PARTE 20 - LAS PEQUEÑAS COSAS
Noor se revolvió bajo las sábanas, acurrucándose entre ellas e intentando volver a dormir. Escuchaba un extraño sonido, muy, muy lejano, pero insistente. Ese horrible sonido hacía que su sueño fuera intranquilo. La chica intentó abrir los ojos, pero sus párpados estaban muy pesados y no podía abrirlos de nuevo. Su mano buscó a tientas sobre la cama, buscando el calor de Terrence, deseando sentir su cuerpo macizo y firme sobre la cama, pero sólo encontró la cama vacía y fría.
Sobresaltada, se incorporó a medias en el colchón y susurró el nombre de Terrence. Miró a su alrededor, dándose cuenta que se encontraba en Nueva York, no en Londres, a miles de kilómetros de su amado Terry.
-¡Terrence! - Gimió y se dejó caer sobre la cama - ¡Mi Terry! - Lloriqueó y de nuevo, el sonido del teléfono la interrumpió.
Noor se sentó sobre la cama y tomó el aparato. Se trataba de Rosemary, de quién tenía alrededor de cuatro llamadas perdidas. Sin perder tiempo atendió y saludó a su hermana.
-¡Buen día! Perdón per...
-¿Estabas dormida? - Preguntó Rosemary interrumpiéndola - No era mi intención despertarte, pero supuse que ya estabas de pie, lo lamento, mi ratoncita.
-¡No te preocupes! - Suspiró Noor - Tuve un viaje muy pesado y también tuve un desagradable regreso - Bufó mientras se ponía sus pantuflas.
-¿Qué paso? - Preguntó su hermana - ¿Qué te hizo el tal Terrence?
-¿Terry? - Preguntó Noor con sorpresa - ¿Por qué supones que él me hizo algo? ¡No, jamás! Él es un dulce - Suspiró - Voy a reenviarte su mensaje de despedida para que mueras de amor y... ¡Ay, debo llamarle! Ayer con el coraje, todo se me olvidó y sólo llegué a casa, comí algo ligero y me quedé dormida....
-¡Pero dime que te pasó! - Exclamó Rosemary con impaciencia - ¡Dímelo de una vez!
-Gavin fue por mí al aeropuerto - Respondió Noor con tristeza - Discutimos porque vio las últimas fotografías de mi estancia en Londres - Murmuró la joven y se mordió el labio.
-¿Esas dónde te estás besando con Terrence? - Preguntó Rosie - ¡Pero Noor! Es lógica su reacción, se supone que Gavin es tu novio y... ¡esos besos son muy...!
-¡Deliciosos y eróticos! - Gimió Noor dejándose caer sobre la cama mientras lanzaba un gran suspiro.
-¡Son besos indecentes! - Gritó Rosemary mientras reía a carcajadas - ¡Ni siquiera yo beso así a mi novio! - Bufó - Bueno, lo beso sí, pero no se lo muestro al mundo.
Noor lanzó una enorme carcajada al escuchar las palabras de su hermana. Quizá Rosie tenía razón. Pero a ella eso no le importaba, su relación con Gavin ya estaba terminada, ¡él se había encargado de que así fuera! Y ella no estaba dispuesta a luchar por una causa perdida, Gavin reaccionó demasiado tarde, ella estaba locamente enamorada de Terrence y eso nadie podría cambiarlo. No iba a regresar con Gavin, ¡jamás! Estaba decidida a dejar atrás su pasado con él y concentrarse en su relación con Terrence.
-¿Eso qué importa? - Respondió la chica - ¡Qué se note cuanto lo amo! Y cuanto me encanta - Suspiró - No me gusta hacer comparaciones, ¡pero Terrence es cientos de veces mejor que Gavin! ¡En todos los aspectos!
-Obvio - Susurró su hermana - Para comenzar, supongo que nada se compara con la madurez mental de Terrence - Murmuró - Por cierto, ¿ya lo mandaste al demonio?
-¿A Gavin? ¡No, aún no! - Suspiró - No del todo, pero le dije que se fuera a la mierda. Espero entienda, aunque a veces es medio retrasado.
-Medio es poco - Comentó Rosemary - Pero ya no hablemos de él - Murmuró la rubia - Dime, ¿cómo te sientes? Perdón por no estar en tu regreso, pero mañana ya estoy de vuelta y así podrás contármelo todo.
-Me siento un poco triste, ¡lo extraño! - Contestó Noor - Cuando desperté, buscaba su cuerpo en la cama y no estaba - Suspiró - Estoy pensando en mudarme a Londres, ¿sabes?
-Noor, esas son palabras mayores - Gritó Rosemary - ¡Apenas lo conoces! Deja pasar un poco más de tiempo. Piensa bien las cosas, ¡debes hacer muchos planes! Es un cambio muy grande, no sólo es un capricho, Noor. ¡Es tu vida! La vida de Terrence. No está bien que seas tan impulsiva.
-Sé todo lo que conlleva - Exclamó la chica - Lo he estado pensando, he analizado punto por punto, sin embargo, no lo he hablado con Terrence - Suspiró - Pero conociendo la situación de Terry y su salud mental, creo que debo tomarlo con más calma...
-¿Está mal de la cabeza? - Intervino su hermana con sorpresa - Noor, ¡tú te fijas en puros locos!
-Terrence no está loco - Protestó la joven - Tiene algunos traumas porque estuvo en la guerra. Fue secuestrado por un grupo de terroristas y casi muere por salvar a su mejor amigo y a sus compañeros de la base. Los últimos diez años para él no han ido fáciles.
-Pues con mayor razón, ¡tómalo con calma! - Comentó Rosie - Analiza bien las cosas, hermanita - Suspiró la mujer - Voy a dejarte ahora, te veré mañana... y si me es posible, viajaré esta misma tarde para estar contigo por la noche. ¡Te quiero!
-Yo también te quiero - Respondió Noor y terminó la llamada.
La chica se levantó de la cama, salió de la habitación para dirigirse a la cocina y prepararse un desayuno. Llamaría a Terrence un poco más tarde, con lo que le había pasado no se había comunicado con él y estaba ansiosa por escuchar su voz. Si estuviera en sus manos, saldría de ahí para tomar el primer vuelo a Londres para estar cerca de él y no volver jamás a Nueva York.
= = = = =
Terrence escribía velozmente en su ordenador, deteniéndose de cuando en cuando para releer los párrafos. Estaba satisfecho con su trabajo, muy pronto terminaría ese guión para presentarlo ante los ejecutivos de la cadena de televisión y los productores de la serie. Lo que significaba también que pronto se tomaría esas vacaciones en Nueva York junto a su querida Noor.
El hombre terminó de escribir esa escena y recostó su cabeza sobre sus brazos, leyendo una vez más su escrito, encontró algunos errores menores que corrigió de inmediato, guardó su trabajo y apagó el ordenador. Continuaría por la noche, se dijo mientras garabateaba algunas ideas en un cuaderno. Tomó su taza de café frío y bebió un largo sorbo, no le gustaba el café frío, mucho menos le gustaba beberlo solo. Se levantó de su asiento para ir a la cocina, metió la taza en el microondas y lo activó por unos segundos para calentarlo.
Los ojos de Terrence se pasearon por los estantes de la alacena, deteniéndose sobre el enorme tarro de galletas que resaltaba entre los demás frascos y latas de comida. ¿Cómo no iba a destacar? Era bastante grande y estaba pintado de color blanco, con muchos girasoles y abejas en él. Además estaba decorado con una cinta de mascotón amarillo y estaba atiborrado de galletas de chispas de chocolate. Terry sonrió al recordar que un día antes de su partida, Noor las había preparado exclusivamente para él.
-Ya sé que no te gustan las galletas con chispas de chocolate - Murmuró sacando la charola del horno - Pero ¡dale una oportunidad a las mías! ¿Quieres? ¡Van a encantarte! - Sonrió Noor besándolo en los labios.
Terry suspiró y tomó una galleta de la charola, la enfrió soplando directamente sobre la golosina y le dio un gran mordisco, masticando ruidosamente. Degustó el bocado y terminó por meter el resto de la galleta en la boca, mascando tranquilamente. Noor lo miraba con adoración, sabía que le habían encantado, su expresión facial lo delataba.
-¡Son realmente deliciosas! - Exclamó por fin - Me gustaron, ¡eres buena cocinando, cielo! - Murmuró abrazando a Noor y dándole un par de azotes en el trasero - Aunque dudo de mi capacidad para preparar unas iguales a estas.
-Voy a dejarte la receta pegada en el refrigerador y si tienes una duda, ¡podrás llamarme cuando quieras! - Gritó Noor y lo abrazó con fuerza.
-¡Te adoro, cosita hermosa! - Suspiró Terrence y la besó apasionadamente.
Terry se dirigió hasta el frasco, lo abrió y se sirvió cuatro galletas en el plato. Tomó su taza de café y se sentó en la mesa de la cocina, mirando atentamente en su móvil las fotografías que su sobrino Louis acababa de subir a Instagram. Terrence levantó la ceja y dejó un par de comentarios en las imágenes. Tenía tiempo por perder antes de reunirse con su terapeuta y de hablar con él durante un rato. Se llevó una galleta a la boca y en ese momento, el teléfono comenzó a sonar; se trataba de Wilma.
-¡Ay, esta perra! - Bufó el hombre y tomó la llamada - Buenos días Wilma - Exclamó, ¡vaya forma de amargarse el día!
-¡Hola Terry! - Respondió la mujer - Buen día mi amor, ¿cómo estás?
-¿Terry? - Exclamó Worsley - ¿Desde cuándo me llamas así? Sabes muy bien que no me gust...
-¡Cállate! - Bufó Wilma con molestia - Que a esa bien que le permites que te llame así.
-¡Ay, ya vas a empezar! - Se quejó Terrence frotándose la frente - Si llamaste sólo para eso, ¡vete a la mierda, Wilma! Ponte a hacer otras cosas, como cuidar niños enfermos, dar de comer a la gente que lo necesita... ¡lo que tenías planeado hacer allá! Y a mí déjame en paz, ¡por favor! - Bufó el hombre mientras se llevaba a la boca el resto de su galleta.
-¡No voy a dejarte en paz! - Exclamó Wilma - De hecho, tengo planeado regresar antes de lo pensado - Suspiró - Tengo muchas cosas que hablar contigo y también te tengo una noticia... ¡una noticia que te va a cambiar la vida! Bueno, nos cambiará la vida a los dos y quizá nos una - Dijo cambiando su tono por uno más meloso - De una vez te advierto que vas a tener que dejar a esa rubia tonta - Lo amenazó.
Terrence se quedó en silencio, mientras comía galletas. Intentaba analizar y asimilar la amenaza de Wilma, ¿Qué pretendía esa mujer? Se preguntó al tiempo que masticaba ruidosamente su bocadillo. No encontraba lógica a las palabras de Wilma, le parecían más bien, desvaríos de una mujer desesperada por atención. Él ni loco caería en sus chantajes y no iba a cambiar a Noor por una mujer fría y calculadora como Wilma. Terrence continuó comiendo y sumido en sus pensamientos cuando fue interrumpido por los gritos de Wilma.
-¿Por qué no me contestas? - Preguntó furiosa - ¡Ya sé! Estás tragando, prefieres tragar que escucharme, ¡eres un inconsciente! - Continuó con sus gritos - ¿Qué demonios estás comiendo? ¡Pareces una rata! Roes y roes algo...
-O sea, ¡ya no puedo ni tomar mi desayuno en paz! - Bufó Terrence con molestia - Pero ya que quieres saberlo, estoy degustando unas deliciosas galletas con chispas de chocolate y una enorme taza de humeante café.
-¡Pero sí tú detestas las galletas con chocolate!
-Eso a ti no te importa, yo como lo que me da mi puta gana... ¡todo te molesta, carajo! - Gritó el hombre - Déjame vivir mi vida, ser feliz como a mí me plazca - Estalló - Vive tu vida Wilma, ¡sé feliz! Busca tu propia felicidad en alguien más. Alguien que en verdad te ame y...
-¡Mi felicidad está junto a ti, Terrence! - Respondió la mujer - Y no voy a descansar hasta recuperarte, ¿me oyes? - Gritó y terminó la llamada.
Terrence se puso de pie y apretó los puños y los dientes. Tenía ganas de romper cosas y desquitar su coraje. El hombre respiró profundo para contenerse, no valía la pena hacer corajes, trató de relajarse y terminar su desayuno. Miró el teléfono y comprobó la hora, debía alistarse para su terapia. Hablaría de lo sucedido con el doctor Gray, quizá desahogarse con su terapeuta le sería de mucha ayuda.
Worsley entró en la sala de espera del consultorio del doctor Gray y habló brevemente con la recepcionista, quién lo hizo pasar de inmediato, pues el terapeuta ya lo estaba esperando. El doctor Gray se puso de pie inmediatamente y lo recibió con un fuerte apretón de manos y una enorme sonrisa. Terry suspiró y tomó asiento, devolviéndole la sonrisa al terapeuta, quién se acomodó en el sillón contiguo al de Terrence.
-Me alegra que hayas venido, Terrence - Murmuró el terapeuta - Por un momento pensé que me dejarías plantado como la última vez.
-Quisiera decir que lo siento - Murmuró Worsley - Pero le mentiría deliberadamente - Exclamó y se encogió de hombros - Sin embargo, estoy aquí porque finalmente siento que le he encontrado un nuevo sentido a mi vida.
-¿De verdad? - Preguntó el hombre con sorpresa - Eso no me lo esperaba de ti, siempre te noté demasiado pesimista y por lo general rechazabas mis consejos. Cortaste de tajo la terapia cuando te insistí que no lo hicieras - Suspiró - Pero estoy contento con tu cambio, a simple vista te noto diferente, incluso rejuvenecido. ¿Se puede saber cuál fue el motivo de tu cambio?
-Quizá te parezca estúpido - Exclamó Terrence - O quizá sea la cosa más maravillosa del mundo y es por eso que me ves así, porque yo también lo noto - Suspiró - ¡Me enamoré! Conocí a una mujer y al verla tuve una especie de revelación divina - Sonrió - Fue como su los velos que cubrían mis ojos cayeron al piso para devolverme la vista y lo que permanecía dormido, aletargado en mi, volvió a la vida, despertó. ¡La primavera volvió a mí!
-No me parece estúpido, Terrence, el amor es un sentimiento normal en los seres vivos, especialmente en el ser humano - Respondió su terapeuta - Sólo te recomiendo que no te aferres demasiado y que intentes mantener los pies en la tierra - Sonrió al ver el ceño fruncido de su paciente - No quiero que la veas como un salvavidas, ¿me entiendes? Porque debes tener claro que la felicidad propia no depende de terceras per...
-Lo sé - Bufó el hombre - Te entiendo, y no estoy intentando darle a ella todo el mérito. No obstante, Noor ha sido una parte fundamental en mi cambio - Suspiró - No voy a convertirme en un ser dependiente, porque es lo que menos deseo ser, sólo que mientras más tiempo pasaba con ella y la conocía; más reflexionaba, replanteándome mis objetivos personales, dándome cuenta que la forma en la que estaba viviendo no era la forma en la que yo deseaba. Ella me dio un gran motivo para cambiar - Sonrió - ¡Es que si la conocieras! Es alegre, vivaz y cuando sonríe parece que sale el sol. ¡Está llena de vida! Y me hace querer vivir - Comentó - ¡No sé! Quizá parezca peor que un adolescente pero...
-Estás redescubriéndote Terrence - Comentó el doctor Gray - Tratas de darle un nuevo sentido a tu vida. ¡El amor es un sentimiento muy fuerte! Y si está haciendo cambios en ti, es muy bueno, un gran avance - Sonrió el hombre - Porque te veo muy positivo, me comentaste que deseas viajar y expandirte, lo que me parece perfecto. ¿Estás seguro de que quieres hacerlo? - Preguntó el hombre - La última vez que subiste a un avión experimentaste un ataque de pánico y de ansiedad. Tuviste que bajar del avión y no pudiste hacer ese viaje.
-Sí - Dijo Terrence encogiéndose de hombros - Pero esta vez será diferente, he cambiado, ¿no? Tengo otros objetivos y lo más importante... no he tenido ataques de ansiedad, ni esas pesadillas recurrentes. Últimamente he dormido bastante bien, los episodios de insomnio me han dejado en paz por un tiempo.
-Me gusta escuchar esas noticias - Murmuró el terapeuta - desde hace unos meses ya no tomas los medicamentos...
-No me ayudaban en nada - Comentó Terrence sonriendo de medio lado - Al contrario, me ponían como loco y asustaba a mi hermana y a mis sobrinos. Pienso que esto lo voy a superar.
-Lo estás superando, Terrence y no sabes lo que me alegra - Dijo el doctor con entusiasmo - Ahora será más fácil trabajar contigo y creo que no será por mucho tiempo - Murmuró - Tengo una pregunta para ti, ¿tienes pensado hacer una prueba de vuelo previa a tu viaje?
-De hecho sí - Sonrió Worsley - tengo algunos amigos que son pilotos y uno de ellos tiene una escuela privada de aviación. Le envié un email y me ofreció un viaje gratuito mientras entrena a uno de sus alumnos - Bufó - de hecho me ofreció un salto en paracaídas, pero creo que eso lo dejaré para otra ocasión - Finalizó entre risas.
-¡Por favor! - Gritó el Doctor Gray - ¡Sólo ve por partes! No te vayas a precipitar, no quieras correr sin antes haber aprendido a caminar - Continuó el terapeuta - ¿Has puesto en práctica mis consejos para reducir los ataques de pánico?
- Sí y no - Respondió Worsley - Aunque prometo ponerlos en práctica y, de hecho, pienso regresar a mis lecciones de jiu jitsu y de boxeo.
-Me agrada todo lo que estoy escuchando, Terrence - suspiró Gray - Sólo te pido que no pierdas esa enorme voluntad que tienes y que te mantengas positivo.
-Así será - Sonrió Terry - ¡Se lo prometo! - Dijo estrechando la mano del doctor.
= = = = =
Noor lanzó un grito mientras veía los números en la báscula, ¡había subido de peso! Y eso era algo que no se podía permitir. Se bajó de la báscula y comenzó a reprenderse a sí misma. Durante sus vacaciones sólo había reparado en comer y en tener sexo con Terrence sin detenerse a practicar por unos instantes. Los coreógrafos la iba a matar, así como la directora del ballet. ¡Qué rayos! Eran sus vacaciones y habían sido las mejores de toda su vida. Enfrentaría a la coreógrafa y se pondría la meta de bajar esos kilos en una semana para que su vestuario volviera a quedarle.
La chica comenzó a reír y miró su teléfono. ¡No había llamado a Terrence como se lo propuso! Su cabeza estaba en un montón de cosas de su vida real que se olvidó por completo de su amor, su príncipe, ¡su todo! Y ahora era él quién la estaba llamando.
-¡Debería darte vergüenza, Noor Kavanagh! - Murmuró al tiempo que atendía el teléfono.
-¿Dijiste algo? - Respondió Terrence del otro lado de la línea - Te escucho algo molesta, ¿no te alegra escucharme?
-¡Estoy feliz de oír tu voz! - Gritó la chica a los cuatro vientos - ¡No sabes el gusto que me da! ¡Te extraño mi bebé! - Suspiró - Me haces falta... ¡pero me estaba reprendiendo a mí misma! No llamé como debía hacerlo, ¡te lo prometí! Y falté a mi palabra. ¡Lo siento, Terry Boo! ¿Me perdonas?
-¡Ay, princesa! - murmuró el hombre - No tengo porqué perdonarte nada, estoy consciente de que mañana vuelves a tus prácticas con el Ballet de Nueva York y regresas a tu trabajo como instructora de danza. Supuse que tenías cosas importantes por hacer y que ese era el motivo por el cual no me llamaste - dijo Terrence y lanzó un suspiro - ¿Sabes? Estoy muy emocionado.
-Gracias bebé. ¡Tú sí me entiendes! - respondió Noor lanzando algunos besos - ¿Y a qué se debe toda esa emoción, cariño? ¡Cuéntamelo todo!
-He regresado a mis terapias - dijo Terry con un fuerte suspiro - Hoy tuve mi primera sesión y fue bastante alentadora. El terapeuta me ve muy optimista y yo me siento optimista. - exclamó con emoción - Estoy dispuesto a hacer grandes cambios en mi vida y para ello debo vencer algunos miedos.
-¡Eso es maravilloso! - gritó Noor contagiada por el entusiasmo de Terrence - Un cambio siempre es bueno y a ti te ayudará mucho, sobre todo por tu trabajo. Ya no tendrás que rechazar propuestas del extranjero o de Hollywood. - dijo la chica y lanzó una carcajada - ¡Ya me imagino viviendo en Los Ángeles! - murmuró a modo de broma - Tu y yo juntos viviendo en Beverly Hills, caminando por la alfombra roja de los Oscars, en Cannes y otros grandes festivales de cine. - gritó de nuevo sin parar de reír.
Terrence sólo soltó una carcajada, ¡Noor era maravillosa! Amaba sus ocurrencias y su gran optimismo. Quizá con un golpe de suerte el podría asistir a todos esos eventos para presentar alguna película, documental o simplemente como invitado especial. Su madre siempre le decía que la esperanza era lo último que moría y no estaba demás llenarse de optimismo y soñar despierto de vez en cuando.
-Me gustan esos sueños, princesa. - murmuró el hombre - No suenan nada mal y si logro vencer a todos mis demonios, es posible que podamos llevar a cabo alguno de ellos.
-¡Lo harás, cariño! - exclamó la chica - Tengo fe en ti y sé que podrás vencer todos tus miedos. Pero dime, ¿cómo están los Cox?
-Ellos bien, de hecho te envían saludos. - respondió Terry - Y preguntan que cuándo vas a volver, sobre todo el pequeño Walter.
-¡Tengo un día en Nueva York! - se río la joven - Pero quizá vuelva el próximo año, ¡te lo prometí! - murmuró Noor - Y yo cumplo mi palabra. Pero primero necesito cumplir algunos compromisos que tengo aquí, como por ejemplo nuestra puesta en escena y un festival Navideño, ¡ya sabes!
-Déjame adivinar - Murmuró Terry - ¡El Cascanueces!
-¡Sííííííííííí! - Gritó la mujer - Amo El Cascanueces y esta vez estoy más que emocionada con mi papel, soy El Hada de Azúcar.
-Y yo soy el Rey de los Ratones - Intervino Terrence lanzando una fuerte carcajada - De hecho, tengo un fetiche con el Hada de Azúcar y con su Danza sexy - Exclamó sin parar de reír.
-¡Me encantaría que pudieras venir a verme! - Gimió Noor - Aunque sé que eso no es posible por ahora - Suspiró - Pero cabe la posibilidad de que cuando yo regrese a Londres, te pueda hacer una danza sexy... desnuda y sólo con las zapatillas de punta - murmuró con sensualidad.
-¡Si son rojas serían perfectas! - Gruñó Terrence - Se me paró ¡y no precisamente el corazón! Tan sólo de imaginarte. Es una imagen demasiado erótica la que está en mi mente - Volvió a gruñir - Te imaginé a media luz mientras tu cuerpo desnudo se mueve grácilmente al compás de una hermosa melodía. Pero voy a tratar de no imaginarme nada, porque eso significaría una tortura para mí.
-¡Ay cosita! - Chilló Noor - ¡Quiero que estés conmigo! - Gritó - Pero voy a preparar algo para ti y te voy a sorprender mucho, mucho. ¿Sabes? Hoy por la mañana desperté porque no te sentí en la cama. Estuve a punto de llorar por no tenerte a mi lado - Suspiró - Durante la noche soñé contigo... ¡fue un sueño hermoso!
-Yo también te busqué en la cama - Suspiró el hombre -¿Y me vas a decir que soñaste? - Preguntó en un susurro - Porque será en nuestros sueños el único lugar en el que estaremos juntos, hasta que nos volvamos a encontrar.
-¡Entonces voy a soñar contigo todas las noches! - Murmuró Noor - Y serán sueños eróticos y ardientes, así como nuestros encuentros amorosos y nuestros besos... ¡sueños indecentes!
-Serán como tú quieras, mi dulce Noor - Suspiró Terry - Ahora debo dejarte, ¡pero prometo llamarte mañana! Lottie me está llamando y si no respondo, en cinco minutos la tendré afuera de mi departamento, derribando la puerta.
Noor dejó escapar una risa suave, seguida de un suspiro. ¡Esperaría con ansias su llamada!
-¡Te amo, bebé! - Gimió - Recuérdalo siempre.
-Sabes que yo también te amo y estaré contando los días, las horas y los minutos hasta que nos volvamos a ver - Murmuró - Tengo fe en que será pronto - Dijo el hombre y terminó la llamada.
Noor miró con tristeza el aparato y comenzó a llorar. ¡Eso había sido hermoso! Ella también estaría contando cada minuto, cada segundo de su tiempo hasta que pudiera volver a Londres y reencontrarse con su amado.
= = = = =
Gavin esperaba a Noor afuera del salón de ensayo del Ballet de Nueva York. Tenía fe en que la chica no tardaría demasiado. Pero de todas maneras, esperaría y así podría poner en marcha su plan de reconquistar a Noor.
Luego de que ella lo dejara botado en el aeropuerto, él estaba furioso, salió corriendo de ahí y no se detuvo hasta las puertas de un bar y entró ahí para beber un rato. Mientras lo hacía, decidió mirar el perfil del viejo ese con el que Noor le pintaba los cuernos y lo que vio lo dejó bastante sorprendido y llamó su atención. Noor no estaba teniendo un affair con cualquier sujeto, ¡se trataba de Terrence Worsley! Un productor de cine y televisión que Gavin admiraba y con el que deseaba trabajar desde hacía tiempo. Sin embargo, a pesar de que su padre había intentado en numerosas ocasiones conseguirle una audición para algún proyecto de Worsley, jamás habían concretado nada. Por lo general, Terrence sólo trabajaba con actores británicos.
Gavin chasqueó la lengua y miró la entrada del lugar. Noor se acercaba a paso lento, charlando animadamente con Evangeline, una de sus compañeras. Gavin se acercó aún más a la puerta, mostrando la caja de regalo y un pequeño ramo de flores que llevaba en sus manos. El plan de Gavin era sencillo, si Noor estaba a gusto con el fulano, quizá por medio de ella él podría conseguir llamar la atención de Worsley y así ser tomado en cuenta por el productor y guionista para trabajar en alguno de sus próximos proyectos.
-¡Hola, nena! - Exclamó Gavin acercándose a Noor - ¿Podemos hablar? - Preguntó tendiéndole los presentes.
-¡Otro día, Gavin! - Murmuró Noor - Llevo prisa.
-¡Por favor! No voy a quitarte mucho tiempo - Sonrió tragándose el orgullo - ¡Perdóname! ¿Sí? Fui un tonto al descuidarte y no estar pendiente de ti durante tus vacaciones, ¡debí haber ido contigo!
-¡Bien! Vamos a ese café - Dijo la chica con fastidio - No me gustaría arreglar esto en la calle ¡y mucho menos frente a mis compañeros! - Murmuró y caminó a grandes zancadas rumbo al café, dejando a Gavin atrás.
La pareja entró en el lugar y se acomodaron en una de las mesas más apartadas. Noor se notaba molesta y fastidiada. La presencia de Gavin la ponía de malas, pero tal vez esa era su oportunidad para terminar definitivamente con él. Sin embargo, parecía que él tenía otras intenciones.
-¿Sólo el café? - Preguntó el hombre con sorpresa.
-Me pasé de peso - Sonrió la joven - Me regañaron hoy y oficialmente estoy a dieta, ¡tengo que bajar tres kilos en una semana!
-Me parece bien, nena - Murmuró Gavin con voz melosa - Te dije que no debías comer en exceso o...
-Pero supongo que no viniste a hablar conmigo a cerca de mi peso y esas cosas, ¿verdad? - Intervino Noor, quién se estaba desesperando un poco.
-Si... yo - Suspiró el hombre - Como lo dije, ¡me equivoqué! Te descuidé y ahora estoy pagando las consecuencias
-¡Por supuesto! - Dijo Noor - La cagaste, Gavin. Quizá suene repetitivo o a cliché, pero una relación es de dos personas, no sólo de una. Yo siempre te busqué, te llamé, te escribí, trataba de complacerte, pero a ti no te importó - Suspiró - Y te alejaste sin tomar en cuenta esas pequeñas cosas que yo hacía para mantenerte a mí lado...
-¡Por eso te estoy pidiendo perdón! - Gimió el hombre - Porque hasta ahora me doy cuenta de esos pequeños detalles. Estoy arrepentido, Noor. ¡Dame otra oportunidad!
-No, Gavin - Dijo Noor tajantemente - Con este viaje abrí los ojos y me di cuenta que hay cosas que brillan mucho más que tú. Ya tuviste tu oportunidad, no la aprovechaste - Bufó frotándose la nariz - Aquello que nos conectaba ya no existe. Lo que yo pensaba que era un amor perfecto era una ilusión y me desconecté de ello, ¡ya no puedo más!
-¡Pero antes decías que yo lo era todo para ti, Noor! ¿Dónde quedó aquel amor que me tenías? - Bufó Gavin - Permíteme demostrarte lo mucho que te amo, prometo ya no desconectarme y estar pendiente de ti.
-Es tarde ahora, Gavin - Respondió la chica intentando mantener la calma - Perdóname pero no eres una obra de arte, yo me equivoqué al decir que eras todo para mí, y ahora estar contigo es un castigo - Suspiró poniéndose de pie - ¡Lo lamento! Pero lo hicimos todo mal, creo que de haberlo sabido, jamás hubiera estado contigo.
-¡Nena! - Dijo Gavin con tristeza - ¿Por qué dices todas esas cosas? Eres lo mejor de mi vida, mi único gran amor.
-De verdad lo siento Gavin - Exclamó la chica acariciando el rostro del chico - Lo estuve pensando, tuvimos momentos hermosos, no lo niego. Pero cada vez te alejabas más y más, dándome cuenta que yo jamás te importé, ni tuve un lugar especial en tu vida y en tu corazón...
-Todo esto es por ese hombre, ¿verdad?
- No metas a Terry en esto - Dijo Noor con molestia mientras movía la cabeza - Lo que ha sucedido entre nosotros es solo culpa nuestra y no de terceras personas - Suspiró - ¡Terminamos, Gav! Te deseo lo mejor y ojalá puedas encontrar una chica a la que ames de verdad y que te importe...
-¡Vete al diablo, Noor! - Gritó Gavin lleno de frustración al darse cuenta que su plan no resultaba - Te vas a arrepentir de haberme dejado, porque para ese viejo, del que según estas enamorada, solo eres un juego, una diversión - Bufó - ¿De verdad crees que un hombre como él va a fijarse en una niña inmadura y tonta como tú? Por ahora está contento como niño con juguete nuevo, cuando te conozca bien y se dé cuenta que no congenian en nada, te va a mandar a la mierda - Dijo levantándose de su asiento para largarse de ahí.
Noor suspiró y se dejó caer en la silla mientras se frotaban la cabeza. Tenía jaqueca, pero había hecho lo correcto. Las palabras de Gavin no eran ciertas, solo trataba de herirla. Pero si se ponía a pensar, ella sólo había sido un juego, una diversión para Gavin. Una muñeca a la cual exhibir y presumir delante de sus amigos y cuando él se aburría, la olvidaba en un rincón. Ella no quería ser eso, merecía ser amada y apreciada por alguien más maduro y racional... alguien como Terrence Worsley.
= = = = =
Por fin Noor se decidió a mandar al diablo a Gavin, le dijo la verdad y el niño no lo tomó muy bien. Pero la chica tiene la razón, él no supo apreciarla.
Ahora sólo falta que Terrence se enfrente cara a cara con Wilma, quién al parecer está más loca que Gavin.
¿Que les pareció el capítulo? Háganmelo saber en sus comentarios.
Gracias por leer, hasta el siguiente capítulo.
Maria Decapitated
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