PARTE 35 - TRÁGICAS NOTICIAS
-¿Vas a dejarme pasar o no? – preguntó Wilma esperando a que Terrence se quitara de la entrada y le cediera el paso, pero el hombre no se movió - ¡Terrence! – gritó la mujer - ¿Estás sordo?
Worsley continuó con la mirada clavada en Wilma. La sonrisa y las muecas de su rostro le daban muy mala espina y no deseaba dejarla entrar en su casa. Pero también tenía curiosidad por saber que era lo que esa loca pensaba comunicarle.
-¡Te estoy hablando! – gritó de nuevo - ¿Me dejarás pasar o no?
-Lo siento – respondió el hombre y se hizo a un lado para dejarla pasar - ¿Qué es lo que quieres?
-¡Eres un grosero! – se quejó Wilma y dio tres zancadas para dejarse caer en uno de los sofás de la sala –¿Acaso no vas a preguntarme cómo me encuentro? ¿Qué no te da gusto verme? ¡Hemos estado separados por varios meses! – gimió - ¿No me extrañaste un poco? Porque yo te extrañé mucho, ¡no sabes cuánto! – murmuró y cruzó la pierna.
-Deberías ahorrarte todas esas preguntas – respondió Worsley mientras pasaba su mano por la cabeza – Mi respuesta para todas tus interrogantes sería un NO. – exclamó – Que te quede claro que no quiero saber nada de ti y que nuestra relación, si es que la hubo, ya terminó. – dijo el hombre y se dejó caer en el sillón frente a Wilma – Como sabes, conocí a una mujer maravillosa y estoy enamorado de ella. – murmuró y en su rostro se dibujó una sonrisa – Lo que hubo entre tú y yo para mí es cosa del pasado, ahora mi mundo gira en torno a Noor, la mujer que amo.
-¡Eres un ridículo! – se río la mujer - ¡Pereces un adolescente enamorado! – dijo y lanzó una carcajada - ¡Mírate! Ya no te queda el papel de galán, tus mejores años han pasado, ya estás en decadencia, Terrence. – exclamó Wilma – Compórtate como un hombre de tu edad.
-Si has venido aquí sólo para criticarme y burlarte de mí, será mejor que te vayas de mi casa y me dejes en paz. – exclamó Terrence y se puso de pie - ¡Fuera de aquí, Wilma! – dijo y se dirigió a la puerta, pero la mujer no se movió de su sitio.
-¡Olvídalo, Terry Boo! – respondió Wilma – Yo no me moveré de aquí hasta que hablemos, ¿entendiste?
-¡No vuelvas a llamarme así, Wilma! – dijo el hombre con seriedad - ¿Quién eres tú para llamarme de esa forma tan privada?
-¿Qué no te dice así tu niña? – se burló la mujer.
-¡Ya basta! – gritó Terrence – Habla de una buena vez, ¿a qué has venido?
Terrence volvió a tomar asiento frente a la mujer. La sola presencia de Wilma lo sacaba de sus casillas, esa tipa era una molestia total. Lo único que él deseaba era que ella comenzara a hablar y dijera todo lo que tenía que decir para poder ponerla de patitas en la calle y sacarla de su vida para siempre. Sin embargo, Wilma sólo lo observaba, con una enorme sonrisa dibujada en sus labios, parecía una loca con esa expresión en su rostro.
-¡Anda! – Gritó el hombre - ¡Qué no tengo todo el día!
-¡Qué amargado! – Murmuró Wilma acomodándose sobre el sillón – Cuando te enteres de lo que voy a decirte, ¡vas a saltar de la emoción!
-Si no empiezas a hablar, ¡jamás vas a terminar! – Exclamó un impaciente Worsley - ¡Dilo de una vez! Pero algo me dice que tú sólo eres un ave de mal agüero.
-¡Definitivamente eres un caso perdido! – Sonrió Wilma sin perder la calma – Pero ya te suavizarás – Exclamó ella, levantándose.
Lentamente, Wilma se acercó a Terrence para sentarse a su lado y tomarlo de las manos mientras lo miraba fijamente a los ojos. Terrence bufó fastidiado de tanto teatro y se soltó violentamente dedicándole una mirada gélida, haciendo lo posible por apartarse de ella.
-¡No voy a comerte, mon amour! – Dijo la mujer sin borrar su sonrisa - ¡Alégrate! Porque son maravillosas noticias – Suspiró - ¡Estoy embarazada, Terry! – Gimió mientras se arrojaba a sus brazos - ¿No te da gusto?
Terrence se quedó sin habla, inmóvil, mirando con los ojos bien abiertos y una gran expresión de confusión a la mujer que se encontraba delante de él. ¿Había escuchado bien? ¿Wilma embarazada? ¿De él? ¡No, no! Eso no podía ser cierto, seguramente se trataba de una broma de mal gusto por parte de ella. Wilma mentía, lo decía sólo para fastidiarlo, como ya se había vuelto costumbre. ¡Esa mujer estaba loca! Pero si creía que él caería en esa mentira, ¡estaba muy equivocada!
-¡Claro que no me da gusto! – Gritó Terrence levantándose como impulsado por un resorte – Eso que dices es una gran mentira, Wilma – Bufó y se llevó las manos a la cabeza – Sólo son palabras de una mujer desesperada por conseguir atención... ¡pero no soy tan imbécil! No te creo – Exclamó girándose para mirarla.
-¿Cómo te atreves a tacharme de mentirosa? – Preguntó la mujer lanzándole una mirada de desprecio - ¡Yo no miento! Lo que te digo es la verdad – Murmuró arrojando un sobre en el rostro de Terrence – Compruébalo tú mismo... y si no me crees, ¡acompáñame al médico para que te saque de dudas!
Terrence tomó el sobre y lo abrió precipitadamente para leer el contenido. El papel no mentía, ¡Wilma estaba embarazada! Terry bufó y se llevó las manos al rostro, tratando de no recordar eso detalles, sin embargo...
-¡No puede ser! – Dijo el hombre con algo de temblor en su voz - ¡Me cuidé! Siempre me cuido y...
-¡Eso puede fallar, Terry! – Gruñó Wilma – Tener un hijo no estaba ente mis planes y...
-¡TAMPOCO EN LOS MÍOS! – Gritó el hombre, interrumpiéndola – Pero me haré cargo de ese niño – Suspiró, tratando de mantenerse sereno – Pero no esperes matrimonio ni nada de eso, porque yo...
-¡CLARO QUE VAS A CASARTE CONMIGO! – Ahora fue Wilma quién gritó – No me voy a quedar así cómo así...
-¡Ay, por favor! – La interrumpió el hombre – Ahora, ¿quién es la ridícula? No te queda el papel de novia virgen deshonrada, ¡ya no estamos en el Medievo, Wilma! – Gruñó Terrence mirándola con los ojos entrecerrados – Puedo hacerme cargo del niño o de la niña cuando nazca, darle mi apellido, ayudarte con su educación y todo eso...
-No, no, no – Murmuró ella con desesperación – Tienes que casarte conmigo porque...
-No puedo casarme contigo, Wilma – Exclamó Terrence – No te amo, no me gustaría pasar el resto de mi vida con alguien como tú. Ni tú ni yo nos lo merecemos... yo no te amo, tú no me amas, ¡me lo dejaste en claro muchas veces! – Murmuró - ¿Para qué estar juntos si entre tú y yo no hay armonía? No hay nada, ¡ni siquiera una amistad!
Wilma le dedicó una mirada de odio, se lanzó contra él y comenzó a golpearlo en el pecho, gritando y chillando. Terrence la miró extrañado por su comportamiento y la sujetó con fuerza por las muñecas.
-¡Tranquila Wilma! – exclamó el hombre - ¡Piénsalo bien! – murmuró – No sería justo ni para ti, ni para mí, ¡ni para ese bebé!
-Te tienes que casar conmigo, Terrence – gritó la mujer - ¡Y lo vas a hacer! – exclamó llena de odio – De lo contario tu niñita va a sufrir las consecuencias...
-¡A Noor no la metas en esto! – la interrumpió el hombre y dijo exaltado – Esto es asunto de nosotros dos, de nadie más.
-Es asunto de ella también – murmuró Wilma – Va a llorar mucho cuando tengas que terminar con ella.
-¡No voy a romper con Noor! – gritó Terrence – Estás loca si crees que voy a hacerlo, ella es mi novia. – dijo con seriedad – Tenemos planes y los llevaremos a cabo, tu no vas a interponerte en ellos.
-¡Claro que sí! – respondió con un grito - ¡Te vas a casar conmigo, quieras o no!
-¡Ya basta Wilma! – dijo Terrence pero ella lo interrumpió.
-¡Ya basta tú, Terry! – exclamó Wilma – Vas a hacer lo que yo diga.
-¿O si no qué, Wilma? – preguntó Terrence.
-Vas a atenerte a las consecuencias – dijo Wilma poniéndose de pie y caminando rumbo a la puerta.
-¡A mí no me amenazas! – gritó el hombre caminando detrás de ella y sujetándola del brazo derecho para detenerla.
-¡Eso ya lo veremos! – dijo la castaña de manera burlona y soltándose del agarre del hombre - ¡Adiós, Terrence! – murmuró – Regresaré muy pronto para planear nuestra boda. – exclamó y salió de la casa sin esperar respuesta.
Terrence suspiró y se recargó en la pared frotándose la frente. Podía esperar todo de Wilma, ella era de armas tomar y no aceptaba un No por respuesta. Tenía que encontrar la forma de hacerla recapacitar y liberarse de ella. ¡Él no iba a ceder a sus caprichos! Con Noor ya tenía planes y no iba a cambiar nada por culpa de esa loca.
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Wilma entró en su casa y lanzó todas sus cosas a un rincón mientras se dejaba caer sobre el sillón, suspirando antes de lanzar una sonora carcajada. ¡Estaba muy feliz y satisfecha de su fechoría! En su mente aún estaba la cara de sorpresa y susto de Terrence, ¡eso era algo épico! Jamás lo olvidaría, el muy idiota iba a ceder de alguna manera y terminaría casándose con ella, sólo para hacerle la vida miserable a él y a la estúpida rubia de la que se había enamorado.
La mujer se incorporó, sentándose derecha y mirándose las uñas de las manos. El casarse con Worsley le daría prestigio, ya que su padre lo consideraba un excelente partido para ella, además que eso significaba que ella por fin tendría acceso absoluto a los negocios de su padre. Ella no amaba a Terrence, Worsley sólo era un pasaporte a la riqueza.
Wilma se puso seria unos momentos, aún estaba el estorbo que estaba creciendo dentro de ella, ¡el hijo de Conrad! ¿Cómo se le había ocurrido involucrarse con ese... ¡negro!? Se desharía del bebé de alguna forma u otra una vez que naciera, no le convenía que Terrence lo viera, ella se encargaría de que él jamás lo viera. Le diría que nació muerto o algo por el estilo. Después buscaría la manera de retenerlo a su lado.
-¡No quiero que sea feliz! – Murmuró Wilma – Mucho menos con esa niñata, la tal Noor – Bufó - ¡Dios! Cómo la detesto, es molesta y tonta. ¡Pero más tonto es el imbécil de Terrence! – Gruñó – Esa chica sólo es un estorbo, a pesar de todo, antes de que ella apareciera, Terrence acudía siempre a mí y ¡ahora me detesta! – Exclamó – Así que primero está mi felicidad, está encima de todos ellos y si sufren, no me importará, porque yo ya logré mi cometido – Dijo lanzando una fuerte carcajada.
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Walter llamó a la puerta del departamento de Terry. El hombre estaba un poco preocupado ya que Terrence lo llamó y sonaba bastante angustiado. ¿Malas noticias? Eso era lo que quería saber, hacía un par de días que su cuñado había regresado de sus vacaciones en Nueva York y estaba feliz, radiante y muy enamorado. Esperaba que sólo se tratara de un asunto del trabajo que lo preocupara y no fuera nada de gravedad. Walter esperó un tanto impaciente hasta que la puerta se abrió y fue recibido por el rostro ceñudo y malhumorado de Worsley.
-Hola Terry – Saludó Walter - ¿Cómo estás? – Preguntó al tiempo que Terrence se hacía a un lado para dejarlo entrar.
-Estoy mal – Murmuró Terrence cerrando la puerta.
-¿Qué pasó? – Exclamó Walt - ¿Peleaste con Noor? ¿Siguen con lo del vídeo del baile erótico?
-No, no – Dijo Terry sacudiendo la cabeza – No se trata de eso, son cosas peores – Comentó – Pero vamos a sentarnos, ¿te sirvo una cerveza?
-Claro que si, ¡gracias! – Respondió el hombre y se sentó en uno de los sillones.
Terry caminó hasta la cocina, abrió la puerta del frigorífico para sacar dos latas de cervezas, vació un par de bolsas de papas fritas en un tazón y regresó a la sala, colocándolo todo sobre la mesa de centro. Entregó una cerveza a su cuñado y se sentó frente a él, mirándolo con preocupación.
-¿Y bien? – Preguntó Walter después de un rato de silencio - ¿Qué es lo que sucede?
Worsley dejó su cerveza sobre la mesa, lanzó un hondo suspiro y pasó las manos por su cabello.
-Wilma... ¡ella es el problema! – Bufó.
-¿Y ahora que quiere esa loca? – Preguntó Walter.
-¡Agárrate carnal! – Dijo el rubio - ¡Está embarazada!
Walter no podía dar crédito a lo que sus oídos escuchaban. ¿Wilma embarazada? Con toda seguridad no era hijo de Terry, podía haber sido de cualquier otro hombre, ¡pero no de Terrence! Su cuñado era muy precavido.
-¿Estás seguro que el hijo es tuyo? – Exclamó el hombre con sorpresa.
-¡No lo sé! – Bufó Worsley – Ella y yo tuvimos sexo la noche anterior de su partida a Sudáfrica. ¡Yo me cuide! – Añadió de inmediato.
-Y ella también se cuidaba, ¿no es así? – Murmuró Walter – Tú me comentaste que un hijo no estaba entre sus planes.
-Exacto – Comentó Terrence – Wilma y yo lo teníamos muy claro, los hijos sólo vendrían a alterar nuestros planes. Ella por su carrera y trabajo no podía hacerse cargo de un hijo y yo por toda esta mierda que he pasado no me siento apto para ser padre.
-Entonces, sí está embarazada, ¡ese hijo no puede ser tuyo! – Exclamó Walter – No debes preocuparte. Deberías hacer una prueba de ADN y asegurarte de que en verdad ese niño es tuyo.
-Mira, de todas maneras, si es hijo mío, ¡no pienso casarme con ella! – Dijo Terry – Noor y yo tenemos muchos planes en ciernes, no voy a cambiar nada por un embarazo no planeado. Todo seguirá como antes.
-¿Y estás seguro que Wilma aceptará esas condiciones? – Pregunto Walter mientras metía una papa frita a su boca.
-Wilma quiere que me case con ella – Exclamó Terrence – Pero está loca si cree que yo aceptaré.
-Creo que no debes preocuparte, cuñado – Comentó Walt – Si ya tomaste una decisión, nada debe afectar, sólo habla con Noor de esa situación y lleguen a un acuerdo, ¡yo que sé! – Sonrió levantándose y poniendo la mano sobre el hombro de Terrence – Noor sabrá comprender y te apoyará. Pienso que Wilma no supone una amenaza para tu relación con la rubia. ¡Mantén la calma! Aunque, ¿cómo crees que lo tome Lottie?
-Le va a caer como balde de agua helada, tal como me sucedió a mí. – respondió Terrence y suspiró – Ya estoy imaginando su reacción.
-Ella se va a poner como loca – murmuró Walter – Lottie es capaz de exigirle a Wilma las pruebas de ADN y deshacerse de ese niño.
-No es para tanto – respondió Terrence – Quizá se ponga histérica por un rato, pero Lottie entenderá y me aconsejará. – dijo el hombre – Mañana hablaré con ella, pero primero quería hacerlo contigo, no te alteras como mi hermana.
-De cualquier forma, ten cuidado con Wilma y si ves algún problema, no dudes en comentarlo. Sabes que cuentas conmigo y con mi familia. – exclamó Walter y sonrió.
Terrence colocó su mano sobre la mano de Walter y la apretó con firmeza. Él tenía razón, Wilma no sería un obstáculo para que él continuara con los planes que había trazado al lado de Noor.
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Noor se quitó las zapatillas y las guardó en una hermosa bolsa color de rosa que Terrence le había comprado unos días antes de su partida. La chica lanzó un suspiró y se puso de pie de un salto al escuchar la voz del director del ballet. Esa tarde darían a conocer el nombre del ballet que representarían en el mes de febrero y marzo, así como el rol de cada miembro del ballet dentro de la puesta en escena.
-Apresúrate, Noor. – exclamó Evangeline y la tomó de la mano - ¿No estás nerviosa?
-No, me siento tranquila. – respondió la chica – No espero un papel principal esta vez. – sonrió – Creo que es momento de que elijan a otra bailarina para asumir el rol principal.
-Yo si estoy nerviosa – murmuró su amiga – Escuché rumores de que vendrá un coreógrafo ruso que es muy exigente. – dijo Eve – Dicen que si te equivocas, te golpea los muslos o las pantorrillas con una vara que siempre lleva entre sus manos.
Noor se echó a reír, ella también había escuchado esos rumores. Pero la chica no creía que el maestro ruso fuera así de malvado, tal y como lo pintaban los demás. Estaba segura de que sería una persona exigente y muy perfeccionista, ¡pero no un golpeador!
-Acérquense chicos – dijo el director del ballet – Como todos saben, durante los meses de febrero y marzo estaremos presentando una nueva obra y esta vez toca el turno de "La Bella Durmiente". – exclamó el maestro – El papel de Aurora será interpretado por la bailarina rusa Svetlana Vólkova que se reunirá con nosotros el día de mañana. – murmuró y continuó presentando cada uno de los personajes hasta que llegó el turno de Noor y su amiga Evangeline – Como saben, en el tercer y último acto aparecen personajes de distintos cuentos de hadas. Alan será quién interprete al Gato con Botas y Noor será la Gata Blanca, mientras que Evangeline y Sergey serán Caperucita y el Lobo, respectivamente. – dijo el hombre y después de dar más detalles respecto al nuevo performance, se retiró del lugar.
Noor estaba contenta con su personaje, ¡le encantaban los gatos! Giró el rostro y miró a Evangeline, su amiga irradiaba felicidad.
-¿Estás contenta? – preguntó Noor a Evangeline mientras salían del teatro.
-Estoy feliz y conforme con mi papel. – dijo la chica – Pero dime, ¿tú cómo estás? – exclamó la morena – Ya no pudimos vernos después, tenías galán de planta.
-Estoy bien – respondió Noor – Un poco decaída, echo de menos a Terrence. – suspiró – Pero nos veremos pronto, él regresará a Estados Unidos a trabajar y yo me iré con él a California, ¡viviremos en Los Ángeles!
-¿En serio? – preguntó su amiga emocionada - ¿A qué se dedica él?
-¿No lo recuerdas? – exclamó Noor – Es director, productor y guionista, pero estará en Los Ángeles para dirigir una película.
-¡Es verdad, ya lo recuerdo! – Sonrió con malicia – Y también me acuerdo del vídeo donde tú...
-¡Ay, ya basta! – Exclamó Noor con grandes carcajadas - ¿Por qué hasta ahora lo sacas a relucir? – Preguntó empujándola suavemente.
-¡No lo sé! – rió Evangeline – Sabes que en ocasiones soy muy distraída – Pero el punto es que, ¿dejarás el ballet? – Preguntó con curiosidad.
-Es muy posible – Suspiró la rubia – Después de que él termine de grabar la película, regresará a Londres y lógicamente yo me iré con él – Sonrió – Buscaré trabajo en Inglaterra y quizá audicione para formar parte del Royal Ballet – Dijo tomando la mano de su amiga – Son muchos los planes que tengo con Terrence y en uno de esos planes, está el casarnos y tener bebés...
-¿En serio? – Gritó Evangeline - ¡Qué hermoso! Me alegro mucho por ti y te deseo lo mejor junto a tu Terrence – sonrió la muchacha antes de abrazarla - ¿Vamos por un churro y chocolate para celebrar? Tengo hambre.
-¡Por supuesto! – Murmuró Noor mientras tomaba la mano de su amiga para cruzar la calle.
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Como podrán darse cuenta, Wilma es una arpía maldita desgraciada méndiga que está dispuesta a todo con tal de joder la vida de dos personas que jamás le han hecho daño alguno. Ojalá Terrence pueda mantener esa postura y no dejarse manipular por esa bruja que seguramente planeará algo muy sucio en contra de Terry Boo.
Espero sus comentarios e impresiones sobre este nuevo capítulo. Nos leemos en el siguiente, mil gracias.
Maria Decapitated
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