- Haruya-

Volvamos a varias semanas atrás justo dos horas antes de que fuera a la ofina de Hiroto.

No dejaba de besar a Suzuno y lo abrazaba con fuerza. Sus labios eran mejor que el café en mi boca y su calidez era lo mejor para mi soledad, lo extrañaba tanto mi alma y mi cuerpo también lo hacían. Extrañaba sus manos frías que siempre recorre mi cuerpo en busca de calor, extrañaba su olor que era indescriptible para mi pero siempre me hacía temblar embriagandome de él; extrañaba siempre su soltura, se dejaba llevar fácilmente por mi. Extrañaba su iniciativa para algunas cosas, a veces yo era el que terminaba desnudo por esto y él no dejaba de tocarme; era tan fácil entendernos él uno al otro en la cama tanto que no necesitábamos palabras siempre sabiamos que hacer y cuando hacerlo. Pero, fuera de ella éramos un Caos literalmente.

Se había sentado en mis piernas y con las suyas rodeo mi cintura, sabía que quería ir más lejos con esto y él también. Quería comérmelo entero

- No deberíamos estar haciendo esto, en serio - dije con la poca cordura que me quedaba, el se iba a casar y prácticamente no éramos nada. Para estar en el cuarto de un hotel besándonos

- ¿ Cómo puedes decir eso si me estas quitando la camisa y no dejas de besarme - cierto, no podía detenerme cuando era él. Le quite la camisa rápido y me puse a besar su cuello desesperado

- Entonces detenme, porqué yo no puedo hacerlo - puse mis manos en su tracero y lo apreté con fuerza

- Sólo callate y no te detengas - buscó mis labios y me dio un beso muy subido de nivel

¿Estaba bien estar con él así en este momento, si sabía que se iba a casar y aunque no se casar no iba a volver conmigo?

Realmente Suzuno era un completo enigma para mí. Realmente no lo comprendía. Estábamos juntos pero a la vez no. Me lo estaba comiendo a besos pero que se sentía que estaba tan lejos de mí.

Bajo de mis labios y besaba mi cuello lamiendo pero no mordía. Nunca quería dejar marcas en mí. Era todo un experto en este juego de seducirme, desabotonaba mi camisa y acariciaba mi pecho con sus manos frías haciéndome estremecer.

Su piel nunca me había parecida tan fría y distante como hoy. No entendía lo que pasaba, mi corazón estaba destrozado con cada beso, mi alma sufría. Sabía perfectamente que esto ya se había vuelto puro sexo y el amor se fue hace años con sus maletas llenas para no dejar nada de él aquí. Vivía con él estupido sueño de creer que él todavía me amaba y sólo estaba fingiendo que no para no caer de nuevo en mis manos, sabía que si lo hacía no iba a volver a soltarlo.

Nos abrazábamos, nos besábamos, tocamos parte del otro como ninguna otra persona podía hacerlo y todo era un simple juego al parecer. Pues para mí no lo era

- Oye, ¿quieres que haga todo el trabajo yo? - me había distraído en mis pensamiento, hasta que me desperto con su voz que sonaba un poco molesta. Estaba bajándose los pantalones y iba a desabrochar los míos

-¿Qué rayos estamos haciendo? - lo detuve inmediatamente y se me quedó viendo extrañado por mi actitud

-¿ Se puede saber que es lo qué esta pasando? Y ¿Por qué no estamos teniendo sexo en este momento? - se subió sus pantalones y buscaba su camisa totalmente molesto

- No tiene sentido lo que estamos haciendo - no quería más de esto, no quería tenerlo cerca y a la vez tan lejos de mí

- Claro que si lo tiene, sólo metes tu pene en mi y tenemos un mar de sensaciones buenas - dijo acercándose a mi y estaba a punto de besarme cuando esquive sus labios

- Volvamos, en serio - lo agarre por sus hombros y lo mire a sus ojos al decir esto - Te amo, Te amo y no puedo soportar esto - nunca dije algo tan serio en mi vida

- No - sólo respondió eso y se alejo de mi para arreglarse - si te vas a poner con eso, mejor me voy y regreso cuando estés mejor

- ¡Entonces no regreses! - grite eso furico por su actitud

- ¿Qué estas diciendo? - se regreso y me miró sin comprender

- Dices que te vas, era a la vez éstas aquí besándome, pero no quieres volver conmigo y cuando terminamos de hacerlo te vas a los brazos de otro. Lo único que éstas haciendo es jugar conmigo, hace años me recriminaste porque según tu no te amaba y ahora te lo hago yo. Si no me amas vete y no vuelvas no vez que trató de olvidarte - estaba a punto de llorar pero tenía que ser fuerte

- ¿Pero fuiste tu quién me llamó?

- Entonces no contestes pendejo - me miró molesto y me dio una cachetada, me quede sorprendido por su golpe

- No me digas pendejo, inútil - esta vez si me dio un puñetazo con todas las ganas - Tu Crees que tan bien es fácil para mí, si no es en la cama no estamos en paz. Trató de olvidarte también pero es difícil por que te clavaste en mi corazón. Por eso es que me voy a casar, así de verdad me alejare de ti, de verdad mi vida girará entorno a otra persona que seas tú

- ¿Y porque sólo no volvemos y ya? - lo abraze y acaricie su espalda

- Cuantas veces hemos vuelto y terminamos en las mismas. Si no eres tú soy yo, esto realmente no esta funcionado - se separó de mi y no me miró - Tal vez estamos destinados a amarnos, pero no a estar juntos. Yo no quiero llorar por ti, yo no quiero sonreír por ti. Yo quiero estar bien

- ¿y Crees que lo estarás sin mi?, tal vez hemos roto como 5 veces y no duramos más de una semana sin pelear. Pero no Crees que así somos nosotros y ya - era frustrante, dicen que las relaciones son difíciles pero nunca imagine que lo fuera tanto, tal vez nosotros sólo buscamos escusa para terminar y después volver. Tal vez éramos de esas parejas que estaban mejor sin serlo.

- No quiero sufrir y punto. Hiroto aunque no lo Crees es una buena persona y me trata bien y creó que me puede hacer feliz - lo tire a la cama molesto y empeze a besarlo con furia, odiaba que dijera el nombre ese bastardo

- Si es así ¿qué haces besándote con migo?, cree eso cuando el te haga gemir como yo

De un momento a otro nuestra ropa estaba regada por el piso de la habitación y nosotros estábamos haciendo una fiesta en la cama. Abrí sus piernas blanca y las acaricie amaba todo de ellas, Suzuno me abrazaba por el cuello y no dejaba mis labios, mis manos subian por sus piernas haciendo que se estremeciera imaginado lo que venía. Con sus piernas rodeo mi cintura haciendo rosar mi miembro contra su entrada, gimió contra mis labios y se separó de ellos para besar mi cuello.

Realmente los dos queríamos lo que iba a pasar y de inmediato, pero no podía entrerar en el como una bestia por más ganas que tuviera de hacerlo. Lleve mis dedos a su entrada y empeze a meter uno lento disfrutando de su cuerpo temblar de la excitación bajo el mío, al segundo dedo mordió mi clavícula, Teníamos tiempo que no lo hacíamos.

Movía mis dedos primero lento para después moverlos rápido y escuchar los pequeños gemiditos que salían de su boca que trataba de callarlos, era tan excitante verlo tan sumiso ante mí tanto que no parecía el mismo con que siempre peleaba con él por todo de nuestras vidas. Cuando metí el tercer dedo gimió y se aferró más de mí no quería perder el momento y empeze a mover mis dedos dentro de él.

- Ya, apurate - dijo suplicante mientras me veía a los Ojos

- Sólo estoy preparando todo para que no te duela - de un movimiento que hizo yo quede bajo de él y sacó mis dedos de su entrada - ¿Oye?

- Sólo quiero que duela un poco esta vez - susurro en mi pecho y agarró mi miembro para acercarlo a su entrada y meterlo de una

Su reacción no tuvo preció, fue la cosa más sexy hubiera hecho en años y gimió alto apretando sus puños, su cara estaba toda sonrojada y de sus ojos parecían que iban a salir lágrimas pero se contuvo. Yo también solté un gran gemido cuando hizo eso y agarre fuerte su cadera

- ¡Vez lo que haces!, menos mal que te prepare un poco antes - puso las manos en mi pecho y se sentó en mi cadera sin hacerme caso en lo más mínimo para empezar a moverse con desenfreno

Estaba más que sorprendido, seguro le estaba doliendo un poco pero aún así se movía con maestría. Se mordía el labio para no gemir tan alto y cerro sus ojos hechando su cabeza hacia atrás. Dios tal vez quería que me corriera rápido y al parecer lo estaba logrando.

Realmente no tenía ni idea de lo que pretendía, pero en este momento poco me importaba, sólo estaba concentrado en sus movimientos de cadera sobre mi miembro, estaba que me moría de placer si eso se podía y no paraba de gemir su nombre y maldiciones que sólo hacia que sonriera, lo detube y me miró molesto por detener su diversión para volver a ponerlo a bajo de mi y darle todo lo que él quería. Se abrazaba a mi y rasguñaba mi espalda

Lo hicimos después de esa una vez más y cuando terminamos ninguno dijo nada, el sólo se quedó dormido y yo me vestí para irme.

Realmente lo amaba pero en realidad si parecía que no podía estar juntos hasta por la más mínima idiotes

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Se que dije qué el capítulo iba a hacer otro. Pero quería hacer este primero. Comenten y voten por favor