Chapter five
Suspire ante la confortable sensación.
Mi espalda sintiéndose en la gloria justo en el momento en que esta cayo sobre la cama, abrí brazos y piernas, quedando en una posición de estrella, cerré mis ojos.
—¿Muy cansado amor?—se escuchó que preguntaban desde el pasillo. Levante un poco la cabeza, viendo hacia la puerta.
—¿Por?—pregunté de vuelta.
—¿Puedes venir?—volví a dejar caer mi cabeza sobre la almohada. Resignado a la idea de acostarme más temprano este día —Será solo un momentito ¿Si, amor?.
—De acuerdo, iré ahora.
Me levanté, me puse mis pantuflas y salí de la habitación con semblante serio. Mi espalda volvía a la eterna agonía tensional y terriblemente familiar. Era algo con lo que terminaba todos mis días, efectos de estar todo el día, o gran parte de el, de pie.
Sin tener algún momento para sentarme correctamente. Muy pronto tendría que ver a un médico, para que el dolor cese.
—¿Qué necesitas cariño?—le pregunté al verlo de pie fuera de la habitación de Mei.
—¿Le pasa algo a la niña?—fue lo primero que me preguntó. Me preocupé un poco al escucharlo. Pensé de inmediato que podría tratarse de uno de esos berrinches que ella hacía, era la típica ley de hielo.
—¿Por que lo dices? ¿Te dijo algo?—me acerque con interés a él—¿La viste rara?.
—Es solo que..me pareció verla un tanto abatida, pálida—ya me estaba asustando—Parecía enferma, cuando llegué apenas y me saludó, su efusividad quedando de lado, entonces supe que algo le pasaba..
—Quizá solo este algo enojada—pensé—Poco antes de que llegarás, alguien vino a visitarme, alguien a quien verdaderamente no esperaba por acá, y bueno, Mei supo que tenía una tía y comenzó a hacer unas preguntas y simplemente le dije que las preguntas quedarían para otro día, no se lo permití..—suspire, quizá había sido un tanto duro con ella—Sabes como es de consentida, no le gusta escuchar la frase no, y menos viniendo de mi parte...—Yoongi se me quedo viendo confundido.
—¿Una tía? ¿Desde cuándo tienes hermanas, amor? Nunca me lo dijiste..
—Desde siempre, Yoongi, solo..es una muy larga historia—suspire y pase mis manos por mi cabello, tirándolo atrás—Apenas aclaremos lo que le pasa a Mei te hablaré de mi hermana ¿De acuerdo?.
El Alfa asintió.
Estaba por acercarme a la puerta de Mei para ver que podía sucederle, cuando ella justo abrió la puerta sin más. Su rostro se veía cansado, y en verdad estaba pálida así como la describió el Alfa, me miró por un momento, sus labios estaban resecos.
—Papá, vomite—dijo sosteniéndose el vientre con vaguedad. Parecía que en cualquier momento se desvanecerá sobre el suelo. Rápidamente me acerqué a ella.
—¿Estas enferma, bebé? ¿Por qué no me dijiste nada?—me acuclille a su altura, tomé su rostro entre mis manos, viendo su palidez más de cerca—¿Qué te duele?.
—El estómago, mucho, mucho. Así como si hubiera comido una tonelada de dulces—explicó con inocencia. Con esto aclaraba mis dudas sobre si solo era un berrinche, ahora sabia que mi bebé estaba enferma.
—Ay mi bebé..—dije acariciando su rostro. Mire a Yoongi, quien se mantuvo a raya en la conversación con Mei—¿La llevamos con un médico, cariño?—le pregunté.
—Como tú quieras amor, iré por nuestras cosas y algo para la niña—avisó y se fue a nuestra habitación—Mientras pide un auto, para que lleguemos más rápido, amor..—aviso desde la habitación. Tome a Mei de la mano y la dirigí hacia el sofá del living.
Asentí y saque mi celular para buscar algún auto disponible a los alrededores.
—Espérame aquí bebé, en lo que Yoongi nos trae nuestras cosas, te prepararé unas gotitas para que el dolor disminuya ¿Ok?.
—¿No iremos al médico?—murmuró.
—Sí, si iremos. Necesitamos saber que fue lo que te hizo mal—le dije, mientras avanzaba por el living hacia la cocina, reparando en si Yoongi había dejado agua caliente en el hervidor, agradecí al ver que si lo había hecho. A veces se gasta toda el agua que dejo para el desayuno y luego no la volvía a reponer, era olvidadizo.
Busque las gotas y deje caer veinte de ellas sobre el agua tibia de la taza. Con esto debería calmarle el dolor a mi bebé.
—Ten, Mei. Recuerda beberlas de un solo sorbo—dije entregándole la taza—No te detengas a tomarle el sabor, es amargo..
Ella asintió.
Llevo la taza a su boca y arrugó un poco el entrecejo cuando el líquido pasó por sus papilas gustativas. Rodee mis ojos.
—Bébelo rápido, te dije que no le tomaras el sabor—le quite la taza una vez que se tomó todo su contenido y la fui a dejar al lavaplatos. En ese lapso de tiempo, mi Alfa regresaba con tres polerones, y una mochila—¿Echaste el carnet de control de la niña?—asintió—¿Y mi cédula también?.
—Por supuesto, amor. Ya no te exasperes antes de tiempo—dijo calmado. Yoongi se acercó a mi y le puso su polerón y quitó sus pantuflas para poner sus zapatillas.
Oh, casi me olvidaba, que también llevaba puesta mis pantuflas de osito. Fui a la entrada de la casa y me puse los zapatos.
—¿Estamos listos?—pregunté, Yoongi colgó la mochila en su espalda y tomó la mano de Mei. Quien se veía agotada, me enterneció bastante verlos juntos, Yoongi de verdad parecía un padre para mí bebé.
—Listos, amorcito. Vámonos..—dijo el Alfa, eventualmente los tres nos marchamos finalmente. Un momento después Yoongi creyó que sería mejor idea cargar a Mei en sus brazos, mi pequeña se acurruco en el hombro del Alfa, abrazándolo por el cuello. Me encantaba mucho verlos así.
Cuando bajamos al primer piso, no tuvimos que esperar demasiado por el automóvil. De camino al hospital, no tardó más de veinte minutos, lo que si nos tocó esperar, y demasiado, fue que se dignaran en atendernos, tuvimos que esperar horas, ya que atendían por orden de llegada y por la gravedad de los síntomas, y eso en simples palabras era que, para ellos, Mei no se moriría por un dolor de estómago, por lo que no tenían porque apurarse por ella en atender a las demás personas.
—Jodido sistema de salud—comenté con algo de impaciencia—Debieron atenderla apenas llegamos aquí, es una niña por amor a la Diosa Luna, son unos estúpidos—me quejé en voz alta. Yoongi no hacía más que sonreírle apenado a los demás que sin querer pasaban cerca de nosotros—Mírala como esta, llegamos a las nueve de la noche y son las once con cincuenta minutos, ¿No te parece el colmo cariño?.
—No vas a conseguir nada así amor, debes calmarte—se puso de pie y se posicionó a un lado de mi, ambos viendo como Mei dormía apoyada en las sillas, su cabeza descansando en la mochila que había traído Yoongi con él. El Alfa se giró levemente y comenzó a hacer masajes en mis hombros, solté un suspiro encantado.
—Ah..muchas gracias cariño, lo necesitaba—le agradecí con los ojos cerrados—¿Debería ir a preguntar algo?.
—Nop. Te quedarás aquí y esperaremos juntos a que el doctor llame a Mei—sentí como depósito un cálido beso en mi cuello—De seguro la llaman pronto, amor.
—Debí haberla llevado a una clínica, no me gusta verla sufrir—sentí la risa muda de Yoongi vibrar en la piel de mi cuello—¿De que te ríes tú? No me parece gracioso..
—Ella no sufre amor, mírala, está durmiendo tranquilamente—apoyo su mentón en mi hombro y me rodeó la cintura con sus brazos—De seguro el agua que le diste con esas gotas hicieron su efecto y le calmaron el dolor que tenía..
—Ya. Esta bien. Me callare y esperaré en silencio a que llame el doctor..—noté como Mei se removía levemente sobre los asientos del hospital, seguramente luego tendría dolor de cuerpo por dormir allí. Yoongi me giro con cuidado y me vio con una encantadora sonrisa en su boca—¿Pasa algo mi amor?—sonreí también.
—Feliz aniversario amor de mi vida—le miré confundido—Son las doce ya—me incliné levemente y besé sus labios con la mayor de las delicadezas, con adoración.
Me separé pocos centímetros.
—Feliz aniversario, cariño—acaricie sus mejillas con mis pulgares.
—¿Jung Mei?—llamaron de una consulta. Con Yoongi nos separamos y vimos al doctor que se encontraba frente a ambos—¿Ustedes son sus padres? Pasen por acá por favor—moví con cuidado a Mei.
—Cariño ya es hora, el médico tiene que examinarte..—le hablé al oído. Ella rápidamente se despertó y con cuidado se sentó en los asientos, refregando su mano sobre su ojito izquierdo, arreglé su pelo, ya que se encontraba un tanto alborotado—De pie bebé, dame la mano.
Ella obedeció en silencio, y finalmente entramos los cuatro a la consulta.
El sonido rechinante de los cristales colisionando entre sí levemente inundó la mesa, acompañado de trivialidades y risas por parte de todos nosotros. Era una noche cálida, armoniosa, mi aniversario y las actividades que había preparado mi Alfa para este día habían comenzado a horas muy tempranas de la mañana, por lo que supimos aprovechar cada minuto.
Yoongi se había portado tan increíble conmigo, me había maravillado con tantas cosas durante el día que mi lobo aullaba emocionado y gratificado por su Alfa. Al llegar las siete y media de la tarde, los amigos de ambos comenzaban a llegar a la casa, Jimin fue el primero en hacerlo, más tarde llegaría Namjoon, el hermano menor de Yoongi y por último, Jungkook con Dongju. Justificando su atraso por un pequeño inconveniente con su hijo, debido a que se negaba en ponerse un corbatín.
—Iremos a preparar unos tragos a la cocina—aviso Yoongi con una sonrisa, compartiendo risas con su hermano—Namjoon prepara unos cócteles pero de infarto, tienen que probarlos—el Alfa a su lado asintió en dirección a nosotros.
—Mi hermano tiene razón, no es por presumir, pero son los mejores tragos que probaran en su vida—todos reímos ante el buen estado de ánimo de Namjoon.
—Vayan, nosotros los esperamos aquí—respondí con una sonrisa.
Me gire hacia mis amigos, quienes se encontraban sentados frente a mi en el sofá. Jungkook se había inclinado un poco hacia adelante, tomando el bol con papas fritas y dejándolo sobre su regazo para comer cómodamente de allí, no le dije absolutamente nada, no me molesto.
—¿Sabes donde esta mi hijo, Hoseok?—indago con la boca llena—Hace poco lo vi jugando con Mei en el celular de Yoongi. Ahora no los veo por ninguna parte.
—Mei me pidió permiso para ir a su habitación a ver una película con Dongju—le aclare al Alfa—Como puedes darte cuenta, les dije que si, me dijo que no podían escuchar bien la película desde el celular de Yoongi, aparte de que nuestras risas los irritaron un poquito..—reí. El Alfa asintió sin mas, volviendo a llevar un buen puñado de papas a su boca, esta ya estaba algo brillante debido al aceite de las frituras—¿Quieres que te traiga mas papas Jungkook?..pienso que las quieres..
—Pareces tener mucha hambre..—comento con evidente diversión, Jimin—Yo puedo ir por mas a la cocina, no tardo, debo admitir que sigo con hambre—se encogió de hombros con timidez—¿Puedo entrar a tu cocina verdad, Hoseok?—le mire con incredulidad. El solamente río.
—La pregunta esta de sobra, Jimin. Sabes que puedes hacerlo, eres de confianza, por algo te invito a todas partes, cuidas de mi bebe y estas aquí celebrando con nosotros esta noche—le dije tomando su mano, el asintió—Así que ve tranquilo..
—De acuerdo..
Y se fue.
Deje caer mi cabeza sobre el respaldo del sofá. Sonreí ante la increíble sensación que tenía en ese momento, la mirada de Jungkook persistía sobre mi persona.
—¿Quieres decirme algo Jungkook?.
El Alfa asintió. Dejando el bowl de lado sobre la mesa de centro, ya estaba vacío.
—¿Cómo te ha ido con tu búsqueda?—me tomo por sorpresa su pregunta—Me dijiste que habías publicado un video en redes sociales, y que mucha gente había hecho comentarios ¿Algunos de ellos es él?.
—Ah, cierto. No, ninguno se trata de él—le dije—Son simplemente gente desconocida que se dedica a comentar vídeos al azar. Lo he publicado hace cerca de una semana y no he obtenido respuesta de él.
—Déjame decirte que a mi tampoco me ha ido bien—puso cara de disconforme—Me imagine que podría ser mucho más fácil, lo único que pude averiguar fue algunos datos personales, y la dirección de su ultima residencia, al parecer dejo de vivir en Daegu hace bastantes años ya, porque es originario de allá, por si no lo sabías..
—Quizá me lo dijo y lo olvidé—dije sin más. Encogiéndome de hombros—Existe la posibilidad de que allá visto el video y simplemente no le haya interesado el hecho de que tiene una hija pérdida aquí..
—O, quizá, simplemente aún no ha llegado a él—contradijo Jungkook—Ya te he dicho que debes dejar de ser pesimista, ¿Por qué buscas todo lo malo en cada cosa que haces? Lo mismo pasó cuando saqué a Yoongi en la conversación que tuvimos hace algunos días en aquel restaurante..
—Y yo, ya te he dicho que soy realista. Hoy en día existen muchos Alfas que no quieren a sus cachorros, no los reconocen y nunca obtendrán su apellido, se alejan—expliqué sin darle mucha importancia. Me cerciore de que nadie estuviera aún aquí.
—Lo sé. No tienes que decírmelo—despejó su garganta—¿Le has dicho a Yoongi lo que estás haciendo a sus espaldas?.
—¿Debería? Ni siquiera se si aquel Alfa se presentará en algún momento aquí, de otra manera vería innecesario decirle a Yoongi que ando buscando al padre biológico de Mei ¿No lo crees? Esperaré, no quiero adelantarle nada a Yoongi antes de tiempo, siento que es mejor así..
—Como quieras. De todas formas creo que a Yoongi no le molestará en absoluto, él siempre desde que lo conocí que es muy comprensible contigo, aparte de que es, personalmente, muy calmado, nada lo irrita con facilidad, así que tienes un punto a favor—ambos reímos. Eventualmente las tres personas faltantes regresaron al living con nosotros—¡Ya se estaban tardando! Me estaba dando mucha sed..
—Haber Namjoon, enséñanos que tan buenos son esos cócteles, según tú—dije riendo. Yoongi dejo la bandeja con las copas, elegantemente decoradas y Jimin dejo otro bowl lleno de papas sobre la mesa de centro. Cada uno tomó una de las copas y antes de beber, hicimos un brindis por nosotros, y por el aniversario, que era el principal motivo de esta junta.
Deguste maravillado aquél trago.
Estaba delicioso, simplemente delicioso.
—Necesitas darme la receta de esta maravilla, Min Namjoon—dije, obteniendo una sonrisa triunfadora del Alfa.
—Esto esta delicioso, Nam. Te felicitó—alabó Jeon Jungkook—Ah, ¿Por qué nunca nos enseñaste esta cualidad culinaria?.
—No suelo venir mucho al departamento de Hoseok con Yoongi, por lo que las pocas veces que he venido, no tengo la oportunidad de preparar algún trago o también no esta la instancia para beber..
—Siempre viene entre días de semana, de preferencia los días martes—añadió mi Alfa—Por lo que es imposible beber así..
El timbre de la casa sonó.
Mire a Yoongi y él parecía verse tan confundido como yo al respecto.
—No invitamos a nadie más ¿O sí amor?—me preguntó Yoongi, posando su mano inconscientemente sobre mi muslo—Iré a ver de quién se trata, esperen aquí..
Se levantó de mi lado, y se fue alejando de nosotros, con su copa aún en su mano.
Miré hacia la puerta, viendo cómo Yoongi la abría sin más preámbulos, no dejando ver fácilmente a quien se encontraba allí.
Jungkook golpeó levemente mi pierna.
Su rostro parecía pasmado. Regresé mis ojos hacia la puerta, y me incliné mejor para ver quién era la persona que estaba de pie frente a Yoongi. No pude creerlo.
Mi Alfa en ese momento se giró y me miró a los ojos, dándole un sorbo al cóctel que se hallaba entre sus manos.
—Amor, un tal Kim Taehyung te busca.
¿Por qué regreso tan rápido?.
El susodicho se hizo a un lado y observó dentro del departamento, nuestros ojos se cruzaron, mi corazón latía desembocado en mí pecho, y supe entonces como se sentía volver a verlo después de 10 años.
El Alfa levantó su mano, y con una media sonrisa, sin separar sus labios, saludó.
—Hola Hoseok..
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