Capítulo 30.

Al despertarme hago una leve revisión de como me encuentro. ¿Cabeza? Echa un lío espantoso. ¿Estómago? Un revoltijo. ¿Ojos? Dolorosamente hinchados. ¿Corazón? Jodidamente roto y echo añicos.

Parece que algo se llevó mi vida, dejándome hueca por dentro.

Vaya, menudas estadísticas las de el día de hoy.

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Bajo a la cocina vistiendo una sudadera gris, junto a un pantalón deportivo. De pronto, mi cuerpo se estremece. Dejo de respirar.

Me debato si seguir caminando o dar marcha atrás.

Justo cuando me decido por la segunda opción, Holder levanta la cabeza de su plato de huevos y tocino, clavando sus ojazos en mí. Nos congelamos en el mismo sitio. En mi cabeza oía una molesta voz diciendo: si alguien se apunta a cortar este ambiente tóxico y lleno de tensión, no olvidéis decírmelo. 

¿Es normal que tenga una voz dentro de mi cabeza? Estoy mal.

Él traga saliva, entrecerrando los ojos de mala leche.

Desvío la mirada, maldiciéndome por ser tan lenta mientras mis piernas rígidamente se mueven hasta la nevera. Busco en el interior zumo de naranja, disimulando el temblor en mis manos. Mierda, ¿quieres calmarte, Tessa?

Estos son uno de esos tantos momentos en los que deseas que la tierra se abra y te trague de una puñetera vez. Es mejor eso a que seguir haciendo el tonto. Su presencia me abruma y más, cuando lo siento hacerme un agujero en la cabeza.

Me sirvo un vaso de zumo acompañado de rebanadas de pan sin hacer. Lo dejo todo en su lugar, queriendo salir de la cocina de un pitazo.

Él se levanta, haciendo ruido. Mis manos comienzan a sudar, poniéndome difícil la tarea de sostener el vaso sin dificultades.

-Puedo largarme si te sientes incómoda estando conmigo - se pasa las manos por el pelo, incómodo y con las aletas de su nariz dilatadas - Dejaré que desayunes sin pillar una indigestión por mi culpa - bromea, pero no le encuentro el chiste. Ni él tampoco. Frunce los labios ante eso.

Se marcha antes que mi cerebro termine de procesar lo que me ha dicho. El temblor que hacía que mi cuerpo se estremeciera desaparece al irse. Joder, es como si el se diera cuenta que el magnetismo de Holder lo alcanza en un pequeño radio, siendo fuerte y aturdidor.

Mi respiración poco a poco vuelve a la normalidad. ¿Ya parecía que tuviera problemas respiratorios? Genial, el sudor frío en mis manos lo comprueba. Vale, algo más que añadir a la lista de cosas recientes.

Cuando estoy devorando sin ningún apetito la rebanada de pan, el móvil suena.

Eric: ¿Podemos hablar? 

-Depende. ¿Vas a comportarte como un cabrón?

Eric: Touché. Lamento haber  sido un capullo la otra vez.  Pero ese tío pondría a prueba la paciencia de un santo. 

Lo sé, Eric. No sabes cuánto.

-Lo hizo para fastidiarte.

Eric: Pues se le da de puta madre sacar de sus casillas a los demás, el pringado ese, ¿eh? Cómo sea. ¿Cómo la estáis llevando?

La pregunta me hace hiperventilar.

-Bien.

Me doy golpecitos con la mano en la frente. Mi frío bien no se lo creerá Eric.

Eric: Ya. ¿Quieres salir a correr al parque?

Lo medito. La regla y yo no somos las mejores amigas en el mundo. Ella me odia a muerte.

-No. ¿Hablamos luego, vale?

Eric: Vale. Nos vemos el sábado.

Guardo el móvil en el bolsillo, pensando que puedo hacer para liberar la tensión en mis hombros.

🍁🍁🍁🍁

Horas más tarde estoy pringada de harina blanca, polvo para hornear y chocolate. Muevo la cuchara con mucha energía, salpicando mi mejilla con chocolate derretido en el proceso. Mierda. Dejo de mezclar los ingredientes mientras respiro hondamente, apoyando las manos en la encimera.

Pensé que la mejor forma de quitar este exceso de energía era haciendo todo tipo de postres. Pero no, aún no consigo despejar mi mente de todo pensamiento.

-¿De qué va todo esto? - pregunta Anna al entrar a la cocina.

-Intento aclararme la cabeza.

Ella me mira como si estuviera chiflada. Bueno, estoy de a esto de volverme loca. Así que, cojo la manga con glaseado y apunto a los pequeños ponqué. Les hago un capullo de glaseado rosa y jodidamente me sale bien. Casi perfecto pero no tanto como yo quería.

Se escuchan pasos.

-¿Aún estás aquí?

-¿Dónde quieres que esté? - le espeta Holder a Anna de forma chulesca.

El pulso se me dispara igual que una olla de presión.

Cuento hasta cinco mientras decoro el ponqué. Toda clase de pensamiento me asalta la mente. ¿Está aquí? Oh, Dios.  Pensé, que el castigo de Stephan le importaría un rábano; después de todo el chico es un hueso duro de roer.

Sin girarme a verlo, continúo con lo que hago, escuchando atenta a lo que dicen.

-Stephan le informó a tú madre de tú comportamiento - le informa Anna.

-¿Ah, si? ¿Qué le dijo? ¿Qué no aguanta al jodido adolescente que tiene por hijo? Oh, no, se me ocurre algo mejor. ¿No le dijo nada de eso, pero sí que me vendría bien pasar un tiempo con ella, verdad?

¿Se marcha con su madre?

Me detengo, dejando la manga a un lado y me giro. Ahí está él, furioso, y resentido, luciendo frenético con esa frívola mirada que lo caracteriza. En la manera que sus palabras salieron hacia Stephan fue con mucho odio cargado; demasiado crueles para quien las escuchara.

Desde que llegué, Holder se ha dedicado a hacerle la vida a su padre complicada. Es como si se estuviera vengando por algo que pasó entre ellos.

-Todo lo que él hace es porque te ama...

-¡No me digas! - la corta con mofa - ¿Qué él muy capullo me ama? Ah, ¿eso qué coño significa? ¿Una nueva moda para disfrazar a las mentiras? Joder, no me lo puedo creer - suelta una carcajada limpia, destornillándose frente a Anna sin inmutarse. Pero ellas no están ni de cerca de parecer divertidas, todo lo contrario. Son carentes de humor - Debo felicitarlos.  Hacéis muy bien el papel de padres preocupados, ¿eh? Se os da de puta madre.

Entorna los ojos y cuando va a darse la vuelta e irse con una lata de Coca-Cola, choca contra Stephan. Padre e hijo se fulminan con los ojos, reprochándose cosas en silencio y juro, que el pequeño lugar del marco de la puerta se convirtió en campo de batalla para Titanes. Hasta que Stephan se hace a un lado.

Holder maldice, saliendo de la cocina.

-¿Qué tanto has oído? - pregunta mi madre una vez que estamos nosotros tres.

Él suspiro - Lo suficiente como para saber que aún no me ha perdonado.

Eso último confirma mis sospechas. Esa parte cotilla que todo el mundo tiene, sale a flote. Pero me freno en seco. No estoy segura si escarbar en el pasado ahora sea lo correcto, por lo que decido en no preguntar.

Stephan olfatea en el aire.

-¿Eso huele a tarta de chocolate?

Asiento, volviendo a mi tarea de antes.

Sólo espero a que llegue la noche rápido. Esa es mi única manera de poder apagarme por unas horas.

🍁🍁🍁🍁

Para mí alivio, oscureció rápido y el día pasó cómo una flecha. Aunque esas fueron unas horas terribles, si me lo preguntáis.

Después de haber cenado, me preparo para dormir la mona, emocionalmente agotada.

Me cubro con las frazadas de la cama hasta la barbilla, cerrando los ojos y yendo a la deriva.

Me despierto sobresaltada. Mis párpados se abren bruscamente en busca de claridad a mi entorno, pero lo único que veo es oscuridad. Hay un peso extra en la cama. El pánico se apodera de mí con horror.

Me preparo para gritar fuerte cuando una mano cubre mi boca, silenciando mi grito. Mis sentidos se disparan, y empiezo a removerme, clavando las uñas en la mano desconocida con fuerza. Las ganas de vomitar me amenazan. Imágenes de haber estado en una situación similar en el pasado vuelve a mí, provocando que mis ojos se humedezcan.

No, no, no. Otra vez no.

-Chis, nena - ¡esa voz! Es como si fuera aire llegando a mis pulmones. Paro de moverme contra él. Mi ritmo cardíaco vuelve a ser normal.

Quita lentamente su mano de mi boca.

Lo más inteligente hubiera sido mandarlo a volar. Pero no había otro lugar en el quisiera estar. Además, me siento bien estando entre sus brazos. Así que me quedo sin mover, apagando cualquier pensamiento lógico y sensato, y disfruto de nuestro pequeño momento de tranquilidad. 

Me abraza desde atrás, colocando su mentón en mi hombro desnudo, respirando tibio a un lado de mi mejilla. Eso logra relajarme pero al segundo vuelco a tensarme. Capto un leve olor rancio. Tequila. Mi estómago da un tirón en mis entrañas.

Escucho lo que parece ser un jadeo ahogado, casi doloroso - Lo siento tanto, Tessa. Te extraño... Te quiero - murmura con la voz ahogada entre mis cabellos. Quedó flipando. Con la mente sufriendo un colapso mental.

Está borracho. Mañana no sé acordará de nada.

Una fuerte presión invade mi pecho, haciendo que me trabe cuando hablo.

-Estás ebrio. Mañana olvidarás  lo que me has dicho - mis ojos se ponen acuosos mientras permanezco en el mismo lugar sin moverme. Él se aferra más a mi cintura.

-¿Tú lo crees? - arrastra las palabras al decirlas con algo de dificultad - Siento que ya no puedo más. Estar así me está matando, jesús.

Sonrío a pesar que lágrimas están deslizándose por mis mejillas. No hay nada que yo pueda decir. Salvo que lo que está sintiendo, es lo que continuamente siento yo por su culpa. Está experimentando en carne viva lo que es desear algo y saber que no puedes tenerlo. Bienvenido a la realidad.

Todo, se resume a la incompatibilidad; él y yo. Y es tan jodido que duele. Es una sensación que quema desde adentro, dejándote seca y ahora él lo siente.

-Te quiero - vuelve a repetir, un poco más alto esta vez. Mi corazón se rompe cuando sé que me ha atrapado. He intentado escapar de la telaraña pero esta me atrapó al final.

-Yo también te quiero - confieso, y al decir esas dos últimas palabras es como si me quitara varios años de encima.

Deja escapar un sonidito.

-No digas yo también. Eso suena malditamente falso - se acurruca contra mi espalda, respirando hondo. Me aferro a su brazo, sintiendo su piel ardiente haciendo un fuerte contraste con mi piel helada. Las cosquillas en mi estómago se prolongan, teniéndolo tan cerca.

Sé que mañana olvidará este momento, por lo que yo lo atesoraré como uno de mis más preciados recuerdos y eso me destroza. Saber que este momento se repetirá una y otra vez en mi mente, pero Holder no lo recordará.

Sólo bastaron unos pocos minutos para que se durmiera. Con cuidado, me giro en la cama sin despertarlo. Quedo cara a cara con él, observándolo dormir con curiosidad. Sus labios están separados, respirando pausadamente, las oscuras pestañas le acarician sus rojas mejillas al respirar. Algunos mechones de su cabello le caen en la frente, dándole el aspecto de un ángel al estar tan tranquilo.

Regreso mi vista de nuevo a sus labios. ¿Se dará cuenta si yo...? Oh, madre perla. ¡Soy toda una acosadora de chicos durmientes! Esto no es de Dios. Querer hacerle algo indebido a alguien mientras éste permanece K.O no es una buena señal. Pero a la mierda. Nadie se enterará y nadie tiene que saberlo,¿cierto?

Agarro sus mejillas suavemente y presiono mis labios contra los de él, cerrando mis ojos. Estos se funcionan como dos mitades perfectas de un todo inseparable. Una pequeña corriente de aire sopla a través de nuestras bocas, pero no sé si proviene de él o de mí. Cada molécula de mi cuerpo entra en un estallido cálido por la unión de nuestros labios. Tanto calor hizo que mis extremidades se derritieran al alejarme.

Su sabor a tequila y algo más queda grabado a fuego en mis labios.

Lo miro para ver si se ha despertado, pero sigue tan inconsciente como minutos antes. Gracias a Dios.

Suspiro, volviendo a cerrar mis ojos, rezando para que no amanezca tan rápido.

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Nota: Uau, uau mis chic@s. ¿Qué tal con este final inesperado?  Jakakssjs xdxd.  Sé que la mayoría van a querer matarme :(

¡Lo siento! Pero les juro que la siguiente actualización será... Mmm, bueno, mejor no les digo para que lo descubráis vosotros mismos. Sólo les digo que estén pendientes en cada subida, ya que las cosas... Estarán subidas de tonos entre nuestros personajes ←(>▽<)ﾉ.

Espero que mi capítulo los haya divertido, enamorado y suspirado, como lo hizo conmigo.

Muchísimas gracias por leer mi historia, hacer que cada vez vaya subiendo más en leídas, votos y comentarios. ¡Gracias de verdad! Chic@s espero seguir recibiendo este tipo de sorpresas ✧\(>o<)ﾉ✧. La verdad, es que no tengo palabras para agradecerles por TODO el APOYO que me han dado desde que comencé con la historia.

También, agradezco a mi nueva bola peluda de amor, @DalmaSebastiana por haber VOTADO en todos mis capítulos y seguir mí perfil ✨. ¡Bienvenid@ a Something!

Bueno, es hora de despedirme :'(. Los amoooooo. Sois mis pequeñas bolitas peludas de amor 😍😘.

Nos leemos pronto (quizás muy pronto).

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A Kiss 😘.

DS ♥️💞🇻🇪.