Ella era como el cielo de abril, el sol salía cada vez que parpadeaba. Hija de la luz, estrella resplandeciente con fuego en su corazón. Cual día brillante en el deshielo, rompía el frío.
Octubre y abril...
Él era como el cielo helado en la noche de octubre. Cual nube oscura de la tormenta. Me pregunto, ¿en su corazón también llueve? Nieve, cada vez más frío, más oscuro... derribando todo a su voluntad.
Octubre y abril...
Como el odio y el amor, mundos aparte. Ese amor fue fatal, como un mortífero veneno desde el principio... como luz y oscuridad.
(October & April  / The Rasmus) 

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Sentado en una mesa apartada de esa rústica cafetería, tomó su taza de café para darle un gran sorbo. Prefería mantenerse apartado del bullicio y de la gente, ¡no era una persona muy sociable! Tampoco sonreía muy a menudo, de hecho tenía un semblante adusto y serio que en lugar de atraer a las masas, las ahuyentaba. ¡Pero él era feliz así! Con su aspecto de ogro, su mal carácter y sus agrias maneras de ser.

Él levantó la vista y sus ojos se posaron en ella. Llevaba una cinta rosada en sus rubios cabellos y parecía muy concentrada leyendo ese libro viejo que estaba a punto de perder las pastas. Una chica demasiado joven como para leer "Lo que el viento se llevó". Sintió deseos de acercarse a la mujer y hablar con ella, pero sólo prefirió admirar su belleza y preguntarse qué sucedería si esa hermosa rubia le dedicaba una sonrisa... ¡Quizá amanecería y saldría el sol!

¡Esos pensamientos no debían estar en su cabeza! Ahora había comenzado a divagar, creando una absurda historia de amor, donde él era un héroe valiente y luchaba por el amor de esa encantadora rubia. ¡Qué absurdo sonaba eso! Él no era ningún héroe, tampoco un salvador. Esa chica ni siquiera lo había mirado, él no podía ser alguien que a ella le gustara. ¡Era demasiado viejo! Además de aburrido y feo, pero... tenía su encanto.

¿Y si se acercaba a saludar? Le encantaría conocer su nombre y charlar con ella, acompañarla a su casa... ¡No, no, no! Eso de adoptar la pose del galán no era para él, así que sólo continuaría observándola y soñando despierto, hasta que la imagen de esa rubia desapareciera de su mente.

Ella sintió el peso de una mirada pero no quiso voltear. Alguien la estaba observando sin perder detalle de lo que hacía. Había decidido entrar en esa rústica cafetería para continuar su lectura, después de una larga caminata por las calles de Londres. Esperaba que quién la mirara fuera ese hombre de rasgos duros que estaba sentado en la mesa del fondo.

La rubia se atrevió a levantar un poco la vista y se dio cuenta que ese hombre se encontraba agachado mirando un diario, muy concentrado en sus asuntos. ¡Un tipo como ese no se atrevería a mirarla! Él era muy serio, además de guapo y bien parecido. Pero parecía ser un hombre maduro y que para él, ella sólo sería una rubia tonta.

De pronto sus miradas se encontraron, pero ella inmediatamente ocultó su timidez detrás de su cabello. Imaginó como sería su vida al lado de un hombre como él... ¡Oh no! Estaba volando demasiado lejos. No tenía porque dejarse llevar por su imaginación, que ya le estaba jugando algunos trucos. En su mente, ella se encontraba junto a ese sujeto, en un hermoso lugar, ambos tomados de la mano y observando una puesta de sol, mientras él la estrechaba en sus brazos, le juraba su amor y cerraba su juramento con un beso apasionado.

¡Pero no! Eso era realmente absurdo, por no decir tonto. Estaba claro que ella no era su tipo, no era alguien que a él le gustara. Ella era una chica de baja estatura, delgada y pequeña. Algo locuaz y a veces se comportaba como una niña pequeña con un enorme grado de inmadurez. Él era un hombre serio, de porte elegante que quizá prefería a las mujeres con experiencia.

Ella dejó de pensar y decidió seguir sumida en su lectura. Pero ya no pudo concentrarse del todo. Instantes después levantó la mirada y buscó al hombre entre las mesas, desgraciadamente él ya no estaba ahí.

¿Lo volvería a ver? Eso era imposible, pero el destino puede dar muchas vueltas y quizá en una de ellas volverían a encontrarse.

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¡Y así es como arrancamos esta nueva historia! ¿Qué les ha parecido este prefacio? A mí me pareció lindo. Está inspirado en la canción SOMEONE YOU LIKE de The Girl and The Dreamcatcher y precisamente de ese tema fue donde tomé el título de esta historia. No olviden dejar sus comentarios y en breve leeremos el primer capítulo. ¡Gracias!
Maria Decapitated