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PARTE 8 - KISS ME ONE, KISS ME TWICE AND KISS ME ONCE AGAIN

-¿Qué dijiste? – preguntó Terrence intentando apartar a la joven de él - ¿Cuál muerto? ¿Cuál mano? ¿De qué demonios estás hablando?

La chica temblaba como una hoja y sus dientes chocaban entre sí. ¡Noor acababa de sufrir un ataque de pánico! Y Terrence conocía muy bien los síntomas, el mismo los sufría a menudo. Noor se aferraba fuertemente a él y sudaba copiosamente, mientras su cuerpo temblaba y se sacudía presa del terror. Su respiración era demasiado agitada, como si el aire que entrara en sus pulmones no fuera suficiente. Ni siquiera podía hablar coherentemente, sólo balbuceaba algo sobre un muerto y su mano maligna. Estaba demasiado alterada y descompuesta debido a la leyenda que él le había contado esa mañana.

Terrence trató de serenarse para poder tranquilizar a Noor. Respiró profundamente y comenzó a acariciar su espalda y su largo cabello rubio.

-Necesito que te tranquilices, Noor. – exclamó Terrence besando la cabeza de la joven – La historia que te conté esta mañana sobre lo sucedido a mi antepasado, ¡sólo es fantasía! Una leyenda, algo que quizá nunca pasó. La gente lo inventa para tener algo que contar a los turistas, ¡pero aquí no pasa nada! – dijo el hombre levantando el rostro de la chica para que lo mirara – En todo el tiempo que llevo visitando esta casa, ¡jamás he visto o escuchado algo extraño!

-¡Pero yo lo vi! – gimió Noor – Yo vi su mano sobre el cristal de la ventana, ¡quería entrar a mi habitación! – murmuró - ¡Era el fantasma de tu tío Worsley!

-Debe haber una explicación lógica para esto y lo averiguaré ahora mismo – respondió Terrence sin perder la calma y apartándose de la chica para levantarse de la cama – Iré a investigar. – dijo mientras caminaba hasta la salida.

-¡No quiero que te vayas! – gritó Noor volviendo a ser presa del pánico - ¡No me dejes sola! – suplicó - ¡Quédate aquí! – gritó de nuevo y al intentar llegar a Terry, cayó de rodillas sobre la alfombra que cubría el piso de la habitación - ¡No te vayas! – lloró y se llevó las manos al rostro.

El hombre la miró caer al piso y corrió a su lado para intentar levantarla, pero le fue imposible. Noor estaba plantada sobre el piso y lloraba a lágrima viva mientras su cuerpo se sacudía por el terror. Terrence la envolvió entre sus brazos y la atrajo hacia él para consolarla de nuevo y así la chica pudiera controlarse. ¡Parecía  frágil! Como una niña pequeña que miró una película de terror antes de dormir y tuvo una pesadilla.

-¡Vamos Noor! – dijo Terrence sin dejar de abrazarla – En la habitación se encuentran Odín y Woodstock, ellos te harán compañía mientras yo voy a investigar qué es lo que está pasando en tu habitación. – exclamó y la ayudó a ponerse de pie – No tardaré más que un par de minutos, ¿de acuerdo?

-¿Y si el tío Terrence quiere llevarte con él al infierno? – preguntó Noor entre lágrimas - ¿Y si ya no regresas? ¡No quiero que lleve a cabo su venganza! – gritó la rubia y lloró con más fuerza - ¡No quiero morir! – exclamó y abrazó al hombre.

Terrence la apretó contra su pecho y la dejó llorar. Él estaba sintiéndose un poco desesperado y no podía encontrar las palabras adecuadas para explicarle a Noor que todo aquello que había contado sobre la aparición del espectro era una sarta de mentiras. Terry se puso de pie y tomó a Noor entre sus brazos para colocarla sobre la cama, el cuerpo de la joven se estremecía y ella no dejaba de llorar. El hombre la acomodó en las almohadas y se recostó junto a ella.

-¡Mírame, Noor! – Le dijo con suavidad - ¡Mírame a los ojos!

La chica levantó su rostro y lo miró mientras su cuerpo era sacudido por los sollozos. Terrence le limpió las lágrimas con su pulgar, depositó un suave beso sobre los labios de la joven y le dedicó una pequeña y encantadora sonrisa. Noor dejó de llorar y continuó mirándolo. La expresión del hombre era tierna y muy cálida, transmitía paz, sin embargo, sus ojos conservaban la tristeza y melancolía que lo caracterizaban.

-Dejaré a Woodstock contigo, ¿de acuerdo? – Exclamó él, al tiempo que sujetaba al can por el collar y lo acomodaba junto a la joven - ¡Abrázalo! Él va a cuidarte.

Noor asintió, sus brazos se apretaron alrededor del cuerpo peludo y bonachón del can, quién le lamió cariñosamente el rostro. Terrence se puso de pie y caminó rumbo a la salida, dejando a Noor con la cabeza recostada sobre el vientre del perro y el enorme gato naranja a sus pies.

Terrence entró en la alcoba de Noor y miró a todos lados. ¡No veía nada! Se rascó la cabeza y decidió buscar por todos los rincones, debajo de la cama y dentro de los armarios. ¡Nada! Él bufó molesto, ¿por qué diantres hacía todo aquello? Si la mujer era una miedosa, ¡era problema de ella, no suyo! Ni siquiera con sus sobrinos hacía eso, porque los pequeños demonios eran aficionados al cine de horror, tal y como lo eran él y Walter.

Estaba por salir de la habitación, cuando el ruido de unas filosas uñas arañando el cristal de la ventana se dejó escuchar en la alcoba. Terrence aguzó el oído, y de nuevo, las uñas continuaron repiqueteando contra el vidrio, como si un ente tratase de romper el cristal y abrir la ventana para poder entrar. A la mente del hombre llegó el recuerdo de una historia que había leído cuando niño y que solía contar a sus sobrinos cuando acampaban en la capilla del cementerio.

-¡Varney el Vampiro! – Susurró Terry y comenzó a reír mientras se acercaba a la ventana.

Tal como en la historia, un relámpago iluminó la casa y pudo ver con claridad una larga mano huesuda de enormes uñas afiladas que intentaba buscar la manera de entrar en la alcoba. Terrence maldijo por lo bajo, el viento rugía con fuerza, como si quisiera arrancar los árboles de tajo.

-¡Putos vampiros! ¡Putos espectros! ¡Jodidos aparecidos! – Murmuró abriendo la ventana y mirando lo que estaba delante de sus ojos.

Terrence volvió a reír con sonoridad. ¡No se trataba de un espectro! Era la rama de un viejo árbol que, al ser mecida por el viento, golpeaba la ventana, arañando el cristal. Aunque extrañamente, la rama tenía la figura de una mano descarnada. Él la cortó y cerró la ventana para que el viento no se colara, de este modo, los ruidos cesaron. Terrence guardó en su mente la idea que ese árbol necesitaba ser podado inmediatamente. Apagó la luz y salió de la habitación.

Noor no se había movido de la cama, se mantenía aferrada a Woodstock. El can dormía roncando, ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor, al igual que el gato. A la chica le parecía que Terry se había ido por una eternidad, quería ir a buscarlo, pero tenía miedo de salir de la seguridad de ese sitio.

Cuando la puerta se abrió, Noor casi se cae de la cama y cerró los ojos para no mirar. Escuchó unos pasos que se aproximaban a la cama y gimió fuertemente, abrazando a Woody.

-¿Ya te dormiste? – Preguntó Terry en un susurro.

Noor soltó a Woodstock al escuchar la voz de Terrence y se dio la vuelta para mirarlo, sonriéndole ampliamente. Se sentía aliviada al saber que él estaba cerca de ella, protegiéndola de cierto modo. Lo miró con atención, ¿cómo rayos no reparó en el hecho de que no llevaba camisa puesta y sólo unos pantaloncillos deportivos cubrían su cuerpo? La chica se ruborizó al reparar en lo que estaba pensando, pero el cuerpo de Terrence era tentador. Su piel estaba húmeda y brillaba bajo la luz de la lámpara, además, esa expresión en su rostro, un tanto pícara y divertida, junto a su cabello revuelto, lo hacían lucir diferente al hombre que generalmente andaba todo el día con el ceño fruncido.

-¿Te sientes mejor? – Volvió a preguntar Terrence mirándola con curiosidad y agitando una rama delante de sus ojos.

Noor asintió, pero de su boca no salió sonido alguno, estaba demasiado concentrada en Terrence, mirando su abdomen marcado y sus amplios pectorales. ¿Por qué era tan sensual? Se preguntó y no pudo evitar morderse el labio inferior.

La expresión en el rostro de Terrence cambió radicalmente al reparar con más claridad en Noor, en un principio la observaba con curiosidad, pero ahora su expresión tenía un toque un poco más sensual. ¡La chica se veía exquisita recostada sobre su cama! El pequeño camisón de algodón estampado cubría estrictamente lo necesario, sus largas piernas torneadas saltaban a la vista, lo mismo que sus blancos y turgentes pechos. Terrence tragó grueso y carraspeó, volviendo a agitar la rama delante de los ojos de la joven, quién también salió de su ensueño.

-¡Esto era lo que arañaba la jodida ventana! – Sonrió Terrence - ¡Una puta rama de un árbol! – Bufó – Aunque sí, el sonido que hacía era infernal, ¡me erizó los pelos! Pensé que se trataba de Varney, el Vampiro.

-¡No, no, no! – Gritó Noor cubriéndose las orejas con ambas manos - ¡No quiero saber nada de esas historias de terror! Soy muy miedosa... apenas, hace un par de años que dejé de dormirme con las luces encendidas.

-¡Oh, no! – Gritó Terry - ¡Vamos! No es cierto – Lanzó una carcajada – Yo, pese a todo lo que he vivido, ¡aún sigo teniendo gusto por los filmes de terror! ¡Es ficción, cariño! Nada es real.

-¡Pero algunos están basados en hechos reales! – Bufó ella sentándose sobre la cama y tomando la rama entre sus manos - ¡Como el exorcista!

-¡Son puras patrañas! – Murmuró Terry dejándose caer sobre la cama – Decía mi abuela que debemos tenerle más miedo a los vivos que a los muertos – Y bostezó con ganas – Así que mejor vamos a dormir, porque son las tres de la mañana, la hora del muerto.

Noor lanzó un grito y se aferró al cuerpo de Terrence, acurrucándose contra su pecho. Terry rió con ganas y meneó la cabeza. Tenía que bajarle un par de rayitas a sus bromas, de lo contrario, esa chica volvería a sufrir un ataque de pánico y ahora sí tendría un muerto en su casa, ¡Noor!

-¿Puedo dormir aquí? – Preguntó la chica con un aire de timidez – No quiero regresar a mi habitación.

-No te preocupes – Suspiró el hombre – No tendrás que regresar allá, y si lo prefieres, puedo dejar la luz encendida de la habitación para que duermas más tranquila – Exclamó acomodándose junto a Noor y mirándola a los ojos.

-¡Gracias! – Susurró la joven y acarició el rostro del hombre – La luz encendida estará bien, aunque sea sólo la de la lámpara de la mesa de noche.

Terrence asintió, apagó las luces, dejando encendida únicamente la lámpara que estaba sobre el buró. Noor se mordió el labio y pegó su cuerpo al de Terrence y suspiró. Su aroma masculino la envolvió, así como la tibieza de su piel. Terrence se recostó a medias sobre el colchón y continuó mirándola. Su dedo índice recorrió con suavidad su delicado rostro. Por un momento le había parecido una chiquilla asustada, pero hora que la observaba bien, Noor no era una niña.

-¿En serio tienes veintitrés años? – Exclamó Terrence y sonrió de forma traviesa.

-¡Claro que los tengo! – Protestó Noor – Puedo mostrarte mi identificación. ¿Qué te hace dudar?

-¡Es que a veces te comportas como una niña! – Suspiró Terrence deteniendo su dedo pulgar sobre los labios de Noor – Incluso lo pareces. Pero a veces veo todo lo contrario, una mujer hermosa, sensual, segura y un poco perversa. Una chica que, si me descuido, podría llevarme a la perdición.

Noor lanzó una carcajada, pero se calló al ver el ceño fruncido del hombre y se puso colorada.

-No quería reírme – Se disculpó Noor – Lo lamento.

-Igual sólo digo estupideces – Murmuró Terrence sujetando la barbilla de Noor con sus dedos – Pero debo decirte que me gustas... ¡me gustas demasiado!

-¡Y tú me gustas también! – susurró Noor bajando la mirada pues él le dedicaba una mirada de fuego, poniéndose aún más roja que un tomate - ¡Bésame! – Murmuró ella sin pensarlo - ¡Bésame!

Terrence rió y negó con la cabeza antes de contestarle.

-No, no creas que te voy a besar. Aunque necesitas desesperadamente que te besen. Eso es lo que te pasa. Tendrían que besarte a menudo, y alguien que sepa hacerlo.

Noor rió una vez más, ¡esa frase! Las palabras de Rhett Butler a Scarlett O'Hara en 'Lo que el viento se llevó'. Conocía cada frase de la película y del libro.

-¿Te gusta Lo que el viento se llevó? – Preguntó Noor mientras comenzaba a acariciar el amplio pecho de Terrence.

-No es de mis favoritos, ¡pero a Lottie le encanta! Así que lo leí un par de veces... ¡y esa frase quedó en mi memoria!

-Yo adoro el libro – Sonrió Noor – Mi abuela me regaló su viejo libro cuando yo era una niña y desde entonces lo cargo a todos lados.

-Deberías llevarlo a restaurar - Comentó Terrence – Tengo un conocido que podría hacerlo y no le tomará mucho tiempo, si quieres después podamos visitarlo.

Noor asintió y rió entusiasmada. Sus delgados dedos acariciaron el rostro de Terrence, quién no dejaba de mirarla con pasión. El hombre se inclinó hacia ella y la besó de manera lenta, pero ardiente. Las manos del hombre se deslizaron con suavidad por su trasero, hasta sus piernas, volviendo a subir lentamente. Noor se aferró a su cuello y trató de corresponderle. Los besos de Terrence eran impetuosos y tórridos; ella jamás había recibido besos como aquellos y rápidamente se perdió en el ardor de la pasión que comenzó a despertarse en ella.

La lengua de Noor se unió a la de Terrence, se acariciaron y danzaron a la par en ese beso larguísimo que parecía no tener fin. Ella acariciaba su pecho, llenándose con su calor, con la dureza de sus músculos y él no dejaba de acariciarla, aumentando el deseo en ella.

Terrence se separó un instante y la miró. Noor suspiró y en silencio le pidió otro beso. Él le sonrió y volvió a besarla con la misma intensidad. El hombre se daba cuenta que ella aún era un poco torpe e inocente en las cuestiones sexuales y quizá debería detenerse, no tenía la suficiente experiencia como para tomarla en ese momento.

Noor sintió que Terrence trataba de apartarse y se aferró completamente a él para impedírselo, profundizó el beso y le exigió más. Sin separar sus labios de los de él, se incorporó a medias sobre el colchón, colocándose a horcajadas sobre Terrence, frotando sus pechos contra los pectorales del hombre y moviendo se pelvis contra el duro sexo masculino.

Los besos se volvieron más ardientes, urgentes y desesperados. Las manos de Terrence estrujaban la carne de Noor, apretaban sus nalgas y de vez en cuando, sus dedos acariciaban el sexo húmedo de la joven por encima de la tela de sus bragas. Noor se separó un poco de él y sus manos bajaron velozmente el escote de su camisón, revelando sus senos y sus pezones hinchados, deseando, suplicando por que los labios carnosos de Terry también los llenaran de besos.

Él miró sus pechos, los acarició y apretó delicadamente las rosadas areolas, Noor gimió y continuó frotando su pelvis contra la de Terrence quién lamió sus labios antes de tomar uno de los senos de Noor con su boca y succionar suavemente. La espalda de la joven se arqueó cuando los dientes de Terrence apretaron su pecho y gimió fuertemente. El hombre la soltó y murmuró.

- Bésame – Gimió él - ¡Bésame otra vez! Y vuélveme a besar – Susurró atrayéndola para unir sus labios a los de Noor.

Noor lo besó con brío e ímpetu, saboreando la boca del hombre, jugueteando con su lengua y rozando su cuerpo contra el de Terry. Se había desatado una tormenta de pasión entre ambos, ella había olvidado sus miedos, el fantasma del tío Worsley o el porqué estaba en la cama de Terrence, ¡ni siquiera recordaba su vida pasada! Sólo le importaba estar con él, llenándose de él y entregándose a ese hombre que despertaba en ella la lujuria y el deseo más oscuro y primitivo.

Lentamente, la chica se apartó de la boca del hombre y comenzó a besar su pecho, lamiendo de vez en cuando los pezones masculinos y mordiéndolos. Él gruñía y lanzaba roncos gemidos que era como música en los oídos de la chica. Continuó con sus caricias y sus besos, descendió hasta su abdomen, lo besó, lo lamió y lo mordió. Terrence había cerrado los ojos y disfrutó de los besos y las caricias de Noor, se daba cuenta que la chica se había liberado un poco y era un poco más atrevida ahora.

Las manos de Noor se detuvieron en la cinturilla de los pantaloncillos de Terrence, sus dedos rozaron la tela, levantando la mirada y sonriéndole al hombre. Él se mordió los labios y la tomó del brazo para que se acercara una vez más a su rostro y volviera a besarlo. Fue un beso largo, como los anteriores, hasta que él la apartó, sentándola sobre su abdomen. Noor le dedicó una mirada lánguida, sonrió y se quitó el camisón, lanzándolo al piso, él se acomodó sobre el colchón y asaltó los senos de Noor, llenándolos de besos, lamiéndolos con deleite y repartiendo suaves y no tan suaves mordidas sobre estos.

Noor arqueaba la espalda, gemía y jadeaba cada vez más excitada, mientras su necesidad de él aumentaba considerablemente. De pronto, Terrence la tomó por la cintura y la recostó sobre la cama, colocándose sobre ella y besándola por enésima vez. Noor acarició su cabeza y su amplia espalda, arrastrando las uñas sobre sus músculos tensos y sudorosos.

-¡Terry! – Gimió la chica.

Él gruñó por respuesta y continuó besándola en la boca por varios minutos. Descendió luego por la barbilla y el cuello de la chica para volver a deleitarse con sus senos hinchados por tanto besos. Noor respiraba con dificultad, gemía y se retorcía ante el roce de los labios de Terrence y de su incipiente barba sobre su piel, que cada vez era más sensible.

-¡Oh Terry! – Jadeó Noor cuando él tiró de sus bragas y las lanzó al piso.

-Detesto que me llamen Terry – Murmuró él depositando un par de besos sobre el bajo vientre de la chica – Pero en tu voz y adornado con tus gemidos se escucha mejor.

Noor se rió y arqueó la espalda cuando Terrence abrió sus piernas y tocó su clítoris con la punta de su lengua. Ella gimió y se estremeció ante la descarga que recorrió su cuerpo, la lengua de Terrence recorrió su sexo mojado y su boca comenzó a succionar. Ella dejó escapar un grito ante lo intenso de sus emociones y comenzó a acariciarse los senos, apretándolos y pasando sus palmas sobre sus pezones.

Terrence no dejaba de lamer lentamente el sexo de Noor, recorriéndolo completamente, o bien, su boca succionaba velozmente la intimidad de la joven, al tiempo que su lengua trazaba círculos concéntricos sobre el clítoris de Noor quién no paraba de gritar, gemir y retorcerse ante ese roce.

Noor estaba perdida en ese éxtasis, sus manos tocaban su cuerpo o los hombros y la cabeza de Terrence, y gemía descontroladamente. ¡En verdad eso era nuevo para ella! Que jamás había recibido sexo oral, ni tantos besos y caricias para despertar su fuego interno. Terrence se estaba dando su tiempo para que ella disfrutara y ¡vaya que lo estaba haciendo! Su cuerpo poco a poco se acercaba a su límite y de un momento a otro podría colapsar.

Terrence levantó la vista, Noor estaba perdida en el placer y verla así lo excitaba aún más. Las manos del hombre la tomaron por las nalgas y levantó la pelvis de la chica para continuar estimulándola con la lengua, penetrándola, lamiendo y succionando sus labios con su boca. Del sexo de la chica, la humedad manaba cual torrente, mezclándose con su saliva y desbordándose por la comisura de sus labios. Sintió el leve temblor del cuerpo de Noor y la contracción de su vientre, sabía que el orgasmo se avecinaba.

La chica comenzó a temblar, primero fue algo ligero y después, todo se descontroló, ella gimió, jadeó y gritó ante esas oleadas de placer que la golpearon, su cuerpo tembló descontroladamente y sus manos se aferraron a las sábanas.

Terrence se levantó lentamente y la besó con pasión, Noor actuaba como una autómata, movida únicamente por el deseo. Todo aquello había sido sublime y ¿ahora? No sabía que esperar. Él siguió besándola, tocándola para despertar una vez más el deseo en Noor. Terrence se desnudó a prisa y buscó un preservativo en el cajón de su buró para colocárselo rápidamente.

Noor lo contemplaba extasiada sin perder ninguno de sus movimientos, ¡él era perfecto! Una deliciosa combinación de personalidades; rudo, tierno, apasionado y delicado. Ella extendió sus brazos, haciéndole una invitación. Terrence se mordió los labios y se colocó sobre Noor, acariciándole las piernas y acomodándolas en su cadera mientras la besaba de manera salvaje y profunda. Noor tembló cuando el sexo de Terrence rozó su vientre y se estremeció al darse cuenta de lo que estaba por venir y ¡lo deseaba! Quería sentirlo dentro, llenándola y llevándola hasta la cima del placer.

-¡Hazme tuya! – Gimió Noor mordiendo el lóbulo de la oreja del hombre.

-Ya eres mía – Jadeó él besándola con pasión abrumadora.

Terry la tomó por las caderas y lentamente la penetró, sin apartar sus ojos de los de ella. Noor gimió y también lo miró. ¿Qué tenía ese hombre de especial? Se preguntó la chica... ¡todo en él era especial! Además de que era un completo misterio y ¡a Noor le encantaban los misterios! Siendo de naturaleza curiosa, decidió desvelar lo que se ocultaba detrás de esa mirada triste de Terrence y el porqué su forma tan malhumorada de ser.

Terrence se perdió en los hermosos ojos esmeralda de Noor, sentía fascinación por esa mujer, desde el momento en que la vio en el café, quedó prendado de ella, le atrajo demasiado y no precisamente de manera sexual. La inocencia de Noor, su manera de ser tan espontánea y su insistencia en conocerlo vinieron a romper el equilibrio, o más bien dicho, a terminar con la monotonía de su vida que, no era perfecta como él pensaba, pero al menos tenía tranquilidad y Noor carecía de toda tranquilidad, era una especie de remolino sensual y travieso.

El hombre suspiró y se apoyó en las palmas de sus manos para comenzar a embestir. La espalda de Noor se arqueó al recibirlo y se movió junto con él, balanceándose con suavidad. Terrence besó su cuello, succionó su blanca piel y la mordió un par de veces. Las manos de Noor se deslizaron sobre los fuertes brazos del hombre, apretándolos de vez en cuando mientras gemía una y otra vez.

Los labios de la chica buscaron los de él para devorar su boca con desesperación y lujuria. Hubo un choque de lenguas, Noor mordió los labios de Terrence que se quejó por un instante, pero continuó penetrándola, aumentando el ritmo de sus acometidas.

Noor volvió a perderse en el delirio de la pasión, sucumbiendo a los encantos de ese hombre, a su manera intensa y maravillosa de hacer el amor. Él se entregaba y ella sólo podía corresponderle, entregándose a él, dejándose arrastrar por el remolino del deseo que lentamente la engullía, haciéndola perder la poca razón que le quedaba.

Terrence la apretó a su pelvis y continuó con sus acometidas, Noor era salvaje y muy apasionada a la hora de hacer el amor, aunque sabía que la chica estaba sorprendida al descubrir esas cualidades que hasta el momento nadie había podido sacar a relucir. Ella le gustaba y por un instante creyó amarla. Y así como Noor, él también vio pasar delante de sus ojos la película de su vida junto a esa mujer, la cual tenía un final muy feliz.

El violento vaivén de los amantes tomó un ritmo más suave y acompasado, volvieron a besarse con desenfreno, explorando sus bocas con la lengua, saboreándose y llenándose de caricias. El cuerpo de Terrence se tensó, mientras que Noor dejaba escapar un gemido largo y profundo, las piernas de la mujer se enredaron con fuerza en la cadera del hombre y sus uñas se clavaron en su espalda, obligándolo a tomar su ritmo frenético y salvaje.

Terrence continuó sus idas y venidas hasta que todo se desvaneció a su alrededor, el tiempo y el espacio no existieron para ambos. Él lanzó un ronco gemido ante la llegada del orgasmo y Noor lo siguió enseguida, aferrándose a él y mordiéndole el hombro derecho. Terrence cayó exhausto sobre Noor, ella sonrió y lo abrazó casi sin fuerzas, acariciándole el cabello y besando su frente perlada de sudor.

-¿Ya no tienes miedo? – Murmuró Terry entre jadeos y acomodándose sobre las almohadas.

Noor se hizo un ovillo entre los brazos de Terrence y negó con la cabeza.

-No, ya no – Suspiró – En tus brazos me siento segura... ¡se siente tan bien!

-Mientras esté conmigo, no permitiré que nada malo te pase – Exclamó el hombre y la tomó entre sus brazos para besarla de nuevo.

= = = = = =

¡Este capítulo sí que estuvo intenso! Primero Noor moría de miedo y después sucumbió ante los encantos de Terrence Worsley. ¡Creo que me hubiera pasado lo mismo! ¿Y a ustedes?
Terrence también deseaba a la chica y bueno, simplemente las cosas se dieron. Y aunque él sea todo un ogro, Noor se siente inmensamente atraída por él. ¡Ya me huele a amor!
¿Qué les pareció el capítulo? Como siempre, no olviden dejar sus comentarios y muchas gracias por leer y apoyar esta historia.
Maria Decapitated

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