Capítulo 53.
Capítulo 53.
Los días posteriores fuimos haciendo de nuestro hogar un lugar más cálido y acogedor para ambos.
Había insistido con el tema de Eric, buscando respuestas, pero Holder simplemente los evadió, restándole importancia. Lo dejé estar. Por ahora.
Él, algunas veces lo pillaba siguiendo mis pasos o, podía sentir esa mirada penetrante quemando la piel de mi espalda.
Antes de irnos a dormir, me contempla en silencio, sus orbes recorriendo cada ángulo de mi rostro y las puntas de sus dedos delineando el contorno de mi pómulo con delicadeza; casi adoración. Me apretaba contra su cuerpo, besando mi coronilla repetidas veces hasta que me dormía. Con su suave respiración de fondo.
No hacían falta las palabras porque en sus ojos estaba escrito: Adoración.
Las clases se acercaban, por lo que nuestros días de tranquilidad pronto estarían llenos de estrés. Por lo cual aprovechamos cada minuto al máximo.
En estos momentos, estamos echados en el sofá nuevo que compramos. Estoy acurrucada contra su pecho, y la cabeza apoyada en el hueco de su cuello. Holder sostiene un libro de Cassandra Clare, Ciudad de Ceniza, con una mano. La otra la tiene apoyada en mi cadera, trazando círculos imaginarios, luciendo entretenido en la lectura.
Estamos encerrados en nuestra pequeña burbuja, haciendo lo que más nos gusta hacer. Se siente como si nuestra vida nos mostrara que lo más caótico... Trae paz. Nuestro hogar no es sólo esta casa; somos nosotros.
Eran más de las diez de la noche cuando mis ojos comienzan a cerrarse, debido al sueño invadiéndome. Mis párpados se cierran solos y la oscuridad me envuelve.
Despierto al no sentir a Holder a mi lado. Pestañeo aclarando mi visión y recorriendo el espacio vacío en la cama junto a mi. Frunzo el ceño al no oír más que la olas rompiendo a la distancia.
Holder debió cargarme cuando me quedé dormida.
Miro la hora en la mesilla de noche. Las dos de la madrugada. Cojo el móvil. Quito las sábanas de mi cuerpo y salgo fuera de la cama, recorriendo el pasillo desierto y oscuro de la sala.
Las luces estaban apagadas, por lo que las enciendo. El libro sigue en la mesilla a un lado del sofá. Pero las llaves de su moto no están.
¿Qué ha surgido tan de repente que ha tenido que marcharse a estas horas? ¿A dónde pudo ir? Sopeso una y miles escenarios que pudieron haber ocurrido.
Las calles ciertamente, por ser entrada la madrugada, estaban desiertas. El buscarlo por los barrios peligrosos parecía ser la última opción que podría hacer.
Me siento en el mismo sofá que horas antes compartíamos, a esperarlo con las piernas cruzadas bajo mi barbilla.
El sueño ha desaparecido de mi sistema y lo ha reemplazado por preocupación. Es perturbante el hecho que haya tenido que salir siendo tan tarde y sin dejarme una nota. ¿Y si le ha ocurrido algo a nuestros padres? Niego con la cabeza, alejando esos pensamientos.
Pasan los minutos y no escucho nada más que mi respiración baja y las olas a lo lejos.
Cojo el móvil y me fijo en la hora. Tres con menos de veinte minutos. Pulso sobre las teclas en la pantalla, buscando el nombre de Holder y presionando antes de llevarlo a mi oreja.
Va directo a buzón de mensajes. Corto con una sensación de amargo instalándose en mi boca.
Marco el número de Alice. La tranquilidad de nuestra casa nunca me pareció tan fría y solitaria hasta ahora.
Alice respondió tres tonos después.
-¿Tessa? - su voz sonó adormilada. Hasta sorprendida. - ¿Qué pasa?.
-Lo siento si te desperté. ¿No sabes si los chicos tienen una carrera hoy?
-No. Hasta la que sé, se estará realizando una para el siguiente mes. ¿Por qué?
Mi pecho se hunde bajo mi respiración.
-Me he despertado y Holder no está. Así que pensé, que quizás estaba concursando en una de esas carreras.
Al menos una pequeña parte de mi conservaba esa esperanza.
-Oh... - el silencio se instaló por poco tiempo antes de Alice aclararse la voz. - Regresará. No te preocupes.
El tono condescendiente en su voz, me hizo saber que intentaba restarle importancia a mis palabras para no preocuparme.
-Gracias, Alice.
Bostezó.
-Descansa, nena. Te quiero.
Colgué la llamada, centrando la mirada en los dedos de mis pies. La preocupación se había plantando en mi pecho, no dispuesta a abandonarme. El hecho que Holder haya desaparecido de pronto, me llenó de miedo.
Envolví mis brazos a mi alrededor, hundiendo la cara entre las rodillas, sintiendo frío ante la soledad. ¿Me ha abandonado? ¿Se ha dado cuenta que no valgo la pena?
De pronto, el sonido de una moto derrapando, hizo que saltara del sofá y mirara hacia la puerta. Los latidos de mi corazón palpitaban en mis oídos.
Las llaves siendo empujadas en la cerradura corta el silencio.
Holder ingresa dentro, con la cabeza cabizbaja, mirando en alguna parte del suelo, cerrando la puerta a sus espaldas con seguro, sin reparar en mi presencia. Un aura oscura y fría lo envuelve, pero eso pronto es quedado atrás al detallarlo mejor. Miro con auténtico horror los rastros de sangre en su camiseta blanca y la suciedad en los pantalones negros.
Nuestros ojos se encuentran al levantar la cara y nos quedamos congelados en el mismo lugar. Lucía ido, casi perdido. Sus rasgos eran frívolos mientras me observaba. ¿Qué le ha pasado? Su actitud tosca levantó los muros a mi alrededor.
-¿Dónde estabas? - mi voz salió calmada. Aunque en realidad no lo estuviera.
Sonrío como un maníaco, ajeno a la situación. Mi pulso se disparó en alerta. No responde a la pregunta. Sólo se queda observándome con actitud extraña y la mandíbula cincelada en tensión.
Me acerco lentamente, sopesando la idea de salir corriendo. Sus hombros estaban agitados como si hubiera corrido antes de venir acá.
Sacando un sobre amarillo que no había visto antes, me lo tiende con expresión vacía.
Mi ceño se frunce pero lo cojo con duda. Saco del interior un montón de papeles.
Jadeé sin aliento.
No eran papeles. Eran fotos.
Fotos de mi y el hombre que intentó violarme. La bilis subió a mi garganta a medida que hojeaba cada una de ellas. Mi cuerpo empezando a temblar.
Se veían vergonzosas. Algo sucio y sin valor. Las imágenes del pasado reviven tan rápido que de pronto me tambaleo, desorientada. Las hojas se escapan de mis manos temblorosas.
-Holder - susurré, queriendo alcanzar su muñeca pero me congelé. Miró hacia mi dirección, lanzándome una mirada que nunca me había dado antes. Estaba loco de ira.
-¿Hasta cuando pensabas ocultarlo?
Las palabras son cortadas a cuchillo de mi garganta, difíciles de salir. Soy incapaz de vocalizar oración alguna. ¿Qué puedo decir que él no haya visto?
Quise correr lo más lejos que pudiera. Alejando el pasado del presente. Queriendo escapar de ésta confrontación.
Su rostro se retorció con tanta rabia, que retrocedí y aparte la mirada. Me sentía manchada de alguna manera. Mi silencio fue la respuesta.
Nunca planeé decírselo, porque me parecía humillante y débil. El pasado se llevó algo que creía que me pertenecía.
-¡Mírame! - rugió. Y estaba sobre mi, aferrando mi antebrazo con fuerza. El olor metálico de la sangre golpeó mi nariz al tenerlo tan cerca.
Lo miro asustada, con lágrimas agrupándose en mis ojos.
La rabia no disminuyó. Pero el reconocimiento del miedo no pasó desapercibido para él. Sus ojos se volvieron más fríos, casi sin emoción. Eran como si estas se hubieran asilado y hubieran activado el piloto automático. Dejando salir al ser despiadado que conocí antes.
Despiadado para los demás. No para mí.
-¿Piensas que soy capaz de violarte? - arrastró esa última palabra con odio.
Negué frenéticamente con la cabeza, a pesar de mis lágrimas corriendo silenciosamente por mis mejillas.
-¡Sé que nunca serías capaz de eso! Siempre serás el único hombre en el que podré confiar. Y si no te lo dije es porque no vale la pena.
Nada hubiera cambiado. Nada de lo que Holder pueda hacer, podría cambiar el pasado.
Aparto las imágenes macabras de mi cabeza, sofocada por la falta de aire y con miedo de que el pánico tomara el control de mi cuerpo. Podía sentir mis músculos contraerse.
Cierro los ojos, escuchando un pitido ensordecedor en mis oídos. Las voces, los gritos y las súplicas se reproducían en mi cabeza como un disco estropeado. Por favor, no.
Liberó el agarré de mi antebrazo para frotar los pulgares en mis mejillas mojadas, eliminando la humedad en ellas. El gesto me pareció consolador, incluso en este momento. Eran tranquilizante las caricias que prolongaba en mi rostro, alejando el ataque de pánico.
Pronto mi corazón se calmó y las voces en mi cabeza se apagaron. Mi respiración volvió a su ritmo normal.
Parpadeo hacia él.
Sus ojos brillaron con una oscura intención. No sólo había ira, y en realidad la otra emoción hizo que mi corazón se apretara contra mi caja torácica; había agonía.
-Lo mataré - su voz era letal, como sello a su promesa.
-¿De dónde has sacado esas fotos?
No mostró ninguna reacción cuando hice la pregunta. Le clavo las uñas en el antebrazo. Pero Holder apenas si hizo una mueca.
-¿Quién te dio esas putas fotos? - siseé tan bajo, pero estaba conteniéndome de gritarlo.
Nadie podría saberlo, excepto mis padres. Ni el nuevo esposo de mi madre tenía acceso a esa información. Sonrío con sorna por el taco que acabo de soltar, pero fue apenas un gesto.
Una posible opción de donde consiguió esas fotos surgió.
-¿Me investigaste?
-¿Acaso eso importa?
Reaccionó, dándole puñetazos en el pecho, indignada.
-¡¿Cómo pudiste?! ¡No tenías ningún derecho a mandar a otros a investigarme! - lo empujo pero es inútil. Apenas lo muevo un centímetro. - ¡Si no te lo dije era porque no quería que lo supieras!
Furioso, captura mis muñecas contra su pecho y tirándome hacia él. Holder se alza sobre mi oscuro y sombrío.
-Sácalo de tu jodido sistema, Tessa. ¡Él nunca volverá! ¡Supera esa mierda!
Me tensé por la manera brusca en la que me habló. Estaba temblando de la rabia y las venas hinchadas en su cuello lo delataban. Se estaba conteniendo.
Me soltó, dedicándome una mirada dura antes de pasar de mi, pisando las fotos.
Las puertas corredizas se abren bruscamente y una brisa helada entrada.
Me quedo mirando las fotos bajo mis pies, como un montón de basura sin sentido.
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Nota: Mis amores hermosos. Mis fan's Something, aquí os dejo algo nuevo.
Apuesto que no esperaban esto. Y la verdad es que yo tampoco. Me tomé mi tiempo haciendo este capítulo.
Espero que les haya gustado.
Nos leemos pronto.
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A Kiss💋.
D.S👑.
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