Capítulo 21.
Capítulo 21.
-Dean, maldito... - gruñe con los dientes apretados. En unas cuantas zancadas ya está frente a él. Lo agarra del cuello de la cazadora, tirándolo al suelo.
Dean inconsciente maldice ante el golpe.
-¿Qué carajos...? - balbucea desde lo bajo, desconcertado, tapando sus ojos de la fuerte luz del sol.
-¡¿Has follado en mi puto coche?! - Davis lo empuja con el pie.
Él se levanta del suelo, tambaleándose.
-No lo sé... Tengo, profundas lagunas mentales - habla como si tuviera larva entre los labios y le costara vocalizar largas palabras.
Davis entorna los ojos.
-Venga, Tessa - rodea el coche y le sigo. Me dejo caer sobre el asiento.
El coche se mueve, me relajo y cierro los ojos. Siento tranquilidad envolviéndome. Mi mente va en caída libre. ¿Alguna vez pensé que dormiría fuera de casa? Si alguien me lo hubiera dicho que me convertiría en una rebelde, probablemente me le hubiera reído en la cara en ese momento.
Estoy a punto de caer en los brazos de Morfeo cuando Davis dice:
-Scott y tú... Están, ¿Enrollados?
-No.
-¿Amigos con derecho a roce?
-¡No! Por Dios, no - me espanto al pensar en ese macarra y yo como amigos con derecho a meternos mano.
Davis me observa con orbes brillantes.
-Entonces, ¿No estáis liados?
Niego, haciendo una mueca. En eso, pasamos de largo la parada del autobús.
Mi alarma se enciende.
Él debe sentir mi pánico porque añade: - Te acercaré a dónde vives.
Gracias a Dios traigo mi móvil conmigo, cualquier cosa tendría unos pocos minutos para llamar a la policía. Así que sin más nada que decir, le digo la dirección.
Davis, en todo el recorrido no para de bombardearme a preguntas. Es súper guay. Muestra su lado bromista, cantando canciones de Lady Gaga muy subidas de tono para él. Pero aquí está, canturreando a todo pulmón y sin poder evitarlo... Suelto risitas tontas.
El tiempo pasa volando y cuando me doy cuenta ya hemos llegado. Le doy las gracias, y le suplico que no vaya a decirle a ninguno de sus colegas que estoy viviendo con Holder.
-Eres ingenua. Y eso es una desventaja, ¿sabes? Pero está bien, princesa... Juro por mis pelotas que nadie sabrá lo que me has contado - promete, haciendo un gesto ridículo en forma de “x” sobre su pecho.
Alzo las cejas en sorpresa, resoplando por su gilipollez. Le digo adiós y entro por las rejas.
Adentro mientras cierro la puerta, el lugar está en silencio. Suspiro aliviada de no tener que encontrarme con Anna y comenzar una pelea tan temprano.
Al ir subiendo las escaleras, pienso en una forma para disculparme.
¿Qué puedo decirle? ¡No se me ocurre nada! Imaginaos el bochorno si mis padres se enteran que me he desmayado en una fraternidad con unos perfectos desconocidos y para colmo... Había probado tequila, vodka y quién sabe que bebidas más tomé. No puedo llegar, y soltarle a Anna: Holaaa... Mamá, ayer por la noche ingerí un montón de alcohol en mi sistema que vomité, salpicándome la ropa de vómito y Holder, “caballerosamente” me desnudó mientras permanecía en un coma de embriaguez. Pero estoy bien, ¿vale?
¡Y como no! Anna me cruzará la cara de un sonoro bofetón por estúpida.
Camino rápidamente por el pasillo, rogándole a quién sea que esté allá arriba y me escuche, para que Anna no salga de dónde sea que esté y me coja por los pelos. Cierro la puerta, buscando a ciegas el interruptor para encender las luces; y mi corazón late con fuerza, saltando de mi pecho hasta la garganta, y mis manos empiezan a sudar.
Por la mismísima mierda.
Nuestros ojos se encuentran y al instante me golpean los miles de males.
He chocado con un iceberg sin notarlo. Y el impacto es atroz.
-¿Puedo saber que está pasando en la vida de mi hija? - pregunta Anna en voz baja. Está sentada en el borde de la cama; aún en pijamas.
No sé qué decir. Enmudezco como si me hubiesen arrancado la lengua.
-Es bueno saber que sigues con vida.
-¿Ah, si? - susurro, sintiéndome como un insecto bajo su feroz mirada. No tengo ni idea de dónde carajos saco las fuerzas para hablar... Pero cuando lo hago, mis labios se sienten secos.
Ella no dice nada. Sólo me mira de arriba abajo como si fuera una desconocida que está frente a ella y no su hija. Intento leer su rostro. ¿Le encoleriza? ¿Se siente afligida? ¿Desconsolada? ¡Ugh! Es difícil de adivinar.
De pronto, caigo en cuenta en algo grave. Un error gravísimo que me va a costar caro.
Apesto a alcohol.
-Necesito ir al baño... - me apresuro en montar una excusa para salir pirada al cuarto de baño, y pasar mis dedos con crema de menta por mis dientes, ocultando un poco el mal olor.
Pero, Anna no me deja llegar.
-¡Ven aquí! - alza la voz, parándome en seco. Un nudo se forma en mi garganta. Lo único que se oye es el sonido del aire y el crujir de la madera cuando avanzo hasta Anna, que me espera de pie.
Ella lo sabe. Por eso ha detenido mi escape.
Anna acorta las distancias con una zancada. Trago fuerte al tener su rostro a centímetros del mío, barriendo su mirada por cada ángulo de mi cara; yo intento no ser tan evidente en mi respiración alterada, para que el olor no me delate. Me huele y estoy perdida.
Su expresión cambia a ira, y decepción.
-¿Has bebido alcohol? - medio pregunta, medio afirma.
Siento mis pupilas dilatarse y la necesidad de mentir me arrolla.
-No, mamá. Tú sabes que yo no bebo - balbuceo como puedo.
A Anna la envuelve la ira. Me coge de las mejillas con una mano, fulminándome con los ojos.
-¿Te están obligando a hacer cosas que no quieres? ¿Son esas amigas tuyas? ¿O es algún chico de la universidad?... ¡Contéstame, Tessa! - me grita a la cara cuando no le respondo a ninguna de las preguntas que me ha hecho.
Merezco que esté furiosa conmigo. Pero no merezco en que me trate como una delicuente por ser la segunda vez que duermo fuera de casa.
¡Hasta le dejé una nota!
Una pequeña parte de mi se enfurece. Yo necesitaba ésta actitud de madre hace tres años atrás, no ahora.
No cuando ya no importa.
Le quito el agarre de mis mejillas bruscamente, frunciendo el ceño. Sus uñas lastiman la piel de mis pómulos al sacarlas fuera de mí.
-Nadie me está obligando a hacer nada que yo no quiera, mamá. Tengo dieciocho años, sé lo que me conviene y lo qu...
La palma de su mano me interrumpe al impactar en mi mejilla. Rápida. Seca. Y fuerte. El picor de la bofetada me hace agua los ojos mientras permanezco con el rostro ladeado, viendo un punto muerto en el suelo.
La bofetada hace eco en mi cabeza, y algo dentro de mí se rompe. Quizás el poco amor que le tenía.
-¿Quién eres, Tessa? - me pregunta con dolor en su voz - Desde que has llegado no has hecho otra cosa más que emborracharte, salir a fiestas y dormir fuera. ¿De verdad eres mi Tessie? Por Dios. ¿Qué he hecho mal?
Lágrimas se agrupan a través de mis párpados.
-¿Tiene algo que ver Holder en todo esto? Dímelo.
Vuelvo la cabeza hasta el punto que parece que va a girarme al otro lado. Anna es un borrón cuando la miro.
-Holder no es el culpable de nada; él ni siquiera me soporta.
Y es del todo cierto. Holder no soporta estar en el mismo espacio que yo. Ni respirar el aire que yo respiro, y enserio dudo que nos vayamos a llevar mejor ahora, después que le dije que no podíamos tener nada.
-Mantente alejada de ese chico - dice al cabo de unos minutos en completo silencio.
Eso es lo que trato de hacer, ¿eh? Y mira que se me da fatal. Pero gracias por la advertencia.
Yo no digo nada. Sé que hay más.
-He llamado a tú padre.
Seguro que si.
-Quiere hablar contigo.
-Estoy segura que lo hace - replico, sin poder aguantarme el comentario.
Anna comienza a caminar hasta la puerta. Antes de irse, me mira por encima de su hombro.
Sus ojos son fríos al mirarme.
-Estás castigada sin ningún tipo de teléfono durante dos semanas, ¿entendido?
-Si - digo, porque es lo único que puedo contestar.
El miedo ha hecho efecto en mí, y la razón de que me sienta culpable por todo lo que está pasando no ayuda a que me sienta mejor.
¿Qué he hecho mal?
Acaso, ¿tengo que sentirme como el culo por querer sentirme viva en estos últimos años? ¡Es una mierda!
Siento que ya no puedo más.
-Ah... ¿Tessa? - la miro. Tiene medio cuerpo ya afuera - Contesta el móvil cuando Charles llame - y se va.
Saco el móvil de los bolsillos de la sudadera, encendiéndolo. Espero a que las notificaciones lleguen, pero la pantalla del móvil permanece limpia. Ni un mensaje. No hay nada.
Deslizo mi dedo por la pantalla, marcando el número de Charles.
Luego de tres tonos, contesta.
-¿Ya has regresado a casa? - mi madre. No me ha gritado.
Algo no va bien.
-Puedo explicarlo - me apresuro a justificarme.
-Oh, en realidad espero que tengas una buena excusa ésta vez, jovencita. ¿Hay algo que te molesta?
-No. Papá, alguien me había dicho que no fuera, que ese lugar no era para mi... Pero yo, lo ignore y quise demostrarle que si encajaba en ese mundo.
-¿Y?
-Todo resultó ser un desastre. Tomé más de lo que me permito, me desmayé y si no fuera por mi hermanastro... No sé dónde estaría ahora - el calor tiñe mis mejillas de vergüenza. Hasta decirlo me hace querer esconder la cabeza bajo tierra y no salir de ahí nunca.
Papá hace un sonido que no logro distinguir.
-¿Es él mismo chico que Anna lo ha tachado como un polígonero? - pregunta.
Vaya... Que rápida es en contar y ver los errores de los demás.
-Se llama Holder, papá. Y... Me siento ridícula conmigo misma. La he jodido.
-Luego me contarás más sobre ese crío. ¿Tú madre te dijo algo?
-Tuvimos una pelea. Ella me hizo ver claramente lo egoísta que puedo llegar a ser, ¿sabes? En su momento, no ví esa fiesta cómo una oportunidad para seguir adelante pero ahora lo veo - el nudo me dificulta para hablar a la vez que siento unas ganas enormes de llorar.
-Calma, cielo - murmura palabras tranquilizantes desde la otra línea - Lo que hiciste, eso de desaparecer durante toda una noche no fue tú mejor decisión. Pudo haberte ocurrido algo, Tessa. Pero claramente entiendo que has querido experimentar otro mundo lejos del tuyo...
Lo interrumpo: - Y me fue fatal. Anna me ha castigado.
Suspira.
-Lo sé. Yo fui él de la idea, nena. Tienes que entender que cada cosa que hagas trae consecuencias... Ahora, escúchame, Tessa Grey. Nunca, jamás vuelvas a hacer lo de anoche, ¿vale? - de pronto suena furioso.
Me muerdo los labios.
-Vale...
Sinceramente, yo espero no volver a pasar por lo mismo otra vez.
Nota: ¿Dónde están mis fans Something's? Si han llegado a ésta etapa de la historia es porque claramente os ha gustado, ¿a qué sí?
Bueno, volviendo a este capítulo. ¿Qué pensáis? ¿Fue justo lo que hizo Anna con Tessa? ¿Darle un guantazo y reprocharle cuándo, hubo un momento en la vida de Tessa que la necesitó más que a nada y ella no estaba? ¿Charles se lo ha tomado mejor que Anna?
¿Qué tal ha ido evolucionando el personaje de Tessa a medida de los capítulos? ¿Bueno? ¿Malo o muy pija? Podéis comentar acerca de las dudas que tengáis. Eso sí, no os diré mucho, porque claramente os estoy dando spoilers y diciéndoles por adelantado en vez de vosotr@s descubrirlo por sus propia cuenta.
Muchísimas gracias por darle a ésta historia una oportunidad 😭. Muchas gracias. Ahora tengo un motivo mucho más fuerte, que me motiva a escribir nuevas cosas.
Les agradezco enormemente a mis fieles y nuevos lectores, - aunque no conozco a la mayoría que me lee xdxd - Sois lo mejor, ¿eh? De verdad que sí.
En un futuro espero que me digáis en los comentarios: ¡Yo soy una fan Something! 🤚🏻🤚🏻. Me llenaríais de orgullo 💖.
Si creéis que debo agregar algo más a partir de los capítulos futuros... Podéis decirme.
Si te has sentido identificad@ en algún capítulo... ¡Puedes comentar!
Gracias por las leídas y los votos 😘😘😘.
Ahora, no olviden dejar sus comentarios y ⭐ en la parte de abajo 🙏🏻🙏🏻🙏🏻. Nos leemos en la siguiente actualización, pequeños pícaros 😆😆😆.
A Kiss 😘.
Dianne, say that the i loved xdxd.
I love You so much, yes see This :).
Bye.
DS.
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