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PARTE 12 - LA FAMILIA COX

Noor subió corriendo la escalinata rumbo a la habitación seguida de Woodstock. Ambos entraron y la chica sonrió al ver a Odín en la cama, durmiendo a pierna suelta. La chica acarició la cabeza del gato, mientras el perro se acomodaba sobre el sillón y se lamía los genitales. Noor rió a carcajadas y comenzó a desnudarse, aprovecharía que Terrence se había quedado abajo en la sala, cerciorándose que todo estuviera en orden y cerrando la puerta de la entrada.

La muchacha se detuvo delante del espejo y contempló su cuerpo desnudo mientras deshacía las trenzas de su cabello. Sonrió y lo cepilló un par de veces para después tomar su bata de baño y adentrarse en la ducha.

Terrence abrió la puerta de la habitación, la ropa de Noor estaba regada por el piso de esta. Él sonrió y comenzó a levantarlo todo para colocarlo dentro del cesto de la ropa sucia. Miró a sus compañeros y suspiró al verlos dormitar tan tranquilamente; el gato sobre la cama y el pero sobre el sillón. Terrence comenzó a desvestirse al escuchar el sonido del agua corriendo en el cuarto de baño, unido a la voz de Noor que cantaba un conocido tema de los años 60.

-I'm so young and you're so old. This, my darling, I've been told I don't care just what they say 'cause forever I will pray you and I will be as free as the birds up in the trees... oh, please stay by me, Diana – Cantaba Noor con mucho sentimiento.

Terrence terminó de quitarse los calzoncillos y los lanzó al cubo de la ropa sucia. Caminó rápidamente al cuarto de baño, entró en la ducha y miró a Noor quién enjuagaba su cabello y continuaba cantando esa melodía de Paul Anka.

-When you hold me in your loving arms I can feel you giving all your charms. Hold me, darling... ho-ho hold me tight. Squeeze me baby with all your might... oh, please stay by me, Noorie... oh, please, Noorie... oh, please, Noorie – Murmuró Terrence uniéndose a la voz de la muchacha mientras la abrazaba por detrás.

Noor se estremeció cuando las manos de Terrence le apretaron los senos y sus labios besaron su cuello. Inmediatamente se dio la vuelta, echándole los brazos al cuello.

-¡Le cambiaste el nombre! – Susurró - ¡Y me dijiste Noorie! – gimió llena de emoción.

-¿Te gustó ese pequeño cambio en la letra? – Preguntó Terrence acariciando el trasero de la chica

-¡Me encanta! – Murmuró Noor besándolo con intensidad - ¿Quieres que te bañe? – Preguntó esbozando una sonrisa y poniéndose colorada.

Él asintió y le dedicó una sonrisa perversa. Noor puso manos a la obra y comenzó a asear a Terrence, pasando delicadamente esponja por el cuerpo del hombre. Dedicó un buen tiempo explorando, analizando a conciencia cada parte del cuerpo de Terry. De vez en cuando lo miraba a los ojos, le sonreía y le lanzaba besos. Él dejó todo en manos de la joven y sólo lanzaba uno que otro suspiro cuando las manos de ella rozaban su piel y su sexo que comenzaba a crecer, excitado por ese fino roce.

Terry entró en el agua para que esta se llevara el jabón que cubría su cuerpo. Noor se apretó su cuerpo contra el de él y el la ciñó por la cintura, besando tiernamente sus labios.

-¿Te divertiste en la feria? – Preguntó Terrence apretando el trasero de Noor.

-¡Como una enana! – Sonrió ella acariciando la barba del hombre – Me encantó cuando subiste conmigo a la rueda de la fortuna.

-Es el único juego mecánico al que disfruto subir – Comentó Terrence cerrando las llaves del agua - ¿Ya te lavaste el cuerpo? – Preguntó sonriéndole a la joven.

-¡Ya estaba por salir de la ducha! – Exclamó ella guiñándole un ojo – Te estaba esperando para bañarte.

Terrence sólo sonrió y la abrazó con firmeza al tiempo que buscaba los labios de Noor para besarla con deseo. Ella también lo abrazó y correspondió a ese beso. Ambos comenzaron a llenarse de caricias mientras el beso se tornaba más posesivo y pasional. La mano de Terrence se deslizó lentamente por la espalda de la chica hasta su trasero, lo estrujó y lo masajeó con ganas. Noor sólo dejó escapar una carcajada y frotó su cuerpo contra el de Terrence, experimentando su excitación entre sus muslos.

Terrence continuó masajeando el culo de la chica y sus dedos traviesos fueron más allá para juguetear con su sexo caliente y húmedo. La risa de la chica se convirtió en gemido y abrió las piernas para que él tuviera libre acceso a su feminidad, provocando que la humedad se hiciera más intensa y que el calor del deseo se extendiera sobre su cuerpo como un incendio en un pajar. Ella acarició el pecho de Terry, deteniéndose cerca de su pene erecto, se mordió el labio y lo sujetó delicadamente para comenzar a estimularlo.

Los dientes de Terrence mordieron el cuello de la chica cuando ella comenzó a deslizar su mano sobre su sexo, el cual se hinchaba y crecía ante el aumento de la velocidad de esas caricias. Él bufó y jadeó ante el suave roce de la mano femenina y se dejó llevar durante un momento. Noor lo contemplaba maravillada, Terrence lo estaba disfrutando, sus ojos cerrados y esa sonrisa en su rostro se lo hacían saber.

Terry abrió los ojos y sujetó la mano de Noor para evitar que continuara masturbándolo. Ella protestó, lanzando un gemido ahogado. Pero él no la dejó continuar, unió sus labios a los de ella en un beso apasionado, la lengua de Terrence penetró en la boca de Noor para juguetear con su lengua. Ella se aferró a esos hombros fuertes y anchos, volvió frotarse contra él, frotando su pubis contra el sexo de Terrence hasta arrancarle un gruñido.

Ella se apartó abruptamente de los labios del hombre, quién abrió la boca para protestar. Noor le puso el dedo índice para hacerle guardar silencio y comenzó a trazar un camino de besos húmedos y sonoros, desde su cuello hasta su vientre. Terry bufaba y gemía sintiendo que los labios de Noor descendían peligrosamente hasta su bajo vientre, dónde ella deslizó su lengua, dispuesta a todo. No obstante, el hombre no permitió que hiciera lo que ella tenía pensado y, sujetándola por las axilas, la obligó a ponerse de pie.

-¡Oye! – Gritó Noor un poco frustrada al verse descubierta - ¡Yo quería...!

Terrence no dijo nada, ni siquiera le hizo caso y con un veloz movimiento de su mano, azotó su trasero, arrancándole un gemido de placer para después darle la vuelta y ponerla frente a la pared del baño. Ella cerró los ojos, permitiendo que él tomara sus manos para apoyarlas sobre la pared. Noor se estremeció y levantó su trasero para frotarlo contra el sexo ardiente de Terry y abrió las piernas.

Las manos del hombre comenzaron a masajear los pechos de la chica, presionándolos con firmeza o frotando sus palmas sobre sus pezones endurecidos. Noor gemía y empujaba su cadera contra la pelvis de él cada vez que Terrence apretaba sin piedad sus pezones. La feminidad de Noor parecía una cascada, sus fluidos corporales se deslizaban por sus muslos cada vez que las caricias de Terrence se volvían más desesperadas.

¡Ella quería más! Así que tomó una de las manos de Terrence y la deslizó por su pecho y vientre, deteniéndose sobre su sexo. Escuchó la acelerada respiración del hombre sobre su oreja y ella lanzó un gemido agudo. Terrence adivinó de inmediato lo que ella deseaba cuando Noor abrió las piernas y sus dedos se mojaron con sus fluidos. Lentamente, los dedos masculinos comenzaron a jugar con los pliegues mojados del sexo de la chica, explorando su feminidad y tirando suavemente de su clítoris hinchado.

El cuerpo de Noor se sacudió ante las sensaciones que lo invadieron. Nuevamente, ella bajó su mano para colocarla sobre la de Terrence y dictarle los movimientos que debía seguir. Los dedos de Terrence se movieron veloces sobre su vulva y poco después, la penetró con dos de sus dedos. Noor arqueó la espalda y comenzó a mover su cadera en círculos concéntricos, parándose de puntillas y afianzando sus manos sobre la pared.

Terrence jadeaba como una bestia en celo, estaba cada vez más excitado, pues las nalgas de Noor se frotaban veloces sobre su pene erecto y a punto de estallar, su mano empapada con los fluidos de Noor, entre tanto, sus dedos podían sentir cómo las paredes vaginales de la joven se contraían sobre ellos, aprisionándolos.

Noor sentía que no podía más, los dedos de Trrence entraban y salían de su interior, imitando los movimientos de su sexo, su cuerpo temblaba y no podía dejar de gemir y jadear. Arqueó la espalda, recostando su cabeza en el hombro de Terrence, quién sujetó la barbilla de la chica para unir sus labios a los de ella. Comenzó el beso de forma suave, moviéndose contra la boca de Noor, pero en poco tiempo, el beso se hizo profundo y casi despiadado. Noor ahogó un jadeo y él aprovechó para asaltar la boca de la joven, explorarla y saborearla. Ella sentía que sus piernas no podían sostenerla por mucho, pues las primeras oleadas del orgasmo se hicieron presentes. Los dedos de Terrence salieron de su interior y apretaron varias veces su clítoris hasta que ella se desvaneció y embargada por el orgasmo, se apartó de los labios del hombre para entregarse con un grito.

Rápidamente, Terrence buscó un preservativo y se lo colocó a toda velocidad, para regresar de nuevo junto a la joven. Con un brazo, Terrence la rodeó por la cintura, inclinándola un poco. Su pene rozó la entrada de la feminidad de Noor por un par de veces y la penetró con una certera embestida, le besó el cuello y comenzó su rítmico vaivén. Noor apoyó las palmas sobre la pared de la ducha y se unió a sus movimientos. Continuaba excitada y deseosa de más. Terrence era un hombre apasionado que buscaba complacerla y complacerse a sí mismo.

El hombre jadeaba y bufaba poseído por la pasión, estaba llegando a su punto máximo. Él y Noor se movían a la par, entregándose el uno al otro y gozando de la unión de sus cuerpos. Las manos de Terrence la sujetaron por los senos y aceleró las embestidas, pegándola aún más a su cuerpo. Noor se tambaleaba, estaba en la cúspide del placer y muy pronto volvería a estallar en pedazos.

La chica se inclinó aún más, afianzó las manos a la pared del baño y también recargó su cara contra el frío azulejo. Los gemidos y los gruñidos inundaron el baño, uniéndose al sonido del choque de pieles. Las embestidas de Terrence bajaron en velocidad, pero eran cada vez más profundas. Su mano se enredó en los rubios cabellos de Noor y tiró de él. Ella se quejó, pero a la vez fue invadida por un placer mayúsculo. De nuevo, él volvió a aumentar la velocidad de sus acometidas, penetrándola con violencia. Noor gritó y se entregó a las deliciosas sensaciones de ese nuevo e intenso orgasmo. Terrence volvió a empujar su cadera contra antes de dejar escapar un gruñido de satisfacción al haber alcanzado la cima del placer.

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-¿Más de cien mil corazones en mis fotos y vídeo? – Preguntó Noor mientras miraba a Terrence que se encontraba tomando una taza de café frente a su ordenador.

-¿Y? – Respondió él sin levantar la vista del monitor – Son casi los mismos que obtienen Odín y Woodstock – sonrió a medias – Además, ¡te ves hermosa! Pareces una preciosa niña a la que han subido por primera vez a un carrusel.

-¡Pero yo no soy una niña! – Protestó Noor mientras se levantaba de la silla y se acercaba al escritorio con movimientos sensuales y felinos – Creo que eso quedó muy bien demostrado hace un rato en el cuarto de baño, ¿no lo crees?

Terrence bufó y comenzó a reírse, recargándose en el respaldo del sillón. Noor se colocó detrás de él y lo sujetó por el cuello, inclinándose para besarlo con pasión

-Pareces un poco más joven de lo que eres – Jadeó él hombre cuando ella dejó de besarlo – Si fueras una niña, no te tendría en mi casa – Se rió – Eso sería enfermo. Lo que quiero decir es que proyectabas esa inocencia, la felicidad, la diversión, el candor de un niño que es dichoso y se siente libre.

-¡Gracias! – Sonrió Noor y se puso roja – Iré a preparar el almuerzo, ¿quieres algo en especial?

-¿Por qué no vamos a comer a la taberna? – Respondió Terrence – Se me antoja un roast beef y un plato de salchichas con puré de patata.

-¡Fish ans chips! – Gritó Noor emocionada – Se me antojó.

-¡Perfecto! – Sonrió Terrence – Termino este capítulo y vamos al pueblo. Quizá compre un poco de pan casero y algo de queso para preparar unos sándwiches para la cena, ¿se te antoja?

-¡Que rico! – Dijo lachica – Yo también quiero comprar unas cosas en el pueblo. Entonces, te esperoen la sala, me pondré a practicar un rato antes de irnos.

Terrence asintió y regresó a su ordenador. Noor salió de la habitación junto con el gato y el perro, despejó la sala y comenzó a hacer unos estiramientos antes de practicar la rutina de esa mañana. Puso un poco de música para improvisar una rutina de jazz. El cuerpo de Noor se balanceaba grácilmente al ritmo de la melodía, saltaba ágilmente abriendo las piernas y cayendo al piso sobre las puntas de sus pies.

La chica se detuvo a la mitad de su coreografía y caminó hasta la ventana, mirando hacia la enorme reja. Esta se abría para permitir la entrada de una camioneta familiar en color negro que se estacionó junto al auto de Terrence. Woodstock estaba atento, con las orejas levantadas y meneando el rabo, por su parte, Odín arqueó el lomo y salió corriendo escaleras arriba cuando un alboroto de voces comenzó a escucharse.

-¡Louis! – Gritó la voz de un hombre – Baja y abre la puerta de la casa, por favor.

-Y también lleva este par de bolsas – Añadió una mujer - ¡Y no me hagas esa cara! ¿O quieres llevar a tu hermano?

-¡Yo te ayudo, Loui! – Comentó una aguda voz infantil.

La puerta se abrió y entraron dos figuras infantiles, un niño larguirucho y delgado de cabellos rubios, seguido de un pequeño regordete de cabello castaño. Detrás de los chicos entró una mujer de cabello rubio cobrizo que llevaba en sus manos una canasta y empujaba un cochecito de bebé, cuyo bebé rubio y regordete, jugaba con sus piecitos. Detrás, apareció un hombre alto, fornido, de cabello castaño recogido en un moño y espesa barba que cubría la mayor parte de su rostro

-¡Hola! – Saludó Noor cuando el hombre se reunió junto a la mujer y los niños – Soy Noor – Sonrió – Y seguramente, ustedes deben ser familiares de Terry.

¿Quién era esa chica? Se preguntaron todos al verla sonriendo frente a ellos. Era muy guapa, rubia, pequeña, pero parecía que tenía un carácter dulce y amigable. Aunque vestía de manera extraña, pues llevaba un diminuto short de licra en color negro con un top a juego. Aunque lo que más llamaba la atención de su atuendo era que llevaba puesta una camisa que pertenecía a Terrence.

Charlotte reconoció la prenda inmediatamente, ¡era una camisa Gucci que ella le había regalado por su cumpleaños! ¿Qué hacía esa rubia con la ropa de su hermano?

-Soy Charlotte, hermana de Terrence. – respondió la mujer con el ceño fruncido – Y él es mi esposo Walter – dijo mirando a su marido y después a los pequeños – Y ellos son mis hijos Louis, Walter y Terrence.

Noor sonrió al contemplar a la familia, ¡parecía que todos eran simpáticos! Se acercó para estrechar la mano que Charlotte le ofrecía y en lugar de tomarla, abrazó a la mujer con fuerza y besó sus mejillas. Lo mismo hizo con el resto de la familia, quienes se mostraron un poco sorprendidos ante la reacción de la chica.

-¡Es un gusto conocerlos! – Exclamó Noor sin borrar la sonrisa de su rostro - ¡Pónganse cómodos! – Dijo – Iré a decirle a Terry que ustedes están aquí.

-¿Dónde está mi cuñado? – preguntó Walter arqueando las cejas – No lo veo por ningún lado.

-Él está en el estudio – respondió la joven – Está terminando un capítulo de su nueva serie.

-Mejor esperamos a que salga de ahí – dijo Lottie sentándose en el sillón – No me gustaría molestarl...

Noor hizo caso omiso de las palabras de la hermana de Terrence y dio media vuelta para caminar a prisa hasta la biblioteca, abrió la puerta sin llamar y entró en la estancia. Lottie y Walter se miraron el uno al otro con un poco de incertidumbre. ¿Por qué entraba en ese recinto sagrado sin pedir permiso? Estaba claro que esa chica no lo conocía e iba a desatar la furia de Terrence. La familia Cox esperó a que se desatara la tormenta, sin embargo, no se escucho ningún tipo de sonido o algún grito por parte del mayor de los Worsley.

Terrence estaba cerrando el ordenador y guardándolo en su estuche cuando Noor apareció junto a él y lo miró con una gran sonrisa. Él le devolvió la mirada, pero le extraño ver que la chica aún no estaba lista.

-He terminado, sólo voy al baño y por las llaves del auto – Exclamó tomándola por la cintura y besando la mejilla de la chica - ¿Por qué no te has arreglado, rubiecita?

-Ehhhhmmm – Murmuró Noor y suspiró – En la sala te está esperando la familia Cox.

-¿Mi hermana y su manada están aquí? – Preguntó Terrence con sorpresa – No me acordaba de su existencia – Se rió el hombre.

-Llegaron hace unos minutos – Respondió Noor – Por eso no alcancé a cambiarme, los vi llegar y los recibí – Suspiró – Tú tienes que salir a darles la bienvenida.

Terrence no dijo nada, únicamente la miró de arriba abajo, posando su mirada en su escote. Noor se rió y se puso colorada, la chica se dio la vuelta para caminar hasta la salida, pero Terrence la tomó del brazo y detuvo su andar. El hombre la atrajo hacia él y la tomó entre sus brazos para besarla con pasión hasta dejarla casi sin aliento.

-¿Sabes que te ves preciosa en esos shorts? – jadeó Terry apretando el trasero de la joven y después la soltó con delicadeza - ¡Vamos a saludar a mi hermana y su familia! – dijo y la tomó de la mano para salir de la biblioteca y caminar rumbo a la sala para reunirse con la familia Cox.

Noor y Terrence aparecieron en la sala tomados de la mano. Lottie observó a su hermano y en el rostro de este se dibujaba una sonrisa. ¿Terrence estaba sonriendo? ¡Eso no podía ser cierto! En contadas ocasiones Terry sonreía y de manera forzada o torcida, pero en ese momento no era así. Su sonrisa era sincera y se notaba que estaba contento. La mujer también sonrió y se levantó del sillón que compartía con su esposo para acercarse a su hermano mayor y abrazarlo con todas sus fuerzas. Terrence no rechazó su abrazo como solía hacerlo, al contrario, le correspondió y la levantó un palmo del piso.

-¡Qué gusto verte, hermanita! – exclamó el hombre y besó la frente de su hermana - ¡Hola cuñado! – dijo saludando a Walter quién también se puso de pie y lo abrazo - ¿Cómo les fue de viaje? ¿Pesado?

-Tuvimos un viaje tranquilo, esta vez Walter no vomitó durante el trayecto. – respondió su cuñado.

-¡Felicidades! – dijo Terrence alborotando el cabello castaño del pequeño Walter - ¿Y cómo está mi pedacito de cielo? – murmuró viendo a su pequeño homónimo y tomándolo en sus brazos - ¿Tú te portaste bien, bebé? ¡Tú siempre te portas bien! – exclamó - ¡Dale un beso a tu tío Terrence! – dijo el hombre besando las mejillas rosadas del bebé regordete quién tomó su rostro entre sus manos y comenzó a llenarlo de besos y baba - ¿Verdad que es bien lindo! – preguntó Terrence a Noor y la rubia asintió.

Walter, Lottie y sus dos hijos mayores observaban con espanto la escena. Lo que estaba sucediendo no podía ser verdad. Quizá era parte de un sueño ominoso, ¿Terrence Worsley haciéndole mimos a un bebé? ¡Eso era de otra dimensión! Quizá el viejo Terrence había caído en una grieta y se había perdido en el tiempo y el espacio, para que así, un nuevo Terrence de otra dimensión, usurpara su lugar.

-¿Quieren un té? – preguntó Noor – Les traeré un poco antes de ponerme a preparar el almuerzo.

-¡No es necesario, linda! – respondió Charlotte – Nosotros pasamos a la taberna y trajimos algo para almorzar en familia.

-¿Al menos trajeron roast beef? – preguntó Terrence lanzando a su sobrino al aire.

-Trajimos un poco – respondió Walter – Sabes que a mí me encanta, ¡soy un carnívoro sarnoso! – se río y Terrence lo imitó.

-¡Es cierto! Así nos llama tu hermana la loca, esa que se cree vegana pero come queso y derivados de la leche. – murmuró Terry.

-¡Es vegetariana! – intervino Louis que no se había movido de su asiento porque jugaba en el celular – Mi tía Jacky es vegetariana y ustedes son unos carnívoros ominosos que se comen a un pobre buey indefenso.

-¡Entonces no habrá hamburguesa para ti! Sólo hojas de lechuga. – río Walter.

-¡No! – se quejó el puberto – Yo sólo repetía las palabras de mi tía, también soy un carnívoro sarnoso.

Noor lanzó una fuerte carcajada, ¡esa familia sí que era divertida! Y todos se llevaban bastante bien entre ellos. Algo le decía que le iban a caer muy bien y que pasaría un fin de semana muy animado.

Después de un opíparo almuerzo, el pequeño Walter rogó a Noor para que salieran al jardín y jugara con ellos. Louis también se unió a la petición y la chica aceptó de buena gana. Los niños salieron corriendo al jardín, seguidos de Noor, quién tomó al bebé Terrence y también lo llevó al jardín para que se divirtiera con sus hermanos. Woodstock salió cual saeta, ladrando alegremente y comenzó a perseguir a los sobrinos de Terrence.

Walter, Lottie y Terrence se acomodaron en la sala para beber más té. Terry no había perdido su buen humor y se encontraba desparramado sobre el sillón, acariciando la cabeza de su enorme gato pelirrojo que ronroneaba con sonoridad, satisfecho de los mimos que estaba recibiendo. Lottie lo observó con detenimiento y frunció el ceño, mientras cruzaba los brazos.

-¿Qué? – Preguntó Terrence al darse cuenta de la expresión de su hermana – Acabas de adoptar la postura de mamá y eso no me gusta.

-A mí tampoco me gusta – Comentó Walter – Me da mala espina.

-¡Sí! – Se quejó Terry – Parece que quisiera matarme con la mirada... ¿he hecho algo malo, mamá? – Preguntó inclinándose para acercarse más a su hermana.

-¡Eres un cochino pervertido! – Bufó Lottie - ¿Qué estás haciendo con esa niña? ¡Solos! En esta casa apartada de la civilización.

-¡Oh! – Dijo despreocupado - ¡Es eso! – Suspiró – Vayamos por partes, para comenzar, Noor no es ninguna niña, ya es una mujer adulta que viaja sola y toma sus propias decisiones – Bufó - ¡Sí! Lo admito, ¡soy muy mayor para ella! Aunque al parecer, a ella eso no le interesa... ¡Y otra cosa! Antes de que empieces con tus sermones, ella sólo está aquí de paso. La chica vive en Nueva York y está de vacaciones.

-¡Está bien! – Respondió Lottie – Pero sólo dime una cosa, Terrence... ¿ella es la causante de tu felicidad? – Preguntó con curiosidad - ¿Ella es la causante de esta transformación?

-Porque si es así – Intervino Walter - ¡Me gusta el nuevo/viejo Terrence! Ese que fue sacado de otra dimensión, pero de un tiempo pasado, cuando solías ser chévere y despreocupado.

-Pues no lo sé – Respondió el hombre encogiéndose de hombros – Fue muy extraño y siendo sinceros, no me he detenido a pensar cuál fue la causa de mi buen humor...

-¡Fue esa muchacha! – Gritó Charlotte - ¿Quién más? No trates de ocultarlo, Terrence, se te nota. La chica es jovial, es alegre, está llena de energía positiva y ¡lo mejor de todo! Le gustas y ¡a ti también te gusta! No quieras negármelo.

-Pues no te lo niego – Exclamó su hermano acomodándose en el sillón – Con Noor me siento diferente, ¡no sé cómo explicarlo! Sólo sé que disfruto estar con ella.

-¿Cómo la conociste? – Preguntó Walter con curiosidad.

-¿Pero qué es esto? – Dijo Terrence esbozando una sonrisa burlona - ¿Un interrogatorio de la CIA, Sargento Cox?

-No, coronel, no lo es – Dijo su cuñado apretando los labios para suprimir la sonrisa – Tenemos curiosidad...

-¡Estamos llenos de preguntas! – Rió Charlotte – Y no te vamos a dejar en paz hasta que hayas respondido.

-La conocí hace como una semana, un poco más – Suspiró Terrence cruzándose de brazos - La vi por primera vez en un cafetería y fue una locura – Bufó sonriendo y moviendo la cabeza – Ella estaba leyendo y se veía tan hermosa... ¡todo a mí alrededor desapareció! Y una luz brillante caía de lleno sobre ella...

-¡Qué romántico! – Gritó Lottie abrazando a su marido - ¿Verdad, Walt?

-Sí, fue romántico cielo – Dijo el hombre - ¿Y qué pasó después?

-Me pareció una ridiculez fantasear como un adolescente, así que pagué la cuenta y me largué de ahí – Rió Terry al ver la expresión en el rostro de su hermana y su cuñado – Pero, la volví a ver un par de días después, cuando fui a ver War and Peace al teatro. Noor estaba sentada a mi lado y lloraba conmovida por la obra. Me abrazó y la consolé. Luego limpié sus lágrimas con mi pañuelo. Salimos del teatro, caminamos y tomamos un café... y de ahí se desencadenó todo.

-¡Ella es la mujer de tu vida, Terry Boo! – Murmuró Charlotte utilizando el nombre con el que solía llamarlo cuando eran niños – La encontraste por casualidad, ¡es el hilo rojo del destino!

-No sé si sea el destino o la suerte... ¡o como se le llame! – Comentó Walter – Pero lo que sí sé es que Noor y Terrence han compaginado muy bien y podrían convertirse en almas gemelas.

-¡No, no, no, no! – Protestó Terrence - ¡No empiecen con esas cosas! Esto no es para siempre; ella tiene novio, yo tengo novia... ¡sólo es momentáneo! – Bufó cerrando los ojos – Pongamos los pies en la tierra y pensemos con la cabeza fría. Noor está sólo de vacaciones, octubre llegará a su fin y ella volverá a su vida en América.

-¡Pero puede regresar! – Exclamó Lottie - ¡O tú puedes visitarla! Eso es lo de menos, Terry Boo.

-Es algo pasajero, ¿no lo entiendes? – Sonrió Terrence - ¡Sólo vivo el momento! ¿Acaso no me dijeron que lo hiciera?

-No, ¡yo sé que se trata de lo contrario! – Dijo Walter acariciando su larga barba – Lo puedo notar en tu mirada... ¡te cambió el semblante de un día para otro!

-¡Es amor! – Gimió Lottie - ¡Amor! Y de mí te vas a acordar cuando te des cuenta de la realidad – Dijo acercándose a su hermano para abrazarlo – No dejes escapar esta oportunidad, Terrence. ¡Ya es hora de salir de las sombras!

Terrence ya no pudo decir nada más, pues los gritos de sus sobrinos y los ladridos del perro al entrar en la sala interrumpieron la conversación de los mayores. Noor entró detrás de ellos y entregó al bebé Terry a su madre y, mientras los niños hablaban con su padre, respecto a una piedra de forma extraña que acababan de descubrir, la chica se arrojó a los brazos de Terrence y lo besó repetidas veces en el rostro. El hombre la acomodó en su regazo y la acunó contra su pecho, besándola dulcemente en los labios.

Charlotte los observó con detenimiento. Hacían una hermosa pareja, y la mujer estaba feliz de ver a su hermano lleno de dicha y con una sonrisa en el rostro. Esperaba que eso no fuera temporal, como su hermano afirmaba.

= = = = =

Parece que el amor está en el aire y Lottie y su esposo Walter lo han podido aspirar. Se han dado cuenta de la atracción y la conexión que existe entre Terrence y esa chica. Pero díganme ustedes, ¿será sólo temporal como lo afirma Terrence? O... ¿realmente será Noor el amor de su vida? No olviden responder a estas preguntas y por supuesto dejar su comentario respecto al capítulo. Las quiero mucho ♥ ♥
Y gracias por su apoyo.
Maria Decapitated
P.D. Me gustaría felicitar por este medio a una de mis más fieles lectoras y por supuesto, una gran amiga JosephineSanchez298, ¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!
Muchas felicidades, guapa. Espero estés teniendo una grandiosa celebración y hayas recibido muchos regalos. Eres una persona valiosa y maravillosa. Se te quiere y estima. 
Desde la distancia te envío un fuerte abrazo y mis mejores deseos para ti.
¡¡MUCHAS FELICIDADES!! 🤗🎂🥂🎆🎇✨🎈🎉🎁🎁 

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