
PARTE 13 - WAR OF HEARTS
Noor dió vuelta a la página y la pasta frontal del libro cayó al piso. La levantó de inmediato y miró su viejo libro con tristeza. ¡Se estaba haciendo pedazos! Terrence la observaba y se acercó a la chica para abrazarla con fuerza. Ese ejemplar de "Lo que el viento se llevó", tenía un gran valor sentimental para Noor y saber que poco a poco se iba haciendo pedazos, le dolía en el alma.
-¿Por qué no lo llevas a restaurar? – preguntó Terrence colocando el libro dentro de una bolsa para que no continuara deshojándose.
-Tengo algo de desconfianza con los restauradores – exclamó la chica - ¿Y si no pueden repararlo?
-¡Claro que pueden! – respondió el hombre y besó su nariz – Conozco a uno muy bueno, si lo deseas, cuando regresemos a Londres podemos llevarle el libro. Estoy seguro que hará un milagro con él.
-¡Gracias, monstruito! – dijo la rubia y guardó el libro en uno de los cajones del buró de la cama y se dejó caer en esta - ¿Vas a tomar una siesta? – preguntó Noor a Terrence antes de que este entrara en el cuarto de baño.
-No tengo sueño – exclamó él – Escribiré un rato y después bajaré a preparar la cena. Lottie y Walter suelen dormir durante un par de horas, al igual que los niños. Tú puedes dormir si lo deseas. – dijo antes de cerrar la puerta.
Ella tampoco tenía sueño, así que tomó su teléfono móvil y le envió algunos textos a su hermana Rosemary y a sus padres.
¿Cómo estás Rosie?
Me han pasado muchas cosas, pero no puedo contar todo por un mensaje.
Prometo llamarte mañana y contártelo todo.
¡Te adoro!
XoXo
La chica no espero mucho para recibir la respuesta de su hermana.
¡Nena!
Estoy feliz de recibir noticias tuyas.
No te preocupes, espero tu llamada.
Yo también tengo muchas cosas que contarte.
Sabes que yo también te adoro.
Besitos :* :*
Noor sonrió al leer la respuesta de Rosemary y dejó su móvil sobre el buró. Terrence salió del baño y consultó el reloj que se encontraba en la pared. Ya no faltaba mucho para que los Cox se despertaran y comenzaran con su alharaca, especialmente porque los niños, al estar cargados de energía, se ponían un poco inquietos y en ocasiones se armaban las disputas, en donde los padres intervenían con gritos y uno que otro azote en el culo para los contendientes.
-Iré a preparar la cena, Noorie – Murmuró Terrence caminando hasta la puerta de la habitación – Puedes continuar descansando, ya les avisaré cuando la cena esté lista.
-¡Yo te ayudo! – Murmuró Noor levantándose de la cama y caminando detrás de él.
Terrence asintió y bajó rápidamente la escalera hasta entrar en la cocina. Se detuvo a la mitad de la estancia, rascándose la cabeza, dio la vuelta y miró a Noor.
-¿Qué se te antoja para cenar? – Preguntó Terrence – Mi hermana trajo pan y queso – Exclamó – Podemos preparar unos sándwiches de queso, ternera, cebolla caramelizada y pera. Generalmente son bocadillos para un picnic pero, ¿a quién diablos le importa?
-¡Suena exquisito! – Gritó Noor bastante entusiasmada – Tú dime que tengo que hacer y pondré manos a la obra.
Terrence asintió, le dio algunas indicaciones a la chica y juntos comenzaron a preparar la cena. Noor tarareaba unas viejas canciones infantiles y de vez en cuando se llevaba un par de trozos de pera a la boca, ofreciéndole también a Terrence.
-¿Quieres que ponga música para ambientar el momento? – Preguntó el hombre acomodando los trozos de carne asada sobre el pan.
-¡Me encantaría! –Sonrió Noor que colocaba el queso con pera y la cebolla sobre la carne, tapandolos emparedados.
https://youtu.be/NAtwI2poXXg
Terrence conectó su teléfono móvil a la bocina y buscó una canción en una de sus tantas listas de reproducción. La melodía sonó con fuerza y él tomó a la chica entre sus brazos, apretándola a su cuerpo.
-And they called it puppy love. Oh! I guess they'll never know how a young heart how it really feels and why I love her so... - Cantó Terrence al oído de la joven - And they called it puppy love just because we're seventeen. Tell them all oh! please tell them it isn't fair to take away my only dream – Continuó cantando mientras se movía junto a Noor por toda la cocina.
Noor suspiró al sentir el macizo cuerpo del hombre pegado al suyo y se estremeció cuando su aliento le rozó la mejilla. Terrence no tenía una excelente voz para cantar, pero en sus oídos sonaba perfecta, además de seductora. Él la apretó con más firmeza al momento en que seguían deslizándose suavemente por la estancia. Noor cerró los ojos y recostó su cabeza en el pecho de Terrence.
-I cry each night, it's tears for you. My tears are all in vain. I hope... I hope and I pray that maybe someday you'll be back in my arms once again... - Siguió Terrence cantando con mucho sentimiento - Someone help me, help me please. Is the answer, is it up above? How can I oh! How can I ever tell them? This is not a puppy love...
Lottie y Walter salieron de la habitación, el hombre llevaba en sus brazos al más pequeño de sus hijos y bajaron con lentitud la escalera. La hora de la siesta había terminado y era el momento ideal para preparar la cena.
-¡Nos saltamos el té! – Murmuró Walter esbozando una sonrisa divertida.
-¡Pareces un Hobbit! – Sonrió Charlotte apretando las mejillas de su esposo y besando sus labios – Nada más quieres estar comiendo.
-¡Pero tú sabes porque se nos hizo tarde! – Dijo su esposo apretando el trasero de Lottie y comenzando a reír a carcajadas.
-¡Shhh! – Exclamó la mujer – Poniendo su dedo índice sobre los labios de su esposo.
La pareja guardó silencio y se acercaron lentamente hasta el umbral de la cocina y se quedaron boquiabiertos al observar la escena delante de sus ojos. Noor y Terrence bailaban al ritmo del tema Puppy Love, mientras Terrence le cantaba a la chica, quién tenía su rostro levantado hacia Terrence. El hombre la miraba con ternura y le sonreía sin dejar de cantar.
-Someone help me, help me please. Is the answer up above? How can I oh! How can I tell them? This is not a puppy love – Finalizó el rubio, inclinándose para unir sus labios a los de Noor en un beso apasionado.
La chica le echó los brazos al cuello y se aferró a él, respondiéndole intensamente. Terry deslizó sus manos por el trasero de Noor y la pegó a su cuerpo. Ella se frotó contra él y gimió suavemente al experimentar el calor que emanaba de él.
Lottie y Walter observaron boquiabiertos la escena, ¿Terrence cantando canciones románticas al oído de una chica? ¡Imposible! Que ellos supieran, ese tipo de música no era de sus favoritas, aunque últimamente el hombre se había vuelto un misterio y además estaba toda esa pasión que mostraba al estar cerca de esa chica. ¡Eso era amor! Un amor que comenzaba a florecer, ¡estaba claro! Aunque Terrence se empeñara en negarlo y a ser un poco renuente, pero pronto se iba a dar cuenta de ello.
Los gritos de los vástagos de los Cox rompieron el hechizo del momento, ya que entraron corriendo en la cocina y pidiendo de comer, sin siquiera reparar en sus padres que estaban en el umbral de la puerta.
-¡Tío Terry, tía Noorie! – Gimió el pequeño Walter abrazando a la pareja.
-¡Tenemos hambre! – Murmuró Louis - ¿La cena está lista? ¿Podemos poner la mesa ahora?
Terrence y Noor se separaron, el hombre sujetó a Walt por el elástico de sus pantalones deportivos y lo levantó del piso mirándolo fijamente a los ojos, mientras el pequeño reía a carcajadas.
-¿Ya se lavaron las manos mugrientas? – Preguntó con voz firme y el pequeño asintió, sujetando el rostro mal encarado de su tío con sus manitas.
-¡No es un saco de patatas! – Bufó Noor y tomó a Walter entre sus brazos - ¡Claro muñeco! – Añadió alborotando la rubia cabellera de Louis – Pueden comenzar a poner la mesa, ¿quieren un poco de leche con chocolate? ¡En seguida la preparo!
-¡Nosotros les ayudamos! – Intervinieron sus padres entrando en la cocina.
-¡Por cierto! – Sonrió Walter mirando a Terrence con una sonrisa pícara - ¡Son una hermosa pareja de tortolitos! – exclamó y se acercó a Terry para apretarle suavemente las mejillas y lanzarle un beso tronado.
Lottie y Noor soltaron una carcajada y Terrence en cambio se puso de mil colores. Walter se dio la vuelta y salió de la cocina para ayudar a sus hijos a poner la mesa, ¡ya había pasado la hora de cenar!
= = = = =
-Walter, por favor coloca los sándwiches de atún en la canasta de color azul que está sobre la mesa. – exclamó Lottie cuando Terrence y Noor entraban en la cocina.
En el lugar había un gran alboroto, Lottie y Walter habían preparado comida para un ejército. Sobre la encimera había una gran cantidad de sándwiches de atún, sándwiches de hummus, rollitos de pizza, empanadas de carne, un enorme flan y muffins de chocolate. Además sobre la mesa había un gran termo con limonada y algunas botellas de refresco.
-¿A dónde irán? – preguntó Noor al ver que Walter colocaba la comida en un par de canastas.
-¡Todos iremos de picnic! – exclamó Lottie – Los niños quieren hacer un día de campo a orillas del lago y a nosotros nos pareció una excelente idea. ¡Nos vamos a divertir mucho! – dijo la mujer.
-A orillas del lago hay un par de canoas – añadió Walter – Podemos remar un rato y ¡hasta podemos pescar!
-¿Con tanta comida? – exclamó Terrence y lanzó una carcajada – En lugar de que las canoas floten, ¡nos vamos a hundir!
-¡Basta Terry! – intervino Noor – A mi me encanta la idea del picnic y de remar un rato junto a los niños. ¿Les puedo ayudar en algo?
Lottie le dio indicaciones a Noor y Terrence tomó una de las canastas para ayudar a Walter a llevar la comida a orillas del lago. Los niños ya se habían adelantado y habían colocado el mantel sobre el pasto así como las bebidas.
-¿Dónde está la tía Noorie? – preguntó el pequeño Walter buscando por todas partes – La escuché hablar.
-¿No la viste? – Preguntó Louis riéndose a carcajadas - ¡Pasó junto a ti!
Walter Jr dio media vuelta y corrió de regreso a la orilla del lago. Su hermano Louis lo siguió de cerca, mientras el pequeño gritaba a todo pulmón.
-¡Tía Noorie, tía Noorie! – Exclamó el pequeño abriendo sus brazos.
Noor se echó a correr al ver la pequeña figura que se acercaba a ella y lo abrazó con fuerza, levantándolo del piso.
-¡Te quiero! – Exclamó el niño besando a la chica.
-¡Yo también te quiero, pequeñín! – Sonrió Noor estrechándolo firmemente entre sus brazos - ¡Eres un encanto! ¿Verdad Terry? – Preguntó dirigiéndose al hombre.
-¡Claro que lo es! – Sonrió el hombre y lo abrazó - ¡Es un pedacito de cielo! – Exclamó besando los cachetes de su sobrino.
-¡Qué cursi se oyó eso! – Gritó Louis con cara de asco.
-¡Y tú también eres mi pedacito de cielo! – Gruñó Terry tomando a su sobrino para llenarlo de besos.
Lottie y Walter estaban atónitos ante la escena, primero lo del baile con Noor y ahora llamaba "pedacito de cielo" a los niños. ¿Terrence se encontraba bien? Por lo general los llamaba engendros y les decía "Shuuu!" para alejarlos de él. Pero ahora era todo amor con los niños. El matrimonio vio cómo sus hijos, Noor y Terrence se alejaban y se acomodaban en el mantel.
-¿Ustedes no van a venir? – Gritó Terry haciéndoles una seña – Porque las hormigas nos van a dejar sin almuerzo.
-¿Hay hormigas? – Gritó Lottie horrorizada.
-Sí y cantan – Se rió Louis y empezó a cantar con su hermano una canción basada en un episodio de la serie animada Garfield y sus amigos.
https://youtu.be/fERUbNcl1ko
"Somos las hormigas que robamos la comida. Estamos aquí para arruinar el día. Cuando estamos cerca el turista adelgaza, porque si lo queremos no dejamos ni una taza..."
-¡Mira Lottie! – Se rió Terrence tomando un sándwich – Las hormigas se lo llevan todo – Exclamó y se metió casi todo el emparedado en la boca.
-¡Te vas a ahogar! – Gritó Noor – Come tranquilamente, ¡hay mucha comida!
Lottie y Walter se acomodaron en el mantel, riendo a carcajadas. Los niños también reían, comiendo sus emparedados de atún con grandes mordidas.
-¡Tú sólo das mal ejemplo a los niños! – Dijo Walter en tono de broma al ver los cachetes hinchados de sus hijos mayores, que masticaban con dificultad.
Lottie sonrió, dedicándole una mirada maternal a su hermano y suspiró. Esas escenas difícilmente volverían a repetirse. Su hermano riendo a carcajadas, con el pequeño Walter sentado sobre sus rodillas y Louis, recargado en su costado izquierdo. ¿Qué le había dado esa chica? Se preguntó Charlotte.
-¡Da –da –da! – Gritó el bebé Terry y extendió sus bracitos hacia Noor.
-Ven acá, cariño – dijo la chica tomándolo entre sus brazos y cubriéndolo de besos – Tienen unos hijos preciosos – exclamó la rubia y acarició la cabeza del pequeño Walter quién le dedicó una sonrisa.
-Gracias – respondió Lottie – Dime Noor, ¿cómo lo estás pasando aquí? ¿Te ha gustado Londres?
-¡Lo estoy pasando de maravilla! – respondió la muchacha – Y Londres es maravilloso, aunque tuve una llegada un poco accidentada.
-¿Qué te paso, Noor? – preguntó Walter interesado en saber - ¿No te trataron bien los londinenses?
-No fue eso – exclamó la chica – Estuve un par de días en Londres y todo era genial, hasta que se me ocurrió venir a conocer Bibury. – dijo Noor y se mordió el labio inferior – Al llegar al pueblo, me instalé en la única posada del lugar y decidí salir a dar un paseo antes de la hora de la cena. – suspiró – Caminé sin rumbo fijo por un largo rato, ¡no tenía noción del tiempo! Estuve tomando montones de fotografías y me perdí. – murmuró Noor – No me di cuenta que había comenzado a nublarse y que pronto caería una tormenta. ¡Estaba muy emocionada admirando la campiña inglesa! – dijo la chica – De pronto comenzó a llover a cántaros y lo único que pude hacer fue correr hasta el molino de agua abandonado.
-¿En el molino de agua? – exclamó Walter – Eso es muy lejos, del otro extremo.
-¿Caminaste tanto y no te diste cuenta? – preguntó Lottie sin poder creerlo – Estabas a punto de llegar al otro pueblo. – dijo la mujer - ¿Y cómo lograste encontrar el camino a casa? Porque cuando llueve ese lugar se llena de agua y es difícil salir con facilidad.
-¡Llamé a Terry! – respondió Noor dirigiendo su mirada al hombre que comía un rollo de pizza - ¡Él me salvó! – suspiró la rubia – Afortunadamente aún tenía un poco de batería en mi celular, de lo contrario hubiera muerto congelada. ¡Terry es mi héroe!
-¿Tú hiciste eso, Terrence? – preguntó su hermana sorprendida - ¿Fuiste en su ayuda?
-Claro, no iba a dejarla sola a su suerte. – respondió el hombre – No iba a permitir que algo malo le pasara a Noorie – exclamó y la tomó de la mano - ¿Ustedes que hubieran hecho?
-¡Lo mismo! – exclamó Walter – Pero respecto a lo que comentó Noor, Terrence si es un verdadero héroe.
-¡Por supuesto que no! – respingó Terry – Sólo hice lo que tenía que hacer y punto.
-Es que eres un héroe, hermanito. – murmuró Lottie.
-Salvaste la vida de papá, tío Terrence. – intervino Louis – Eres un verdadero héroe.
-Si ustedes lo dicen. – dijo Terry frunciendo el ceño – Pero Noor, deberías contarles tu experiencia con "La Mano del Muerto". – exclamó el hombre cambiando el tema para dejar de lado al héroe.
-¡Ay no! – exclamó Noor poniéndose colorada – Ni lo digas, ¡qué vergüenza! – dijo y se tapó el rostro con las manos – Quedé como una tonta y miedosa.
-¡No es verdad! – Murmuró Terrence abrazándola – Es normal tener miedo.
-¿Qué le contaste, Terry Boo? – Preguntó Lottie frunciendo el ceño.
-¡Ya me imagino! – Sonrió Walter y le guiñó un ojo a la chica.
-El tío Terry no se sabe otra historia de miedo... - Balbuceó el pequeño Walter - ¿Verdad Loui? Siempre la cuenta.
-Ya ni siquiera nos da miedo – Aseveró el hijo mayor de los Cox – El fantasma del viejo tío Worsley no se aparece por el pueblo como él lo dice.
-Pues a mí sí me dio muchísimo miedo – Murmuró Noor – Especialmente porque esa misma noche, algo horrible rascaba la ventana de la habitación en donde estaba durmiendo...- Dijo y se cubrió el rostro con ambas manos.
-Se trataba de la rama del árbol que golpeaba la ventana...
-¡La rama del árbol del muerto! – Gritaron Louis y el pequeño Walter – El árbol donde colgaron al viejo tío Worsley.
-Dicen que ahí sepultaron su mano maldita – Exclamó Louis con una sonrisa perversa.
-¡Silencio, niños! – Intervino Walter padre con el ceño fruncido – Van a asustar a Noor.
-¿Qué les parece una excursión nocturna en el cementerio? – Preguntó Terrence guiñando un ojo a sus sobrinos - ¿No nos acompañas, Noorie?
-No, gracias – Sonrió la chica de medio lado – Moriría en el intento.
-A mí tampoco me pregunten – Dijo Lottie mirando a su hermano – Yo me quedaré en casa cuidando de mi bebé – Ustedes diviértanse.
-¡Como quieran! – Exclamó Terrence mientras se ponía de pie con dificultad - ¡Niños! Vamos a remar – Gritó echándose a andar hacia los botes.
Los chiquillos pegaron un gran salto y salieron corriendo tras de su tío. Walter se levantó de mala gana, pues no tenía intenciones de remar, pero alguien tenía que cuidar a sus hijos, mientras que Noor y Lottie comenzaban a recoger los restos del almuerzo. El día de campo estaba llegando a su fin.
= = = = =
Noor acomodó al bebé Terrence en sus piernas, haciéndole caras graciosas para animarlo. El nene reía y hacía sonidos extraños. Lottie le había pedido de favor que cuidara al pequeño mientras ella iba al baño y regresaba algunas llamadas telefónicas concernientes su empleo. Noor había accedido de muy buena gana, le encantaba estar con el bebé y además así no se aburría al quedarse sola durante un rato.
La chica jugaba con el bebé, agitándole una sonaja o soplándole la barriga y riendo junto a él. De pronto, su teléfono empezó a sonar y ella lo tomó par mirar la pantalla.
-¡Rosie! – Dijo mirando al nene – Tu tía Rosie está llamando, ¡vamos a responderle!
Noor respondió la video llamada de su hermana. Rosemary se sorprendió bastante al ver el rostro del pequeño Terrence en la pantalla de su teléfono y detrás del bebé, se escuchaba la risa de su hermana.
-¿Noor? – Preguntó la rubia - ¿Estás ahí? ¿Quién es ese bebé?
-¡Hola Rosie! – Murmuró la muchacha - ¿Cómo estás? – sonrió asomándose detrás del niño - ¡Te presento a Terrence!
-¿Terrence? – Exclamó su hermana – Se supone que...
-¡Es su sobrino! – Intervino Noor – La familia de Terry vino a Bibury a pasar el fin de semana.
-¡Oh, ya veo! – Sonrió Rosemary - ¿Y qué era lo que ibas a contarme? – Preguntó la hermana de Noor – Llamé en cuanto pude, ¡quiero enterarme del chisme! – Murmuró echándose a reír.
-Pues no sé si sea algo muy interesante – Suspiró Noor y besó los cachetes del bebé - ¡Estoy muy feliz! – Sonrió la mujer - ¡Demasiado feliz para ser verdad! ¡Terrence es un sueño! – Volvió a suspirar.
-Pues perdón que te baje de tu nube, hermanita – Exclamó Rosemary – Pero tú tienes un novio, Noor y tarde o temprano vas a volver a Nueva York para despertarte de ese lindo sueño de amor.
-¡Lo sé! – Bufó Noor – Y eso es lo que me duele y... ¡no quiero regresar! Pero mi vida está en Nueva York – Exclamó resignada - ¿Por qué tuve que encontrar el amor precisamente en el momento equivocado? – Preguntó la muchacha.
-¡No has encontrado el amor Noor! – Murmuró Rosie – Sólo es algo pasajero, un romance de otoño, de tus vacaciones. Es sólo un enamoramiento, no amor.
-¡Ahí te equivocas! – Respondió Noor - ¡Me estoy enamorando! Estoy explorando algo nuevo, algo que no había sentido y que me gusta experimentar... ¡es tan hermoso! – Suspiró – Es como una descarga de adrenalina, lo veo y me tiembla el cuerpo. Lo oigo hablar y mi corazón palpita a toda velocidad. ¡Eso jamás me ha pasado con Gavin! – Sonrió - ¡Ni con nadie más! Sólo con Terrence.
-¡Ay Noor! – Murmuró Rosemary frotándose la frente – No sé qué decirte... ¡aún te falta conocer un poco de la vida! Quizá te estés confundiendo y...
-¡No me estoy confundiendo! – Protestó Noorie – Jamás estuve tan segura de mis sentimientos.
-Pues entonces, ¡disfruta! – Exclamó su hermana – Pero antes de que te enamores más hazte una pregunta: ¿Terrence también siente lo mismo?
-No lo sé – Gimió la chica poniéndose un poco triste – Pero su familia ha dicho que lo encuentran muy cambiado. Realmente no estoy segura de a qué se deba su cambio...
-Sí no estás segura, ¡deberías preguntarle! – Dijo Rosemary – Él podrá decirte lo que siente por ti y sacarte de tus dudas.
-Creo que tienes razón – susurró Noor acomodando al pequeño Terrence entre sus brazos, quién comenzaba a cabecear – Voy a intentar hablar con Terrence y le diré lo que siento, le preguntaré que siente él por mí porque yo, siendo sincera, ¡no puedo evitar amarlo! – Suspiró – Incluso si lo intentara, sería imposible. No puedo evitar quererlo, ¡sé qué moriría sin él!
-Díselo entonces – Respondió Rosemary – Ábrele tu corazón y demuéstrale que lo quieres, qué tus sentimientos por él son puros. Quizá él pueda sentir lo mismo por ti o quizá no. – Suspiró la mujer – Lo que no quiero es que te ilusiones y que esas ilusiones se esfumen. ¡No quiero que te hagan daño, Noor! No quiero que sufras o que llores por alguien que no ha sabido valorarte.
-Yo sé que no va a ser así, puedo sentirlo. – exclamo Noor – Pero estoy saliendo vencida en esta guerra de corazones. Estoy siendo vencida por el amor. – suspiró la chica.
La rubia se despidió de su hermana y terminó la videollamada. Acunó al bebé en su seno y contuvo las lágrimas, su corazón le decía que Terrence sentía lo mismo por ella pero se negaba a aceptarlo. Tenía que ser muy paciente y cariñosa con ese hombre para lograr conquistarlo.
= = = = =
Fue un capítulo largo y espero no haberlas aburrido con tanto. Noor ha tenido la oportunidad de convivir con la familia de Terrence y parece que se llevan bien. Los niños han comenzado a tomarle cariño y parece que les agrada a Lottie y a Walter.
Sin embargo, el hablar con su hermana ha hecho que salten algunas dudas en la chica. Pero sabemos que Terrence si siente algo muy fuerte por ella, pero él mismo se pone un freno ya que no desea sufrir. ¡Ya veremos que sucede con estos dos!
¿Qué les pareció el capítulo? No olviden dejar sus comentarios y muchas gracias por leer.
Quiero desearles también una FELIZ NAVIDAD y que sigan disfrutando de estas fiestas decembrinas. Les envió un fuerte abrazo y mis mejores deseos.
Maria Decapitated
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