—Esto es ridículo, completamente ridículo. -Harry dice, cruzando sus brazos mientras frunce el ceño.-

Una vez más, Niall y Zayn ruedan los ojos. Habían perdido la cuenta de todas las veces que el rizado se había quejado aquella tarde.

Era casi cómica, la situación. Aquel alfa rizado con su pierna escayolada en alto, sus brazos cruzados y una mueca en su bonito rostro.

Porque no quería ser cuidado por un desconocido alfa amigo de Liam Payne, pero al parece no tenia más opciones.

—Harry no vas a poder moverte del sofá por varias semanas ¿Como lo vas a hacer sin ayuda? -Niall dijo, y Harry soltó un bufido.-

Sabía que aquello era cierto, que sus dos mejores amigos tenían un viaje a la otra punta del mundo aquella misma tarde y el iba a quedarse solo en su pequeño apartamento con una pierna rota.

Bueno, también tenia a Suki.

—Pero...

—No hay pero, deja de quejarte.

—Hemos hablado con el alfa ¿Vale? No tienes nada de lo que preocuparte, además, es amigo de Liam.

Harry se preocupaba, porque iba a pasar las siguientes semanas con un alfa desconocido. Un alfa que iba a vivir en su casa por las próximas semanas. ¿Como no iba a preocuparse?

—Ojalá no tuvierais que iros. -Fue lo único que pudo decir, porque sabía que su destino estaba escrito.-

Niall se sentó a su lado, pasando un brazo por encima de sus hombros para acercarlo a él y abrazarlo suavemente.

—Estarás bien, Harry.

***

Harry no iba a estar bien, estaba tan nervioso que sentía que podía desmayarse. Había cambiado la película que estaba viendo más de ocho veces, buscando en Netflix algo que le llamara la atención o calmara su nerviosismo, pero había terminado poniendo Harry Potter de nuevo.

Y es que en cualquier momento un alfa desconocido iba a entrar por la puerta de su casa, iba a dejar sus cosas en su casa, a vivir con él tan solo para cuidarlo.

¿Que tanto podía confiar en alguien a quien ni siquiera conocía?

Tan solo le quedaba esperar, y quizás esa era la peor parte en toda esa situación. Esperar, no poder moverse y tener que pasar las próximas dos semanas con aquel alfa desconocido.

Maldito accidente.

Suelta un pequeño suspiro, tirando su cabeza para atrás. Y justo en aquel momento, como si pudiera sentir su estrés, Suki subió al sofá, acercándose hasta él.

—Hey, al menos te tengo a ti ¿Verdad? -Dijo con una pequeña sonrisa, levantando una de sus manos para acariciar al gato.-

Suki soltó un pequeño maullido antes de tumbarse a su lado, haciendo que Harry sonría ampliamente. Al menos, tenía a Suki.

***

El sonido de las llaves chocando entre ellas fue lo que le despertó, su corazón latiendo con fuerza cuando se dio cuenta de que la hora había llegado. La espera había terminado, y el alfa que cuidaría de él las próximas semanas estaba al otro lado de su puerta.

Y cuando finalmente lo vio entrar, su corazón pareció detenerse por apenas un corto segundo que pareció una eternidad.

Delante de él, en la entrada de su apartamento, se encontraba posiblemente el alfa más bonito que alguna vez haya visto. Tenía unos brillantes ojos azules, un sedoso cabello castaño y vestía ropa deportiva que le quedaba demasiado bien como para ser justo.

¿Aquello era real? Tal vez seguía soñando.

—Hola. -El alfa dijo, con un intento de lo que parecía ser una sonrisa que terminó pareciendo más una mueca.-

Era real.
Aquel precioso alfa estaba allí para cuidarlo durante las próximas semanas.

—Hola. -Murmuro, sintiéndose un tanto tímido de repente.-

¿Se notaria demasiado que acaba de despertarse?

—Harry ¿Verdad? -Pregunto, dejando una mochila deportiva en el suelo de la entrada.-

—El mismo.

—Soy Louis Tomlinson

—Harry Styles, un placer. -Sonrío, intentando calmar su nerviosismo.-

—Entonces... -El alfa castaño miró a su alrededor, frunciendo el ceño levemente cuando su mirada se detuvo en el pequeño gato al lado del rizado.- ¿Harry, por qué hay una rata en el sofá? ¿Y por qué lleva un suéter?

El alfa rizado no pudo evitar abrir la boca con sorpresa ante las palabras.

—¡No es una rata! -Exclamo ofendido, tomando a Suki entre sus brazos para abrazarlo de manera protectora.- Es un gato y su nombre es Suki.

—Suki -Louis repitió con una muy pequeña sonrisa, asintiendo suavemente mientras se cruzaba de brazos.- ¿Por qué lleva puesto un suéter?

—Porque no tiene pelo y hace frío. -Harry respondió frunciendo el ceño, como si la respuesta fuera obvia.-

Aquello causa que Louis suelte una pequeña risa, negando suavemente con la cabeza. Y por un segundo, Harry piensa que quizás la situación no es tan horrible como pensaba. Quizás, pueda sacar algo bueno a todo esto.

—Es un placer conocerte a tu también, rata Suki. -Louis dijo, acercándose para acariciar al gato entre los brazos del alfa.-

Y Suki, quien usualmente no recibe bien a las personas, cierra los ojos mientras ronronea gustoso.

—Perece que le gustas. -Harry dice, levantando la mirada al bonito alfa castaño, quien sonría muy levemente mientras acariciaba a Suki.-

—Eso parece. -Responde en un murmuro, mirándolo a los ojos.-

Harry apretó los labios en una pequeña sonrisa. Quizás pueda acostumbrarse.