Están en el centro comercial, están en el cine. Están en una cita. Aunque tal vez Midoriya aún no lo sepa, pensó ella.

Irían los tres, ellos dos más Iida. Pero ella le rogó que no fuera, que se lo pagaría en otro momento. En un principio se negó y estaba segura que no lograría convencerlo, pero a último momento la llamó para decirle que disfruten la cita y a ella le cayeron sus sentimientos como una estampida. No lo había hecho con ese propósito, sino para disfrutar un momento a solas junto a él. Pero no había tenido en cuenta como su cerebro comienza a girar cuando está a su lado, o como su corazón late como loco.

Mira hacia su izquierda, hacia él. Midoriya se encuentra sonriendo por una escena de la película y ella siente como su corazón comienza a danzar, se sonroja. Gira la vista y la dirige hacia la pantalla, no nota como a su lado una mirada tímida se dirige a su rostro y piensa lo bonita que es. Mientras se sonroja y se reprende mentalmente por no animarse a tomar su mano.

Somewhere over the rainbow

Blue birds fly

Salen de la función con los pensamientos mezclados. A ambos les gustó la película, lo poco que pudieron ver de ella. Porque tanto Midoriya como Uraraka tenían la mente en otra cosa, en otra persona. Aquella que estaba a su lado, sonrojada y apartando la vista.

Ochako logra controlarse, un poquito, para buscar unas bebidas para ambos y así hablar de la película. Nerviosa, porque lo único que le interesaba en ese momento son aquel pelo enmarañado, tiernas pecas y bonitos ojos verdes. En cuanto a Izuku al momento en que le deja su bebida enfrente, solo puede pensar en las bonitas que son aquellas mejillas y como le gustaba cuando estas se flexionaban para dejar al descubierto la sonrisa más hermosa que hubo conocido. Desvió su vista cuando la chica se sentó enfrente, no quería perderse en aquellos ojos café, no nuevamente.

Uraraka se siente nerviosa, siente que llevó a Deku engañado. Piensa que él notó algo, ya que no hace más que desviar su vista para que estas no se encuentren. ¿Se habrá dado cuenta de sus sentimientos? ¿Estará incómodo por estos? Tal vez es hora de decirle la verdad, aunque le aterraba lo que pudiera suceder a continuación. Midoriya no es solamente su crush, o el chico por el que sus sentimientos se habían alejado desde hace tiempo a cualquier amor que llegó a conocer. Él también era su mejor amigo, quien siempre la acompañaba y siempre quería acompañar. Alguien a quien admira y a quien deseaba seguir en la pelea para proteger juntos a quien necesitara ayuda. Pero sus sentimientos no entienden eso, no entienden lo importante que es en su vida para arriesgarse a perderlo. Mientras se castigaba mentalmente y su cabeza tenía la pelea más increíble que el mundo haya visto, ella permanecía callada. Observándolo. Midoriya finalmente levantó la vista y la observó por igual, también perdiéndose un poco en sus pensamientos y en lo que ella significa. Para su mundo, para él. Para aquél corazón que no paraba de suspirar.

Aventuró su mano y atrapó la otra, Uraraka escapó de sus divagaciones y lo miró sorprendida.

—Lo siento —dijo en un susurro él, mientras el corazón de ella se iba desmoronando como si de bloques se tratara— le pedí a Iida que no viniera —una sonrisa fue apareciendo en el rostro de Ochako sin que ella la invitara a jugar, ya que su mente estaba demasiado ocupada en armar los bloques que se habían dispersado. Por el momento, y siendo un conflicto de bonitas emociones, entrelazo sus dedos con los de Midoriya.

—Yo también —dijo para luego reír sonrojada, siendo acompañada por él de igual forma.

Ambos notaron que no necesitaban el quirk de ella para sentirse flotar.

And the dreams that you dreamed of

Dreams really do come true ooh oh