Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Twenty-Three

Un poco de tranquilidad en el trabajo no era muy común para Yunho, pero curiosamente ese día todo estaba muy silencioso, como si todos estuvieran trabajando realmente. Por supuesto lo creería si el lugar no estuviera lleno de feromonas sexuales que ya tenían irritado a Yunho.

Por eso decidió que al terminar algunas cosas se iría de ahí, solo que no quería irse a casa, algo en él le dijo que ya debía estar apestando y eso asustaría a Jongho si llegaba directamente, más aún estando irritado. Es por eso que también decidió comprar un departamento en el cual quedarse cuando no quisiera asustar a Jongho, ahora que sabía que no había forma de darle tranquilidad al omega, simplemente se decidió por darle más espacio. Era la opción más sencilla que se le ocurrió.

En su camino recibió una llamada de su madre, podría no responder pero prefería hacerlo solo por si acaso.

No creí que responderias.

—No pensaba hacerlo, pero si así evito que vayas a la casa, no me quedan opciones— Escucho a su madre gruñir— ¿Qué quieres?

No mucho– Yunho rodó los ojos al escuchar ese tono dulce, claramente falso– Sólo llamaba para avisar que tendrás visita en tu casa.

—¿Por qué?— Y por qué justamente cuando ese día sería únicamente para Jongho y Jungwon.

–Digamos que tu padre y yo tenemos un par de desacuerdos con tu primo– Si le preguntaran a Yunho si creía en ella, él sin dudarlo diría que no, era casi como un reflejo no creer en lo que sus padres le decían, todo le indicaba que mentían– Pero originalmente él no es el problema, si no su padre– La escuchó soltar un pesado suspiro– Eres mi hijo a pesar de todo– Murmuró– Tu primo es un fastidiadoso beta, su padre un irritable alfa....

—¿A donde quieres llegar?— Preguntó mientras encendía el auto dispuesto a irse a donde estaban Jongho y Jungwon.

–¿Conduces?– Yunho le gruñó para que dijera lo que en verdad interesaba– Tu ahora importante espeso, les tiene miedo y ellos ya no deben tardar en llegar...

Sentía que debía creerle pero al mismo tiempo no hacerle, había algo mas en sus palabras, era como un juego para ella, a veces todo llegaba a ser tan abrumante para él. No sabía que era real y que no, ellos decían algo, Jongho decía algo, Bomin, sus compañeros de trabajo, la gente, todos tenían algo para decir sobre él, siempre era algo peor que lo anterior, incluso su hijo tenía algo para decir, pero siempre que escuchaba no podía simplemente dejar de pensar que ese no era él, no lo sentía propio.

Sentía que estaba en un juego donde él era controlado, donde todos elegían por él, no tenía poder de hacer cosas por su cuenta porque todo se basaba en quien era antes del accidente, quiso vivir con eso pero no podía, no quería vivir con recuerdos de alguien mas, odiaba a esa persona que tanto daño hizo, lo odiaba por condenarlo, por condenar a inocentes a un tormento eterno.

–¿Yunho?

—Dile a tu esposo que debemos hablar— Terminó la llamada a penas sus palabras salieron. Ahora su prioridad era que Jongho no sintiera pánico, si su madre decía al menos un poco de la verdad, tenía que asegurarse que ni Jongho o Jungwon dejarán de sentir tranquilidad.

Esa tranquilidad que tanto les costó conseguir, nadie volvería a quitárselas.

No importaba lo que tuviera que hacer, haría que Jongho tuviera lo que más anhelaba, no importaba hasta donde debía llegar, no importaba si se hundía en el proceso, pero se llevaría a su familia con él.

[...]

Jungwon entró a la cocina sin hacer ni un solo ruido, caminaba de puntitas para que Jongho no supiera que había entrado, busco con sus ojos hasta que enfocaron un delicioso empaque de galletas, pero había un problema y es que estaba muy alto. Aún así estaba decidido, Jongho fue muy malo y ya no quiso darle más galletas, con la excusa de que después no iba a querer comer en la cena.

—¿Jungwon?— El cachorro volteó un poco solo para asegurarse de que si era Jongho y no solo su imaginación al estar muy nervioso porque para él, lo que estaba haciendo era todo un crimen— Recuerdo haber dicho que ya no ibas a comer galletas— Jungwon se volteó con un puchero.

—¡Pero Jonggie!

—No, ahora que tal si vuelves y terminas de ver la película que elegiste— Jungwon siguió con sus labios abultados, para hacerle saber al omega que él estaba molesto. Solo que para Jongho esa era la escena más tierna y graciosa que podía ver— Anda— Murmuró con una pequeña sonrisa.

Jungwon miró las galletas antes de salir resignado de la cocina para ir a ver la película, Jongho lo siguió y  antes de poder sentarse escuchó el timbre, lo cual no evito que Jongho entrara en pánico al instante.

Si el timbre se escucha es porque habrá una visita en particular, miró a Jungwon y el pánico empeoró, respiró profundo y fingió una sonrisa para después pausar la película.

—De acuerdo, cachorro, vas a subir a la habitación en lo que yo me encargo de quien esté tocando el timbre, ¿Si?— Hizo todo lo posible para no escucharse nervioso y no asustarlo, incluso se obligó a no cambiar su aroma.

Tomo la mano de Jungwon para llevarlo a su habitación, lucia normal, fingía serlo, fingía no estar aterrado en ese momento, puso todo su esfuerzo para no hacer notar su inminente llanto.

—No me tardaré ¿De acuerdo?— Acaricio el rostro de Jungwon— Todo estará bien— Murmuró antes de apartarse de él y salir de la habitación.

El timbre volvió a escucharse, solo para recordarte que la siguiente vez no sería "amable" y comenzaría a golpear la puerta, bajo tembloroso hasta llegar a la puerta principal, las puntas de sus dedos cosquilleaban cuando supo que tenía que abrir, no quiso ser consciente al momento de abrir, solo quería terminar esa pesadilla de una buena vez.

Al hacerlo no necesito preguntar quién era, no pidió explicaciones, no saludo y menos los miró, solamente dos personas llegaban de esa forma y solo uno era su mayor preocupación.

—Yo estaré en la cocina— Balbuceó aquel beta mientras pasaba justo a un lado de Jongho sin darle ninguna importancia.

—Ha pasado tiempo ¿No?— Una lágrima se deslizó por la mejilla de Jongho.

Se hizo a un lado para dejarlo pasar, ¿Qué otra opción tenía? Sabía que su tranquilidad no duraría para siempre, incluso el soleado y perfecto día terminó, para cubrirse de nubes grises.

—¡No te atrevas a pisar mi hogar!— Jongho alzó su cabeza al reconocer la voz molesta de Yunho.

—Pero mira, si es mi sobrino preferido— Yunho gruñó poniéndose en frente de Jongho, haciendo que hubiera más distancia entre ese alfa— ¿Así que tu padre no mentía? Ahora te importa esa pequeña mierda.

Los ojos de Yunho se oscurecieron al escuchar como insultaban a Jongho, ahora podía saber que toda su familia estaba podrida, que eran seres repugnantes.

—¿Dónde está Jungwon?— Preguntó al omega.

—En la habitación.

—Ve con él, no tienes que ver esto— Jongho lo miró sin entender a que se refería, pero sinceramente tampoco quería averiguarlo.

Yunho miró al alfa en frente él, su presencia le disgustaba y ni siquiera lo recordaba, pero solo con sentir a Jongho aterrado y dispuesto a aceptar un cruel destino, le hacia saber que era una amenaza.

—Vine por supuse que necesitabas ayudar para volver a controlar a ese omega— Yunho alzó una ceja— Tienes que tener el control o no dudará en apuñalarte por la espalda como todas esas...

El alfa gruñó cuando cayó al suelo luego de que Yunho lo golpeara con más fuerza de la que hubiera imaginado, sin embargo, nunca levantó la cabeza para mirarlo y aún así podía sentir la penetrante y sombría mirada de su sobrino, lo sentía taladrar en su cabeza.

—Nadie que venga con intenciones de lastimar a Jongho es bienvenido en mi casa, nadie volverá ponerle siquiera un dedo encima, me importa una mierda si eres de mi familia, haré lo necesario para que lo dejen en paz— Sus palabras eran hostiles, llenas de irá y sobre todo de autoridad.

Yunho gruñó al sentir a alguien no bienvenido dentro de su casa, y la risa burlona detrás de él lo confirmó.

—Es sabido que fuiste educado para ser el las fuerte de la familia— Volteó hacia el beta que irrumpió su casa, lo miraba igualmente como una amenaza, pero contrario al alfa que aún estaba en el suelo, el beta no se doblegó ante él— Así como yo fui educado para no dejarme pisotear por nadie— La sonrisa que le dedico irritó a Yunho— Yo no soy tu problema sabes.

—¿No?— Alzó una ceja— Es tu padre ¿O me equivoco?— El beta asintió.

—Desgraciadamente lo es, pero si lo matarás en este instante no sólo le harías un favor a tu esposo— El alfa miro a su hijo con furia— Yo lo he pensado más veces de las que imaginas...

—No soy un jodido asesino— El beta rió— ¿Que?

—Nada, pero es sorprendente que de todos nuestros familiares seas el único— Murmuró— Y es gracioso porque eres el único que luce como uno... Vaya mierda de familia que nos tocó ¿No?

—¿Y tú quien eres a todo esto?— Frunció el ceño.

—Wooyoung— Le sonrió antes de cerrar la puerta de la casa sin importarle en lo más mínimo su padre— Y bien ¿Por qué tus están molestos?

—Tú tampoco eres bienvenido en mi casa— Le informó con frialdad.

—Yo no soy una amenaza, Yunho, es cierto que jamás me metí en esta porquería, pero adivina quien impidió más de una vez que asesinaran a tu esposo o impidió que abusaran de él— Negó lentamente— De hecho yo soy el encargado de llevarlo al hospital, ya sabes porque tus padres son tan generosos— Soltó con un tono fingido— Se podría decir que soy su cuidador.

—Eso suena estúpido— Wooyoung le dio toda la razón.

—Nadie dijo que no lo fuera, pero así funciona en esta familia, únete o desaparece, el asqueroso lema de los Jeong— Bufó.

—¿Que clase de familia somos?

—Sabes es curioso, tú y yo no tenemos una conversación real desde los trece, ese accidente sin duda hizo un milagro— Yunho lo miró sin comprender— Ya que no eres una potencial amenaza, creo que podemos hablar de todo esto.

Yunho desconfiaba de todos a su alrededor, tenía que hacerlo porque no sabía quién era bueno y quién no, pero se permitió dar un poco de confianza en Wooyoung, si hacía podía saber más de su podrida familia.

Tenía que recolectar todo lo que pudiera para conseguir la tranquilidad de Jongho.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro