?, ¿y si me duermo, piensas que obtendría respuestas? ―Preguntó ahora sí solicitando su opinión.
―Dame un segundo y te respondo ―habló parándose de la silla.
―El que necesites.
La otra asintió y dejó que pasaran unos segundos para que su acompañante organizara sus ideas y fuera a tomar una orden veloz, la llevara a la cocina y regresara directamente a contestar sus preguntas.
―Siéndote sincera, no estoy muy enterada del funcionamiento del mundo de la espiritualidad o el onírico, no obstante, no sé si la opción más viable sería que te sometieras a los procesos de una invocación o persecución contra un ente que se diría, te lleva cierta ventaja. Si te duermes, nada ni nadie te garantiza que no vayas a tener sueños locos, pesadillas <<y hasta premoniciones>> ―quiso decir, aunque en su lugar dijo ―: o algún mensaje confuso, sin embargo, el no dormir, tampoco es la solución ―sentenció.
―¿Entonces qué sugieres tú que yo haga, me cuelgo de un puente y lo atraigo como carnada?
Exageró un poco el gesto porque era sabido por muchos que ella era una dramática y asimismo varios lo habían expresado abiertamente de la misma manera en que ella se auto declaraba a ella misma. Aquella dramática o teatral interpretación acabó por generar una carcajada limpia, proveniente de la chica de piel canela sin siquiera poderlo pensar o evitar, una vez más sus reacciones se adelantaban a los comandos de la materia gris que habitaba en su cráneo; luego de rato, Aroa fue capaz de respirar y disponerse a responder con coherencia, aun así, le costó un poco más de esfuerzo.
―P-Perdón... pero es que te ha salido un tanto chistoso... ―se disculpó ―, y no, no dije eso, heredera, pero sí creo que deberías dormir lo que duermes normalmente y tratar de no soñar o controlar qué sueñas, creo que existen personas quienes cuentan con esa capacidad. Igualmente, si llegas a soñar, trata de no entrar en pánico y busca pistas, tal vez así llegas a una mejor conclusión acerca de qué quiere este encapuchado para contigo.
Terminó su exculpación palmeando el hombro ajeno amistosamente y viendo el reloj del restaurante, el cual marcaba las diez y media de la noche. Jackie ignoró aquella risa del principio y sopesó todo lo que le dijo y afirmó con su cabeza en forma de entendimiento pese a no saber qué hacer con exactitud ni cómo actuar, <<a estas alturas me sale mejor la opción del puente>>, pensaba, sacudió su cabeza para quitarse el pensamiento, luego imitó la acción de su compañera. Abrió grandes sus ojos, mostrando un violeta mucho más intenso en sus iris y se apresuró a extraer de su camisa un par de billetes arrugados con el pensamiento de pagar lo que había consumido, habría logrado su cometido de no ser por la mano que se posó en las suyas deteniéndola en el acto.
―Debo...
―Estás en mi territorio, por decirle así, no te dejaré hacer eso, te invito yo y no aceptaré objeciones de tu parte ―la interrumpió y cortó su frase.
―Pero ya esto... es mucho...
―He dicho que invito yo.
Esta vez, Chica misteriosa empleó su tono de voz más suave, su cobriza amiga no pudo más que resignarse al hecho que esa noche, sus bolsillos no serían los que sufrieran una pérdida.
―Está bien... pero la próxima vez pagaré yo y no podrás negarte.
Decidió, estableciendo un tipo de acuerdo con ella y le mantuvo pegada la mirada para hacerse entender, a lo que su amiga subió su mano diestra como si se tratara de un juramento y como para dejarlo bien cerrado, enganchó su meñique con el contrario tal cual como un mohín más infantil.
―Para empezar, no sabía que habría próxima vez ―dio inicio a su oración, esbozando una sonrisa ladeada, ahí fue donde la menor apartó la mirada, con ligera vergüenza ―, pero okay, de acuerdo, la siguiente vez te dejaré que me invites ―le guiñó soltando su mano ―. Ahora, si me disculpas debo dar por acabado mi turno ―de nuevo se justificó.
La aludida vio a la mesera retirarse, llevó la última orden a una pareja y de paso recibió el pago de la misma en adelanto, acto seguido les brindó una sonrisa y se fue de la vista del público.
Tan pronto como estuvo fuera del campo de visión de los clientes, incluyendo a su nueva amiga, pasó dejando el dinero en la caja junto a la paga de la cuenta que le negó a ella pagar, después tomó una gaseosa para ella pagándola igual, se despojó de su delantal y su gafete enganchado a la parte interna del pantalón, guardó sus propinas y agarró sus cosas. A continuación, se despidió de sus compañeros y volvió a salir, esta vez teniendo un conjunto sin mangas anaranjado con azul a la vista, que hacía juego con el tatuaje, su piel canela y su cabello.
―Lista ―anunció ―, ¿tienes alguna otra cosa que hacer, te acompaño a algún sitio o te llevo a casa? ―Ofreció.
―No hace falta, has hecho mucho por mí hoy, además traje la bicicleta conmigo y mañana también vas a verme la cara ―la miró ligeramente avergonzada.
―No tengo ningún problema, en lo absoluto, puedes cargar la bici en el auto y puedo llevarte, además llegarías más rápido. En cuanto a lo otro, no me molestaría volver a verte la cara mañana, más bien opino que me vendría bien tener un compañero para pasar el aburrimiento en esa clase con el calvo cascarrabias, sería más amena, ¿qué dices? ―Pausó un segundo.
―Okay... ―soltó resignada ―, te tomaré la palabra ―puso los ojos en blanco ―. Pero no e te haga costumbre, Chica misteriosa.
Aceptó recogiendo también sus pertenencias y adelantándose para llegar a su medio de transporte de dos ruedas y posicionarlo.
―Aquí estamos, súbela con cuidado.
Señaló una camioneta que hasta se asemejaba a las que utilizaban en las películas, estaba decorada y pintada con colores brillantes y diversos posters de grupos de rock, metal y heavy metal junto a unos de pop, la parte trasera tenía espacio para transportar diferentes equipos de sonido, instrumentos o cualquier artefacto que se les ocurriera. Jacqueline no aguantó su curiosidad y una pregunta emergió.
―¿Debería preguntar o suponer que también tienes una banda con la que tocas por diversión?
La miró, la otra sonrió con un poco de gracia y negó una vez.
―No tengo una banda y no toco ya que no considero que tenga habilidades musicales más que invocar cosas al cantar en otros idiomas ―rio entre dientes ―, no obstante, sí disfruto del género como seguro te percataste y además me dedico a cuadrar los efectos especiales o de sonido de algunos eventos cuando me contratan ―explicó.
―Oh, ya veo... se diría que la gente se busca la vida entonces.
―Básicamente yo le llamo hacer lo que te gusta y sacarle el provecho máximo ―volvió a sonreír.
Cuando Jacqueline terminó de montar y asegurar su bicicleta cerró las puertas del furgón y subió al lugar del copiloto abrochándose el cinturón en el proceso. A continuación, Aroa giró la llave en el contacto encendiendo el motor.
―Tu casa queda por esta calle a la izquierda, ¿no? ―Se cercioró.
―Sí, pero si entras por la tercera a la derecha verás un atajo.
Instruyó a la vez que la chica misteriosa junto al rugido del motor encendía el reproductor en volumen moderado.
―Si te molesta el volumen puedes decirme y le bajo o lo apago ―ofreció.
―No, no, no me molesta, gracias por preocuparte ―encogió sus hombros.
Con eso dicho, partieron hacia la mansión gubernamental, recorrido durante el cual reinó un silencio cómodo en la conversación. Referente a la música que llenaba el reducido espacio de los asientos delanteros, se podía distinguir un popurrí de canciones de metal y rock en diversos idiomas y Jackie levantó la ceja de la sorpresa al confirmarse que Chica Misteriosa si parecía que invocaba algo cada que aparecía una canción nueva pero se sabía cada una al derecho y al revés, portaba una soltura agradable al cantar lo que le gustaba, alguien al parecer era buena en las lenguas, habilidad que para Jackie abundaba en nulidad y escaseaba en validez, ella solo sabía inglés y español a medias y ya sentía que su cabeza hacía cortocircuito cada que unía ambos pese a que provenían de una raíz en común.
Con este y más pensamientos aunados al acompañamiento del rock cantado y tarareado por la voz de la muchacha del tatuaje, la conocida esquina de la cuadra se materializó ante los dos pares de ojos, pero la oji-morada le indicó a la otra que diera la vuelta en una curva medio camuflada haciéndola quedar de salida y escondida de la fachada frontal de la gran casa que, aunque no era un lugar en extremo ostentoso, hizo que la conductora soltara un silbido de contemplación.
―¡Con un lugar así les costaría sacarme! ―Exclamó algo graciosa.
―Es un buen sitio, no me quejo, solo que a veces te pierdes un poco y terminas queriendo escapar de ella, te lo digo y te lo confirmo yo misma. Es decir, no me malentiendas ―al ver su reacción ―, me gusta mi casa, pero por un tiempo prolongado acaba por cansarte ―terminó.
Ahora se dispuso a desabrocharse y tomar la correa de su bolso, pero al voltear a ver a la mujer canela, le comenzó a bajar un sudor frío por la columna. La veía hacer movimientos que parecían en exceso dolorosos para el humano promedio, su cuerpo se apretaba, arqueaba y contorsionaba y mientras eso, al mismo tiempo parecían liberarse gruñidos por lo bajo, miró sus ojos, esos ojos antes oscurecidos, aparentaban producir una especie de luz amarillenta.
Jackie se mantuvo recogida contra la puerta de su asiento, presa del shock momentáneo, su amiga ahora abrió la boca y empezó a murmurar palabras susurradas, primero, inentendibles, y, con el pasar de los segundos, las palabras "reales" se fueron abriendo paso en el canal auditivo de la aterrada chica.
―... serás la muerte.
El tono usado en esa sencilla frase era bastante profundo y algo grave por igual, parecía que llevaba un tiempo sin mediar palabras. Ante esto, la chica tuvo de repente el recuerdo de la extraña nota que le había llegado apenas hacía algunas horas y que, había creído (o querido creer) que se trataba de una broma de muy mal gusto, sin embargo, el escenario que se libraba ante ella en ese preciso instante, descartaba tal opción, ahí sopesó qué otras alternativas tenía a su disposición: o le seguía la corriente a esta entidad encapuchada y le hacía creer que estaba de su lado, o se negaba a cumplir con su mandado o bien, aceptaba la propuesta pero imponiendo y exigiendo sus propias condiciones, pero si así era, debía tener presente el factor tiempo y todo aquello que su vida conllevaba.
Pero no debía desaprovechar la oportunidad tampoco, aparentemente, no había existido la necesidad de realizar un proceso de invocación, ni esperar que llegara la hora de dejarse transportar por los sueños para obtener respuestas.
―Tengo muchas preguntas ―atinó a decir de repente.
Observó a las esferas de luz, ignorando el hecho de hallarse aún horrorizada, incrédula y el tener una pizca de esperanza de que todo fuera producto de otro de sus sueños y, no tener que probarle de nuevo a nadie que no estaba loca, trastornada, medicada o bebida, ¡que tenía a su amiga/conocida/compañera frente a ella, siendo poseída por un ente que se paseaba en una túnica negra y con una oz en las manos, por Dios que no se lo estaba imaginando!
>>¿Por qué yo? ¿es que hicieron una rifa en el mundo sombra y ganaron la lotería conmigo?, la segunda, ¿por qué la Parca busca un reemplazo? ¿está entre sus tareas también?, tercera, ¿qué pasa si decido no acudir al llamado? ¿es que me seguirás apareciendo hasta en el aire en forma de vapor?, y una última ―dijo, viendo a la entidad inflar el pecho con algo de irritación ―, de ser todo esto en serio, ¿los sueños y las visiones que me has enseñado se cumplirán como un presagio?, y más importante aún ¿los míos estarán a salvo o les afectará toda esta situación de alguna manera?
Los luceros blanquecinos y los orbes púrpuras hicieron contacto de modo persistente y de un movimiento, Jacqueline se encontraba en otro escenario con fondo la nada, pero no se sentía ella misma, sentía que veía el mundo a través de los ojos de otro; ahí lo supo, estaba en el lugar del espíritu de la guadaña y a través de este se proyectaba una visión, le prestó atención a los dibujos y figuras que se reproducían delante de ella tal cual una película...
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¡Hola mis buitrecitos del señor!
Aquí estamos con el nuevo capítulo de esta historia extraña, cómo están? yo diré que estoy bien, a decir verdad me costó estar calmada para subirlo, pero aquí estamos. No clasificamos para la tercera fase pero lo que importa es participar y divertirse, me gustó iniciar este proyecto, a decir verdad y no tienen que preocuparse, no la dejaré olvidada, solo les toca tenerme paciencia porque saben cómo soy.
Mi anécdota ahora es que le di rienda a la mano y escribí primero gran parte del cap a mano y lo pasé, no, no me quedé sin mano, en fin, esperen un capítulo nuevo pronto (no sé qué tanto pero será pronto). No tengo más que agregar, las típicas preguntas, Jackie se unirá al asunto? Chica misteriosa sigue siendo una potencial sospechosa o se borró de sus listas? Les pareció atropellada o desesperada Jackie al soltar todas las pregntas de una vez? la tercera podría ser una amenaza contra la parca? y si es así, ella la seguirá acosando? díganme todo en los comentarios que yo los leo y respondo, teorías, pensamientos, mejorías, opiniones, todo C:
En fin, la yo se va despidiendo, que se hace larga la despedida... okno. Nos leemos, buitrecitos, se cuidan bien y se portan mal, ah no, que así no era 😜... Como sea.
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Se les quiere y se les aprecia 💘
Con parte de mi amor 💜
Tiniebla.
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