Amándote,
Creí que no podría llegar más alto,
Tú lluvia de noviembre
Podría arder la noche,

Pero solo pudimos arder por un largo tiempo.

¿Crees en el destino? Porque yo si lo hago, nos conocimos en noviembre, se podría decir que, por accidente, ese día está presente en mi mente y puedo afirmar que desde el momento en que mis ojos se toparon con los tuyos; nuestra historia comenzó.

Con el transcurso de los meses nuestro cariño fue creciendo, nuestra confianza se fortalecía, era inevitable no querer estar juntos todo el día, hasta que finalmente decidimos formalizar nuestra relación.

El tiempo siguió pasando hasta que casi cumplíamos nuestro primer año juntos, y en ese día tan especial fue cuando finalmente decidimos que era el momento de unir nuestros cuerpos, fue tan puro ese acto y a la vez tan ardiente, creía firmemente que esto duraría para siempre.

Los meses que siguieron compartimos maravillosos recuerdos, cada uno tiene un lugar muy especial en mi mente y en mi corazón, el tiempo comenzaba a pasar cada vez más rápido, año con año seguíamos tan enamorados como desde el primer día; pero después del sexto año algo cambio o más bien, algo se comenzó a romper.

No entendía que era lo que nos estaba sucediendo, simplemente comenzaste a alejarte mientras yo trataba de acercarme. ¿Fue culpa mía? ¿Hice algo que te molesto? Si fue así perdóname, por favor perdóname.

Las emociones falsas sólo corren bajo la piel.
Se que mientes cuando estás a mi lado
¿Cómo hemos llegado a este extremo?

¿Qué nos pasó? No quiero que lo nuestro termine, trate de que habláramos, de que lo razonáramos, pero tú simplemente no ves nuestra situación o no te interesa.

Mírame, te lo pido ¡Mírame!, prestas atención a todas las personas a tú alrededor menos a mí, antes yo era lo único que notabas, aunque la habitación estuviera llena. Ahora solo ignoras completamente mi existencia, acércate, abrázame, ámame, demuéstrame el cariño con el que me tratabas antes, dime qué todo se solucionará, que esto es solo una mala racha y que pronto todo será como antes.

Dime que volveremos a ser tan felices como lo éramos en un principio.

Ya debería saberlo
Tú ya deberías saberlo
Ambos ya deberíamos saberlo

Cuando creí que lo nuestro ya no tendría salvación, y me estaba dando por vencido... llegaste, realmente eras tú otra vez (o al menos eso me hiciste creer).

Mi corazón volvió a latir con rapidez, creí que me daría una taquicardia cuando te hincaste ante mí, y la pregunta que tanto espere pude escucharla finalmente de tus labios.

Pensé que todo volvería a ser igual, la ilusión creció en mí, volví a ser feliz y te tenía para mí. Te mostraste atento, dulce, apasionado; lo que realmente me fascinó en un principio.

Pero luego se volvió enfermizo, obsesivo por parte de los dos, por querer tener el control de todo y luego los celos que crecían con todas nuestras inseguridades, causándonos un enorme desequilibrio en nuestra relación.

Y sin embargo seguíamos juntos, porque estábamos tan acostumbrados a la presencia del otro, que simplemente era imposible dejarnos.

Alguien tiene que ceder,
Algo tiene que romperse,
Pero todo lo que hago es dar,
Y todo lo que tú haces es recibir,

Inhale aire durante 5 segundos y lo exhale en el mismo tiempo para tratar de estar lo más tranquilo posible, volví a mirar el anillo que adornaba mi dedo anular y sin poder resistirlo más, comencé a llorar.

Tapé mi boca con mi mano derecha tratando de callar los sollozos que comencé a soltar, realmente me dolía demasiado.

—¿Taehyung?

Limpié rápidamente mis lágrimas y tragué el nudo que se había formado en mi garganta. —En un momento salgo. —me levanté del inodoro donde estaba sentado, abrí la llave del lavamanos para mojar mi rostro tratando de disimular mis ojos rojos, volví a inhalar profundamente dándome el valor de abrir la puerta. —¿Sí? —dije una vez que salí.

—Te están esperando.

—Bajaré enseguida. —forcé una sonrisa en mi rostro que a mi parecer salió bastante natural.

—¿Estás bien?

—Si, sólo que anoche pase despierto la mayoría del tiempo.

Me miro pensativo durante unos segundos y luego me sonrío. —Entiendo, Hoseok te mantuvo entretenido.

—Si, es difícil mantener nuestras manos quietas.

—Bien, trata de lucir radiante que está es su fiesta y deben de destacar.

—¿Hoseok ya está aquí?

—Llegó hace 15 minutos.

¿Y por qué no viniste a buscarme?, Tú deberías de haber venido a buscarme porque todo esto había sido planeado por ti.

—Bien, bajaré enseguida.

Miré a mi mejor amigo bajar las escaleras para reunirse con los demás en la primera planta, volví a encerrarme en el baño enjuagando nuevamente mi rostro.

Debía mantenerme sereno, tenía que actuar como siempre, sonreír como era muy típico en mí y ser el chico alegre que todos conocían.

Baje y automáticamente la mayoría de las miradas y sonrisas de los presentes fueron dirigidas a mí, pero tú seguías sin notar mi presencia.

—Cariño. —mi suegra se acercó a mí para darme un cálido abrazo. —Estoy tan feliz por ustedes dos.

Al menos a usted le alegra todo esto, pensé, todos los presentes se muestran tan alegres y emocionados, diría hasta más que nosotros.

—Muchas gracias.

—Sabía que eras la mejor opción para mi Hoseokie desde que te conocí.

Trate de sonreír durante toda la velada, muchos me felicitaban por haberme comprometido contigo y por la futura boda que sería en este fin de semana.

—¿Te imaginaste que algún día llegarían a esto?

—Todo el mundo sueña con casarse alguna vez.

—Ya creciste TaeTae, estoy muy feliz por ti.

—Gracias Jimin.

—Oye, quería preguntarte ¿Por qué cancelaste tu exposición de arte?

—Oh, no he tenido tiempo de adelantar nada y por la luna de miel pensé que sería mejor posponerla para otra fecha.

Hace algún tiempo había perdido el toque para pintar o incluso crear cualquier otra escultura, mi creatividad estaba estancada pero no quería que nadie se enterara.

Tome un sorbo de mi copa que contenía vino, el alcohol era lo único que no me dejaba caer en la locura en estos momentos.

—¿De verdad estás bien?

—Claro, no te preocupes. Soy el hombre más feliz del mundo.

Desde pequeño me enseñaron que las mentiras eran malas, pero ahora creo que a veces nos ayudan para protegernos.

Esa noche era el centro de atención, pero en ningún momento me miraste, todas tus sonrisas fueron para alguien más, pero ninguna para mí.

Algo tiene que cambiar
Pero sé que no será así
Cuando no hay razones para quedarse
Es una buena razón para irse

Apenas puedo recordar la última vez que me tocaste, la última vez que me sentí amado por ti. Tus ojos perdieron aquel brillo que tenían cuando me mirabas, ahora no nos queda nada.

Parece que nuestros pensamientos ya tampoco conectan, estamos tomando caminos separados en vez de recorrerlos juntos.

Me da miedo perderte, me hiciste adicto a ti y a tu presencia... si te vas ¿Qué será de mí? ¿Seré fuerte para seguir sin ti? Me hiciste amarte de una manera tan intensa que dudo que encuentre a alguien que logre hacerme sentir como tú y me haga caer tan fuerte como tú.

Trato de llamar tu atención de mil maneras, pero es inútil, me siento inútil.

—Hoseok, ¿Aún me amas?

—Es la razón por la cual nos vamos a casar. —me estoy acostumbrando a tú forma tan desinteresada al hablarme, y eso no me gusta.

—No es difícil responder solamente si o no. —dije con evidente molestia.

Silencio.

Eso obtuve como respuesta al comentario que acababa de hacer, así es últimamente contigo.

Jamás he escuchado un silencio tan escandaloso
Entro a la habitación y no haces ningún sonido

Haz algún sonido

Habla, por favor habla o solo haz algún ruido, necesito saber que estás aquí conmigo y no quieres estar con nadie más. Dime qué me amas, vuelve a llamarme de manera cariñosa como solías hacerlo. Vuelve a mirarme con ese brillo en los ojos que tenías cuando recién empezamos a salir, no puedo creer que lo nuestro esté a punto de terminar, me niego rotundamente a creer eso, ¡Hoseok! ¡Háblame, mírame!

Nada.

Nuevamente nada obtengo de ti y es horrible que me esté acostumbrando a esta situación.

Vuelvo a estar acostado en la misma cama donde antes podía sentir tu calor corporal contra el mío, ahora a pesar de tenerte a mi lado se siente tan frío que creo que puedo congelarme fácilmente.

Las lágrimas comienzan a salir y aunque trato de usar todas mis fuerzas para detenerlas es inútil, logran escapar con facilidad delatando todo el dolor que llevo guardado dentro y que ni siquiera yo era consciente de ello.

El vacío que se siente es enorme en mi pecho, me cuesta respirar y parece como si alguien estrujara mi corazón desde adentro.

Me remuevo intranquilo creyendo que finalmente estas dormido, espero unos momentos más tratando de hacer lo mismo, pero me es imposible con todas las inseguridades que se escuchan en mi mente. Las ignore, porque, aunque todo parece ir en contra aún guardo un poco de esperanza en que tú me sigas amando y confío que por tu mente jamás cruzo la idea de engañarme ni mucho menos dejarme.

Me rendí sabiendo que no podría dormir (al menos no sin ayuda), di media vuelta para rodearte con mi brazo y sentirte un poco más cerca, de alguna u otra forma quería tocarte y sentir que estabas a mi lado, pero incluso cerca de ti me sigo sintiendo solo.

Sentí tu mano sobre la mía sobresaltándome, llevo noches esperando que me toques de alguna manera y la emoción crece dentro de mí al notar que no tratas de apartarme como anteriormente lo has hecho; así que un poco inseguro decido dar el siguiente paso.

Dejo un pequeño beso detrás de tu cuello y me doy cuenta de cómo se te eriza la piel, continúo dando besos creyendo que ese sería nuestro único contacto de esta noche.

Que equivocado estaba.

Volteaste tu cabeza mirándome de una forma que conocía perfectamente, mis nervios crecieron, aunque no entendía el porqué de estos pues no era la primera vez que apreciaba ese fuego creciente en tus ojos.

Con cautela me acerco a ti hasta juntar nuestros labios en un pequeño beso, del cual siguen dos más y más, hasta que comienzan a tener mayor profundidad y nos es imposible mantener nuestros labios despegados, aunque sea unos segundos.

Volteas tu cuerpo completamente sujetándome con tus brazos, nuestros labios siguen unidos moviéndose cada vez con más rapidez y con más fuerza, nos deshacemos de nuestra ropa que comienza a estorbar hasta que nuevamente vuelvo a sentir tu piel, pero la sensación es diferente, siento lo caliente que estas, pero no es igual al calor que me transmitías antes.

¿Qué ha cambiado entre nosotros?

Me aferro a tus hombros con fuerza al sentirte entrar en mí, cierro mis ojos un momento y escucho los jadeos que vienen de tu parte cuando empiezas a moverte dentro y fuera de mí, comencé a gemir en tu oído deleitándome con la sensación que provocabas. Siempre he sido vulnerable ante tus caricias y eso es lo único que sé que aún no ha cambiado, la manera en la que me haces completamente tuyo siempre me ha fascinado, pero falta algo, más bien me hace falta algo más de ti que simplemente no está aquí.

Comenzaste a ir más rápido concentrado únicamente en ti, querías terminar rápido, quisiste disimularlo, pero pude darme cuenta de que tratabas de complacerte a ti mismo. Parece que no te importa cómo me sienta al saber que quieres terminar rápido esto.

Me hiciste gritar cada que golpeabas con fuerza ese punto que tú conoces tan bien, pero esto ya no me estaba gustando, solo buscabas placer mientras lo que yo esperaba era volver a sentirme amado de tu parte.

No quiero que te detengas, pero quiero disfrutar más de ti y que esto no sea solo una calentura tuya, no quiero pensar que me estas utilizando para complacerte.

—Hoseok. —jadee. —Ve un... poco más... más despacio.

—Esta...estamos bien así.

—Pe..pero yo... aun no quiero acabar.

Te escucho resoplar mientras detienes tus movimientos, pero tus manos siguen sujetándome con fuerza de las caderas

—¿Quieres esto o no?

—Si... pero no de esta forma. —pusiste los ojos en blanco demostrando tú molestia a mi comentario. —Quiero que sea más... ya sabes.

—¿Especial? ¿Romántico? —el sarcasmo en tu voz me irritó, al parecer yo era el único que tomaba enserio nuestra relación (si así se pueda llamar lo que sea que nos queda).

—Sería bueno si fuera así, hace mucho que no estamos juntos y parece que no soportas tocarme durante tanto tiempo porque ya quieres terminar.

—No es por eso, pero estoy cansado y quiero hacer esto rápido.

—Pero yo no quiero esto, no de esta forma. Soy tu prometido y me haces sentir como si fuera cualquier otra persona que está calentándote la cama y dejando que te complazcas a ti mismo con mi cuerpo.—te quedaste callado como costumbre, una lagrima resbaló por mi mejilla, trague el nudo de mi garganta ya me estaba hartando esta situación, debíamos hablar y si no era ahora sabía que no sería nunca.—Di algo, contéstame Hoseok ¿No te importa en lo más mínimo esto? ¿Por qué te comprometiste conmigo? Cada día es igual, trato de llamar tu atención, pero simplemente me ignoras y yo quisiera saber porque, ¿Has dejado de amarme?

Me enfurecí más al recibir una mala mirada de tu parte, joder te estoy diciendo las cosas de frente y aun así no te importa en lo más mínimo.

—No quiero ni tengo porque aguantar tus berrinches, olvidemos esto. Fue un error.

Estaba seguro de que en mi rostro era muy evidente la decepción que sentí al escucharte decir eso, ¿Un error? ¿Soy un error para ti?

Te observe mientras salías de la habitación sin siquiera mirar atrás o decir algo más, ¿Por qué me sigue doliendo esto? Ya repetimos este escenario varias veces y aun creo que algo será diferente, que cambiará nuestra situación, pero no, todo sigue igual y creo que está empeorando.

Eres bueno haciéndome sentir pequeño
Si eso no me lastima
¿Por qué aún estoy llorando?

Llorar hasta quedarme dormido ya se está volviendo rutina, siento tan lejanos los momentos en los que dormíamos juntos, cuando solo necesitaba un abrazo tuyo para caer en un profundo sueño, sintiéndome tranquilo entre sus brazos y protegido, sentir tu piel contra la mía era una de las mejores experiencias, eso es lo que más extraño; tu calor.

Me encantaba sentir tu calor directamente de tu piel, y al abrir los ojos me encantaba besar tu cuello y aspirar el aroma de este, o incluso verte dormir me parecía perfecto, la manera en la que te aferrabas a mí que parecía que jamás me dejarías ir.

Pero creo que, si lo hiciste, y no sé si me gusta la idea de que el resto de nuestra vida será así.

Si eso no me mato, entonces estoy medio vivo.

¿Realmente quiero vivir de esta manera? ¿Está es la vida que me merezco? Es tan frustrante nuestra situación que cada día siento que estoy perdiendo esta batalla.

Tal vez el problema soy yo, por aferrarme a esta situación. Por querer hacer que lo nuestro funcione, está relación sólo nos lastima a ambos, no quiero estar contigo por costumbre.

¿Aún me amas? ¿Aún te amo? ¿Aún quieres pasar el resto de tu vida conmigo? Porque en estos momentos ya lo estoy dudando.

—Buen día joven Kim.

—Buenos días Yoon-ah.

—¿Viene a ver al señor Jung?

—Si, y no me iré creyendo que está en una reunión.

—Está atendiendo una llamada, pero puede pasar.

—Gracias. —le sonreí por cortesía y ella me sonrió de la misma manera.

Tenía tiempo sin venir aquí, la última vez peleamos porque decías que te tenía vigilado y no te daba el espacio que necesitabas, espero que no te moleste mi presencia aquí.

Al entrar noto la tensión en tus hombros mientras anotas algo rápidamente, tal vez no elegí un buen momento para interrumpirte.

—Está bien, muchas gracias. —apretaste los dientes con molestia y colgaste el teléfono con fuerza.

—Hola. —susurré con miedo de que quieras desquitar tu molestia conmigo ocasionada por alguien más.

—¿Se te ofrecía algo?

—Si, yo quería preguntarte algo. —me acerqué con cuidado sentándome frente a ti. —¿Por qué no llegaste a casa anoche?

—Namjoon me causó un problema, manejo mal unas cuentas y revolvió algunos documentos. Tuvimos que quedarnos en la noche para reorganizar todo porque pasado mañana habrá una inspección.

—¿Inspección? ¿Algo andaba mal? —pregunté con cierta sorpresa, últimamente me has ocultado varías cosas.

—No, es de rutina, pero tenemos que tener todo en orden. —frotaste las cienes de tu cabeza. —Todo esto me estresa.

Permanecimos en silencio un momento, vaya ni siquiera recuerdo que puedo decir para hacer que te sientas mejor.

—Hoseok... —antes de poder decir algo más un joven entró captando tu absoluta atención.

—Oh perdón, pensé que estabas solo.

—No te preocupes. —una pequeña sonrisa se formó en tus labios, y una extraña y desagradable sensación se formó en mi estómago. —Pasa, ¿Qué necesitas?

—Namjoon me mando para que firmaras estos documentos. —aquel joven me sonrió a forma de saludo, luego te miro a ti con un evidente brillo en sus ojos.

—¿Puedo saber por qué él no quiso tráelos? —tomaste la carpeta leyendo rápidamente el contenido para después firmar.

—Sabe que sigues molesto, pero tengo que confesar que fue culpa mía. Me explico cómo quería que archivara todo y yo me confundí, realmente lo siento.

—En ese caso no te preocupes, a veces Nam no es el mejor explicando. —note como toco tu mano a propósito luego de que le entregaras el folder de vuelta. —Gracias por tu honestidad.

—Es un don. —bromeó. —Y de nuevo, lamento mucho que por mi descuido se tuvieran que quedar anoche.

—Es de humanos equivocarnos Jungkook.

Él te observo aún embobado sin decir nada más, no creí que una persona me sacaría de mis casillas tan rápidamente.

—Si es todo ¿Podrías dejarme a solas con mi prometido? Tenemos cosas importantes de las que hablar.

Sus mejilla se enrojecieron, ¡Demonios! Era muy tierno, pero no iba a admitirlo.

—Lo siento, con permiso.

Lo observe atentamente mientras se marchaba, carraspeaste tu garganta llamando mi atención y al mirarte estabas completamente serio, al parecer tu buen humor desapareció cuando él salió.

—¿Qué estabas diciéndome?

Sabía que no debía de ser tan impulsivo, ni sacar conclusiones tan rápido sin antes pedirte de manera sutil alguna explicación, pero las palabras salieron solas de mi boca.

—Exijo saber en este momento si él es tu amante para evitarme un largo sermón de porque considero que nuestra relación tiene salvación.

Frunciste el ceño con confusión ante mis palabras, creo que debí haber sido más sutil.

—¿Te refieres a Jungkook? —una pequeña risa salió de tus labios. —¿No es evidente lo menor que es? Podría ser mi hijo a estas alturas.

—Pues se le ve muy entusiasmado al estar a tu lado.

—Lo sé, pero yo jamás podría estar con él. Es muy eficiente en su trabajo, pero sería ridículo involucrarme con alguien de su edad.

—¿Entonces tienes a alguien más?

—No, no tengo ningún amante.

—Necesito que me digas la verdad, porque ya me estoy cansando de que constantemente mi mente me torture diciéndome que yo soy el culpable de todo esto.

Suspiraste con cansancio, te estresa que saque el tema de nuevo. Lo sé. Yo también odio tratar de hablar del mismo tema contigo y que al final lo ignores sin que lleguemos a ningún resultado.

—¿Crees qué estamos mal?

—¿Tu consideras que estamos bien? Tal vez son ideas mías, pero es imposible ignorar el hecho de que varias cosas entre nosotros han cambiado. No quise verlo porque tenía miedo de estar en lo cierto, pero es evidente que a veces mi presencia te desespera, que ya no tenemos ningún tema de conversación, a la hora de tener relaciones tú quieres apurarte en terminar y yo quiero disfrutar más de tu esencia. Después del tiempo que llevamos juntos realmente necesito escuchar esas palabras que sé que me dolerán, pero entiende que realmente necesito esto.

—¿Quieres que te diga que ya no te amo? Que ahora dudo que debamos seguir juntos, pero me da miedo dejarte, que intente de mil formas darme el valor de alejarte, pero el imaginar que alguien más te tenga me hace rabiar, que a pesar de no serte infiel me he distanciado porque estoy tan confundido como tú en estos momentos y no sé qué es lo que deberíamos hacer. ¿Quieres escuchar eso?

—¿Quieres terminar?

—No lo sé, en ocasiones me gusta no estar cerca de ti, pero a veces quiero abrazarte y besarte en todo momento.

—¿Que nos estamos haciendo Hoseok? ¿Cómo fue que comenzamos a separarnos?

—Quisiera tener también la respuesta a eso, por mi parte no puedo decirte que deberíamos terminar, realmente no lo deseo. No te amo como antes pero aún siento algo por ti, tal vez sea cobarde decirte esto, pero tú toma la decisión. ¿Qué es lo que tú quieres hacer?

¿Cómo hemos llegado a este extremo?
Ya debería saberlo
Tú ya deberías saberlo

Lo teníamos todo, así era en un principio. Ahora los buenos recuerdos son lo que nos mantienen unidos y esto me tiene tan confundido, no tengo idea alguna de que es lo que realmente quiero.

¿Debemos seguir o terminar? ¿Me quiero quedar o te quiero dejar? ¿Aún te amo o solamente quiero creer eso? ¿Por qué me dejas esta decisión a mí? ¿Quieres que me culpe si el día de mañana te extraño y no estas a mi lado?, ¿Que me sienta mal conmigo mismo por no haber luchado más?

Tal vez realmente ocupas ayuda porque también te aferras a mí, aun no queremos separarnos, pero nos estamos lastimando, nos dañamos al querer seguir juntos, los bellos momentos que pasamos poco a poco se oscurecen y los nuevos no son del todo felices.

—Si decido que debemos continuar juntos, ¿Algo cambiara?

—Haré todo lo que quieras que haga, te daré rosas cada mañana, te daré esos detalles que te encantaban, volveré a hacerte el centro de mi universo, me asegurare de repetirte que te amo todo el día todos los días.

—¿Y tenía que pedírtelo de esta manera para que lo hicieras? ¿Por qué no solo me lo dijiste desde un principio para evitarnos muchas cosas?

—No tengo respuesta para eso Tae, no hay manera de que pueda explicarte como me siento en estos momentos, no quiero perderte porque te puedo asegurar que jamás encontrare a alguien como tú, con tu forma tan intensa de amar, con tu hermosa personalidad. Lo nuestro era tan hermoso que estoy seguro de que causábamos la envidia en otros, pero una pequeña fractura se formó y al final nos rompió.

Tae, hace mucho que no me llamabas de esa forma.

Tal vez esto ya no tenga solución, algo se rompió y no podremos repararlo, ambos comenzamos a tomar caminos separados y cuando quisimos regresar para estar juntos; ya era muy tarde para nosotros. No sé qué me va a doler más, quedarme o finalmente alejarme. Y me aterrar saber la respuesta a cualquiera de esas dos posibles situaciones.

Ambos ya deberíamos saberlo
Alguien tiene que ceder,
Algo tiene que romperse,

—¿Podemos ir a casa? —una pequeña lagrima recorrió mi mejilla. —Por favor, quiero que regresemos a casa.

No dijiste nada, pero respondiste asintiendo con la cabeza, recogiste tus cosas apagando tu computador, después de que dejaras todo en orden camine detrás de ti y me sorprendí al sentir que tomaste mi mano. No sabía si lo hacías porque así lo querías o por querer aparentar, pero no proteste, solo quería que fuéramos al que se suponía era nuestro hogar.

Compramos algo en el camino para cenar, como antes solíamos hacerlo. Al llegar después de ponernos algo cómodo nos sentamos en el sofá frente al televisor mirando una de nuestras películas favoritas, al terminar de cenar nos quedamos sentados un rato más, apoye mi cabeza en tu hombro mientras tú me rodeabas con uno de tus brazos.

Escuche latir tu corazón y sonreí internamente porque aún era uno de mis sonidos favoritos en el mundo.
En mi mente se repetía el día que te conocí, Jimin me estaba enseñando andar en patineta, aunque era un pésimo maestro se esforzó para que yo lograra aprender, aunque al final del día termine perdiendo el equilibrio termine chocando contra ti.

Es sorprendente como de un pequeño accidente nuestros caminos se cruzaron. Creo que por eso nos duele dejarnos, es difícil de creer que algo que comenzó de la nada, que creció y se convirtió en un sentimiento tan grande y hermoso... se haya roto tan fácilmente.

Pero todo lo que hago es dar,
Y todo lo que tú haces es recibir
Algo tiene que cambiar
Pero sé que no será así

Me sobresalte cuando apretaste ligeramente mi cintura capturando mi atención, una pequeña sonrisa salió de tus labios y al ver tus ojos ahí estaba de nuevo, ese brillo (aunque parecía más un destello) con el que me mirabas antes. Tenía unas inmensas ganas de llorar, pero desconocía el motivo del porqué.

Juntaste tus labios con los míos haciéndome estremecer, te extraño, no sé porque lo pensé, pero no pude decírtelo, esas palabras se quedaron atoradas en mi garganta.

A mi mente vino el recuerdo de nuestra primera vez juntos, tal vez no lo notaste pero tenía demasiados nervios aunque también estaba ansioso de hacerlo, fue muy linda la manera en la que decidimos ir a un lugar apartado donde nadie pudiera molestarnos, llegando recuerdo que me dio hambre y me preparaste algo, luego en la recamara casi no dijimos nada, la verdad no recuerdo que hayamos conversado antes de que me besaras y comenzaras a desvestirme, una pequeña risa nerviosa se me escapo al ver cómo te quitabas el saco que tenías puesto, después comenzaste a besarme mientras te apresurabas a desnudarme, pero antes de quitarme mi ropa interior te detuve, era la primea vez que me entregaba completamente a alguien y por un momento me dio pena que me vieras sin nada, totalmente expuesto ante ti pero me besaste nuevamente y me susurraste un te amo mientras bajabas mis bóxer por completo.

Tenía mi cara completamente roja, pero con los besos, las caricias, se me fue pasando esa pequeña vergüenza, tu aun llevabas ropa puesta que después te quitaste y luego de terminar nos quedamos abrazados juntos, me pareció demasiado hermoso y algo divertido que después de eso siguiéramos haciéndolo el resto del día, solo parábamos para obtener energía nuevamente y seguir amándonos intensamente.

Si pudiera reviviría ese día constantemente, las sensaciones y emociones fueron tan magnificas que dudo que alguien más llegue a hacerme sentir igual.

Te colocaste encima de mi sin apoyar todo tu peso completamente, besaste mi cuello haciendo que mi piel se erizara por completo, nuestras prendas terminaron en el suelo, mis mejillas ardían, pero no entendía el motivo, tal vez la falta de oxígeno porque no tomábamos tiempo ni para respirar.

Metiste dos de tus dedos a mi boca para que los lubricara, podía ver el fuego arder en tus ojos y como tu respiración se hacía más pesada mientras me dedicaba a chupar tus dedos, demonios hace mucho que no sentía este calor tan intenso.

—Ohh. —jadee al sentir la intromisión, me aferre a tus hombros cerrando con fuerza mis ojos. —Mmmm.

Comenzaste a moverte dentro y fuera de mí, causando que soltara pequeños jadeos, cuando añadiste el segundo aumentaste la potencia de tus embestidas, movía mis caderas involuntariamente en busca de más contacto, sentía mi orgasmo próximo hasta que te detuviste.

Jadee al sentirme vació.

Colocaste una almohada debajo de mi cadera, te posicionaste entre mis piernas tomando tu miembro dirigiéndolo a mi entrada, cerré los ojos disfrutando de la sensación que me provoco tu intromisión, volviste a besar mis labios mientras comenzabas a moverte lentamente.

—Ho...Ho...seok. —gemí aferrándome a tus hombros.

Dejaste besos húmedos y mordidas en mi cuello, te deje marcas de mis uñas en tu espalda, esto era lo que yo deseaba, volver a sentirte mío, así como yo era tuyo.

Un último gemido salió de mis labios al llegar al clímax, sintiendo como tú te liberabas en mi interior. Tratamos de normalizar nuestras respiraciones, nuestros cuerpos sudorosos debido a lo que acabábamos de hacer, besaste mi mejilla y no pude evitar sonreír ante ese gesto.

Nos acomodamos lo mejor que pudimos en el sofá sin tener la energía suficiente para ir a la cama.

—Aun te amo. —confesaste en un pequeño susurro, dando tiernas caricias a mi espalda mientras yo trazaba figuras imaginarias sobre tu pecho.

—No más de lo que yo te amo a ti.

—Tal vez tengas razón en eso.

Nos quedamos en silencio hasta que el sueño te venció primero, disfrute durante unas horas más este bello momento, guarde cada detalle de esta noche de la mejor manera que pude y cuando me sentí listo me levante con cuidado para darme un baño.

Recordé tus palabras de esta tarde y todo lo que me confesaste, también que al final de todo me dejaste la decisión a mí, para ser sincero siento que esa confesión me hubiera servido mucho antes, y esta magnífica noche también había llegado un poco tarde.

—¿A dónde lo llevo?

—Al aeropuerto por favor.

El taxi avanzo mientras yo terminaba de mandarle un mensaje a mi primo SeokJin preguntándole si podría quedarme con él durante un tiempo, guarde mi celular al recibir su respuesta afirmativa y con la promesa de que le contaría todo al llegar con él.

Tal vez me vería muy cobarde, pero conociéndome necesitaba poner distancia entre nosotros porque si eras capaz de ir a buscarme aceptaría volver. Y siendo sinceros HoSeok, lo nuestro se extinguió hace mucho que ni nos dimos cuenta y a pesar de lo mucho que me duele dejarte sé que nos estoy haciendo un bien.

Espero y algún día encuentres a esa persona que jamás dejaras de amar y con la que querrás pasar el resto de tu vida sin sentirte comprometido. Te ame, te amo y estoy seguro de que siempre te amare, no he pasado por muchos romances en mi vida pero sé que lo que me hiciste sentir fue tan fuerte que estuve a punto de decidir quedarme junto a ti, pero no quiero que no sigamos dañando de esta forma, te deseo lo mejor en tu vida y que seas muy feliz con tu próxima pareja, lamento no despedirme de frente pero sé que no sería capaz de irme a pesar de que no me detengas en ese instante.

Inevitablemente sonreí al subir al avión que me llevaría lo suficientemente lejos (o así quiero creerlo), sonreí porque a pesar de el enorme dolor que llevaba conmigo me alegraba de haber tenido el valor de salvarnos de nosotros mismos. No dudo que eres el amor de mi vida, pero simplemente ya no puedo estar más contigo.

A veces simplemente no podemos quedarnos con las personas que estamos destinados a estar, y eso es lo que más me duele.

Cuando no hay razones para quedarse
Es una buena razón para irse.

🌻
Bien supongo que daré un mini resumen sobre cómo se me ocurrió hacer este one-shot, y es tan simple como: escuchando tantas veces esta canción de Camila finalmente surgió esta pequeña historia que se esforzó en salir de mi alocada mente, y ya, es mi gran historia pero bueno así pasa cuando sucede. Mmm también que aquí hice mi intento de lemon homosexual (si es que se puede considerar así xd)
💜Gracias por leer💜
🧡Hasta la proxima🧡