"El número que usted marcó no está disponible o se encuentra fuera del área de servicio. Le recomendamos llamar más tarde."

Noor arrojó su móvil sobre la cama y puso cara de fastidio. Era la quinta vez que intentaba comunicarse con Gavin y sólo le respondía esa grabación. Habían pasado tres días de su llegada a Londres y en ese tiempo no había recibido un mensaje o llamada de su novio. Además, Gavin no respondía a ninguno de sus mensajes. Se sentó sobre la cama y tomó su teléfono celular para comunicarse con su hermana Rosemary.

-¡Hola ratón! – saludó Rosie y activó una video llamada – Has dormido hasta tarde, ¿verdad?

-¡Hola Rosie! – exclamó Noor con una gran sonrisa y asintió – Ayer llamé a nuestros padres, me han dicho que hay mal clima en Japón.

-Y a mí no me llamaste como prometiste – le recriminó su hermana – Me quedé esperando como estúpida tu llamada.

-¡Lo lamento tanto, Rosie! – chilló Noor – Pero es que... ¡Todo es tan hermoso! He caminado mucho durante estos días, me encanta recorrer el centro de la ciudad y sus alrededores a pie.

-Te perdono, porque eres mi hermanita, ¡mi ratita! – exclamó Rosemary haciendo gestos extraños frente a la pantalla - ¿Y has hecho algo interesante últimamente?

-A parte de caminar y de comer muchas cosas, ¡no! – respondió Noor – He visto un mimo, un grupo de juglares y he visitado un par de museos. Lo olvidaba, fui a ver el Big Ben.

-¿Es todo? – preguntó su hermana arqueando las cejas y Noor asintió - ¿No te ha pasado nada extraño?

-Extraño, no – dijo la pequeña rubia - ¡No lo sé! Quizá si fue extraño.

-¿De qué se trata? – insistió Rosemary cruzándose de brazos.

-Vi a un hombre en una cafetería y no he podido sacar su imagen de mi cabeza. – suspiró Noor y se puso colorada.

-¿Qué tipo de hombre? – dijo Rosie – Debió ser alguien muy extraordinario para no sacarlo de tu cabeza en días.

-Era un hombre muy guapo pero de porte serio y algo tosco. – exclamó Noor y continuó – Sus facciones no eran muy finas, nariz recta y algo maltratada. ¡Cómo que se la ha roto varias veces! Frente amplia, labios gruesos, rosados y muy apetitosos. Su línea de la mandíbula estaba muy bien marcada y su rostro estaba lleno de vello facial algo descuidado y con canitas. El cabello rubio oscuro bien recortado y unos ojos azules que reflejaban algo de tristeza y pena. – suspiró la rubia y se mordió el labio – Tenía las orejitas chistosas, como de elfo. Su complexión es musculosa y atlética, pues noté que su espalda y sus hombros son anchos. No pude ver más porque estaba sentado, pero él me miraba también y sentí algo extraño.

-Seguramente te estaba acosando. – murmuró su hermana con preocupación.

-No, porque el sujeto salió mucho antes que yo de la cafetería y ya no lo volví a ver por los alrededores. – dijo Noor – Si hubiese sido un acosador, estaría siguiéndome, ¡pero no! – gimió – Aunque me hubiera gustado saber su nombre y conocerlo.

-¿No le hablaste? – exclamó Rosemary - ¡Eres una tonta! Si tanto te gustó, ¿por qué no lo saludaste?

-No tuve tiempo, estaba demasiado embobada mirándolo e imaginando la película romántica de mi vida junto a ese sujeto. – respondió la chica y se llevó las manos al rostro.

-Eres una tonta, Noor. – dijo su hermana y se echó a reír – No deberías pensar en esas cosas, tienes un novio y según tú, Gavin es el novio perfecto. Dime, ¿te ha llamado?

-Hasta ahora no, no he recibido mensajes o llamadas de Gavin en tres días. – exclamó Noor con tristeza – He intentado llamarlo pero no responde, es posible que esté muy ocupado grabando la serie.

-¿Estás segura? – preguntó su hermana, quién un día antes había visto a Gavin en un pub en Nueva York acompañado de una simpática morena - ¿Cuándo me dijiste que se iría a Canadá?

-Hace un par de días – respondió Noor – Dijo que comenzarían a grabar inmediatamente y no tendría muchos días de descanso.

-Está bien – murmuró Rosemary y decidió cambiar de tema. ¡Su cuñado era un patán! - ¿Qué planes tienes para hoy! Anda, ¡cuéntame!

Noor suspiró y buscó dentro de su bolsa un pequeño cuaderno de dónde sacó un boleto para asistir a la ópera y lo mostró orgullosa a su hermana.

-Esta noche iré al Royal Opera - exclamó Noor con emoción – Pensaba mirar The Light in the Piazza, pero elegí War and Peace.

-Menos mal – respondió Rosemary – La primera la has visto cientos de veces, te sabes los diálogos al derecho y al revés.

-¡Lo sé! – suspiró Noor – Por eso decidí apreciar una hermosa ópera, y no la historia de amor de Clara y Fabrizzio.

-Un poco de historia no te vendrá mal – dijo Rosie e hizo un puchero – Debo dejarte, pero prometo llamarte mañana y me cuentas como te fue en el Royal Opera.

-De acuerdo – suspiró Noor y lanzó varios besos a la pantalla – Te quiero, fea.

-Y yo a ti, mi ratoncita. – respondió Rosemary y desapareció de la pantalla.

Noor miró su reloj y arrugó la nariz. Tenía tiempo para salir a comer y quizá visitaría esa rustica cafetería donde vio al hombre misterioso. Tal vez con algo de suerte lo volvería a ver. No estaba obsesionada con ese hombre, sólo había llamado su atención y deseaba conocerlo, deseaba descubrir el porqué de esa tristeza que se reflejaba a través de sus ojos.

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Terrence se levantó más tarde de lo acostumbrado, el día anterior había estado bastante inspirado escribiendo, incluso apagó el ordenador en la madrugada de ese día, se acostó en la cama y se quedó dormido de manera instantánea. Aunque tuvo un sueño bastante extraño, primero aparecieron sus pesadillas de siempre, las escenas del secuestro eran muy vivas, sin embargo, el sueño dio un giro inesperado y esa rubia de la cafetería apareció a mitad de su sueño. La joven llevaba una túnica rosa y esa coqueta cinta del mismo tono adornaba sus rubios cabellos, ella desprendía un aura de luz que deslumbró a sus enemigos haciéndolos desaparecer, después la joven lo abrazó y él se sintió mucho mejor. La joven mujer trataba de consolarlo, diciéndole que muy pronto todo estaría mejor.

El hombre se levantó de la cama y entró en la ducha. No comprendía porque esa chica apareció en sus sueños. ¡Ni siquiera la conocía! No sabía su nombre e ignoraba todo de ella. Pero tenía su rostro de ángel bien grabado en su mente, ¡quizá se estaba volviendo loco!

Después de la ducha, Terrence preparó un opíparo desayuno, el cual compartió con Odín y Woodstock. Al terminar de comer, regresó al ordenador para continuar con la escritura. Se sorprendía ya que hacía un par de días no tenía ni puta idea de cómo continuar y ahora su mente parecía un riachuelo de agua cristalina del cual manaban las ideas a borbotones. Si continuaba así, ¡terminaría el guión a la fecha indicada! Le urgía una segunda temporada a esa serie que, después de un comienzo accidentado, se convirtió en la favorita de la audiencia.

Terrence mordió el lápiz que se encontraba sobre un montón de hojas garabateadas y releyó esa escena. Trataría de hacerle caso a su hermana Charlotte, ¡no estaría mal un poco de romance! Quizá su protagonista, un hombre muy parecido a él en cuestión de carácter, pudiera enamorarse de esa mujer que lo acompañaba en su viaje. Aunque también sería una buena idea que apareciera un nuevo personaje femenino y el hombre se viera envuelto en una especie de triángulo amoroso.

Mientras analizaba sus ideas y las anotaba para no olvidar nada, el teléfono de su departamento comenzó a sonar. Terrence maldijo por lo bajo y se levantó para atender esa llamada. Se trataba de la secretaría de su amigo David Paige, un reconocido productor de teatro. La mujer llamaba para preguntar si recibió la invitación para presenciar la obra de teatro War and Peace. Terrence hizo una mueca de susto y rápidamente corrió hasta la pila de correspondencia sin revisar. Ahí estaba el sobre con su nombre en letras doradas, lo abrió y comprobó que tenía dos boletos para la presentación de esa noche.

-¡Por supuesto que lo recibí! – Dijo el hombre en tono suave – Sólo que he estado demasiado ocupado y con infinitas cosas en la cabeza que olvidé llamar para confirmar mi asistencia – Se excusó – Por favor, dígale a David que estaré presente esta noche.

-¡Gracias señor Worsley! – Exclamó la secretaría y terminó con la llamada.

Terrence volvió a revisar los boletos. Debía darse prisa si quería asistir a la obra, tenía boletos para la última función pero la interrogante que apareció en su mente fue: ¿Con quién asistiría al teatro para verla? Llamaría a Walter, esperaba que su cuñado tuviera tiempo para acompañarlo. Aunque ya lo dudaba, con la llegada del pequeño Terry, las ocupaciones en su casa se duplicaron ya que el bebé era demasiado llorón y con Louis entrando en la adolescencia, ¡era mucho peor! Él único que hasta el momento no les daba problemas era Walter Jr. Terrence veía a sus sobrinos y agradecía a la vida por no tener hijos propios.

El hombre marcó el número de la casa de Walter y Lottie, y esperó un buen rato hasta que su llamada fue atendida. Lo primero que escucho, antes de la voz de su cuñado fue el llanto de su pequeño sobrino y los gritos de Walter Jr.

-Hola, buenas tardes – Dijo su cuñado - ¿Cómo te va, Terrence?

-¿Vives en un manicomio? – Respondió Worsley.

-¡No, no, no! – Murmuró Walter – Los niños están inquietos, como su madre no se encuentra en casa... ¡sabes que casi no están muy acostumbrados a mi presencia! En especial Terry.

-¿Charlotte no se encuentra? – Preguntó Terrence - ¿A dónde fue mi hermana?

-Salió a acompañar a Louis a una fiesta de cumpleaños...

-¿Desde cuándo las madres son invitadas a las fiestas de adolescentes? – Exclamó Terrence.

-Más bien fue a dejarlo a la fiesta, de ahí pasaría a visitar a unas amigas, recogería a Louis y traería la cena – Dijo Walter – Ahora mismo estoy por preparar el almuerzo.

-¿Y tú eres el amo de casa ahora?

-Sí, me tocó lavar la ropa y cuidar de los pequeños... de hecho – Suspiró – Walter está molesto porque no lo llevaron a la fiesta.

-¡Ya se le pasará! – Comentó Terrence – Debe entender que es una fiesta para niños grandes – Murmuró – Pero dime, ¿estarás libre esta noche? Quería invitarte a ver la War and Peace.

-¿Hoy? – Preguntó y Terrence respondió con un "ajá" - ¿No se puede otra noche? Mis padres vendrán a cenar.

-Los boletos son para esta noche, la última función – Bufó Terrence – Ya que me los obsequiaron y no se pueden hacer cambios.

-¡Lástima, me hubiera gustado verla! – exclamó Walter - ¿Por qué no invitas a alguien más? ¡Wilma, por ejemplo!

-Wilma no está en el país – Murmuró Terrence – Está en Sudáfrica, su país natal. Fue a pasar un tiempo con su familia y a trabajar.

-Labor altruista, me imagino – Dijo Walter mientras comenzaba a arrullar a su pequeño hijo.

-¡Ya sabes! – Comentó Worsley – Entonces.... voy a dejarte, encargaré algo de pizza para almorzar y continuaré escribiendo antes de partir al teatro. Honestamente tengo muchas ganas de ver esa puesta en escena.

-Le pediré a Lottie que me acompañe para verla, de niño leí el libro y ¡no le entendí! – Dijo Walter y soltó una carcajada.

Terrence también se rió, ¿cómo podía entenderle? En esa novela se narraba la vida de numerosos personajes de toda clase y Tolstoi describe como nadie la situación a lo largo de casi cincuenta años de historia rusa, desde las guerras napoleónicas hasta más allá de promediado el siglo XIX. Una lectura un poco complicada para un niño pequeño.

-¡Hablamos luego! – Murmuró Terrence – Quiero dejar terminado este capítulo, ¡te hablaré mañana!

Walter se despidió de Terrence, quién colgó el teléfono y miró con atención los boletos. ¡Ya le tocaba ir solo al teatro! Como si no lo hubiera hecho muchas veces. Regresó a su escrito, pero comenzó a sentir las punzadas del hambre en las paredes de su estómago. Las ignoró por un buen rato, hasta que hubo avanzado un poco más. Guardó su trabajo y apagó la computadora para comenzar a llamar a Woodstock y a Odin, quienes acudieron de inmediato a su llamado.

-¡Vamos a comer algo, muchachos! – Murmuró el hombre colocando la pechera en el enorme gato y la correa en el collar de Woodstock.

Terrence salió de la casa acompañado de sus mascotas y sin poder evitarlo, se dirigió hasta esa rústica cafetería donde hacía un par de días había visto a esa chica rubia. Para su desgracia, ella no estaba ahí y tampoco permitían la entrada a animales. Terrence se puso furioso, pero se tragó el coraje, ¿para qué buscaba otro lugar? Siguió andando hasta el restaurante que frecuentaba en donde podía estar acompañado de Odín y Woodstock y saborear una deliciosa comida junto a sus dos mejores amigos.

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Noor miró su boleto antes de entrar en la sala del teatro y buscó su asiento. Le agradaba la idea de estar en las primeras filas. Honestamente, ella nunca había leído el libro de Leòn Tolstoi, pero se aventuró a buscar una reseña en internet para no ir a ciegas a presenciar la puesta en escena. Se acomodó en su lugar y esperó a que la ópera comenzara.

Poco a poco, los asientos del teatro comenzaron a ocuparse. La audiencia sería grande ya que quedaban muy pocos asientos vacíos. Noor admiró la magnificencia de la construcción antes de que las luces se apagaran.

Mientras la chica contemplaba hacia el telón, un hombre pasó delante de ella, para acomodarse en el asiento contiguo. Cuando ese sujeto se sentó, la golpeó accidentalmente en el hombro.

-¡Lo siento, señorita! - Dijo el hombre con voz profunda.

Noor levantó la vista, pero no dijo nada, sin embargo, su corazón latió acelerado. ¿Y si fuera él? Se preguntó de repente... no, no, no. Ya estaba alucinando, no volvería a ver al sujeto de la cafetería. Londres era una ciudad enorme, llena de habitantes. Sería imposible encontrarlo, sería como buscar una aguja en el pajar.

La chica decidió pensar en otra cosa y puso atención a la ópera que ya había comenzado. Ese hombre de la cafetería debía quedar en el olvido.

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Terrence llegó al Royal Opera House con el tiempo encima. Había tenido un contratiempo con Woodstock, quién por corretear detrás de Odín, tiró una lámpara al piso, haciéndola pedazos. No conforme con ello, también vomitó en la alfombra de la entrada y a Terrence no le quedó más remedio que limpiar el tiradero.

-¡Otra escena cómo está y me deshago de ti, Woodstock! - Dijo más a modo de broma que en serio, esos animales lo eran todo para él.

Terrence se duchó en un dos por tres, tomó una camisa azul cielo con rayas más oscuras, cuello redondo en color blanco y motivos navales bordados en ella. Eligió unos jeans azul marino, un saco azul marino y unos mocasines Gucci. Se peinó y perfumó para salir casi corriendo de su casa.

Al entrar al teatro, que por cierto estaba casi lleno, las luces ya comenzaban a apagarse, buscó su asiento y su codo golpeó el hombro de una mujer rubia. Al ver el cabello dorado, sus ojos se abrieron un poco más de lo normal... ¿Y si fuera ella? La chica de la cafetería.

Terrence se reprendió a sí mismo por tener ese tipo de pensamientos, ¡ya estaba viejo! Y no tenía porque alucinarse y emocionarse como un adolescente, ni siquiera Louis hacia esas cosas. Es más, su sobrino aún miraba con repudio a las chicas.

Decidió desechar esos pensamientos y concentrarse en esa magnífica obra. Hacía un par de años había visto la puesta en escena y cuando estaba en el ejército, leyó el libro e hizo un análisis de este. Terrence se relajó y olvidó por un buen rato la imagen de la rubia y concentró toda su atención en la ópera.

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La obra estaba a punto de terminar. Era la décimo tercer escena y la segunda parte de la historia. En la carretera a Smolensk, el ejército francés en retirada escolta a un grupo de prisioneros a través de una tormenta de nieve. Karatáiev no puede seguir el paso y le pegan un tiro. Ante ese acto, Noor no puede contenerse y llora de tristeza, aferrándose al brazo del desconocido que se encontraba a su lado.

Noor lanzó un suspiro y levantó el rostro para darse cuenta que Pierre y los otros han sido rescatados y que Denísov le dice a Pierre que Andréi ha muerto pero que Natasha vive y está bien. Kutúzov y sus hombres se alegran de la victoria, y celebran la indomable voluntad del pueblo ruso. La chica está deshecha en lágrimas, le ha conmovido tanto esa obra que sería capaz de verla una vez más al siguiente día.

Terrence sintió cuando esa chica se aferró a su brazo y comenzó a llorar con desconsuelo. Si bien era cierto que War and Peace es una historia muy conmovedora, en su caso, él no lloraría con el final. Pero esa joven sí, así como otros espectadores. Lo que en verdad no alcanzaba a comprender era porque ella lloraba sobre su hombro, así sin más, sin siquiera conocerle.

-Si todo fuera felicidad en la vida entonces viviríamos en una nube - Comentó Terrence acariciando el cabello suave de la chica que se mantenía aferrada a su hombro y lloraba.

Noor se estremeció al escuchar esa voz. No era la más varonil pero era profunda y hermosa. El tono de voz que el hombre utilizaba era conciliador. Él estaba tratando de consolarla y el roce en su cabello era suave, casi etéreo, apenas perceptible. Ella no se atrevió a levantar el rostro aún, le gustaba como ese hombre intentaba como hacerla sentir mejor.

-En War and Peace nos vamos a encontrar con momentos difíciles, pero sólo es una historia. – Prosiguió Terrence sin dejar de acariciar el cabello de Noor - La obra expone con magistral destreza y demuestra que la historia del ser humano es la historia de la guerra, realidad infausta que provoca desconcierto sentimental e intelectual en las almas humanas. Es por eso que te sientes así, porque has logrado conectarte con la historia de Tolstoi, la cual constituye así mismo la obra más perfecta y la culminación de la literatura realista. – Suspiró el hombre – Esta novela es el molde clásico, nunca preciso, sólo insinuado, que toma caracteres heroicos, épicos, trágicos, lingüísticos, opuestos, antagónicos, republicanos, monárquicos y anárquicos. "Guerra y Paz", desde su orígenes hasta la recreación de sus personajes, es una obra ambiciosa, esperanzadora e irrefrenable, quizá la obra más grande de la literatura moderna.

Noor lanzó un nuevo suspiró al escucharlo. ¡Hablaba con tanta pasión! Parecía que conocía muy bien esa obra literaria y que la apreciaba totalmente. Se notaba que ese sujeto era alguien culto y también una persona interesante.

Lentamente, ella se apartó y las luces se encendieron por completo. Sus ojos trataron de acoplarse de nuevo a la luz brillante de las lámparas del teatro y no pudo creer lo que sus ojos le mostraban. Frente a ella se encontraba el hombre de la cafetería, el sujeto que había llamado la atención y que estuvo en su cabeza durante todos esos días... ¡el hombre al que anhelaba conocer!

Terrence miró con interés a esa joven rubia, ¿sería posible que su mente le estuviera jugando un truco? ¡No, era completamente real! Frente a él se encontraba la chica que miró en la cafetería y ella lo contemplaba embelesada, cómo si lo mirara con adoración. Inesperadamente, él le dedicó una sonrisa y se levantó de su asiento, mientras que ella se ruborizaba intensamente.

-¡Lo... siento... mucho! – Murmuró Noor a modo de excusa – Yo... yo.... ¡es que me emocioné! – Balbuceó la chica e intentó buscar un pañuelo desechable, pero recordó que su bolsa la había dejado antes de entrar a ver la ópera.

-No se preocupe, señorita – exclamó Terrence sacando un fino pañuelo de su bolsillo y extendiéndolo hacia ella – A veces las emociones nos inundan que algunas de ellas salen por nuestros ojos a modo de lágrimas.

Noor tomó el pañuelo y limpió sus lágrimas con la suave tela. ¡Olía muy bien! Una mezcla de tabaco, cuero, menta... ¡su colonia era deliciosa y muy masculina!

-¡Suelo ser muy llorona! – Murmuró Noor regresándole el pañuelo.

-¡Por favor, consérvelo! – Dijo Terrence haciendo una pequeña reverencia.

Noor apretó el pañuelo contra su pecho y le dedicó una maravillosa y sincera sonrisa. Terrence enmudeció por un instante, ¡era la sonrisa más bella que había visto en mucho tiempo! Era pura, sincera, y tal y cómo lo pensó aquella vez, cuando esa joven sonreía, brillaba el sol.

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¡Por fin se vieron! Y pudieron intercambiar unas palabras, se nota que hay química y que saltaron algunas chispas entre ambos personajes. Quizá en el siguiente capítulo podrán tener una verdadera charla y se conocerán más a fondo... además de que tendrán un acercamiento más que intenso. ¡Ninguno de los dos se podrá resistir!
¿Qué les ha parecido esta parte? Háganmelo saber en sus comentarios y ¡gracias!Gracias por seguir esta historia.
Maria Decapitated