Capítulo 57.
Capítulo 57.
De camino a Seattle, le había insistido a Holder que me dejara manejar el coche. Su negativa fue instantánea. Luego pareció pensarlo unos segundos, dudando de mi capacidad para llevarnos a salvo. Me hizo prometerle que no haría una locura mientras conducía, y una vez que había aceptado a mi parte del trato, me dio las llaves. Aún no podía creer que estaba sentada frente al volante de este lujoso coche.
Lo miro por el rabillo del ojo y se encuentra recostado en el asiento con los ojos cerrados y las piernas separadas. Había confiado lo suficientemente en mi para dejarme el control del coche.
Me centro en la carretera frente a mi, atascada por el tráfico. Holder no había hablado desde que nos montamos en el coche. Su máscara de indiferencia se había alzado nuevamente, impidiendo que viera más allá de él. Algunas veces, se perdía en sus propios pensamientos y el tamborileo inquieto de sus dedos hacía ver lo tenso que se sentía respecto a algo.
Una voz en mi cabeza me susurraba que había algo escondido.
Actúe de manera relajada a su alrededor, como si no sospechara nada. Me servía mantener un perfil bajo si quería sacar información.
Miro por el espejo retrovisor antes de cambiar de carril. Una camioneta dodge ram de color negro se sitúa detrás de nosotros.
El móvil me vibra entre los muslos, recibiendo un mensaje. Le doy una rápida mirada a la ventana emergente.
Alison: ¡Menuda foto que posteo tu hombre! Te ves guapísima en ese pedazo de coche.
Volteo a ver a Holder y este no se ha movido. ¿Cómo es posible que me haya sacado una foto y no me haya dado de cuenta?.
Frunzo el ceño y vuelvo a centrarme en la carretera sobresaltada cuando un conductor nos pita, pasando a toda mecha por nuestro costado.
-¡Vete a la mierda!. - le grito al conductor una vez que he bajado la ventanilla de la puerta.
Este me saca el dedo medio y se pierde en la desviación que hay algunos kilómetros más adelante.
Activo el cruce en dirección contraria, mirando por los retrovisores. La respuesta se me tranca de golpe al ver que la camioneta dodge negra gira en la misma dirección. Aprieto el volante en mis manos, centrando la mirada al frente.
Nos está siguiendo.
Miro de nuevo por el retrovisor mientras me cambio de carril y nos coloco por delante de algunos coches. La dodge pasa algunos coches y se ubica detrás de nosotros. Joder. Joder.
Esto es malo.
No logro ver nada por los vidrios tintados de la camioneta. Acelero un poco para no levantar sospechas. La dodge también lo hace. Las manos me empiezan a temblar a la vez que intento enfocar mi mente en no matarnos por culpa de los nervios.
Un nudo se forma en mi estómago y la bilis sube por mi garganta, haciendo una opresión en mi cuello.
-Desacelera. No le muestres que sabemos que nos está siguiendo.
Brinco en el asiento ante la voz profunda de Holder. Esta despierto, mirando por el espejo retrovisor de los costados.
-¿Sabes quién es él que nos sigue?. - mi voz sale temblorosa mientras hablo.
-No lo sé. - espeta de forma brusca.
Me echo a reír de forma seca y de pronto estoy cabreada.
-Hay un loco que nos está siguiendo, ¿y dices que no sabes quién coño es?. - mi voz se eleva durante unos segundos, sonando incrédula ante su desconcierto.
-¡No lo sé, maldita sea!. - grita molesto por mi insistencia. Un tic salta de su mandíbula al apretarla con fuerza. Está tenso.
Se saca el móvil del bolsillo con una maldición y teclea algo en la pantalla, llevándoselo a la oreja.
Miro rápidamente la dodge que sigue aún atrás de nosotros.
La voz de Holder vuelve a traerme al presente cuando habla en su idioma natal.
- Hai giurato con il tuo sangue che mi avresti dato tempo. ¿La tua parola non vale niente?.
Cada palabra es filosa, cargada de amenaza y de oscuridad. Ha cambiado por completo en el Holder del pasado. Se encuentra en su fase destructiva.
Maldice, quitándose el móvil de la oreja y tirándolo a un lado. Se pasa las manos por el pelo, nervioso, pellizcándose el puente de la nariz.
Me pongo nerviosa. Estamos jodidos. Quien sea que haya estado en la otra línea, no fue amable con sus palabras tras cortar.
-¿Estás lista para conducir de verdad?. - me dice, mirándome con sus ojos oscurecidos y salvajes. Carentes de emoción.
La rabia a tomado el control sobre la expresión relajada que tenía hace unos minutos atrás.
Obligo a mi lengua a separarse de mi paladar para hablar.
-¿Ahora? - es lo único que logro articular y me doy vergüenza.
Asiente mientras se abrocha el cinturón de seguridad.
-Tenemos que perderlo. Quien sea que nos esté siguiendo, no va a esperar pacientemente a que lleguemos a Seattle y estamos en desventaja.
-¿Qué es lo que quiere de nosotros?. - susurro a punto de echarme a llorar. Pensar que no pudiéramos llegar a casa a salvo ha hecho que el miedo sea reemplazado por la desesperación e impotencia de no poder hacer nada.
-No tengo idea. Pero lo resolveré. No dejaré que nada te pase, Tessa.
Volteo a verlo por unos segundos y su expresión es feroz. No dudará que aniquilar a quien está detrás de todo esto. Confío en su palabra. Sé que nada va a pasarme estando con él.
Apoya una mano en mi muslo y me da un ligero apretón lleno de seguridad.
-Acelera. No mires hacia atrás.
Suelto el aire de golpe retenido en mis pulmones cuando bajo la palanca de cambios. El motor del R8 ronca de manera salvaje mientras salimos disparados hacia delante. Pasamos a unos cuantos coches que nos pitan al no respetar los carriles.
Serpenteo entre los coches, asombrándome de mi manera de conducir y que no nos hayamos estrellado con alguno de estos coches. La adrenalina va por mi cuerpo a mil mientras hundo hasta el fondo el pedal de la gasolina. La velocidad se refleja en el panel y no puedo creerlo. Vamos a 180km/h.
Toco el claxon cuando pasamos un semáforo en verde. Mierda.
-¡Nos van a multar, Holder!.
-¡Me importa una mierda!.
Lo miro. Está sujetando sus rodillas con tanta fuerza que los nudillos de las manos se han puesto blancos.
-¡La mirada al frente, joder!. - grita cuando un camión que transportaba grandes tubos pesados aparece en mi visión con intenciones de cruzar, en dirección a el pueblo de Forks.
Haciendo una maniobra peligrosa. Acelero de nuevo, escuchando la maldición de Holder. Aislo tanto el coche que se sale del asfalto, rodeando la parte delantera del camión que se encuentra cruzando a mitad de camino. Los neumáticos del coche chillan en el pavimento al girar de manera brusca; el olor a goma quemada se cuela por mi nariz mientras intento maniobrar el coche que se ha deslizado de lado, golpeando los asientos de nuevo por el movimiento brusco. Le doy gracias a Dios que lo traigamos puesto.
-¡Jodida mierda!.
Vuelvo a acelerar. El camión obstaculizando la vía nos dará algunos minutos de ventaja.
-¿De dónde has aprendido a hacer eso?. - pregunta con incredulidad.
-Lo he visto en las películas. - me sincero, sonrojándome. Sobretodo en las películas de acción que hacen este tipo de escenas.
-Por el amor de Dios... - se tapa los ojos unos segundos. El sudor recorre su sien.
¿Y que esperaba? ¡Nunca había conducido de esta manera en mi vida!.
Por el retrovisor veo los focos de la dodge acercándose de nuevo. Pero este coche le saca una ventaja en la distancia.
Vislumbro desde lejos las luces del pueblo de Forks. Desacelero un poco.
-¡Gira ahí!.
Señala una calle estrecha. Coloco el freno de mano mientras la parte trasera del coche se desliza y los neumáticos chillan. Acelero pasando sin problemas por el estrecho callejón. La camioneta desconocida ya no nos sigue.
-¡Ahora gira hacia la derecha!.
Hago lo lo que me dice. Entramos a una especie de estacionamiento de un edificio. Aparto el coche de manera brusca entre un Jeep y una dodge.
Apago las luces y el motor, respirando a bocanadas. El cuerpo lo tengo de gelatina. Mi cerebro se encuentra en blanco, empezando a hiperventilar. Los latidos de mi corazón están desbocados y puntos negros bailan en mi visión.
Me quitan el cinturón, alzándome por la cintura, pasando por encima de los controles y apoyándome a ahorcajadas sobre el asiento del acompañante. Un aliento tibio golpea el punto de pulso en mi cuello. El olor a colonia de Holder me hizo abrazarlo mientras temblaba.
Quien fuera el que conducía la dodge venía por uno de nosotros. El sólo imaginarme que venían para hacerle daño a Holder hizo que mi pecho sufra una punzada de dolor.
Lucho contra las lágrimas, hundiendo el rostro en su cuello y le rodeo con mis brazos en este pequeño espacio reducido. ¡Pudimos no haberlo logrado!.
A mis oídos llegan palabras tranquilizantes; palabras susurradas de manera suave que se abrían paso en mi estado de shock.
Pasan algunos minutos después y ya estoy relajada. Holder tira de mi, haciendo que salga de mi lugar seguro y lo mire.
Retira las hebras de cabello pegadas a mi rostro. Acaricia mis mejillas frías y el tacto de las puntas de sus dedos cálidas, me reconforta.
Sus ojos azules me sonríen con una ternura guardada solamente para mi.
-¿Cómo te encuentras?.
-Extraña. - confieso con el cuerpo sufriendo pequeños temblores.
-Eso es la adrenalina, nena. Es adictiva, ¿no?.
Asiento y él une nuestras bocas, besando mis labios con fiereza. Abro la boca para que su lengua entre al interior de mi cavidad, colonizando mi interior y enredándose con la mía. Nuestras manos se enredadan en el cabello del otro, acercándonos más. Tiro de sus mechones, como un recordatorio que estamos bien. Que nos tenemos el uno al otro.
Su corazón late fuerte, tanto que puedo sentirlo golpear mi pecho. Le muerdo el labio inferior, dejando que su labio carnoso se escape de mis dientes. Gruñe mientras lo siento ponerse duro bajo mis nalgas. Me arqueo contra él, empujando mi trasero hacia abajo para poder sentirlo mejor. Sus brazos deslizándose de mi nuca a mis caderas detiene el balanceo de mi pelvis. Me encuentro mojada y ni siquiera me ha tocado. Dios bendito, ¿qué me pasa?.
Lo miro. Tienes los ojos cerrados fuertemente, como si le doliera controlarse a las chispas de deseo que saltan de nuestros cuerpos, creando grandes voltajes.
Apoyo la frente con la suya, respirando pesadamente. Me mira; sus pupilas han cubierto por completo el iris de sus ojos.
Su aliento tibio golpea mis labios humedecidos.
-Vamos a casa. Yo conduzco.
Supe en el instante en que pusimos un pie en el interior de nuestra casa, que lo de esta tarde fue sólo un mensaje. Y Holder lo sabía. Su cuerpo entero gritaba tensión al caminar.
La forma en la que apretó el volante al conducir, volviendo sus nudillos de color blanco; entendí que no era algo que debería pasarse por alto.
Y quien le respondió al otro lado del móvil, no fue cuidadoso con sus palabras al respecto.
Un silencio nos envuelve mientras me sirvo un vaso con agua del grifo en la cocina. Mis labios se encuentran repentinamente secos.
Lo analizo, mirando sus facciones endurecidas detalladamente.
No hubieron indicios que me revelarán lo que estaba ideando. Se ha cerrado para si mismo. Sólo veo una pared que nos separa a ambos.
Interrumpo el silencio incómodo que se ha creado, siendo incapaz de permanecer más tiempo en silencio.
Dejo el vaso sobre el mesón.
-Muy bien, ¿qué pasa?.
Entrecierra los ojos, sin emoción.
-Qué pasa, ¿de qué?.
Es cortante al hablar. No quiere hablar del tema. Su expresión hostil lo deja más que claro.
-Es hora que me digas la verdad. - me cruzo de brazos en una pose defensiva.
-¿Cuál verdad, Tessa?. - pregunta con extremada calma, recargándose en la pared de la cocina.
Su mirada es como un témpano de hielo. Es una clara advertencia a que no siga preguntando, pero me la suda.
-¿Por qué nos perseguían?.
Sus ojos recorren el lugar durante unos segundos que me parecen interminables, divagando entre sus pensamientos. Lo escucho contar hasta diez en un vano intento para no estallar en cólera. Aferrándose a lo mejor de su autocontrol.
Sus labios dibujan apenas una mueca antes de detenerse en mi cara.
-No lo sé. - habla calmado. Le está costando un montón permanecer controlado.
Su negativa mal disimulada me hace respingar en una mueca. Me está mintiendo.
-Habíamos acordado en no mentirnos y ser sinceros.
-No te estoy mintiendo.
Parpadeo, incrédula a lo que oigo. Le doy un manotazo a el mesón, importándome un pimiento la punzante sensación de dolor que me ha recorrido la palma.
-¡Deja de verme la cara de estúpida! ¡Sé que hay algo turbio detrás de todo esto! No finjas no saberlo y mentirme a la cara pensando que no me daría cuenta.
Me lanza una mirada crítica a la vez que camina hacia mi y se planta delante de mi cara hasta casi tocarnos.
-¡No tengo por qué ocultarte nada porqué no hay nada!.
-¡Si que las hay, Holder! ¡Nos han seguido! ¡Sabían donde nos encontrábamos!... - mi mente en un parpadeo me lleva al pasado, justo cuando lo vi drogarse.
Un enorme abismo se abre entre nosotros. Mi respiración cambia con rapidez a una densa y jadeante. Si ha vuelto a recurrir a las drogas estamos más dañados de lo que pensé
Retrocedo, mis ojos mirándolo con horror ¿Debe dinero?.
Arquea una ceja cuando choco con una de las sillas de la cocina, provocando que las patas chillen de manera brusca cortando la tensión del ambiente.
-¿Esto tiene que ver con drogas?.
Parece ofendido por mis palabras.
-¿Qué? Dios, ¡no! Te he dicho que lo he dejado.
Aplaudo unas cuantas veces, felicitandolo por ese gesto tan amable de su parte en aclarar nuevamente que ya no es un adicto. Estoy volviéndome loca.
Exploto llena de ira.
-¡Ilumináme, Holder! Comienza a decirme que es lo que ocurre. ¿Estoy en peligro? ¿Acaso hay un loco ahí afuera que me está siguiendo para matarme? O ni lo quiera Dios, ¿tienes algo que les pertenece?.
Sus ojos se oscurecen peligrosamente.
-Mataré a el hijo de puta que se atreva a tocarte. No dudaré en partirle los huesos del espinazo. Ningún cabrón podrá apartarte de mi. - la manera en que dice esas palabras arrastran el peso de una promesa peligrosa.
No dudo de su capacidad de protegerme. Pero tengo miedo que nuestro tiempo sea limitado. Ni se ha molestado en responder a mis preguntas. Ha pasado completamente de ellas.
Frustrada, golpeo en su pecho con los puños cerrados. Apenas y hace una mueca por mis manotazos.
-Eres un egoísta. ¡Nada te importa, sólo te importas tú! Ni yo, ni tu familia, ni tu madre. ¡Nadie! El único que va a alejarme de ti, serás tú mismo. ¡Tus continúas mentiras harán que me marche!
Me mira con los ojos brillando de rabia. Una expresión herida atraviesa su rostro, pero es reemplazada rápidamente por una sonrisa cruel tirando de sus labios.
Aferra sus grandes manos en mis codos, acercándome a su cuerpo. Alzo la barbilla, desafiante y mirándolo directamente a los ojos. Ambos nos retamos con la mirada y sé que lo que dirá sólo lo hará para herirme.
-¿Y a dónde piensas ir? ¿Crees que Anna va a recibirte con los brazos abiertos? ¡Despierta de una puta vez, Tessa! Ésta es la realidad...
Sus palabras son como estacas clavándose en mi pecho, hiriéndome. Ha sido rastrero de su parte recordarme que me había peleado con Anna por hacer que esta relación funcione. ¿Para qué? Para que se porte como troglodita.
Se da cuenta de las palabras que ha dicho. Pero ya es tarde para que las retire.
Tengo unas enormes ganas de cruzarle la cara de un guantazo por capullo.
-Me estas arrastrando contigo. No voy a permitir que me destruyas.
-¡Soy él único que te ha devuelto la vida!. - me grita a la cara, furioso. Las venas del cuello las tiene hinchadas y su rostro enrojecido a causa de nuestra acalorada discusión.
Le clavo las uñas en los antebrazos mientras lágrimas pugnan por querer desbordarse. Tiene razón. Antes de él sólo me limitaba a existir.
Pero no le dejo ver cuan acertadas son sus palabras. Las ignoro.
-Si no obtengo respuestas por parte tuya, las buscaré por mi cuenta.
Frunce el ceño. Un músculo salta en su mejilla al apretarla.
-Buena suerte encontrolas. - dice sonando frío y hosco. Me suelta, dándome la espalda y caminando hacia la la sala, zanjando el tema de una vez.
Me doy media vuelta y me encierro en nuestro dormitorio.
¿Cómo nuestro día pudo terminar así?.
🍁🍁🍁🍁
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Nota: Buenaaas, mis nenas hermosas. ¿Cómo están? Espero que bien. ¿Qué les ha parecido la nueva actualización? Ojalá y les haya gustado.
Este ha sido un capítulo de muchas revelaciones... Más adelante ireis descubriendo la otra cara de la moneda.
¡Ya entramos a los capítulos finales!
Nos leemos pronto.
No olviden de dejar sus comercios y ⭐ en la parte de abajo 👇🏼 👇🏼👇🏼.
¡Atentos a las próximas actualizaciones!.
A Kiss💋.
D.S👑💕.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro