Habían sido tres maravillosos días en Edimburgo. Escocia era un lugar maravilloso y Noor hubiera deseado quedarse ahí para siempre, pero había llegado el momento de partir. La chica tomó de la mano a Terry y los dos subieron al tren que los llevaría de regreso a Londres.

Noor se sentó junto a la ventana para poder observar el paisaje y Terrence se sentó frente a ella para poder observarla. Quería grabarse en su memoria cada gesto, cada sonrisa, cada movimiento y expresiones de esa chica. Su amor por ella iba en aumento y lo que la chica sentía por él también crecía como la espuma.

La muchacha miraba emocionada por la ventana y señalaba todo lo que llamaba su atención. Su alharaca era fuerte y Terrence sólo sonreía al verla. Parecía una niña en su primer viaje por la campiña.

-Adoro el otoño - gimió Noor - Los colores con los que viste la tierra son hermosos. Estando en la ciudad, muchas veces no me detengo a ver el paisaje. Con tanto por hacer me olvido de prestar atención a las cosas hermosas que nos rodean. - murmuró la chica y se levantó de su asiento para sentarse junto a Terry - Me he enamorado de Gran Bretaña, ya te lo había dicho.

-Y yo me he enamorado de ti, mi hermosa rubiecita. - exclamó Terrence mirándola a los ojos - Haz dado luz a mí podrida existencia y un poco de sentido a la vida que en ocasiones creía perdida... ¡Y lo has hecho en muy poco tiempo! – Dijo abrazándola con fuerza mientras mordía tiernamente su sien.

-¡Oye! – Rió Noor - ¡Eso duele!

-¡No te quejes! – Se burló Terry llenando de besos donde antes habían estado sus dientes – He mordido otras partes y no te quejas – Sonrió con malicia - ¡Tú me muerdes y clavas tus uñas en mi espalda sin un poquito de consideración y yo no me quejo! – Guiñó el ojo – Al contrario, me gusta... me excita.

Noor se puso roja como tomate y se mordió el labio inferior, recostándose en el pecho de Terrence para jugar con su barba tupida.

-¡Me gusta tu barba! – Suspiró – Está bastante crecida y desordenada, ¡te hace ver como un dios vikingo! – Sonrió y comenzó a peinar el pelo de su cara – Además, esas canitas que se asoman sin ningún tipo de pudor... ¡ufff! Son divinas, ¡hacen que te veas más rudo!

-¡Dirás más viejo y horrible! – respondió Terrence riendo a carcajadas.

-¡Qué grosero! – exclamó Noor y lo besó en la frente – No estás viejo, mucho menos horrible. Eres un sueño Terry, ¡mi sueño! – finalizó la rubia mientras él la tomaba entre sus brazos para besarla.

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La música sonaba fuertemente y retumbaba en sus oídos esa canción de moda que quizá no pudiera sacar de su cabeza. Rosemary tomó de la mano a George, su novio y lo condujo hasta la pista de baile.

-No seas aburrido y ¡vamos a bailar! – dijo la hermana mayor de Noor – Me lo prometiste.

-Te dije que bailaría pero no esa ridícula canción de Ricky Martin – respondió su novio - ¡Odio a ese tipo!

-Pues a mí me gusta – exclamó Rosie y comenzó a moverse al compás de la música.

La rubia bailaba pegada al cuerpo de George sin darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor, hasta el momento de dar una voltereta y al detenerse, su mirada se posó en Gavin. El novio de su hermana menor estaba en la pista de baile moviéndose de manera seductora junto a un par de mujeres que lo tocaban desde el pecho hasta su entrepierna, en una especie de baile erótico.

Rosemary tomó a su novio de la mano y se lo llevó lejos de la pista. El hombre no comprendía lo que estaba sucediendo. Unos minutos antes, su novia estaba muy emocionada con la canción y el baile, y de un momento a otro cambiaba su actitud y regresaban a grandes zancadas a su mesa.

-¿Qué te pasa Rosemary? – preguntó George - ¿Me puedes explicar? – murmuró – Hace un momento estabas muy emocionada y ahora te noto seria y con una actitud de molestia. ¿Hice algo que no esperabas?

-No se trata de ti – respondió haciendo una seña al mesero que se acercó de inmediato. Rosemary pidió un par de cervezas y continuó hablando – Estaba muy emocionada bailando junto a ti, hasta que mis ojos se posaron en Gavin.

-¿El novio de tu hermanita? – preguntó el chico y Rosemary asintió - ¿Qué no se supone que está grabando su serie en Canadá?

-Se supone que se encuentra allá, pero parece que se ha tomado unos días de descanso. – dijo la rubia cruzando la pierna – Y también se está divirtiendo mucho, sólo gira un poco tu cabeza y podrás ver todo a detalle.

El novio de Rosie asintió y giró lentamente la cabeza para poder observar con atención a Gavin. Este había abandonado la pista de baile y ahora se encontraba sentado en una de las mesas del fondo junto a dos mujeres, una rubia y una pelirroja. Ambas chicas lo tocaban sin pudor y lo besaban con descaro. Gavin parecía estar feliz y muy despreocupado.

-Noor aún es su novia, ¿no es así? – preguntó el hombre a Rosemary.

-Sí, aún son novios. – dijo la chica – Ahora entiendo porque este patán no la ha llamado y ni siquiera le devuelve los mensajes. – murmuró Rosie – Gavin tiene mejores cosas que hacer, como ese beso de tres. – señaló la rubia con la cabeza.

Su novio miró la escena, ¡ese tipo era detestable! Engreído, pedante y grosero. No entendía cómo era que su cuñada Noor estaba locamente enamorada de ese sujeto, o al menos así le parecía. De un momento a otro, la fama de Gavin lo había afectado bastante, carecía de humildad y de tacto, creyendo que el mundo no lo merecía.

Gavin sintió la mirada pesada del novio de Rosemary sobre él y giró la cabeza. Pudo ver al hombre que lo miraba fijamente, así como a su querida "cuñada". Entrecerró los ojos mientras pensaba que con toda seguridad ese par irían directamente con Noor para contarle el chisme. ¡Por supuesto! Rosemary no se iba a quedar callada en esta ocasión, ya que varias veces lo pescó con las manos en la masa, sin embargo, nunca le había dicho nada a su hermanita.

Gavin besó de manera lasciva a la pelirroja y después a la rubia, antes de levantarse de su asiento para caminar directamente hacia donde se encontraban Rosemary y George.

-¡Ya vi que disfrutan del espectáculo! – Exclamó Gavin de manera burlona, sentándose en medio de la pareja – Si lo prefieren, puedo darles mis fotos o ¿por qué no se nos unen? ¡Así nos divertimos todos.

-¡Eres un desgraciado sin vergüenza! – Gritó Rosemary - ¡Le mientes a mi hermana!

-¿Y crees que Noor no se está divirtiendo en Londres? – Preguntó Gavin recostándose en el asiento – Yo dudo mucho que sea fiel.

-¿Cómo te atreves a decir esas cosas de Noor? – Preguntó el novio de Rosemary - ¡Ella es incapaz de hacerte esa bajeza! – Murmuró el hombre.

Rosemary rodó los ojos. Ella sabía lo que Noor estaba sintiendo por el inglés ese, el tal Terrence y esperaba que su hermana no fuera tan descarada como Gavin.

-¡Deberías irte de aquí, Gavin! – Bufó Rosemary – Ve a divertirte, con tus amigas y déjanos en paz. Este asunto no nos interesa, yo sólo espero que mi hermana pronto abra los ojos y se dé cuenta de la clase de ser asqueroso que eres.

-¡Pues más te vale que no se dé cuenta de inmediato! – Sonrió Gavin – O de lo contrario, Noor va a sufrir las consecuencias – Dijo acariciando el cabello de la mujer - ¡Así que cierra tu boca, Rosemary! Y cuídate de contarle algo a Noor.

-¡Eres un...! – Gritó Rosemary poniéndose de pie para abofetear a Gavin.

-¡Basta Rosemary! – Intervino su novio deteniéndola - ¡Déjalo! La verdad va a salir a relucir y no va a poder ocultarlo por mucho tiempo – Dijo el hombre y se levantó - ¡Vámonos de una vez!

El novio de Rosemary la tomó de la mano y se alejaron a toda velocidad de ahí. Lo mejor era guardar la distancia con ese sujeto tan despreciable. Rosie le dedicó una última mirada de desprecio a Gavin y caminó hasta la salida. Esperaba que Noor pronto pusiera fin a esa relación con ese tipo tóxico.

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El lugar estaba abarrotado, se trataba de un bar en el corazón de Londres, el cual no era un sitio muy grande. Terrence y Noor se abrieron paso entre la multitud que se quejaron y protestaron ante los empujones del hombre. La pareja se detuvo a un par de metros del escenario, Terry se acomodó detrás de Noor y la abrazó por la cintura, mientras ella observaba detenidamente el escenario, esperando con ansias que el show comenzara. La gente también esperaba ansiosa la aparición de Dermot Kennedy, quién estaría presentando su nuevo material. Los gritos no se hicieron esperar cuando el sujeto apareció en el escenario.

-¡Ahí está! – gimió Noor y gritó eufórica, al tiempo que aplaudía.

Terrence comenzó a silbar con fuerza, uniéndose al alboroto del público que emocionados, aclamaban a su ídolo.

-¡Dermot, Dermot! – Gritaban a coro.

Dermot saludó al público y agradeció su presencia. Los gritos y los silbidos de los presentes, así como sus aplausos se intensificaron, haciéndose más estridentes. De pronto, estos cesaron cuando los primero acordes de una melodía se dejaron escuchar y el cantante comenzó con el show.

-¡Es All My Friends! – Dijo Noor entre gritos, girando su rostro para que Terrence pudiera leer sus labios - ¿La has escuchado?

-¡Todas las que me recomendaste! – Respondió Terrence también entre gritos – Creo que no he dejado de escucharlo desde que me dedicaste "Power Over Me"... ¡Y estoy esperando a que la cante!

Noor gritó feliz y se dio la vuelta para arrojarse a los brazos de Terrence y besarlo con pasión. Él la apretó con firmeza y respondió a su beso. Envueltos en las melodías de Dermot.

Por espacio de una hora, Dermot estuvo deleitando a sus seguidores con todo sus éxitos, como Lost, Moments Passed, Outnumbered, Glory, entre otros. También estuvo conviviendo y charlando con sus fans entre las interpretaciones. Y por supuesto, no podía faltar la canción preferida de Terrence; "Power Over Me, con la cual cerró el show.

-¡Fue magnífico! – Exclamó Noor llena de emoción mientras salían del bar – Lo disfruté al máximo, especialmente por la compañía – Dijo la chica y guiñó su ojo a Terrence - ¿Qué te pareció? – Preguntó - ¿Lo disfrutaste tanto como yo?

-Me encantó su espectáculo – Murmuró el hombre tomando la mano de la chica y besándola varias veces – Por supuesto que la compañía fue inmejorable, lo disfruté más porque estabas a mi lado – Sonrió – Debo decir que también me emocioné y que Dermot no lo hace tan mal, creo que se acaba de ganar un fan más.

-¡Yeeeeiiii! – Gritó Noor arrojándose a los brazos de Terrence y besándolo repetidas veces en los labios - ¿Quieres ir a cenar? ¡Yo te invito, guapo! – Exclamó la chica dándole un par de nalgadas.

-Acepto la invitación, sólo si tú estás incluida en el menú – Sonrió Terrence volviéndola a abrazar y besando cariñosamente sus mejillas.

-¿Te apetece el postre? – Dijo Noor con picardía – Puede que se trate de una empalagosa Noor bañada en azúcar y caramelos.

-¡Me gusta! – Respondió pasando su lengua por sus labios - Pero por ahora vamos a comer una hamburguesa – Exclamó tomándola de la mano mientras caminaban hasta un puesto callejero de hamburguesas.

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Terry cerró la puerta de la habitación, después la abriría para que sus amigos peludos entraran, pero durante ese momento, deseaba privacidad. Noor esbozó una sonrisa traviesa al darse cuenta de sus intenciones y lo sujetó del rostro para comenzar a besarlo con ardiente pasión. Terrence le devolvió el beso con la misma intensidad, estaba excitado y sabía que ella también lo estaba. Hubo un choque de lenguas y montones de beso sonoros. Noorie le mordió el labio inferior, succionándolo varias veces. ¡Le encantaban los labios de Terry! Tan carnosos y suaves. ¡Podía pasar toda la noche besándolo! Terrence también la mordió y sin dejar de besarla, le rodeó la cintura con un brazo, levantándola un palmo del piso. Noor lo rodeó con ambas piernas y así, besándose una y otra vez la dejó sobre la enorme cama mientras se colocaba sobre ella.

El hombre contempló a la mujer durante un instante. Ella jugaba con su cabello rubio y lo miraba a los ojos. Volvieron a besarse lentamente, saboreándose y transmitiendo su deseo a través de los besos. La pierna de Noor se frotó contra la cadera de Terry, él se apartó un poco y ella aprovechó para quitarse la camiseta y el sostén, dejando sus senos al aire. La chica arqueó la espalda y él dejó escapar un ligero gruñido antes de quitarse la camiseta.

Las manos de Noor le acariciaron el amplio pecho, pellizcándole los pezones. Terrence gimió de manera gutural y se inclinó para besarle los senos y morderlos a placer. La chica gemía, arqueando la espalda y acariciando la cabeza del hombre. Nuevamente se besaron con más pasión y arrebato; gimiendo y suspirando con sonoridad.

Los labios de Terrence se posaron en el cuello de la joven y lo succionaron, ella gemía sin control cuando la lengua del hombre dibujó un camino húmedo hasta sus senos y presionó sus pezones con los dientes. Las manos de Terry, rápidas y traviesas le desabrocharon los pantalones, los bajó lentamente, deslizándolos por las piernas de Noor e hizo lo mismo con sus bragas. Terrence se lamió los labios al contemplar la desnudez de la chica y le dedicó una sonrisa traviesa, mientras sus finas manos tocaban sus senos y su vientre.

El hombre aprovechó para quitarse la ropa ante la mirada de lujuria de Noor quién no dejaba de observar su notoria erección, Noor lo sujetó del elástico de los bóxers y lo atrajo hacia ella. Él la abrazó con firmeza, besándola de forma salvaje y desesperada. Ella le acariciaba la espalda, devolviéndole esos besos apasionados que le estaba arrebatando el aliento y la condura.

La mano femenina descendió hasta la cinturilla de los bóxers y los haló para mirar lo que se ocultaba debajo. Noor sonrió con lujuria al ver su pene y los bajó, mientras se acomodaba sobre la cama. Terry sólo rió de manera provocadora y terminó de quitarse la ropa interior, mientras que ella estaba desesperada por tenerlo cerca. La chica lo llamó a señas y él se acercó, poniéndose de rodillas sobre el colchón mientras que Noor sujetaba su miembro erguido con una mano.

Terrence se inclinó y la besó, jugueteando con su lengua, mordiéndole los labios y jadeando, mientras que Noor lo masturbaba suavemente, arrancándole varios gruñidos de satisfacción. Noor sonrió al escucharlo y se mordió el labio inferior al tiempo que lo empujaba para que cayera sobre el colchón. Noor se incorporó, acomodándose sobre la cama y se inclinó un poco para comenzar a lamer el sexo de Terry, desde la base hasta la punta, trazando suaves círculos en el glande. Terrence se sorprendió momentáneamente y bajó su mirada. Noor levantó los ojos para observarlo, ¡nunca había practicado sexo oral! Todo fue repentino y esperaba estuviera haciendo lo correcto. Los ojos de la chica se conectaron con los de Terry y su mirada se lo dijo todo, ¡estaba disfrutando! Terrence le dedicó una sonrisa lasciva y cerró los ojos cuando Noor lo sujetó con firmeza e introdujo su pene dentro de su boca para comenzar a mover suavemente su cabeza de arriba abajo.

Worsley se recostó en la cama, deleitándose con las sensaciones que la boca de Noor despertaban en él. Ella continuó chupando y masturbándolo, entre tanto, él se incorporó un poco para acariciar el trasero de la chica, apretándolo y dándole un par de azotes. Ella gimió y continuó succionando. Terrence acariciaba la delicada curva de la espalda femenina y gemía de manera gutural. Lentamente la mano del hombre descendió hasta acariciar la humedad de Noor y deslizó dos dedos sobre el sexo empapado de fluidos. La mujer jadeó y arqueó la espalda, abriendo las piernas para permitirle el acceso. Él no perdió el tiempo e introdujo sus dedos en ella, arrancándole un sonoro gemido.

Los dedos de Terrence entraban y salían de Noor, quién se había separado de él para gemir y gemir. La mano de la chica continuaba frotando el pene erecto del hombre, quién hacía un esfuerzo sobrehumano para contenerse, pues los movimientos de ella comenzaban a ser más veloces. Suavemente la apartó, le sonrió con lujuria y tomó un condón que se colocó con rapidez. La chica le devolvió la sonrisa mordiéndose el labio y ruborizándose intensamente.

Terry la abrazó con fuerza, colocándola sobre él y besándola de manera arrebatadora y lasciva. Las caderas de Noor rozaban el sexo de Worsley, pidiéndole que la penetrara de una vez. Él sujetó su miembro con una mano, lo deslizó sobre la cálida feminidad de la chica, empapándolo de sus fluidos y trazando círculos sobre el clítoris hinchado. Ella dejó escapar un suave grito y tiritó ante la deliciosa descarga que eso le provocó. Noor levantó la pelvis mientras Terrence la penetraba con una poderosa embestida. La mujer arqueó la espalda para recibirlo y llenarse con su miembro. Ella lo miró a los ojos, dejando escapar una suave risa, acariciándole los pectorales sin moverse aún.

Terry la contempló con ternura y después se mordió el labio al escucharla reír, su humedad aterciopelada le presionaba el pene, atrapándolo de manera deliciosa. Él le apretó la cintura, presionándola contra su pelvis, indicándole que era hora de comenzar a moverse. Noor empezó a balancear las caderas, primero de forma suave y sensual. Mientras ellos estaban inmersos el uno en el otro, no cerraron los ojos, se dedicaron a mirarse como hipnotizados ante ese excitante momento.

Noor comenzó a acelerar los movimientos, mientras que Terrence le apretaba las nalgas y empujaba con más vigor. Ella gemía a la par de él, la cabecera de la cama golpeaba la pared al ritmo de ellos. El hombre estaba embelesado mirando como los senos de la chica se agitaban grácilmente. Noor cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, enterrando las uñas en los hombros de Terry, quién apretó con mayor fuerza sus nalgas. Noor gimió con más fuerza y se inclinó para besarlo con fogosidad. La cabellera de la mujer lo envolvió como una cascada de oro y poco a poco, las embestidas del hombre se aceleraron, entrando hasta el fondo. Terrence la abrazó y se incorporó, dejándola sobe sus piernas, la besó una y otra vez, mientras que la pareja regresaba al suave balanceo del principio. Lentamente se dio la vuelta para invertir la posición y colocó las piernas de la joven sobre sus hombros.

Noor estaba emocionada y enajenada. Sus encuentros con Terrence eran cada vez más deliciosos y placenteros. Terry era una mezcla perfecta de brutalidad y fiereza con delicadeza y ternura. Él la besó de nuevo, enredando su lengua con la de ella, se separó un poco y apoyó las palmas sobre la cama para arremeter contra la mujer de manera impetuosa, como queriendo partirla en dos. Noor gritaba, maldecía y gemía poseída por el placer que aquella ferocidad le provocaba, sus fluidos manaban a torrentes, resbalando por su trasero. Poco a poco fue perdiendo la capacidad de razonar, únicamente estaba concentrada en el placer, y escuchar los gruñidos guturales de Terry era como escuchar música celestial.

Lentamente, ambos se abandonaron al placer. Terrence gruñó cuando las paredes vaginales de la mujer se contrajeron sobre su sexo. Gimió de gozo y continuó embistiendo con fuerza, ella estaba demasiado excitada y a punto de colapsar, sus mieles le mojaban la pelvis y su pene entraba y salía con mucha facilidad de ella. Noor lo abrazó y buscó su boca para devorarla y morderle los labios antes de entregarse al orgasmo con un grito primitivo, al tiempo que su cuerpo temblaba completamente, presa del éxtasis. Instantes después él la siguió y estalló embargado de dicha y satisfacción.

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Noor se miró al espejo y comprobó su atuendo; jeans ajustados en color negro, un suéter de cuello de chimenea en color caqui, además de unas botas negras de caña alta. Sonrió y tomó la chaqueta militar que un tiempo había pertenecido a Terry, dobló las mangas para ajustarlas y la abotonó a la mitad. Terry salió de la ducha y frunció el ceño al ver a la chica.

-¡Así que has estado hurgando en mi armario! – Bufó el hombre dejando caer la toalla al piso - ¡Yo no sé para que te pusiste esa cosa! Está horrenda.

-No es verdad – Exclamó la chica girándose para mirar a Terrence - ¡Pero si estás desnudo! – Murmuró con picardía - ¡Que rico! – Sonrió acercándose a él.

Terrence lanzó una carcajada, tomó sus calzoncillos y se los puso antes de dejarse caer a la cama, tomar sus jeans azules, calcetines, una camiseta blanca y sus botas para vestirse a toda velocidad.

-¡Ay no se vale! – Se quejó Noor cruzándose de brazos.

-¡Es tarde! – Bufó Terry – Y a Lottie y a Walter no les gusta la gente impuntual.

-¡Pero yo...!

-¿Qué no te atascaste hace rato en la mañana? – Preguntó Terrence entre risas y abrazándola para besarla en la mejilla.

-¡Qué grosero! – Protestó Noor e hizo un puchero - ¡Feo! – Murmuró y lo golpeó en el brazo.

-¡Sí que nos atascamos! – Continuó sin parar de reír - ¡Ya mejor vámonos! – Exclamó y tomó su chaqueta de cuero, tipo aviador.

Noor lo tomó de la mano sin poder evitar reírse y caminaron hasta la sala para colocar sus respectivas correas a Odín y a Woodstock, quienes al verlas, comenzaron a mostrarse muy emocionados. Salieron de la casa para subir al auto y tomar rumbo hacia la casa de la familia Cox, quienes los habían invitado a almorzar.

El pequeño Walter, junto a su hermano Louis estaban asomados en la ventana de su habitación, mirando hacia la calle, esperando ver el auto de su tío Terrence. En la planta baja, Walter padre y su esposa sacaban la comida del horno y la acomodaban en bandejas, ya que almorzarían en el jardín de la casa.

Walter levantó la vista al escuchar el tropel que sus hijos mayores ocasionaban al bajar la escalera y correr rumbo a la puerta.

-¿A dónde creen que van? – Gritó el hombre - ¡Nada de salir a la calle!

-¡Pero han llegado tío Terry y tía Noorie! – Gritaron los niños al mismo tiempo.

Los pequeños hicieron caso omiso de las palabras de su padre y corrieron hasta la puerta de entrada para abrir y recibir a la pareja que acababa de salir del auto y caminaban tomados de la mano, llevando a sus mascotas.

-¡Tío Terrence! – gritaron los pequeños - ¡Tía Noorie! – exclamaron mientras corrían con los brazos abiertos hasta ellos.

-¡Hola enanos! – dijo Terrence levantando al pequeño Walter un palmo del piso - ¿Quieres llevar a Odín? – preguntó el hombre y el pequeño asintió.

-¡Y yo llevaré a Woodstock! – intervino Louis mientras besaba a Noor en la mejilla – Me encanta este perro, pero papá no nos permite tener uno. – dijo con tristeza y tomó la correa del can.

-Pueden adoptar a uno pequeño – murmuró Noor y tomó de la mano a Terrence.

-No, ni uno pequeño. – exclamó Walter – Papá dice que no somos responsables y por eso no podemos tener un perro.

Los cuatro entraron la casa y caminaron hasta la mesa que se encontraba en el centro del jardín, donde ya los esperaban el pequeño Terrence, Lottie y Walter padre. El matrimonio ya había preparado la mesa en donde almorzarían y esta estaba llena de deliciosa comida.

-¡Mmmmhhh! – exclamó Terrence –Walter se esmeró en el almuerzo. – dijo con una gran sonrisa – Buen trabajo, amo de casa.

-¡Qué payaso eres Terrence! – gruñó Lottie – Para tu información, yo preparé el almuerzo esta vez. – dijo y miró a Noor - ¡Bienvenida, querida! – exclamó la mujer – Es un gusto tenerte en nuestra casa, espero que no se quede sólo en un almuerzo y una visita.

-¡Gracias! – respondió Noor - ¡Por supuesto que no! Yo estoy encantada de estar aquí con ustedes. – dijo la chica y sonrió – Los he extrañado mucho. – murmuró mientras se sentaba en la silla que Walter le ofrecía.

Los niños corrían por el jardín tratando de alcanzar a Odín que ya se había escondido detrás de unos arbustos. Woodstock también participaba en la cacería del gato, el can olía entre la hierba y levantó una pata al encontrar el rastro del gato mientras ladraba.

-¡Lo ha encontrado! – gritaron los chicos - ¡Lo ha encontrado!

Louis levantó a Odín del piso y lo llevó hasta una banca que se encontraba frente a la mesa del almuerzo. El gato bufó y se acomodó en un cojín estirándose y lanzando un gran bostezo.

-¡Vengan a almorzar, chicos! – dijo Terrence a sus sobrinos – Y ya dejen en paz a mi gato, por eso los odia.

-Se me lavan las manos – gritó Lottie – Han tocado a ese gato pulgoso y a ese perro mugroso.

-Me perdonas hermana, pero aquí la única pulgosa y mugrosa eres tú. –gruñó Terry y abrazó a su hermana – Los Cox son todos unos pulgosos...

-Porque los Worsley nos pegaron su plaga de pulgas – Intervino Walter sin contener la risa.

Noor y los niños reían a carcajadas por los comentarios tan graciosos, se acomodaron en la mesa y empezaron a comer con gran apetito. Terrence se sentó junto a Walter, pues sus sobrinos se habían apoderado de Noor, sentándola entre ellos. Terry charlaba con su cuñado sobre trabajo e intentaban ponerse de acuerdo para salir por la noche y beber unas cervezas. Lottie por su parte, reñía con Walter Jr., pues no dejaba de atosigar a Noor, insistiendo en sentarse sobre su regazo.

-¡Si no dejas a Noor en paz te enviaré a almorzar a la cocina! – Murmuró Charlotte amenazando al pequeño.

-¡Está bien! – Intervino Noor – Walter quiere invitarme a la celebración de Halloween en la mansión de Bibury.

-¡Eso es un evento para niños! – Exclamó Louis sintiéndose grande.

-No seas ridículo – Comentó Walter padre - ¡Aún eres un niño! Y sé que te encanta la fiesta.

-¿De qué se trata la celebración? – Preguntó Noor con gran interés.

-¿Has visto la película de los locos Adams? – Respondió Walter y miró a Terrence mientras Noor asentía y se mostraba cada vez más interesada.

-Pues es algo más o menos parecido a su celebración – Rió Terrence.

-¿A cuál celebración? – Preguntó Noor un tanto sorprendida - ¿No me digas que van al cementerio y...?

-Sí, vamos al cementerio – Gritó Louis esbozando una sonrisa macabra – Y hurgamos entre las tumbas para...

-¡Desentierran dulces, Noor! – Intervino Charlotte dedicándoles una mirada severa a su marido, su hermano y su hijo mayor – La mañana del Halloween, Terrence se levanta muy temprano y esconde los dulces entre las tumbas del cementerio. Por la tarde, hacemos una fiesta típica, ya sabes, manzanas de caramelo, palomitas de maíz, disfraces, bocadillo y baile – Continuó Lottie – El gran evento final es la búsqueda de los dulces entre las tumbas.

-¡A veces hay premios! – Exclamó el pequeño Walter – El año pasado encontré un juego de vídeo.

-Un tetris de los chinos – Murmuró Terrence en el oído de Noor y ella estalló en carcajadas.

-¡Pues me encantaría participar en su celebración! – Gritó Noor con entusiasmo.

-Pero el tío Terrence nunca nos ha acompañado a buscar los dulces – Se quejó Louis – Nada más los esconde, pero no participa en la fiesta – Dijo con visible decepción.

-¡Y nunca se disfraza como papá y mamá! – Comentó el pequeño Walter.

-¡Pues yo me encargaré de que este año lo haga! – Dijo Noor apretando las mejillas de los niños – Su tío Terrence se va a disfrazar, va a divertirse en su fiesta con todos nosotros y también se va a unir a la búsqueda de dulces, ¿verdad amor? – Preguntó la chica y Terrence la miró con el ceño fruncido, ¡no le gustaban esas cosas! – Si lo hace, le voy a dar un premio – Murmuró esbozando una pícara sonrisa.

-Pues siendo así – Sonrió Terrence con malicia - ¡Acepto! Este año voy a celebrar el Halloween con ustedes.

Los niños comenzaron a gritar emocionados y a bailar alrededor de su tío. Walter y Lottie lanzaron una carcajada al escuchar lo que Noor le proponía a Terry, ¡ya se imaginaban por donde iba a eso! Terrence no despegó su mirada de Noor sin dejar de sonreír de manera maliciosa. Ya tenía en mente su premio y la obligaría a que se lo diera.

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Bueno, bueno, parece que el tío Terry va a celebrar el Halloween con su familia. Pero también quizá reclame el premio que Noor le ha prometido. Terrence tiene una idea malévola en mente y seguramente la pondrá en práctica. Aunque también, esto pueda significar el regreso de Noor a Nueva York. ¿Esperan una separación triste? A mí ya me dieron ganas de llorar.
¿Qué les pareció el capítulo? Espero lo hayan disfrutado y gracias por leer esta historia.
Maria Decapitated