PARTE 31 - LOVER
-¡Ya debo irme! - Gritó Noor desde el recibidor - Te veré en el teatro, cielo - Murmuró regresando hasta Terrence para besarlo en los labios - ¿Tienes tu entrada? - Preguntó la chica con algo de duda - ¡De todos modos no importa! Sólo das tu nombre y ellos...
-Tengo mi entrada, no te preocupes nena - Sonrió Terrence abrazándola - ¿Estás segura que no quieres que te acompañe? Podría esperar por ahí en algún café.
-¿De qué sirve que me acompañes si no vas a poder estar conmigo? - Respondió ella arrugando la nariz - Pero puedes salir a dar una vuelta por ahí mientras se llega la hora del recital... ¡Dios, estoy tan nerviosa!
-¡Todo estará bien! - Sonrió Terry para calmarla - ¡Lo harás muy bien! Eres una gran bailarina y ha estado practicando mucho en estos días, ¡no hay nada de qué preocuparte!
Noor suspiró y sacudió la cabeza.
-¡Tienes razón! Siempre digo que estoy nerviosa y a la hora de bailar, todo se me olvida y vivo únicamente para la danza - Sonrió y volvió a besarlo.
-Entonces, ¡iré por mi abrigo! Te acompaño al teatro y me voy a dar una vuelta, ¡no pienso quedarme encerrado!
-¡Te amo! - Murmuró la chica y le tendió la mano.
Terry tomó su abrigo y salió con Noor a la calle. Detuvieron un taxi y lo abordaron para dirigirse al teatro. Una vez ahí, Terrence se despidió de Noor, la chica se arrojó a sus brazos y lo besó con intensidad para entrar corriendo al lugar. Terry metió sus manos en el bolsillo y caminó durante un buen trecho para entrar en una cafetería, ordenó algunos bocadillos y tomó su teléfono. Llamaría a Walter, charlaría con él y se pondría al día con su mejor amigo.
-Worsley, creí que ya te había olvidado de mí - Exclamó Walter una vez que respondió la llamada de Terrence - Y eso me ofende bastante, ¿cómo que te olvidaste de...?
-¡Ay ya! No exageres - Dijo Terrence con un gruñido - Ya estás peor que Lottie - Rió - ¿Cómo estás?
-Estamos muy bien - Murmuró Walter - Preparándonos para ir a Bibury en donde celebraremos Navidad, partiremos mañana temprano.
-¿Estarán en Bibury? - Preguntó Terrence con sorpresa - pensé que irían a casa de tus padres...
-Louis no quiere - Bufó Walter - Y su hermano lo apoya, intentamos convencerlos pero es imposible, así que sólo estaremos nosotros cinco, lógicamente en compañía del grandioso Odín y el simpático Woodstock... ¡no los reconocerías!
-¿Qué le han hecho a mis hijos? - Preguntó Terrence lanzando una gran carcajada.
-Walter le robó un mameluco a Terry y con él vistió a tu gato - Murmuró el hombre con grandes carcajadas - Y con un mameluco de su hermano mayor vistió a Woody - Siguió riendo - ¡No se los han querido quitar! Lottie los persiguió por toda la casa para tratar de quitarlos, pero tal parece que les gusta y no sienten tanto frío.
-¡Pobres de mis criaturas! - exclamó Terrence riendo también - Les agradezco mucho que estén cuidando de ellos. ¿Ya no están tristes? - preguntó y lanzó un suspiro, los echaba de menos.
-Se están adaptando a la casa y a los niños - respondió Walter - En un principio no querían comer muy bien y se la pasaban echados frente a la puerta durante horas. - dijo el hombre - Pero ahora Odín duerme en la cuna junto a Terry, el gato lo ayuda a tranquilizarse y nos avisa cuando el pequeño llora porque está sucio. - murmuró Walter - Y Woodstock por su parte, duerme en el cuarto de Louis y Walter, ellos lo sacan a pasar por las mañanas y por las tardes, su madre los acompaña llevando en la carriola a Terry y Odín.
-Creo que los niños van a sentirse muy decepcionados cuando yo vuelva y tenga que llevármelos de regreso a casa. - comentó Terry - Especialmente por el bebé que se ha adaptado al gato y quizá también mis niños sufran un poco con esta nueva separación.
-Lottie y yo lo hemos hablado últimamente - respondió Walt - Creemos que es buena idea llevar a los niños al refugio para que elijan a un gato y a un perro pequeños. - exclamó el cuñado de Terrence - No hay mucho espacio en la casa, pero el espacio es suficiente para que todos vivamos en armonía.
-Los animales se adaptan - murmuró Terrence - Y estoy seguro que no van a tener ningún problema si adoptan un par de peluditos.
-Espero que así sea - respondió Walter - Tú sabes que cuando era niño mi padre jamás me dejó tener una mascota. Él detesta sobre todo a los gatos y yo no quiero hacerle eso a mis hijos. - exclamó - Ellos aman a Odín y un gato sería un compañero perfecto para ellos. - dijo el hombre.
-Y para Lottie también - dijo Terrence - A ella le encantan los mininos.
-¡Lo sé! - exclamó Walt - ¿Y cómo está Noor? ¿Dónde está? ¿Saliste con ella o estás solo? - preguntó.
-En un par de horas será su recital - murmuró Worsley - Yo no quería estar dentro del teatro, así que decidí esperar en un café mientras hablo contigo o quizá escriba un poco en mi libreta de notas, esa que guardo en el bolsillo.
-Grabas un buen video para que nos muestres - dijo su cuñado.
-¡Claro! - exclamó Terry - De cualquier manera, en el sitio oficial del Ballet estarán haciendo una transmisión en vivo del recital.
-Espero no quedarme dormido y poder verlo - murmuró Walt - Debo dejarte, Terrence. - exclamó y Terry pudo escuchar en el fondo la voz de su hermana Lottie que llamaba a gritos a su marido - Pero lo has escuchado, ella me necesita. Me dio mucho gusto saludarte.
-A mi también - exclamó Worsley - Hablamos luego y saluda a todos de mi parte.
-Así será - dijo su cuñado y terminó la llamada.
Terry guardó su teléfono y apuró su café, pagó la cuenta y salió de la cafetería, aún faltaba un rato para que se llegara la hora del recital. Anduvo dado la vuelta por ahí y se detuvo en una tienda de regalos. Entró en la tienda y comenzó a mirar, había montones de cosas que posiblemente le gustarían a Noor, aunque él no estaba muy seguro de adquirirlas todas, sería demasiado. Dejó escapar un suspiro, quizá lo mejor sería regresar a ese sitio con Noor y dejarla que eligiera todo lo que ella deseara. Dio media vuelta y se detuvo en seco al contemplar una graciosa imagen de una ratona vestida de bailarina, Terrence sonrió y de inmediato pidió la figura de felpa, junto a un collar que tenía un dije con forma de sirena y salió de ahí, muy contento con su compra ya que seguramente a Noor le encantaría el regalo.
El hombre caminó a prisa rumbo al teatro, buscando el boleto en su bolsillo. Consultó su reloj de pulsera, faltaban unos veinte minutos para que la obra comenzara y no quería perderse nada ya que desde niño era su favorita; además que estaba esperando ver a su querida Noor como la hermosa Hada de Azúcar.
Terrence tomó su lugar, el teatro presentaba prácticamente un lleno total y la gente esperaba impaciente a que la obra de El Cascanueces empezara. Finalmente, las luces se apagaron y la obra comenzó con una obertura en miniatura igual que la suite. La música creaba el ambiente de cuento de hadas mediante los registros altos de la orquesta. El telón se abrió, mostrando la casa de los Stahlbaum en la víspera de Navidad, donde Clara, su hermano Fritz y sus padres preparan decorando el árbol para la fiesta de esa noche con amigos y familia.
La obra siguió su curso en ese primer acto, Terrence contemplaba maravillado, a pesar de que conocía la obra al derecho y al revés, pero había algo de magia en ese cuento que su madre solía leer a él y a Lottie cuando eran niños. Finalmente dio comienzo el segundo acto en El Reino de los Dulces, en donde Clara, el cascanueces y Drosselmeyer llegan al reino donde los recibe el Hada de azúcar, su caballero y el resto de los dulces. Noor hizo acto de presencia, bailando maravillosamente y con emoción. ¡En verdad parecía otra! Ya no se trataba sólo de la chica, se trataba de una verdadera hada que transmitía su pasión por el baile, logrando que el hombre se emocionara aún más de lo que ya estaba mientras gritaba y aplaudía eufórico.
La obra llegó a su final, todos los espectadores se levantaron de sus asientos para aplaudir a los bailarines que aparecieron una vez que el telón volvió a levantarse y las luces se encendieron. ¡Todo había sido magnífico! Terry abandonó el teatro junto al resto de las personas y caminó por un buen trecho para doblar la esquina y dirigirse a la parte trasera del lugar, por dónde se suponía, debía esperar a Noor.
El hombre esperó por un buen rato, mirando a cada rato su reloj. Noor ya se había tardado más de la cuenta, además no respondía sus llamadas. Terrence ya estaba desesperado y cuando estaba a punto de volver a marcar, la puerta se abrió y un grupo de bailarines salió del teatro.
-¡Terry bebé! - Gritó la voz de Noor.
El hombre se dio la vuelta y apenas pudo reaccionar cuando el proyectil en que Noor se había convertido saltó a sus brazos, aferrándose a su cuello y rodeándole la cintura con las piernas mientras lo besaba de manera intensa y apasionada. Él le correspondió de igual manera, sosteniéndola por el trasero. Se besaron por largo rato hasta que Noor se apartó un poco y lo miró emocionada.
-¿Cómo lo hice? - Preguntó la chica - ¿Te gustó, te gustó? - Gritó al tiempo que lo llenaba de besos.
-¿Qué puedo decirte? - Respondió Terrence - ¿Quieres un análisis completo de la obra?
-¡No sé! - Se rió la chica - Sólo dime si te gustó o no, especialmente mi actuación.
-Me gustó mucho - suspiró el hombre bajándola al piso - ¡Me encantó! Todo estuvo perfecto, ¡especialmente tu actuación! Fue la mejor de todas - Sonrió abiertamente.
-Lo dices sólo para adularme, ¿no es así? - Se carcajeó la chica - ¡Eres un tramposo!
-No, no, no - Murmuró él - Te lo digo de verdad, ¡me ha encantado! Tengo muy bellos recuerdos de esa historia y a veces me pone nostálgico... - Suspiró - Por cierto, te tengo un regalo.
-¿Para mí? - Preguntó Noor mirando la hermosa bolsa que Terrence le entregaba - ¡Ay bebé! No debiste...
-¡Espero te guste! - Exclamó Terry - Es un pequeño detalle para mi ratoncita.
Noor le dedicó una enorme sonrisa y se apresuró a abrir su presente. Comenzó a gritar emocionada y a reír cuando de la bolsa extrajo la figura de la ratoncita bailarina.
-¡Qué monada! - Gritó y se arrojó a los brazos de Terrence - ¡Está hermosa! Me gusta mucho - Gritó y se apartó de él para abrazar con fuerza la muñeca.
-Aún hay más - Murmuró el hombre y señaló la bolsa.
Noor lo miró sorprendida y hurgó en la bolsa, encontrando una pequeña caja, la abrió y descubrió el collar de sirena. La chica volvió a gritar, lanzándose una vez más a los brazos de Terrence.
-¡Eres un dulce! - Murmuró ella acariciándole el rostro - ¡Todo está hermoso! ¡Gracias bebé! - Dijo mientras lo besaba - ¿Me ayudas a ponérmelo? - Preguntó ella dándose la vuelta.
Terrence asintió e hizo lo que ella le pedía; Noor se dio la vuelta y lo abrazó con fuerza, besándolo en el cuello.
-¡Te amo! - Susurró Noor.
-Y yo a ti, dulzura - Sonrió él - ¿Lista para irnos a celebrar?
Noor se echó a reír y volvió a abrazarlo. Terrence la sujetó con firmeza por la cintura y ambos unieron sus labios en un beso dulce.
-¡Pero sólo un rato! - Murmuró Noor - Recuerda que mañana también tendremos otra presentación.
El hombre asintió y la tomó de la mano para caminar juntos y buscar un taxi. Noor le sugirió ir a un club para beber unos tragos y bailar juntos un par de temas. Terrence estuvo de acuerdo y al llegar al lugar, de inmediato pidieron unos tragos y comenzaron a charlar. Se notaba que Noor aún estaba demasiado emocionada, la adrenalina aún corría en sus venas y no paraba de hablar y hablar sobre lo feliz que estaba de ver el teatro lleno, de que al día siguiente tendrían una nueva presentación y de que habían tenido que abrir una fecha más debido a la cantidad de boletos vendidos. Terrence la escuchaba con visible atención, le daba su punto de vista y también compartía su emoción.
Después de charlar un rato y beber un par de tragos, Noor le pidió que bailaran, el DJ acababa de poner un tema lento y romántico. Terrence le tendió la mano y la llevó hasta la pista, sosteniéndola suavemente entre sus brazos. Noor levantó la vista y lo miró, él se veía tan guapo, ¡siempre se veía guapo! A pesar de ese ceño fruncido que lo caracterizaba y de aspecto duro; Terrence era todo lo contrario, sus ojos transmitían sensibilidad, ternura, cariño, ¡Era un hombre dulce y afectuoso! y su trato hacia ella, salvo en una ocasión, siempre fue delicado.
Terrence bajó la mirada para contemplar a Noor, quién estaba embelesada observándola. Él la apretó contra su pecho y la chica recargó su cabeza mientras escuchaba los latidos de su corazón, moviéndose lentamente al ritmo de esa canción. Noor levantó su rostro y los labios de Terry se unieron a los de ella en un beso ardiente que la dejó fuera de combate. Noor se entregó en ese beso y se dio cuenta que con Terrence pasaba lo mismo. Sus labios y sus lenguas se movían al mismo ritmo, exigiendo cada vez más, era un beso salvaje y posesivo.
Terrence dejó la boca de Noor y se inclinó aún más, hundiendo su rostro en el cuello de la chica para besarlo y recorrerlo con su lengua. La muchacha se estremeció, gimiendo y retorciéndose ante el roce de sus labios y su barba crecida. Las manos de Noor acariciaron la cabeza del hombre e instintivamente levantó una pierna y rodeó con esta su cadera para comenzar a rozar su pelvis con la de él. De inmediato, el cuerpo de Terrence reaccionó y dejó escapar un gruñido, apartándose.
Noor se quejó y bufó, se había dado cuenta, Terrence comenzaba a excitarse, sonrió con malicia y le dedicó una mirada de fastidio.
-Creo que debemos irnos, señorita Kavanagh - Murmuró él - Ha sido una noche muy agotadora.
Noor suspiró y cambió la expresión de su rostro. Él tenía razón, debían volver a casa y descansar, la chica asintió y lo tomó de la mano para salir del club y regresar a su departamento.
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Noor se movió sobre la cama, junto a ella, Terrence descansaba, roncando con sonoridad, la chica rió al escucharlo, pero guardó silencio de inmediato al darse cuenta de que Terry roncaba debido a que ella ocupaba casi todo el espacio sobre la cama y que él tenía la cabeza torcida sobre la almohada. La chica se acomodó de nuevo y tiró del hombre para que adoptara una posición correcta y continuara durmiendo. Terry se acomodó, cubriéndose completamente para continuar con su sueño. Noor trató de continuar durmiendo, pero el zumbido del móvil no se lo permitió, molesta lo tomó y miró el mensaje en pantalla.
-¡Dios mío! - Gimió poniéndose de pie - ¡No me acordaba! - Chilló y tropezó con la cama.
Terrence se incorporó de inmediato y la miró, sentada sobre el colchón y masajeando su pie herido.
-¿Te has lastimado? - Preguntó alarmado - ¿Qué te sucedió?
-No es nada - Murmuró Noor - Simplemente me di un golpe leve - Bufó - Mi madre acaba de enviarme un texto, están a un par de horas de aterrizar... ¡no me acordaba!
-Así que debemos irnos ya, ¿no es así? - Murmuró él poniéndose de pie - Será mejor que nos apresuremos o se hará tarde.
Ambos se vistieron a toda prisa y salieron de la casa. En el camino compraron un desayuno ligero y de ahí se dirigieron al aeropuerto para esperar la llegada de los padres de Noor. Entraron corriendo en el lugar que estaba atascado de gente. Faltaban unos minutos y por lo que había dicho la madre de Noor en algunos mensajes, el avión llegaría a tiempo y no presentaba ningún tipo de retraso.
¡Y así fue! Los padres de la chica aparecieron y ella corrió a abrazarlos. Terrence se hizo a un lado para dejarlos a solas y que disfrutaran de ese momento en familia.
-¡Mami! - gritó la chica - ¡Papi! - exclamó y se arrojó a los brazos de su padre.
Los padres de Noor la abrazaron y la llenaron de besos e intercambiaron palabras con ella. La madre de la joven volvió el rostro y sus ojos se encontraron con Terrence, quién no pasó desapercibida la mirada de disgusto que le dedicó la mujer. Terry se hizo el disimulado y guardó sus manos en el bolsillo de su abrigo, encogiéndose de hombros.
-¡Allá está Terry! - Gritó Noor con emoción y orgullo en su voz - Les va a encantar conocerlo, ¡es maravilloso!
-¿Él es Terrence? - Preguntó su padre - ¿El productor Terrence Worsley? - Exclamó el hombre.
-¡Sí, el mismo! - Gritó Noor - Vengan, ¡vamos a que lo conozcan! Les va a encantar.
El padre de Noor sonrió ampliamente y caminó velozmente siguiendo a Noor, mientras su esposa se mantenía recelosa y a la zaga. Terrence sonrió al verlos y saludó con algo de timidez, pues la mirada de la mamá de Noor lo cohibía.
-¡Es un gusto conocerle, señor Worsley! - Exclamó el papá de la chica - Noor nos ha hablado maravillas de usted.
-¡Por favor, dígame Terrence! - Dijo el hombre y correspondió al saludo del señor Kavanagh, quién además, lo estrechó con fuerza, palmeándole la espalda.
-Por fin te conozco en persona, muchacho - Murmuró el hombre - Debo decirte que soy gran admirador de tus trabajos, ¡todos son muy buenos!
-¡Gracias... en verdad! - Dijo Terry un poco turbado.
-¡Ella es mi mamá! - Intervino Noor señalando a su madre.
-Es un gusto conocerla, señora Kavanagh - Murmuró el rubio.
La madre de Noor apenas estrechó la mano de Terrence y esbozó una sonrisa forzada. La señora Kavanagh no simpatizaba con Terrence y Noor, que no pasó desapercibido ese desplante, sabía porque. Una vez que llegaran a casa hablaría con ella para hacerle saber que se equivocaba respecto a Terry.
= = = = =
-¿Por qué te estás comportando así? - preguntó Noor a su madre cuando ambas quedaron solas en la cocina - ¡Terrence es un hombre maravilloso! Deberías darte la oportunidad de conocerlo y no juzgarlo sólo porque es diecisiete años mayor que yo. - exclamó la chica y cruzó los brazos.
-Pero es que es muy mayor para ti, hija. - murmuró su madre - Necesitas alguien más joven, alguien que te comprenda y...
-¡Terrence me comprende, mamá! - respondió Noor - Mucho mejor que otros hombres.
-¡Es qué debes salir con chicos de tu edad! - exclamó la mujer.
-Mamá, algunos chicos de mi edad son muy inmaduros para mí. - dijo la rubia y se llevó las manos a la cabeza - No me gustan, no me agradan sus actitudes. - exclamó la joven - Con Terrence todo es diferente, él me escucha, me entiende, me mima, me ha demostrado que me ama. ¡Te dije que me salvó la vida!
-Lo sé, Noor pero es que... - murmuró su madre pero fue interrumpida por la rubia.
-¡Nada de peros! - respondió Noor - No deberías ser tan dura con él, tienes que darte la oportunidad de tratarlo e intentar conocerlo. ¡A papá le encanta! A Rosemary también, incluso se lleva muy bien con George. ¡Sólo tú no quieres conocerlo! - gritó la muchacha - ¡Eso me duele, mamá! Lo juzgas y no sabes como es.
Noor se dio la vuelta y comenzó a llorar. Su madre estaba siendo muy mala con Terrence sólo porque era mayor que ella. No sabía nada de él y tampoco se estaba dando a la tarea de darle una oportunidad e intentar congeniar con el hombre. No le pedía que se convirtieran en los mejores amigos, sólo que lo conociera y lo tratara de una manera amable y no de la forma grosera en la que se estaba comportando.
La madre de Noor sintió una opresión en el pecho y también sintió un nudo en la garganta. No le gustaba ver a su hija llorando y sufriendo así. Estaba siendo demasiado dura con ese muchacho que al parecer se desvivía por su hija y la trataba de una forma maravillosa. Había estado observando a la pareja cuando se habían sentado al comedor para tomar el almuerzo. Quizá estaba juzgando mal a ese hombre y la diferencia de edad no era un obstáculo para ellos. Al contrario, parecía que esta ayudaba que a existiera una armonía entre la pareja.
-¡Lo siento, hija! - dijo la mujer y se acercó a la joven para abrazarla - ¡Tienes razón! He sido mala con ese muchacho y él no merece que lo trate con desprecio. - murmuró la señora Kavanagh - Ni siquiera lo conozco y él tampoco me conoce. - suspiró - Voy a cambiar mi actitud e intentaré ser más amable con Terrence. - dijo la madre de Noor - No quiero que estés molesta conmigo y que por culpa de mi actitud tengamos conflictos y nos distanciemos. Tampoco quiero ser la causante de problemas entre tu novio y tú. - murmuró - Me daré a la tarea de conocerlo, quizá no lleguemos a ser los mejores amigos, pero si una suegra y un yerno que se llevan bien.
-¡Gracias, mami! - gimió la chica y abrazó a su madre - Sé que él te va a encantar. - dijo Noor con una gran sonrisa - Es un gran fan de Paul Anka.
-¿En serio? - preguntó su madre interesada en conocer más sobre Terry - ¿Hay alguna otra cosa que nos guste a ambos?
-Tiene un gato llamado Odín, que es de la raza Bosque de Noruega.
-¡No me digas! - exclamó su madre - Creo que preparé unas deliciosas galletas de chocolate y algo de té. - murmuró - Necesito tener una muy buena charla con ese muchacho. - dijo la mujer mientras sacaba algunos ingredientes de la alacena.
Noor sonrió, aliviada de que su madre aceptara darle una nueva oportunidad a Terry, sabía que no iba a sentirse decepcionada.
= = = = =
-¡Vamos Noor! - Gritaba Rosemary - Acomoda bien esa guirnalda, ¡todo tiene que quedar bien para mañana!
-¡Pero es que no alcanzo! - Murmuró la chica pegando varios saltos para intentar colocar el adorno en posición.
-Yo me encargo - Dijo Terrence entrando en el comedor y sujetando a Noor por la cintura para acomodarla sobre sus hombros - ¿Quieren que les ayude en algo más? - Murmuró el hombre pasando la engrapadora a la chica.
-¿Puedes acompañarme a comprar unas cosas, hijo? - Preguntó la madre de Noor - Olvidé un par de regalos...
-¡Mamá! - gritó Rosemary y Terrence sólo se rió - ¡No vas a salir nunca de ahí!
-No si sé en dónde comprar - Exclamó la señora - Tengo en mente lo que voy a comprar y sé exactamente a dónde dirigirme.
-¿Quieren que los lleve? - Intervino el señor Kavanagh que bajaba de la escalera pues había terminado de colocar la serie alrededor del árbol de Navidad.
-No será necesario - Exclamó la mujer - Te lo agradezco, pero podemos ir caminando, ustedes terminen de poner la mesa.
-¡Abrígate bien, bebé! - Gimió Noor bajando de los hombros de Terry para besarlo en los labios - Creo que ha comenzado a nevar.
Terrence asintió, tomó su abrigo, un gorro y unos guantes para salir rápidamente de la casa de los padres de Noor, seguido de la señora Kavanagh. Al hombre no le agradaban las compras navideñas de último minuto pero tampoco le gustaba ser descortés, especialmente con la madre de Noor quién comenzaba a simpatizar más con él, luego que en un principio su actitud no fue una de las mejores.
Después de un rato de caminar, se detuvieron en una tienda de antigüedades, mientras él curioseaba por el lugar, la madre de Noor compró varias cosas, entre ellas un reloj de bolsillo que fue lo único que él pudo apreciar con claridad. Todo fue envuelto cuidadosamente y poco después salieron de ahí e inmediatamente regresaron a la casa de los padres de Noor y Rosemary, en donde celebrarían la Navidad.
El día 25 de diciembre por la mañana, todo se reunieron debajo del árbol para entregar los regalos y abrirlos. Noor fue la primera en entregar su presente a Terry quién rápidamente lo desenvolvió, encontrando una billetera de cuero, un par de gafas para el sol y un perfume, el favorito del chico.
-¡Gracias nena! - Exclamó él y la abrazó con fuerza, besándola dulcemente mientras le entregaba una caja hermosamente decorada - Este es mi presente.
Noor sonrió y abrió rápidamente la caja. En su rostro se dibujó una expresión de sorpresa al descubrir una hermosa cámara de fotos instantáneas, además de un set de cuidado para la piel. La chica lo miró enternecida y suspiró acariciándole el rostro.
-¡Te falta algo, muñeca! - Comentó el hombre - Es un regalo muy especial que traje desde Londres y ya era justo que te lo entregara.
-¿De verdad? - Murmuró Noor y hurgó con desesperación en la caja - ¡Mi libro! - Gritó mientras extraía el volumen de "Lo Que El Viento Se llevó" - ¿Lo restauraste? - Preguntó admirando la tapa y las hojas colocadas en su debido lugar.
-Lo dejaste en mi casa - Sonrió él - Y yo me encargué de llevarlo a restaurar.
-¡Gracias amor! - Gritó Noor arrojándose a los brazos de Terry para llenarle el rostro de besos - ¡Pensé que lo había perdido! Y lloré como loca por mi libro.
-¡Pues ahora está contigo! - Dijo el hombre - Cuídalo muy bien.
Noor asintió y la repartición de regalos continuó, Terrence recibió varios obsequios de parte del padre de Noor, Rosemary y George, hasta que llegó el turno de la madre de Noor, quién le entregó una elegante caja de madera, decorada con un lazo.
-Espero que sea de tu agrado, Terrence - Murmuró la mujer.
-No debía molestarse, señora Kavanagh - Dijo Terry abrazándola con calidez - Muchas gracias por el obsequio.
La señora esbozó una sonrisa y le pidió que lo abriera. Terrence así lo hizo y se encontró con un elegante reloj de bolsillo, un antiguo catalejo, un set de plumas y un suéter de punto. El hombre sonrió ampliamente y la abrazó de nuevo, todo lo que recibió le había encantado. Después de la muerte de sus padres, él se olvidó de esas festividades y prefería permanecer encerrado en su casa, sin siquiera responder los mensajes de su hermana y su cuñado, así que esa era la primer Navidad que pasaba en familia, después de algunos años.
Al terminar de entregar los regalos, la familia pasó al comedor para tomar el desayuno. Luego de eso comenzarían a preparar el banquete que se serviría en la cena navideña. Ese día estuvo bastante ajetreado, pues todos andaban de un lado para otro, prestando su ayuda.
Llegó el momento de la cena, Noor y Terry se alistaron para bajar al comedor. La chica miró a su novio y le sonrió con picardía, acomodando la corbata de su traje de tres piezas en color olivo, lo recorrió de arriba abajo y soltó la carcajada al mirar sus pies.
-¿Qué? - Preguntó Terrence mirándose al espejo y comprobando su peinado, levantando la parte frontal de su pelo.
-¿Es en serio, Worsley? - Preguntó ella con una gran sonrisa - ¿Converse rojos?
-¿Qué tienen de malo? - Preguntó guiñando el ojo - La cena es formal, pero no tan formal - Rió y la abrazó - Pero usted señorita, se ve despampanante.
-¿En verdad lo crees? - Preguntó ella dando una vuelta y mostrando su atuendo.
Él la miró con una gran sonrisa, ¡ella siempre se veía despampanante! Y esa noche no era la excepción. La chica había elegido un vestido largo hasta el tobillo en tono lila, estampado con flores en varios tonos de morado, rosa y naranja. De cuello alto, mangas largas y drapeadas.
-Aunque preferiría ese vestido en el piso...
-¡Terry! - Rió Noor y se mordió el labio - Aunque creo que tienes razón - Susurró al oído del hombre y mordisqueó suavemente el lóbulo de su oreja.
-¡Vamos a la fiesta! - Exclamó él y la tomó de la mano.
Al verlos entrar, inmediatamente el señor Kavanagh se apoderó de Terrence para presentarlo a sus amigos e invitados a su cena de Navidad. Noor arrugó la nariz ante esa acción por parte de su padre, ¡no le gustaba eso! Se suponía que estaría con Terrence, disfrutando de ese momento. Rosemary se acercó a Noor y le pellizcó la mejilla, mirando al mismo punto que ella miraba.
-¡Ay Noor! - Se rió la rubia - No seas celosa, ¡papá no va a robártelo! Sólo está presumiendo a su yerno - Continuó riendo - Aunque pensándolo bien... ¡no hace eso con George!
-Lo que pasa es que yo no soy el productor y creador de una de sus series favoritas - Murmuró el novio de Rosemary y comenzó a reír - Pero quita esa cara, Noorie, ¡te lo va a devolver!
Noor frunció los labios y cruzó los brazos. Tenía que aguantarse, porque por lo que veía, su padre no soltaría a Terrence por un buen rato, así que tenía que cambiar la cara y sonreír para saludar a sus amigos y familiares. Durante un rato estuvo charlando con sus tías y primas y después regresó con su hermana y su cuñado, sentándose en la sala.
-¿No lo suelta? - Preguntó George al notar la cara de la chica.
-¡No! - Gimió la rubia - Y yo que pensaba bailar con él.
-¡Allá viene! - Murmuró Rosie - ¡Oye, se ve muy guapo! Y camina chistoso, no lo había notado.
-Fue una herida de bala - Exclamó Noor levantándose del sillón - Luego te cuento, ahora iré por él, antes de que mi papá vuelva a raptarlo.
Noor caminó velozmente y lo interceptó, lanzándose a sus brazos y besándolo apasionadamente. Terrence la estrechó con fuerza y se dejó llevar por los besos de Noor, quién, instantes después lo condujo a la improvisada pista de baile.
Más tarde, en la cena, Noor se sentó sobre las piernas de Terrence, su madre le lanzó varias miradas de desaprobación, pero la chica las ignoró deliberadamente y comenzó a alimentar a Terrence en la boca. Rosemary sólo reía al ver a su hermana pegada al pobre de Terry que tenía que aguantar sus empalagosas muestras de amor.
Terrence estaba muy feliz pues Noor, aunque exageraba en sus mimos, concentraba toda su atención en él y él trataba también de corresponderle y darle amor.
-¿Quieres un poco más de puré de patata? - Preguntó la chica acercando el tenedor a los labios de Terry.
Él abrió la boca y comió una buena porción, masticando con ganas.
-¿Te gusta, bebé? - Preguntó la chica y él asintió, pues tenía la boca muy llena de comida.
Noor sostuvo el rostro de Terry en sus manos y lo besó en los labios, sin importar que él aún estuviera masticando e hizo lo mismo en numerosas ocasiones.
Su hermana la observaba y seguía riendo ante el comportamiento de su hermana. Jamás la había visto así; enamorada y muy feliz. Parecía también que Terrence disfrutaba de esas muestras de afecto y que no le incomodaban.
-¡Ya Norberta! - Murmuró Rosemary - ¡Déjalo respirar!
-¡Ay! ¿A ti que te importa? - Protestó Noor - Y no me llames Norberta.
-¿Norberta? - Preguntó Terrence y comenzó a reír - ¿La ratona bailarina?
La carcajada fue inevitable, Rosemary, George y Terry rieron con ganas ante la respuesta del hombre, mientras que a Noor no le hacía gracia, pues se puso roja de coraje, ¡detestaba que su hermana la llamara de esa forma! Pero lo que menos le gustó fue que lo hiciera frente a Terrence y que este le siguiera el juego.
-¡Qué groseros! - Murmuró indignada y trató de levantarse del regazo de su novio.
-¡No te enojes, princesita! - Exclamó el hombre apretándola de la cintura - ¡Lo siento! Fue una pequeña broma, ¿me perdonas? - Preguntó e hizo un puchero.
-¡Esta bien! - Suspiró la chica y le apretó las mejillas - Te perdono, ¡pero nada más a ti!
-¿Cómo la aguantas? - Preguntó Rosemary sin borrar la sonrisa de su rostro - ¡Es un fastidio!
-¿Con amor? - Respondió Terry con una enorme sonrisa - ¡La amo! Y ella para mí lo es todo - Dijo y besó a Noor en la frente - ¡Te amo mi ratoncita! - Suspiró y depositó un suave beso en los labios de la chica.
Noor se acurrucó en el pecho de Terrence y suspiró, ella también lo amaba y estaba feliz de tenerlo junto a ella, aunque sintió una opresión en el pecho al recordar que faltaba poco tiempo para que él se marchara.
= = = = =
Creo que fue un capítulo algo extenso, pero por fin Terrence conoció a los padres de Noor y también disfrutó de la fiesta de navidad junto a la familia de su novia. ¡Y qué decir del recital! También fue un momento muy grato para él. Desgraciadamente, las vacaciones son cortas y falta poco para que Terrence regrese a Londres y con este regreso también habrá problemas y la hermosa relación de esta pareja se verá afectada y penderá de un hilo. ¿Qué les pareció el capítulo? Espero lo hayan disfrutado y no olviden votar y dejar sus comentarios. ¡Gracias por su apoyo!
Maria Decapitated
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